Actualmente, de todos los llamados cristianos, son los Catòlicos romanos los que màs se han desviado del cristianismo verdadero, son los que màs doctrinas y tradicciones de hombres antìblicas tienen, los que màs corrupciòn espiritual y moral tienen, y desgraciadamente, los que màs sangre inocente han derramado, a travès de los siglos, en crueles guerras inùtiles, promovidas en muchos casos por la alta jerarquìa eclesiàstica.
Ya deberìan de saber que Jesucristo, Hijo de Dios, fundò la Iglesia o Congregaciòn cristiana verdadera sobre èl mismo, que es la Piedra Angular, sobre la cual se fundamenta las demàs "piedras", los apòstoles, siendo una de esas "piedras" el apòstol Pedro, como èl mismo reconociò (Mateo 21:42, Efesios 2:19-22; 1ªPedro 2:4-8; etc...), quienes, a la vista de Dios, son todos iguales, como indicò Jesucristo en una ocasiòn cuando dijo que el que quisiera ser mayor deberìa ser siervo de los demàs (Mateo 18:1-6; Marcos 9:33-37; 10:37-45); asì pues todo el contexto de Mateo 16:15-19 indica, como el resto de la Biblia, que se refiere a Jesucristo, que es quien tiene las llaves de Hades, donde estàn los muertos, quienes, al oir la voz de Jesucristo, resucitaràn (Juan 5:28,29; Apocalipsis 1:18); y como Jesucristo vive para siempre, no le hace falta ningùn sucesor de ningùn tipo, siendo èl el ùnico medio para llegar al Padre (Dios) (Juan 14:6; 1ªTimoteo 2:3-6; Hebreos 7:24,25).
Pero esas palabras de Mateo 16:15-19, se aplicaron por primera vez al apòstol Pedro en el siglo IV/V, cuando se unieron Iglesia y Estado, màs concretamente cuando el Papa Leòn I (siglo V) se apoderò del tìtulo pagano "màximo pontìfice" que hasta entonces habìan llevado los emperadores romanos, que fuè en realidad cuando se diò forma a lo que hoy conocemos como Iglesia Catòlica romana, aunque el impulso mayor se lo diò anteriormente el emperador romano Constantino en el concilio de Nicea (siglo IV) cuando èl mismo dirigiò el concilio, actuando como los Papas hoy, que fuè cuando se unieron Iglesia y Estado, al dictaminar el emperador romano Constantino asuntos doctrinales, algo que no le competìa, màxime cuando era un pagano, adorador del dios sol.
Aunque antes del siglo IV, despuès de que los apòstoles nombraron obispos, presbìteros (ancianos) y diàconos en todas las iglesias o congregaciones (Tito 1:5-9), y despuès de la muerte de los apòstoles, y como estaba predicho, la apostasìa ya llevaba engendràndose, lentamente, pero muy consolidada; por ej., a principios del siglo II empezò a llamarse a todas las cartas no escritas por el apòstol Pablo, "catòlicas" (universal), imponièndose esa palabra para definir luego a toda la Iglesia, y fuè tambièn a partir del siglo II y III, cuando empezò a llamarse a los obispos de Roma, "Papa", pero fuè sobre todo a partir de los siglos IV/V, cuando la apostasìa se extendiò vorazmente como la cizaña o gangrena, tomando las riendas de la entonces Iglesia cristiana los apòstatas o herejes, mientras que los que querìan seguir el cristianismo que predicaron Jesucristo y los apòstoles, fueron relegados a un segundo plano, el "trigo" fuè "ahogado" por la "cizaña", como estaba predicho, y hasta a finales de la siega, al final de los tiempos, no se empezò a distinguir el "trigo" de la "cizaña" (Daniel 12:3,4,9,10,13; Mateo 13:24-30, 36-43; 15:8,9; Hechos 20:29,30; Gàlatas 1:8,9; Colosenses 2:8; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2:16-18; 4:3,4; etc....).
Y asì fuè còmo se formò la mayor apostasìa de todos los tiempos, que, al igual que la cizaña se echa al fuego, pronto tambièn serà echada al fuego todas esas mentiras religiosas, toda esa corrupciòn espiritual y moral, toda esa apostasìa o herejìa.
Ya deberìan de saber que Jesucristo, Hijo de Dios, fundò la Iglesia o Congregaciòn cristiana verdadera sobre èl mismo, que es la Piedra Angular, sobre la cual se fundamenta las demàs "piedras", los apòstoles, siendo una de esas "piedras" el apòstol Pedro, como èl mismo reconociò (Mateo 21:42, Efesios 2:19-22; 1ªPedro 2:4-8; etc...), quienes, a la vista de Dios, son todos iguales, como indicò Jesucristo en una ocasiòn cuando dijo que el que quisiera ser mayor deberìa ser siervo de los demàs (Mateo 18:1-6; Marcos 9:33-37; 10:37-45); asì pues todo el contexto de Mateo 16:15-19 indica, como el resto de la Biblia, que se refiere a Jesucristo, que es quien tiene las llaves de Hades, donde estàn los muertos, quienes, al oir la voz de Jesucristo, resucitaràn (Juan 5:28,29; Apocalipsis 1:18); y como Jesucristo vive para siempre, no le hace falta ningùn sucesor de ningùn tipo, siendo èl el ùnico medio para llegar al Padre (Dios) (Juan 14:6; 1ªTimoteo 2:3-6; Hebreos 7:24,25).
Pero esas palabras de Mateo 16:15-19, se aplicaron por primera vez al apòstol Pedro en el siglo IV/V, cuando se unieron Iglesia y Estado, màs concretamente cuando el Papa Leòn I (siglo V) se apoderò del tìtulo pagano "màximo pontìfice" que hasta entonces habìan llevado los emperadores romanos, que fuè en realidad cuando se diò forma a lo que hoy conocemos como Iglesia Catòlica romana, aunque el impulso mayor se lo diò anteriormente el emperador romano Constantino en el concilio de Nicea (siglo IV) cuando èl mismo dirigiò el concilio, actuando como los Papas hoy, que fuè cuando se unieron Iglesia y Estado, al dictaminar el emperador romano Constantino asuntos doctrinales, algo que no le competìa, màxime cuando era un pagano, adorador del dios sol.
Aunque antes del siglo IV, despuès de que los apòstoles nombraron obispos, presbìteros (ancianos) y diàconos en todas las iglesias o congregaciones (Tito 1:5-9), y despuès de la muerte de los apòstoles, y como estaba predicho, la apostasìa ya llevaba engendràndose, lentamente, pero muy consolidada; por ej., a principios del siglo II empezò a llamarse a todas las cartas no escritas por el apòstol Pablo, "catòlicas" (universal), imponièndose esa palabra para definir luego a toda la Iglesia, y fuè tambièn a partir del siglo II y III, cuando empezò a llamarse a los obispos de Roma, "Papa", pero fuè sobre todo a partir de los siglos IV/V, cuando la apostasìa se extendiò vorazmente como la cizaña o gangrena, tomando las riendas de la entonces Iglesia cristiana los apòstatas o herejes, mientras que los que querìan seguir el cristianismo que predicaron Jesucristo y los apòstoles, fueron relegados a un segundo plano, el "trigo" fuè "ahogado" por la "cizaña", como estaba predicho, y hasta a finales de la siega, al final de los tiempos, no se empezò a distinguir el "trigo" de la "cizaña" (Daniel 12:3,4,9,10,13; Mateo 13:24-30, 36-43; 15:8,9; Hechos 20:29,30; Gàlatas 1:8,9; Colosenses 2:8; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2:16-18; 4:3,4; etc....).
Y asì fuè còmo se formò la mayor apostasìa de todos los tiempos, que, al igual que la cizaña se echa al fuego, pronto tambièn serà echada al fuego todas esas mentiras religiosas, toda esa corrupciòn espiritual y moral, toda esa apostasìa o herejìa.