Hablando del becerro de oro de Betel, Oseas 10:6 (10:5 la llama Bet-aven, pues ya no era "casa de Dios", sino "casa de pecado") afirma que "será llevado a Asiria como tributo al rey Jareb; Efraín se cubrirá de vergüenza, e Israel se avergonzará de su consejo" (LBA y otras traducciones añejas).
En una traducción moderna, como la NVI o incluso en las revisiones más modernas de la Reina-Valera, dice lo siguiente: "El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos" (NVI).
Aparte de la aclaración relativa a lo que quería decir de verdad eso de "su consejo", debe destacarse que, en lugar del desconocido rey Jareb de Asiria, la expresión hebrea lemelek yareb se ha reagrupado como lemalky rab, que vierte perfectamente el título protocolario "mi gran rey" (sharru rabu en asirio). Lo mismo sucede en Oseas 5:13. Por ello, la mejor evidencia disponible hoy es que Oseas 5:13 y 10:6 presentan un título real sin una referencia específica a un rey concreto por nombre.
Ahora vamos a volvernos a los escritos de una mujer que afirmaba que el propósito de los mismos era ayudar a los fieles a entender "mejor" la Biblia. En ellos encontramos la siguiente "perla":
"Las diez tribus de Israel iban a cosechar los frutos de la apostasía que había cobrado forma con la instalación de altares extraños en Betel y en Dan. El mensaje que Dios le dirigió fue: 'Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejar; encendióse mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar inocencia. Porque de Israel es, y artífice lo hizo; que no es Dios: por lo que en pedazos será deshecho el becerro de Samaria'. 'Por las becerras de Beth-aven serán atemorizados los moradores de Samaria: porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban. . . . Y aun será él llevado a Asiria en presente al rey Jared [Senaquerib]' (Ose. 8: 5, 6; 10: 5, 6)" (Profetas y reyes, pp. 213-214; el énfasis no está en el original; en la versión original en inglés la cita se encuentra en la página 285, y lo de "Senaquerib" se encuentra entre paréntesis, no corchetes).
En este pasaje, Ellen White identifica al rey "Jareb" con Senaquerib. Constituye todo un esfuerzo por identificar al rey anónimo al que Oseas alude vagamente por el título protocolario "gran rey". ¿Cuán inspirada estuvo esta autora en su elección de monarca? Bien, considerando que Israel había dejado de existir, como muy tarde, a comienzos del reinado de Sargón II, que fue el padre de Senaquerib, parecería que esta mujer estaba confundida. En Oseas 5:13 se dice que Israel pediría la ayuda del gran rey. Aplicar tal cosa a Senaquerib es un despropósito. ¡Israel ni siquiera existía durante su reino!
Hay indicios significativos en Oseas 5:13 que exigen datar esa petición varias décadas antes de lo que permitiría la identificación de Ellen White. En primer lugar, la referencia a Judá en este contexto podría implicar una solicitud contemporánea de auxilio hecha por el rey de Jerusalén, no del rey de Samaria. Sabemos que Acaz de Judá solicitó la ayuda de Tiglat-pileser III, hacia 735 a.C. (2 Crón. 28:20-22). No tenemos fuentes que nos hablen de una solicitud contemporánea israelita, pero sabemos que no muchos antes Manahem pagó tributo a Pul, que era el nombre personal de Tiglat-pileser III antes de llegar al trono (2 Rey. 15:19) (sobre estos detalles, ver los libros sobre cronología publicados por Thiele y Martínez Rancaño). A partir de los números contenidos en los libros de Reyes, sabemos que Peka y Pekaía podrían haber estado también involucrados en solicitudes de ayuda a Asiria contra sus rivales políticos tanto en su país como en el extranjero.
No hace falta ser profeta para saber estas cosas. Aunque cierto conocimiento de historia antigua ciertamente ayuda, basta leer la Biblia para no dejarse confundir por la falsa revelación de que Senaquerib haya podido ser el "rey Jareb".
En una traducción moderna, como la NVI o incluso en las revisiones más modernas de la Reina-Valera, dice lo siguiente: "El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos" (NVI).
Aparte de la aclaración relativa a lo que quería decir de verdad eso de "su consejo", debe destacarse que, en lugar del desconocido rey Jareb de Asiria, la expresión hebrea lemelek yareb se ha reagrupado como lemalky rab, que vierte perfectamente el título protocolario "mi gran rey" (sharru rabu en asirio). Lo mismo sucede en Oseas 5:13. Por ello, la mejor evidencia disponible hoy es que Oseas 5:13 y 10:6 presentan un título real sin una referencia específica a un rey concreto por nombre.
Ahora vamos a volvernos a los escritos de una mujer que afirmaba que el propósito de los mismos era ayudar a los fieles a entender "mejor" la Biblia. En ellos encontramos la siguiente "perla":
"Las diez tribus de Israel iban a cosechar los frutos de la apostasía que había cobrado forma con la instalación de altares extraños en Betel y en Dan. El mensaje que Dios le dirigió fue: 'Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejar; encendióse mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar inocencia. Porque de Israel es, y artífice lo hizo; que no es Dios: por lo que en pedazos será deshecho el becerro de Samaria'. 'Por las becerras de Beth-aven serán atemorizados los moradores de Samaria: porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban. . . . Y aun será él llevado a Asiria en presente al rey Jared [Senaquerib]' (Ose. 8: 5, 6; 10: 5, 6)" (Profetas y reyes, pp. 213-214; el énfasis no está en el original; en la versión original en inglés la cita se encuentra en la página 285, y lo de "Senaquerib" se encuentra entre paréntesis, no corchetes).
En este pasaje, Ellen White identifica al rey "Jareb" con Senaquerib. Constituye todo un esfuerzo por identificar al rey anónimo al que Oseas alude vagamente por el título protocolario "gran rey". ¿Cuán inspirada estuvo esta autora en su elección de monarca? Bien, considerando que Israel había dejado de existir, como muy tarde, a comienzos del reinado de Sargón II, que fue el padre de Senaquerib, parecería que esta mujer estaba confundida. En Oseas 5:13 se dice que Israel pediría la ayuda del gran rey. Aplicar tal cosa a Senaquerib es un despropósito. ¡Israel ni siquiera existía durante su reino!
Hay indicios significativos en Oseas 5:13 que exigen datar esa petición varias décadas antes de lo que permitiría la identificación de Ellen White. En primer lugar, la referencia a Judá en este contexto podría implicar una solicitud contemporánea de auxilio hecha por el rey de Jerusalén, no del rey de Samaria. Sabemos que Acaz de Judá solicitó la ayuda de Tiglat-pileser III, hacia 735 a.C. (2 Crón. 28:20-22). No tenemos fuentes que nos hablen de una solicitud contemporánea israelita, pero sabemos que no muchos antes Manahem pagó tributo a Pul, que era el nombre personal de Tiglat-pileser III antes de llegar al trono (2 Rey. 15:19) (sobre estos detalles, ver los libros sobre cronología publicados por Thiele y Martínez Rancaño). A partir de los números contenidos en los libros de Reyes, sabemos que Peka y Pekaía podrían haber estado también involucrados en solicitudes de ayuda a Asiria contra sus rivales políticos tanto en su país como en el extranjero.
No hace falta ser profeta para saber estas cosas. Aunque cierto conocimiento de historia antigua ciertamente ayuda, basta leer la Biblia para no dejarse confundir por la falsa revelación de que Senaquerib haya podido ser el "rey Jareb".