ALIMENTO DIARIO LUNES SEMANA 15

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5 Septiembre 2001
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La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15--- Ruego a los ancianos
Lunes --- Leer con oración: Nm 17:1-10; 18:21, 23, 25-28; 1 P 2:9, 16.
“Se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví” (Ex 32:26)
El servicio de los levitas y el sacerdocio de Aarón
El tema de esta semana es "Ruego a los ancianos". Hace dos semanas atrás vimos con relación al siervo de Dios y cómo éste debe sufrir por causa de la justicia. Esto nos muestra que cuando somos siervos de Dios debemos estar dispuestos a sufrir por causa de la justicia. Un siervo de Dios que pasa por sufrimientos por causa del nombre de Cristo crece en vida. Por tanto, está calificado para ser un anciano en la iglesia. En 1 Pedro 5:1 leemos: "Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada". Pedro era un anciano, también era alguien que sufría por Cristo. Un anciano es un siervo de Dios y un sacerdote real (2:9, 16).
El sacerdocio es un término del Antiguo Testamento. No obstante, en el Nuevo Testamento se refiere a personas que tienen un ministerio. El sacerdote real servía en el templo, y su función era ayudar a los hijos de Israel a servir a Dios y vivir delante de Él, principalmente cuando los oferentes presentaban sus ofrendas. Así que, el sacerdote daba también instrucciones al pueblo de Israel sobre las ofrendas. Los sacerdotes no tenían bienes materiales, pero orientaban al pueblo de Israel a ofrendar los diezmos de sus productos para la tribu de Leví (Nm 18:24).
Los levitas fueron quienes se pusieron del lado de Dios en el incidente de la adoración al becerro de oro (Ex 32:26), por esa razón fueron escogidos para el servicio, pero no podían tener bienes materiales ni heredad (Nm 18:23). Ellos eran sustentados por los diezmos ofrendados que todo el pueblo de Israel producía (v. 21). En términos de hoy, podemos decir que ellos no tenían ningún salario fijo. Si la cosecha del año era buena, los levitas también recibían más; pero si había un año de escasez, ellos recibirían poco. Además, de todo lo que recibían, presentaban el diezmo de los diezmos, para suplir a la casa de Aarón (vs. 25-28). Los sacerdotes que formaban parte del sacerdocio real, tampoco tenían una provisión fija; dependían del diezmo de los diezmos que fueron ofrendados por los levitas.
Dios escogió a la tribu de Leví para servirle. En cierta ocasión, Dios los puso delante de una prueba muy especial, cuyo asunto central era la autoridad. Allí Dios mostró por qué escogió a la tribu de Leví para servirle. Hubo cierta insatisfacción en los hijos de Israel, cuestionaban el hecho de que sólo la tribu de Leví podía servir. Entonces, durante ese episodio de rebelión, Moisés llevó este asunto delante del Señor. Dios, para vindicar a la tribu de Leví y a la casa de Aarón, hizo llamar a los príncipes de cada tribu de Israel, personas que tenían cierta reputación y posición entre el pueblo, además de ser muy experimentados en la vida humana.
Cada príncipe tenía una vara, la cual representaba la autoridad. Dios ordenó a Moisés que diga a las doce tribus de Israel para que le entreguen la vara de cada príncipe de su respectiva tribu, para que sea colocada delante del Señor en el tabernáculo de reunión (Nm 17:1-7). Y así lo hizo Moisés, según lo que el Señor le había ordenado, pidió que cada príncipe de cada tribu entregase su vara. Luego, llevó las doce varas al Lugar Santísimo y las puso delante del tabernáculo del testimonio. Al día siguiente, cuando Moisés entró al Lugar Santísimo para sacar las varas, vio que había sucedido algo extraordinario: una de las varas reverdeció, echó flores, arrojó renuevos y produjo almendras (v. 8). A pesar de que aquellas varas ya habían muerto, estaban sin vida y totalmente secas, pero la que pertenecía a Aarón, reverdeció. La vara que estaba muerta en aquel momento revivió, resucitó. Con este hecho Dios ratificó Su decisión de haber escogido a la tribu de Leví para servirlo, y a la casa de Aarón para el sacerdocio. Así, Dios hizo cesar todas las quejas de los hijos de Israel que murmuraron contra Moisés, Aarón y contra Dios mismo (vs. 5, 10). Todo esto nos deja muy claro que nuestro servicio al Señor no puede ser hecho en nuestra vida natural caída, sólo puede ser hecho en resurrección. ¡Que el Señor nos lleve a estar siempre en resurrección, para que así podamos servir en novedad de vida!
Punto Clave: Servir en resurrección
Pregunta: Haga una comparación del sacerdote con el ministro
 
ALIMENTO DIARIO MARTES

ALIMENTO DIARIO MARTES

La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15 --- Ruego a los ancianos
Martes --- Leer con oración: Hch 11:25-26, 29-30; 12:25; 13:1-3, 7,43, 46, 50
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hch 13:2)
La autoridad proviene de la vida
El Señor en el Antiguo Testamento, hizo que la vara de Aarón reverdeciese, echase flores, arrojase renuevos y produjese almendras, para vindicar la autoridad de Moisés y Aarón. El hecho que la vara de Aarón reverdeció, significa que su autoridad provenía de Dios. Por este hecho vemos que la vida siempre debe tomar el liderazgo. El mismo principio se aplica en el Nuevo Testamento: en la iglesia, tanto la autoridad como el liderazgo son un asunto de vida. Después de ser producida la iglesia es necesario que haya una supervisión. De acuerdo con el principio establecido en la Palabra de Dios vemos que "en cada iglesia" (Hch 14:23; Tit 1:5), los apóstoles designaban ancianos para asumir la responsabilidad de la iglesia. Los ancianos eran escogidos de entre los hermanos más crecidos para cuidar a los demás hermanos. La función principal de los ancianos era la de pastorear e instruir a los hermanos, supervisar y administrar los asuntos de la iglesia. Posteriormente veremos con más detalles la experiencia de Pablo en cuanto a la designación de los ancianos aquí en Sudamérica, según la dirección dada por el Espíritu Santo.
Los doce apóstoles de manera muy espontánea llegaron a ser ancianos en la iglesia en Jerusalén. Después fueron surgiendo las iglesias entre los gentiles, como la iglesia en Antioquía. Entre ellos había cinco profetas, posiblemente eran los líderes de la iglesia. La Biblia no específica que ellos eran ancianos, pero si dice que eran profetas y maestros. No obstante, creemos que probablemente eran ellos quienes cuidaban de la administración de la iglesia, por eso, es muy probable que fueran también los ancianos allí. Entre ellos no sólo había judíos, también había gentiles (Hch 13:1) Eran personas de distintas razas y clases sociales. Eran quienes asumían la responsabilidad de la iglesia en Antioquía.
Oraban habitualmente juntos, en el espíritu. Cierto día el Espíritu Santo les habló, según se registra en Hechos 13:2: "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado". En aquel tiempo Bernabé era quien tenía el liderazgo en la obra. Y fue Bernabé quien introdujo a Pablo en el servicio en la iglesia (11:25-26, 29-30). Pablo era entendido en la Palabra y llegó a ser uno de los profetas en Antioquía. Así pues, vimos que estos cinco eran profetas y servían en la administración de la iglesia en Antioquía, cuidaban de los asuntos administrativos.
Luego, después que el Espíritu Santo separó a Bernabé y a Pablo, los hermanos los enviaron de viaje para la predicación del evangelio (13:2-3). Primeramente navegaron para Chipre, después para Asia Menor, en la región de Perge de Panfilia, y luego a Pisidia. En Antioquía de Pisidia, el Espíritu Santo llevó a Pablo a hablar, y allí quedó demostrado que él sería el principal profeta para hablar por Dios. Desde ese entonces, se invirtió el orden de los nombres en la Biblia, antes siempre se mencionaba: Bernabé y Saulo (12:25; 13:1, 7). En Hechos 13:9 leemos: "Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos". Este cambió de nombre, de Saulo a Pablo nos muestra que posiblemente él creció en vida. A partir de ese momento, Pablo llenó del Espíritu Santo, tomó la delantera en la obra y el orden de los nombres pasó a ser: Pablo y Bernabé (13:43, 46, 50; 14:1; 15:2, 22, 35-36).
Así que, tanto en Jerusalén como en Antioquía vimos que hubo la necesidad de que hubiese ancianos para cuidar de los santos, para conducir el rebaño y supervisar el servicio entre los hermanos. ¡Que el Espíritu Santo tenga la completa libertad para designar a los ancianos en todas las iglesias!
Punto Clave: Tener experiencias de vida
Pregunta: ¿Cómo se lleva a cabo la elección de quienes cuidan y administran las iglesias?
 
ALIMENTO DIARIO MIERCOLES

ALIMENTO DIARIO MIERCOLES

La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15 --- Ruego a los ancianos
Miércoles --- Leer con oración: Mr 10:35-37; Hch 14:1-3, 6, 19-23
“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído” (Hch 14:23)
Los primeros ancianos establecidos por Pablo
El día de ayer vimos dos modelos del surgimiento de los ancianos: Jerusalén y Antioquía. Hoy veremos la experiencia de Pablo en cuanto a establecer ancianos en las ciudades donde el testimonio de la iglesia fue levantado.
Pablo y Bernabé predicaron el evangelio en Antioquía de Pisidia y las personas fueron salvas (Hch 13:14-15, 43, 48-49). Después fueron a Iconio, Listra y Derbe, todas estas ciudades se encontraban en la provincia de Galácia (Hch 14:1-3). En todos estos viajes ellos sufrieron muchas dificultades y recibieron mucha oposición. Incluso, Pablo fue apedreado y dado por muerto, pero finalmente se recuperó. Nosotros también nos encontramos con situaciones de este tipo en nuestras salidas de predicación del evangelio, de ser apedreados y ser dados por muertos. ¡Aleluya, el Señor ha tenido misericordia de nosotros!
Después de haber predicado el evangelio en esas ciudades, ellos regresaron con el propósito de confirmar a los hermanos y establecer ancianos (vs. 21-23). De esta manera se establecieron los primeros ancianos en las iglesias entre los gentiles. Cada vez que Pablo pasaba por una ciudad donde aún no estuvo, allí predicaba el evangelio, levantaba la iglesia y finalmente establecía a los ancianos. Esto nos muestra un principio: cuando salimos para hacer la obra del Señor y levantamos una iglesia, debemos entregar la administración a los hermanos de aquella ciudad para que ellos puedan administrarla. Según lo que hemos experimentado a lo largo del tiempo, es posible que por medio de la palabra ministrada surjan espontáneamente uno o dos hermanos más crecidos de entre los hermanos para cuidar de los demás hermanos. Cuando Pablo establecía ancianos les entregaba la responsabilidad de la iglesia. En Sudamérica y Brasil, el año pasado, aumentó el número de iglesias en setecientas treinta más. Actualmente hay un total de tres mil iglesias. Y de entre los hermanos que fueron levantados, habrá algunos que respondan espontáneamente el llamado del Señor, y tomarán el encargo de cuidar Su rebaño. Así que, tales hermanos por crecer en vida, serán constituidos como ancianos, según las calificaciones descritas en la Palabra (1 Ti 3:1-7). Sin embargo, esta designación aún no es oficial en Sudamérica.
Cuando llegué al Brasil el año de 1960, al comienzo nos reuníamos en la iglesia en San Pablo. Al principio tuvimos una barrera con respecto al idioma, no podíamos contactar a los brasileños con el evangelio. Por esa razón, sólo se hablaba chino en las reuniones de la iglesia. No obstante, el número de hermanos chinos fue aumentando paulatinamente, y a medida que nuestros hijos fueron creciendo, incluso antes de entrar en las universidades, ya fueron capaces de comunicarse con los brasileños, con el propósito de tener comunión en el evangelio. Así ellos llegaron a ser nuestros traductores, para que pudiésemos tener comunión con los de habla portuguesa. Fue así como en 1975 contactamos a un grupo de jóvenes cristianos que estaban abiertos a la Palabra del Señor. Cuando ellos nos pidieron que les ministrásemos la Palabra para ayudarlos, el Espíritu Santo me guió a hablarles acerca de invocar el nombre del Señor y de orar y leer la Palabra. ¡Gracias al Señor! Porque a través de esos jóvenes la iglesia se expandió a varias ciudades. Posteriormente, comenzamos a visitar a los países de habla-hispana de Sudamérica, y así fue como comenzaron a surgir más iglesias.
De acuerdo con la práctica de Pablo, deberíamos constituir inmediatamente ancianos, pero no lo hicimos. No sentimos la confirmación del Espíritu Santo. Cuando constituimos a un anciano, no podemos destituirlo, a no ser que caiga en un pecado o cometa alguna acción grave contra la iglesia, sólo así los apóstoles tienen la autoridad de retirarlo. A través de nuestra experiencia vimos que la mayoría de los hermanos que fueron contactados en aquella época eran jóvenes y neófitos. Muchos de ellos, por tener poco crecimiento espiritual, querían ser líderes, como Santiago y Juan, que fueron a preguntarle al Señor quien sería el líder (Mr 10:35-37). Esto nos muestra que en nuestro ser natural todos queremos ser líderes.
Punto Clave: Confirmación del Espíritu Santo
Pregunta: Explique con sus palabras con respecto a la designación de los ancianos en Hechos 14:23.
 
ALIMENTO DIARIO JUEVES

ALIMENTO DIARIO JUEVES

La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15 --- Ruego a los ancianos
Jueves --- Leer con oración: Hch 15:1; Gá 3:1; 4:19; 5:1-11; 1 Ti 3:1, 6
“Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea” (1 Ti 3:1)
Anhelar el obispado
El establecimiento de los ancianos no es según la capacidad natural de las personas, sino que está relacionado con el crecimiento de vida. Pablo estableció ancianos después de recorrer la región de Galácia. Todo eso ocurrió en menos de un año después que las iglesias habían sido levantadas. Si hacemos una comparación, podemos ver que los ancianos que habían sido designados eran más crecidos que los demás, pero también eran jóvenes. Ciertamente ellos no eran maduros espiritualmente, además, no conocían mucho sobre la administración de la iglesia. Así pues, más adelante surgieron problemas en las iglesias nuevas, porque los ancianos en aquellas iglesias no eran experimentados.
Uno de los problemas que los ancianos de la región de Galácia no pudieron superar fue la influencia de los judaizantes, que vinieron de parte de algunos que descendieron de Jerusalén (Hch 15:1). Por causa de su poca experiencia fueron influenciados, y así las iglesias gentiles terminaron aceptando cosas del judaísmo. Así que, por la falta de experiencia en el liderazgo, las iglesias de allí sufrieron pérdidas espirituales.
Entonces, las iglesias de Galácia llegaron a practicar la circuncisión, una práctica totalmente contraria al evangelio que Pablo les había predicado. Nosotros ya fuimos circuncidados en la cruz de Cristo, puesto que la carne, el cuerpo del Señor Jesús, fue partido por nosotros en la cruz. ¿Por qué entonces deberían cortar un pedazo de la carne física para guardar la circuncisión de Moisés? Por tanto, si alguien guarda las cosas del Antiguo Testamento, entonces está obligado a cumplir toda la ley, Cristo de nada les aprovechará. Esto es lo mismo que desligarse de Cristo (Gá 5:1-5). Este fue el motivo por el cual Pablo tuvo que escribir su epístola a los Gálatas.
Pablo plantó la simiente de Cristo en ellos por medio de la predicación del evangelio. Luego, él se fue a otros lugares, con la esperanza de que con el tiempo, Cristo fuese formado en ellos, así como se desarrolla un feto (4:19). Así pues, Pablo nuevamente sufría dolores de parto por causa de ellos, pues Cristo aún no había sido formado en su interior, por el contrario, los hermanos habían aceptado enseñanzas diferentes de la iglesia en Jerusalén. Pablo, probablemente, se dio cuenta de la situación de las iglesias, con relación al establecimiento prematuro de los ancianos.
Por esta razón, Pablo fue después más prudente en su ministerio con respecto a la designación de los ancianos. Además, dio instrucciones a sus colaboradores de cómo hacerlo, para que no cometiesen los mismos errores, es decir, que no constituyesen a hermanos recién convertidos como ancianos (1 Ti 3:1-7; Tit 1:5-9). Cuando Pablo escribió 1 Timoteo 3, ya se encontraba en la etapa final de su ministerio, en ese entonces, ya actuaba con mucha más prudencia. Por un lado, es necesario designar ancianos, sin embargo, éstos deben cumplir con ciertos requisitos, que no son para reprobarlos en cuanto al deseo de servir a Dios, sino para que sean ancianos adecuados.
En 1 Timoteo 3:1 leemos: "Si alguno anhela obispado, buena obra desea". En el Antiguo Testamento, los ancianos eran quienes tenían más experiencia y más edad entre el pueblo de Israel. En 1 Timoteo, Pablo nos habla claramente de la función que deberían desempeñar. Desde el punto de vista humano, estos deben tener más edad, es decir, tener más experiencias en la vida humana, pues así podrán ejercer mejor su función.
La mejor traducción para el termino de 1 Timoteo 3:1 es episcopado, que en griego es epískopé palabra compuesta: epí (sobre) y skopé (vigilar) indicando que es la función de quien vigila o ve. Dicho de otro modo, significa ver por encima o tener una visión de lo alto. Se trata de un hermano que logra tener una visión de todos los santos, como un pastor de ovejas. Esa es su función, y para eso el anciano debe tener una persona correcta.
Punto Clave: Que Cristo sea formado en nosotros
Pregunta: ¿Cuáles son las orientaciones que deben seguir quienes anhelan el obispado?
 
ALIMENTO DIARIO VIERNES

ALIMENTO DIARIO VIERNES

La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15 --- Ruego a los ancianos
Viernes --- Leer con oración: 1 Ti 3:2, 6-11; 5:19
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar” (1 Ti 3:2)
Los requisitos para los ancianos
En 1 Timoteo 3:2a leemos: "Pero es necesario que el obispo sea irreprensible". El término obispo en griego es epískopos, esto indica que es alguien que ve por encima, que supervisa. La palabra anciano denota la persona y el obispo, la función. Como obispo el necesita ser anciano, es decir, alguien de más edad y con más experiencia. Pero no se trata sólo de la edad cronológica, sino de madurez espiritual. Así pues, el anciano puede ser un obispo, alguien que tiene una visión general de la situación de los hermanos, un sobreveedor. Cuando una oveja se aparta, rápidamente se da cuenta y la trae de regreso. Por esa razón, Pablo dejó exigencias y requisitos para los ancianos, les habló a Timoteo y a Tito con relación a esto, probablemente para que ellos no cometiesen los mismos errores que él cometió. Así que, Timoteo y Tito sólo deberían designar personas correctas como ancianos, según tales calificaciones.
En el versículo 2b leemos: "Sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar" es decir, que tenga una humanidad elevada. Ser prudente significa ser moderado, es decir, no andar de cualquier manera o impulsivamente. En otras palabras, se trata de tener un andar stoichéo, un andar totalmente regulado y ordenado, tal como el de un soldado, es una persona que permite ser restringida, por que tiene reglas y una meta; a diferencia del andar peripatéo, es decir, un andar suelto, con libertad, (según el griego, es andar de manera suelta, con libertad, sin meta), de cualquier manera.
En el versículo 6 dice: "No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo". En griego, la palabra neófito significa alguien que fue plantado hace poco tiempo, esto quiere decir un recién convertido. "También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo" (v. 7). Pablo aprendió la lección a través de sus experiencias, al final de su ministerio, ahora sabía que el anciano necesitaba ser una persona de más edad, con experiencia, correcta y con crecimiento espiritual.
A partir del versículo 8, Pablo comienza a hablar de los diáconos y diaconisas, refiriéndose a las hermanas que también sirven (v. 11). A través de la luz de la Biblia vemos que sólo hay diaconisas, no hay "ancianas". Es posible que en la vida de la iglesia haya hermanas que actúen como si lo fueran, pero en la iglesia no puede ser así, especialmente cuando se trata de las esposas de los ancianos, de ninguna manera deben entrometerse en la administración de la iglesia. Puede haber buenas diaconisas, pero no pueden ser "ancianas".
Aún no hemos constituido oficialmente ancianos, basados en la orientación y recomendaciones dadas por Pablo. Primeramente, por que los hermanos que contactamos al principio y comenzaron a reunirse como la iglesia, en su mayoría eran jóvenes sin experiencia, aunque tenían claridad con respecto a la economía de Dios. Además, una vez que son constituidos como ancianos, ellos pasan inmediatamente a ser responsables por la iglesia delante de Dios, y sólo pueden ser destituidos si llegan a cometer acciones reprobables. Entonces, según la Biblia debe haber dos o tres testigos para elaborar una carta de acusación (5:19). El apóstol, basado en esta carta, conversará con el anciano y así conocerá las dos versiones. El apóstol al tratar con el anciano debe hacerlo solemnemente, con un corazón puro. No debe parcializarse, pues es algo muy delicado, todo debe ser hecho con mucho cuidado.
No debemos valorar el título ni la posición sino la función. Si alguien sólo actúa como anciano cuando es designado, no merece serlo. Un anciano es constituido por su crecimiento de vida y la demostración de su encargo por la edificación de la iglesia y el cuidado de los santos. Él crece y se desarrolla en vida, llega a ser un anciano de manera espontánea. Cuando una iglesia es levantada, hay hermanos que crecen más en vida y se manifiestan como responsables. El hecho de que las reuniones se realicen en la casa de un hermano responsable, eso no lo califica para que sea un anciano. Designar ancianos es un asunto que debe ser hecho con mucha cautela y seriedad espiritual, pues si el apóstol se equivoca al colocar a un anciano, pueda que éste luego dé demasiado valor a su posición y autoridad, esto definitivamente causará problemas.
Un anciano es alguien que busca el crecimiento de vida y madura de manera espontánea, comienza ejerciendo la función que Dios le encargó. Un hermano que ejerce la función de anciano, es decir, que cuida voluntariamente a los santos y los sirve de manera voluntaria, lo consideramos un hermano responsable. Este hermano podrá ser un anciano cuando el Señor oficialice la constitución de los ancianos. Esto no quiere decir que todos los hermanos responsables llegarán a ser ancianos, todo dependerá de cual sea su condición y crecimiento de vida.
Punto Clave: Tener la función
Pregunta: En cuanto a ser anciano ¿Qué se debe buscar, el título o la función? Explique.
 
ALIMENTO DIARIO SABADO

ALIMENTO DIARIO SABADO

La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15 --- Ruego a los ancianos
Sábado --- Leer con oración: 1 P 4:12-14; 5:1
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada” (1 P 5:1)
Ser testigo de los padecimientos de Cristo
Ayer vimos que los hermanos que sirven como ancianos y cuidan voluntariamente de la iglesia son llamados entre nosotros de hermanos responsables. De entre ellos, el Señor designará de manera oficial a los ancianos. Ese mismo principio puede ser aplicado a los que sirven como diáconos. Nosotros los llamamos de hermanos de servicio, tampoco usamos el nombre oficial de diáconos. No valoramos el título, sino el ejercicio de la función, ya que es el crecimiento de vida lo que nos llevará a ejercer el diaconado. No depende de la posición o el título, sino totalmente del crecimiento de vida.
Es el Señor mismo quien determinará quien será anciano. No obstante, debemos buscar el crecimiento de vida, amar y servir al Señor y a los hermanos. Ciertamente, si un día el Espíritu Santo designa a los ancianos, lo hará con quienes estén practicando esto. Por otro lado, si alguien no hace nada, pero un día recibe el título de anciano y así comienza a hacer todo, eso no es normal, no es algo que viene de la vida, sino por determinación y organización humana.
"Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada" (1 P 5:1). A través de este versículo podemos ver que cuando un hermano emigra a otra ciudad para vivir allí, y como consecuencia de ello la iglesia es levantada, espontáneamente llega a tener la función de un anciano, por que su vida ya creció a ese nivel. Según esta luz Pedro no dice: "Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo apóstol" sino: "yo anciano también con ellos". Él se coloca en la misma posición, en el mismo nivel. No impone o reivindica alguna posición especial, se considera anciano y testigo de los padecimientos de Cristo. Un siervo de Dios necesita pasar por sufrimientos, y así puede llegar a ser un anciano en la iglesia. No sólo es enviado a una ciudad, también es un anciano allí. Un hermano que es enviado a una determinada ciudad para establecer la iglesia allí, está ejerciendo la función de apóstol, si permanece por algún tiempo allí cuidando de la iglesia, de manera muy espontánea, pasará a ejercer la función de anciano.
Esta palabra es para todos los hermanos responsables que hay entre nosotros. Vemos aquí que además de la búsqueda, servicio y amor al Señor y a los hermanos, es necesario sufrir. Cuánto más sufrimos, más negamos la vida del alma, y así la vida de Dios crece en nosotros. Sin embargo, estos sufrimientos no deben ser consecuencia de nuestras malas acciones, como cuando sufrimos por cometer un crimen. Si por el contrario sufrimos como cristianos y no como malhechores, es porque Dios así lo permite a fin de remover todas nuestras cosas naturales (4:12-14).
Así que, un anciano debe estar bajo el juicio gubernamental de Dios, pues así tiene la autoridad en la iglesia. Es alguien totalmente ligado por la administración de Dios y también necesita ser gobernado por Él. Necesitamos ser disciplinados para corresponder a la administración de Dios. Sino nos sometemos al gobierno de Dios, es porque nuestra vida del alma aún es demasiado fuerte. Un anciano es un testigo de los padecimientos de Cristo. Si hoy padecemos con Cristo, seremos participantes de la gloria que ha de ser revelada..
Punto Clave: Considerarnos siervos
Pregunta: ¿Cuál es el objetivo de los sufrimientos de un anciano?
 
ALIMENTO DIARIO DOMINGO

ALIMENTO DIARIO DOMINGO

La vida y la naturaleza de Dios – Las epístolas de Pedro
Semana 15 --- Ruego a los ancianos
Domingo --- Leer con oración: Gn 1:28; Hch 8:32; 1 P 2:23; 5:2-4; 1 Jn 2:13-14
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 P 5:2-3)
Ser ejemplos de la grey de Dios
En 1 Pedro 5:2a dice: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros". Apacentar no es simplemente pastorear y alimentar, pues cuando apacentamos debemos saber donde están los mejores pastos y la mejor agua. Un pastor no lleva a sus ovejas para salir de madrugada. Un pastor experimentado primeramente espera que nazca el sol para secar el rocío que hay en el pasto, porque si la oveja come el pasto húmedo le hará mal a su sistema digestivo. El pastor debe conocer lo que es mejor para las ovejas. No sólo debemos apacentarlas, sino también debemos pastorearlas, no por fuerza, sino espontáneamente, como Dios quiere. No por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto (v. 2b).
En el versículo 3 Pedro continua: "No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey". En otras palabras, todos los ancianos deben ser las ovejas que van adelante. Si en un rebaño hay ovejas experimentadas, cuando éstas salgan no será necesario que el pastor haga mucho, pues hay una oveja que va adelante y conduce a las demás. Ella sabe donde están los mejores pastos y las mejores aguas y todas la siguen, porque ella ya probó de aquel pasto y de aquella agua.
Debemos ser ejemplos de la grey, como las ovejas que van adelante. Cuando el Señor Jesús fue ultrajado, cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, eso es ser una oveja que va adelante (2:23). Una oveja nunca se resiste, cuando el trasquilador la toma para trasquilarla, se queda muda delante de él (Hch 8:32). No se resiste aun cuando va ser sacrificada. Esa debe ser la actitud de las ovejas que van adelante, como ejemplos de la grey.
En el versículo 4 leemos: "Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria". Cuando el Señor nos venga a juzgar en Su tribunal seremos aprobados y recibiremos la corona incorruptible de gloria. No todos serán ancianos, pero todos debemos anhelar tener los requisitos de un anciano. Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, Él nos preguntará: "¿Dónde están las ovejas que estás guiando?". Entonces, las traeremos y seremos recompensados con la corona incorruptible de gloria. Este es el encargo de Pedro y su experiencia.
Además de las experiencias de Pablo y Pedro acerca del establecimiento de los ancianos, tenemos también la experiencia de Juan. En 1 Juan 2:13-14 leemos: "Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno". Juan menciona un requisito muy importante para los ancianos: conocer al que es desde el principio. Por tanto, para ser ancianos adecuados los hermanos deben tener experiencias profundas con el Señor.
Necesitamos conocer a Dios y Su voluntad, dedicándonos a ella. Dios tiene una voluntad desde el principio y Su principal deseo desde que creo al hombre y a la mujer es este: "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra" (Gn 1:28). Es necesario que conozcamos a Aquel que es desde el principio. Dios desea que Su voluntad se cumpla, por esa razón creó todo el universo y al hombre. Hoy la tierra está usurpada por Satanás, por eso necesitamos llenarla de personas regeneradas a fin de que Satanás, su administración y su gobierno sean eliminados para que finalmente, el Señor reine en todas las ciudades. ¡Alabado sea el Señor! www.dailyfood.ca
Punto Clave: Apacentar y alimentar con amor
Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con los que están bajo nuestro cuidado?
Dong Yu Lan
Jesús es el Señor
La iglesia en Armenia
 
Re: ALIMENTO DIARIO LUNES SEMANA 15

hgo: Porque nos quieres dar comida enlatada, solo veo que haces referencia la mayor parte de veces a W. Lee. y sus seguidores.

Esta bien que leas escrito espirituales, pero leelos para ti, y escribe lo que el Espíritu te da en tu comunio con El, de tal manera que nos compartas algo fresco y no comida enlatada.