Desde el pasado 29 de febrero, Carmen Azparrent, de confesión evangélica, se encuentra recluida en el penal de Santa Mónica por presunto delito de terrorismo, en medio de unas condiciones carcelarias extremas.
Tras participar de un encuentro organizado por la Coordinadora Continental Bolivariana en Quito, Ecuador; Azparrent fue detenida junto a sus acompañantes, acusados de tener vínculos con grupos terroristas.
Además de hallarse casi dos meses privada de su libertad, Azparrent está encarcelada por alta peligrosidad, por lo cual sólo recibe las visitas de sus familiares más cercanos.
Por si fuera poco, comparte la celda con integrantes del movimiento terrorista Sendero Luminoso, responsable del asesinato de su padre, el alcalde de Ayacucho Fermín Azparrent, en 1989.
Como consecuencia del rígido régimen carcelario en el que se encuentra, Azparrent, que es miembro de la Iglesia Metodista, ha sufrido en prisión varios problemas severos de salud.
Ante esta situación, los familiares de Azparrent, representantes de la Iglesia Metodista y del Concilio Nacional Evangélico del Perú, y organizaciones como la Asociación Paz y Esperanza, y la Asociación Pro Derechos Humanos, vienen coordinando una serie de acciones en su defensa por la injusta detención.
Además de solicitar su libertad, enviarán pedidos al Instituto Nacional Penitenciario y al Ministerio de Justicia para que mejoren sus condiciones carcelarias mientras permanece en prisión.
