Re: Si lo ceremonial de la ley es lo que se abolio...entonces...
Estimado charlesfinney. Saludos cordiales.
Tú dices:
2 Cor. 3:7,dice: "Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria,tanto que los hijos de israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moises a causa de la gloria de su rostro la cual habia de perecer.
el verso 13, dice que "habia de ser abolido"y el verso 14 dice que "cuando leen el antiguo les queda el mismo velo."
chao.
Respondo: Aunque se lea y se relea todo 2 Corintios 3, no se hallará allí una sola indicación de que la ley fuera borrada. Antes bien, dice que la ley estará escrita en "tablas de carne del corazón" (vers. 3). Si no hubiera ley, no habría nada que escribir en el corazón. No obstante, Jeremías indica que en el nuevo pacto la ley ha de ser escrita en las mentes y en los corazones de los hijos de Dios (Jer. 31:33). No para salvarse por cumplirla, sino como resultado de que han sido perdonados (Juan 8:10).
El ministerio de muerte indica que, como todos los hombres han pecado, están destituidos de la gloria de Dios. Sin embargo, al aparecer Cristo los hombres reciben la oferta de perdón de Dios, en virtud de que el Hijo saldó esa deuda que teníamos con Dios. Sin embargo, aunque recibamos perdón, el sacrifico de Cristo quedaría sin efecto si el hombre perdonado se empeñara en seguir transgrediendo la ley. "¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?" (Rom. 6:28, 29).
Lo que explica Pablo en 2 Corintios 3 no es que la ley haya sido borrada, sino que ha sido escrita en el corazón, tal como se había prometido. Pero si la ley está escrita en el corazón, ¿significa eso que el cristiano debe olvidarla? ¿O por el contrario significa que vivirá de acuerdo con ella? Nuestro Dios lo aclara: "Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra" (Ez. 36:26, 27).
De modo que el hombre sincero que se acerca a Dios, en lugar de quejarse por la vigencia de la ley, cantará:
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
y tu Ley está en medio de mi corazón (Sal. 40:8)
Y también:
¡Cuánto amo yo tu Ley!
¡Todo el día es ella mi meditación! (Sal. 119:97)
(Aporte de G. Cabrera)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.