Es realmente un tema... muy extenso... pero me inquieta mucho.
Hace 20 años, que no piso la Iglesia en donde me bautice... Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, alias los mormones, de hecho ya ni me considero parte de éstos... pero bueno. Desde ese tiempo no asisto, sino por invitaciones por parte de mi hermano (a veces), y de mi esposo, a servicios, misas, o cultos, que no son constantes... La verdad es que me gusta más leer la Biblia en un lugar tranquilo y meditar, y admirar la grandeza de Dios al aire libre, sin estar metida en una Iglesia. Pero ahora tengo una amiga que se metió a una y a cada rato insiste en que ya me tengo que congregar, porque sino no soy SALVA!!!????,... Obviamente le dije que yo ya era salva, con o sin Iglesia, pero en fin, ese no era el punto.
Mi hermano, ahora cristiano, si asiste a una... Mi hermano era lo que se dice ateo, y ahora gracias a Dios, es cristiano... Pero como no tenía mucha información a cerca de éstos (como denominación religiosa, evangelista) me puse a investigar... Luego en televisión por cable, apareció un canal cristiano, del cual me fui dando una idea... pero según por lo que me puse a investigar aún más, éstos utilizan la doctrina carismatica de los petencostales...
Y al parecer hay una obsesión por el don de lenguas, que sobrepasa todo lo demás, porque al parecer sólo así se sabe que tienes al Espiritu Santo...
En fin... sólo quiero saber si esta doctrina es acorde a lo que la Biblia dice (a mi parecer no), pero si me preocupa que, si mi hermano acepto a Jesús como su Salvador, crea que sólo hablando lenguas, o estar "lleno" del Espiritu, o Dios sabra que frases más usen (yo no sé) se puede tener una relación con El. Si tengo que confrontarlo lo haré, pero será con una información sustentada, por eso pido su contribución.
Les doy un link que encontré http://www.ibvictoria.org/apologia/carismatismo/movimiento_carismatico.html
Y pondre un poco del tema en sí:
El Movimiento Carismático
El Avivamiento más grande o El fraude más perjudicial de la Iglesia
INTRODUCCIÓN
Cuando este escritor era un jovencito de unos dieciocho años, recuerdo que tuve que hacer un viaje a la frontera. Vivía en la ciudad de Monterrey, N.L., y la frontera solo estaba a unas dos horas y media. Habiendo crecido en un ambiente eminentemente católico, siempre era de mucho ánimo para mí ver a otros cristianos que predicaban la Palabra de Dios con denuedo en las calles. En este viaje a la frontera, encontré a un hombre angloamericano distribuyendo tratados en español entre la gente mexicana, aunque él mismo no hablaba el idioma. Queriendo identificarme con él, me acerqué para saludarlo y felicitarlo por lo que estaba haciendo. Con mi muy deficiente inglés, le pude decir que yo ya era salvo. Luego, según entendí yo, me preguntó:
"¿Te gustaría hablar otro idioma?" Yo, que desde niño había querido hablar inglés para poder comunicarme con los hijos de los misioneros (y con las hijas también); le contesté:
" of cors! " que quiere decir: "¡Claro que sí!" (Ya sé que está mal escrito, pero así fue como lo dije, ¿OK.?)
"Pues inclina tu cabeza y empieza a orar conmigo" En ese momento el simpático "gringuito" empezó a orar, pero yo no lo podía seguir. De modo que me dijo: "¿Qué esperas?"
"No puedo repetir lo que me dice, porque no le entiendo; esas palabras que está diciendo en inglés no las conozco" A lo que él respondió.
"Es que no estoy orando en inglés, estoy orando en lenguas. Tú nada más repite después de mí" Y siguió orando. Como yo seguía en silencio, me insistió:
"¿Qué esperas para orar?"
"Es que no entiendo ni una palabra".
"No importa, ¿que no ves que estamos orando en el espíritu?"
Me sentí avergonzado, frustrado, confundido, de que no pudiera orar en lenguas; pero no podía traicionar mi conciencia y repetir inconscientemente algo que no sabía. ¿Y qué si dicho espíritu resultaba ser un espíritu inmundo? Me alejé del "gringuito", no sin llevarme conmigo uno de los trataditos que él estaba repartiendo. Ya en el autobús a Monterrey, leí con cuidado el tratado, y pude percatarme que en él se predicaba otro evangelio, porque hablaba de la salvación como el primer don de Dios, y el hablar en lenguas como el segundo don; y que sin ambos nadie podía ser salvo.
Esa fue mi primer experiencia más cercana a hablar en lenguas, aunque no fue la primera vez que estuve expuesto a ellas. Recuerdo haber asistido a iglesias donde practicaban el hablar en lenguas y aplaudir al son de los cantos, lloraban y oraban a gritos muchos a la vez, haciendo sentirle a uno la presión de todos en ese lugar para que se les imitara. Salía de dichos lugares preguntándome: "¿No me estaré perdiendo de algo? ¿No tendrán ellos razón en su enseñanza acerca de las lenguas y del bautismo del Espíritu Santo, y nosotros los "bautristes" (como ellos nos llaman) no?
Al mirar en nuestro derredor, vemos con asombro cómo el Movimiento Carismático de hablar en lenguas extrañas y de sanidad han barrido el escenario religioso, rebasando toda barrera denominacional y eclesiástica, al punto que existen hasta Católicos Carismáticos. ¿Es esto un gran avivamiento y despertamiento que está trayendo almas a los pies de Cristo y honra a Su nombre, o es un instrumento en las manos de Satanás para traer confusión, inmunizar a los inconversos hacia el evangelio verdadero, que trae deshonra a la causa de Cristo y está facilitando el acercamiento a una Iglesia Universal apóstata?
¡Gracias a Dios! La respuesta a esta inquietud (y a cualquier otra) se encuentra en la Palabra de Dios. Dejemos que ella nos enseñe, pero antes, consideremos el origen de este movimiento.
¿QUE ES EL MOVIMIENTO CARISMÁTICO?
No hay que confundir al Pentecostalismo con el Movimiento Carismático, aunque éste último salió del primero. El Pentecostalismo surgió a principios de este siglo como resultado del movimiento de la Santidad (Holiness Movement) Metodista.
El movimiento de la Santidad buscaba que los cristianos vivieran vidas santas, completamente separadas del mundo, y anhelaba un acercamiento más real a Dios, que el cristianismo nominal del siglo XIX, y por eso el énfasis en la "vida profunda espiritual" y en "los dones espirituales". Todo comenzó en una velada de oración estudiantil en el Colegio Bíblico Betel de Topeka Kansas, el 31 de diciembre de 1900. Una estudiante llamada Agnes Ozman, pidió al presidente de la escuela (quién pertenecía a, y predicaba, el Movimiento de la Santidad), Charles Parham, que le impusiera las manos y orara para que recibiera el Espíritu Santo, a lo que Parham accedió gustoso. Como resultado, Agnes comenzó a hablar supuestamente en chino.
Inmediatamente Parham se dio a la tarea de promover el don de lenguas, y muchos se entregaron a la causa. Uno de ellos, otro predicador de la Santidad, William J. Seymour, fue el director del famoso avivamiento de la Misión de la calle Azusa en Los Ángeles, California, en 1906. El movimiento alcanzó tal ímpetu, que muy pronto se veía por todos los EE.UU.. gente hablando en lenguas, recibiendo "el bautismo del Espíritu Santo" y ejerciendo el don de la sanidad. El Movimiento recibió el nombre de Pentecostés (Pentecostal en inglés), aludiendo al advenimiento del Espíritu Santo el día del Pentecostés en Jerusalén (Hechos 2:4). De este movimiento, han resultado una gran variedad de grupos e iglesias con tendencias pentecostales, como la Iglesia de Dios, las Asambleas de Dios, La Iglesia de Dios Pentecostés, y hasta grupos herejes como el de Jesus Only (Sólo Cristo), que niega la Trinidad.
Por otro lado, el Movimiento Carismático tiene un comienzo más reciente. Desde los fines de los años 40's con la aparición del "Sr. Pentecostés", David Duplessis, Oral Roberts y la fundación del Compañerismo Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio Completo (Full Gospel Business Men's Fellowship International - F.G.B.M.F.I.) en la década de los 50's. Quizá el evento más sobresaliente que finalmente dio un impulso definitivo al Movimiento Carismático fue la "conversión" de Dennis Bennett, pastor de la Iglesia Episcopal de San Marcos de Van Nuys, California. Bennett "recibió el don de lenguas" en 1960 y con ello marcó el comienzo de la extensión del M.C. como un acontecimiento interdenominacional.
En la actualidad, aunque muchos ven a la Iglesia Pentecostés y el MC. como una sola cosa, como ya se indicó más arriba, hay entre ambos dos serias diferencias doctrinales: Una, que los pentecostales siempre han hecho un énfasis en la vida separada del mundo y la santidad, en tanto que los carismáticos toman eso como mero fariseísmo. Las mujeres eran (y hasta la fecha, algunas son) perfectamente identificables por la ausencia de su maquillaje, joyas, atuendos muy modestos y decorosos y total abstención de prácticas mundanas. Los carismáticos, en cambio, son bien identificables por su forma mundana de vestir. Para las mujeres carismáticas es perfectamente normal traer peinados ostentosos y kilos de maquillaje en el rostro, así como mostrar su cuerpo por lo escaso de la ropa, o por lo ajustado de la misma. Los hombres usan el cabello demasiado largo, o toman modas como la del pendiente en una de sus orejas. Cantantes carismáticos famosos, como Pat Boone (quien hizo el papel del pastor David Wilkerson en la película de "La Cruz y el Puñal") tienen como práctica cantar el sábado en la noche en centros nocturnos, y los domingos en la mañana en la iglesia. En una palabra, hacen oídos sordos al llamado bíblico a vivir vidas separadas.
La otra diferencia es que el MC es ecuménico y no conoce barreras denominacionales, entre tanto que los pentecostales hasta han abandonado su propia denominación por el creciente liberalismo que hay allí, así como lo hicieron cuando salieron de la Iglesia Metodista a fines del siglo pasado. La única base para tener compañerismo entre dos personas carismáticas, es que tengan "el don", sin importar a qué iglesia pertenezcan. No importa si creen en la salvación por la fe, en el nacimiento virginal de Cristo, en la inspiración de las Escrituras, en un infierno literal, en la Segunda Venida de Cristo, o si tiene a un usurpador ocupando el lugar de Cristo, etc.; lo único que importa es que tengan experiencias de éxtasis en común que atribuyen al Espíritu Santo. De ahí la mezcla nauseabunda inter-religionaria entre los carismáticos, que igualmente aceptan a grupos denominacionales evangélicos como: metodistas, bautistas, etc., como hasta sectas heréticas seudo-cristianas como la Iglesia Católica, y su hija espiritual, la Iglesia Episcopal o Anglicana. Los pentecostales, en cambio, salieron de la Iglesia Metodista por el creciente liberalismo en esa iglesia, y quizá los pentecostales de antaño salgan de su propia denominación otra vez, por la falta de una declaración doctrinal sólida bíblica.
Vemos, pues que las diferencias principales entre estos dos grupos es la separación ética y eclesiástica, que en el caso del MC ha llevado a la mundanalidad en los individuos, y a la unión adúltera espiritual ecuménica entre iglesias.
Las formas y prácticas del MC han ido tornándose cada vez más aberrantes y ridículas, y por lo tanto, más desviadas de la Palabra de Dios. De la simple "oración de fe" por imponer las manos a un enfermo, las prácticas de la sanidad han llegado hasta ridiculeces como mandar "trapos de milagros" de sanidad por correo, que al ponerlos en la parte del cuerpo afligida por algún mal, supuestamente es sanada instantáneamente; o como la práctica supersticiosa de invitar a las televidentes a poner la mano en el televisor contra la palma de la mano del predicador sanador electrónico de la televisión, para que al orar, sea sanada la persona de cualquier mal, como es la práctica de Oral Roberts, y su hijo Richard Roberts.
La práctica modesta en privado de "orar en lenguas", que originalmente caracterizaba a los carismáticos, en la actualidad ha llegado al indecente exhibicionismo inmoral público llamado: "avivamientos de risa", en el que hombres y mujeres (éstas en faldas o vestido) se revuelcan en el piso por una risa incontrolable provocada por el predicador al referirse a los sufrimientos de Cristo, como ocurre en los servicios de "avivamiento" conducidos por el predicador carismático de Sudáfrica, Rodney Howard-Browne.
La sencilla (aunque extra bíblica) práctica del predicador de sencillamente orar para que la gente sea "bautizada" en el Espíritu Santo, ha pasado a la herética y burlona práctica del predicador carismático de Orlando Florida, Benny Hinn, en la que sopla a los individuos, diciéndoles: "Recibid el Espíritu Santo", emulando las palabras del Señor Jesucristo hacia sus discípulos.
Finalmente, otros rasgos característicos que siempre han estado presentes en la mayoría de los grupos carismáticos (y que tristemente son imitados por muchos bautistas en la actualidad) son:
· La "actuación" de los cantantes carismáticos durante el canto, meneándose al son de la música, del mismo modo que los cantantes mundanos, con la correspondiente cercanía del micrófono a la boca, para sensualmente susurrar la letra al oído del oyente. La letra de los cantos está más centrada en el cantante, a manera de testimonio, que en una doctrina bíblica que exalte a Cristo; o sea, alejamiento de los himnos tradicionales que contienen abundante doctrina sana edificante, y que glorifica al Señor.
· Un reconocimiento desmedido público a los cantantes por medio del aplauso. Los aplausos son apropiados para el teatro, el estadio, el cine, etc., pero no en la casa de Dios, en donde sólo Él debe recibir la alabanza y el reconocimiento.
· Medios anti-bíblicos de levantar fondos, que normalmente sólo sirven para sufragar las extravagancias de los líderes de sus "ministerios".
· Palmadas y bailes (balanceo del cuerpo) al son de la música durante los cantos congregacionales que duran varias horas, comparado con los quince minutos de predicación de la Palabra de Dios, cuando la hay.
· Énfasis desmedido en la persona del Espíritu Santo en su hablar, en vez de en la persona de Cristo Jesús. Esto se traduce a enfatizar más el "bautismo del Espíritu Santo", en vez de la salvación y la regeneración en Cristo.
· Los dones del Espíritu son más enfatizados, que el fruto del Espíritu .
· Hacen del don de lenguas la única señal externa de ser salvo.
· Al aceptar nueva "revelación" de Dios, caen en el error de las sectas, de aceptar otra fuente de autoridad para su doctrina, aparte de la Biblia, sin mencionar los errores doctrinales que a veces traen dichas revelaciones.
· Y otras que varían de grupo en grupo.
___________________________o_______________________________
Espero sus contribuciones... Dios les bendiga!!!!
Y una agradecimiento de antemano.
Hace 20 años, que no piso la Iglesia en donde me bautice... Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, alias los mormones, de hecho ya ni me considero parte de éstos... pero bueno. Desde ese tiempo no asisto, sino por invitaciones por parte de mi hermano (a veces), y de mi esposo, a servicios, misas, o cultos, que no son constantes... La verdad es que me gusta más leer la Biblia en un lugar tranquilo y meditar, y admirar la grandeza de Dios al aire libre, sin estar metida en una Iglesia. Pero ahora tengo una amiga que se metió a una y a cada rato insiste en que ya me tengo que congregar, porque sino no soy SALVA!!!????,... Obviamente le dije que yo ya era salva, con o sin Iglesia, pero en fin, ese no era el punto.
Mi hermano, ahora cristiano, si asiste a una... Mi hermano era lo que se dice ateo, y ahora gracias a Dios, es cristiano... Pero como no tenía mucha información a cerca de éstos (como denominación religiosa, evangelista) me puse a investigar... Luego en televisión por cable, apareció un canal cristiano, del cual me fui dando una idea... pero según por lo que me puse a investigar aún más, éstos utilizan la doctrina carismatica de los petencostales...
Y al parecer hay una obsesión por el don de lenguas, que sobrepasa todo lo demás, porque al parecer sólo así se sabe que tienes al Espiritu Santo...
En fin... sólo quiero saber si esta doctrina es acorde a lo que la Biblia dice (a mi parecer no), pero si me preocupa que, si mi hermano acepto a Jesús como su Salvador, crea que sólo hablando lenguas, o estar "lleno" del Espiritu, o Dios sabra que frases más usen (yo no sé) se puede tener una relación con El. Si tengo que confrontarlo lo haré, pero será con una información sustentada, por eso pido su contribución.
Les doy un link que encontré http://www.ibvictoria.org/apologia/carismatismo/movimiento_carismatico.html
Y pondre un poco del tema en sí:
El Movimiento Carismático
El Avivamiento más grande o El fraude más perjudicial de la Iglesia
INTRODUCCIÓN
Cuando este escritor era un jovencito de unos dieciocho años, recuerdo que tuve que hacer un viaje a la frontera. Vivía en la ciudad de Monterrey, N.L., y la frontera solo estaba a unas dos horas y media. Habiendo crecido en un ambiente eminentemente católico, siempre era de mucho ánimo para mí ver a otros cristianos que predicaban la Palabra de Dios con denuedo en las calles. En este viaje a la frontera, encontré a un hombre angloamericano distribuyendo tratados en español entre la gente mexicana, aunque él mismo no hablaba el idioma. Queriendo identificarme con él, me acerqué para saludarlo y felicitarlo por lo que estaba haciendo. Con mi muy deficiente inglés, le pude decir que yo ya era salvo. Luego, según entendí yo, me preguntó:
"¿Te gustaría hablar otro idioma?" Yo, que desde niño había querido hablar inglés para poder comunicarme con los hijos de los misioneros (y con las hijas también); le contesté:
" of cors! " que quiere decir: "¡Claro que sí!" (Ya sé que está mal escrito, pero así fue como lo dije, ¿OK.?)
"Pues inclina tu cabeza y empieza a orar conmigo" En ese momento el simpático "gringuito" empezó a orar, pero yo no lo podía seguir. De modo que me dijo: "¿Qué esperas?"
"No puedo repetir lo que me dice, porque no le entiendo; esas palabras que está diciendo en inglés no las conozco" A lo que él respondió.
"Es que no estoy orando en inglés, estoy orando en lenguas. Tú nada más repite después de mí" Y siguió orando. Como yo seguía en silencio, me insistió:
"¿Qué esperas para orar?"
"Es que no entiendo ni una palabra".
"No importa, ¿que no ves que estamos orando en el espíritu?"
Me sentí avergonzado, frustrado, confundido, de que no pudiera orar en lenguas; pero no podía traicionar mi conciencia y repetir inconscientemente algo que no sabía. ¿Y qué si dicho espíritu resultaba ser un espíritu inmundo? Me alejé del "gringuito", no sin llevarme conmigo uno de los trataditos que él estaba repartiendo. Ya en el autobús a Monterrey, leí con cuidado el tratado, y pude percatarme que en él se predicaba otro evangelio, porque hablaba de la salvación como el primer don de Dios, y el hablar en lenguas como el segundo don; y que sin ambos nadie podía ser salvo.
Esa fue mi primer experiencia más cercana a hablar en lenguas, aunque no fue la primera vez que estuve expuesto a ellas. Recuerdo haber asistido a iglesias donde practicaban el hablar en lenguas y aplaudir al son de los cantos, lloraban y oraban a gritos muchos a la vez, haciendo sentirle a uno la presión de todos en ese lugar para que se les imitara. Salía de dichos lugares preguntándome: "¿No me estaré perdiendo de algo? ¿No tendrán ellos razón en su enseñanza acerca de las lenguas y del bautismo del Espíritu Santo, y nosotros los "bautristes" (como ellos nos llaman) no?
Al mirar en nuestro derredor, vemos con asombro cómo el Movimiento Carismático de hablar en lenguas extrañas y de sanidad han barrido el escenario religioso, rebasando toda barrera denominacional y eclesiástica, al punto que existen hasta Católicos Carismáticos. ¿Es esto un gran avivamiento y despertamiento que está trayendo almas a los pies de Cristo y honra a Su nombre, o es un instrumento en las manos de Satanás para traer confusión, inmunizar a los inconversos hacia el evangelio verdadero, que trae deshonra a la causa de Cristo y está facilitando el acercamiento a una Iglesia Universal apóstata?
¡Gracias a Dios! La respuesta a esta inquietud (y a cualquier otra) se encuentra en la Palabra de Dios. Dejemos que ella nos enseñe, pero antes, consideremos el origen de este movimiento.
¿QUE ES EL MOVIMIENTO CARISMÁTICO?
No hay que confundir al Pentecostalismo con el Movimiento Carismático, aunque éste último salió del primero. El Pentecostalismo surgió a principios de este siglo como resultado del movimiento de la Santidad (Holiness Movement) Metodista.
El movimiento de la Santidad buscaba que los cristianos vivieran vidas santas, completamente separadas del mundo, y anhelaba un acercamiento más real a Dios, que el cristianismo nominal del siglo XIX, y por eso el énfasis en la "vida profunda espiritual" y en "los dones espirituales". Todo comenzó en una velada de oración estudiantil en el Colegio Bíblico Betel de Topeka Kansas, el 31 de diciembre de 1900. Una estudiante llamada Agnes Ozman, pidió al presidente de la escuela (quién pertenecía a, y predicaba, el Movimiento de la Santidad), Charles Parham, que le impusiera las manos y orara para que recibiera el Espíritu Santo, a lo que Parham accedió gustoso. Como resultado, Agnes comenzó a hablar supuestamente en chino.
Inmediatamente Parham se dio a la tarea de promover el don de lenguas, y muchos se entregaron a la causa. Uno de ellos, otro predicador de la Santidad, William J. Seymour, fue el director del famoso avivamiento de la Misión de la calle Azusa en Los Ángeles, California, en 1906. El movimiento alcanzó tal ímpetu, que muy pronto se veía por todos los EE.UU.. gente hablando en lenguas, recibiendo "el bautismo del Espíritu Santo" y ejerciendo el don de la sanidad. El Movimiento recibió el nombre de Pentecostés (Pentecostal en inglés), aludiendo al advenimiento del Espíritu Santo el día del Pentecostés en Jerusalén (Hechos 2:4). De este movimiento, han resultado una gran variedad de grupos e iglesias con tendencias pentecostales, como la Iglesia de Dios, las Asambleas de Dios, La Iglesia de Dios Pentecostés, y hasta grupos herejes como el de Jesus Only (Sólo Cristo), que niega la Trinidad.
Por otro lado, el Movimiento Carismático tiene un comienzo más reciente. Desde los fines de los años 40's con la aparición del "Sr. Pentecostés", David Duplessis, Oral Roberts y la fundación del Compañerismo Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio Completo (Full Gospel Business Men's Fellowship International - F.G.B.M.F.I.) en la década de los 50's. Quizá el evento más sobresaliente que finalmente dio un impulso definitivo al Movimiento Carismático fue la "conversión" de Dennis Bennett, pastor de la Iglesia Episcopal de San Marcos de Van Nuys, California. Bennett "recibió el don de lenguas" en 1960 y con ello marcó el comienzo de la extensión del M.C. como un acontecimiento interdenominacional.
En la actualidad, aunque muchos ven a la Iglesia Pentecostés y el MC. como una sola cosa, como ya se indicó más arriba, hay entre ambos dos serias diferencias doctrinales: Una, que los pentecostales siempre han hecho un énfasis en la vida separada del mundo y la santidad, en tanto que los carismáticos toman eso como mero fariseísmo. Las mujeres eran (y hasta la fecha, algunas son) perfectamente identificables por la ausencia de su maquillaje, joyas, atuendos muy modestos y decorosos y total abstención de prácticas mundanas. Los carismáticos, en cambio, son bien identificables por su forma mundana de vestir. Para las mujeres carismáticas es perfectamente normal traer peinados ostentosos y kilos de maquillaje en el rostro, así como mostrar su cuerpo por lo escaso de la ropa, o por lo ajustado de la misma. Los hombres usan el cabello demasiado largo, o toman modas como la del pendiente en una de sus orejas. Cantantes carismáticos famosos, como Pat Boone (quien hizo el papel del pastor David Wilkerson en la película de "La Cruz y el Puñal") tienen como práctica cantar el sábado en la noche en centros nocturnos, y los domingos en la mañana en la iglesia. En una palabra, hacen oídos sordos al llamado bíblico a vivir vidas separadas.
La otra diferencia es que el MC es ecuménico y no conoce barreras denominacionales, entre tanto que los pentecostales hasta han abandonado su propia denominación por el creciente liberalismo que hay allí, así como lo hicieron cuando salieron de la Iglesia Metodista a fines del siglo pasado. La única base para tener compañerismo entre dos personas carismáticas, es que tengan "el don", sin importar a qué iglesia pertenezcan. No importa si creen en la salvación por la fe, en el nacimiento virginal de Cristo, en la inspiración de las Escrituras, en un infierno literal, en la Segunda Venida de Cristo, o si tiene a un usurpador ocupando el lugar de Cristo, etc.; lo único que importa es que tengan experiencias de éxtasis en común que atribuyen al Espíritu Santo. De ahí la mezcla nauseabunda inter-religionaria entre los carismáticos, que igualmente aceptan a grupos denominacionales evangélicos como: metodistas, bautistas, etc., como hasta sectas heréticas seudo-cristianas como la Iglesia Católica, y su hija espiritual, la Iglesia Episcopal o Anglicana. Los pentecostales, en cambio, salieron de la Iglesia Metodista por el creciente liberalismo en esa iglesia, y quizá los pentecostales de antaño salgan de su propia denominación otra vez, por la falta de una declaración doctrinal sólida bíblica.
Vemos, pues que las diferencias principales entre estos dos grupos es la separación ética y eclesiástica, que en el caso del MC ha llevado a la mundanalidad en los individuos, y a la unión adúltera espiritual ecuménica entre iglesias.
Las formas y prácticas del MC han ido tornándose cada vez más aberrantes y ridículas, y por lo tanto, más desviadas de la Palabra de Dios. De la simple "oración de fe" por imponer las manos a un enfermo, las prácticas de la sanidad han llegado hasta ridiculeces como mandar "trapos de milagros" de sanidad por correo, que al ponerlos en la parte del cuerpo afligida por algún mal, supuestamente es sanada instantáneamente; o como la práctica supersticiosa de invitar a las televidentes a poner la mano en el televisor contra la palma de la mano del predicador sanador electrónico de la televisión, para que al orar, sea sanada la persona de cualquier mal, como es la práctica de Oral Roberts, y su hijo Richard Roberts.
La práctica modesta en privado de "orar en lenguas", que originalmente caracterizaba a los carismáticos, en la actualidad ha llegado al indecente exhibicionismo inmoral público llamado: "avivamientos de risa", en el que hombres y mujeres (éstas en faldas o vestido) se revuelcan en el piso por una risa incontrolable provocada por el predicador al referirse a los sufrimientos de Cristo, como ocurre en los servicios de "avivamiento" conducidos por el predicador carismático de Sudáfrica, Rodney Howard-Browne.
La sencilla (aunque extra bíblica) práctica del predicador de sencillamente orar para que la gente sea "bautizada" en el Espíritu Santo, ha pasado a la herética y burlona práctica del predicador carismático de Orlando Florida, Benny Hinn, en la que sopla a los individuos, diciéndoles: "Recibid el Espíritu Santo", emulando las palabras del Señor Jesucristo hacia sus discípulos.
Finalmente, otros rasgos característicos que siempre han estado presentes en la mayoría de los grupos carismáticos (y que tristemente son imitados por muchos bautistas en la actualidad) son:
· La "actuación" de los cantantes carismáticos durante el canto, meneándose al son de la música, del mismo modo que los cantantes mundanos, con la correspondiente cercanía del micrófono a la boca, para sensualmente susurrar la letra al oído del oyente. La letra de los cantos está más centrada en el cantante, a manera de testimonio, que en una doctrina bíblica que exalte a Cristo; o sea, alejamiento de los himnos tradicionales que contienen abundante doctrina sana edificante, y que glorifica al Señor.
· Un reconocimiento desmedido público a los cantantes por medio del aplauso. Los aplausos son apropiados para el teatro, el estadio, el cine, etc., pero no en la casa de Dios, en donde sólo Él debe recibir la alabanza y el reconocimiento.
· Medios anti-bíblicos de levantar fondos, que normalmente sólo sirven para sufragar las extravagancias de los líderes de sus "ministerios".
· Palmadas y bailes (balanceo del cuerpo) al son de la música durante los cantos congregacionales que duran varias horas, comparado con los quince minutos de predicación de la Palabra de Dios, cuando la hay.
· Énfasis desmedido en la persona del Espíritu Santo en su hablar, en vez de en la persona de Cristo Jesús. Esto se traduce a enfatizar más el "bautismo del Espíritu Santo", en vez de la salvación y la regeneración en Cristo.
· Los dones del Espíritu son más enfatizados, que el fruto del Espíritu .
· Hacen del don de lenguas la única señal externa de ser salvo.
· Al aceptar nueva "revelación" de Dios, caen en el error de las sectas, de aceptar otra fuente de autoridad para su doctrina, aparte de la Biblia, sin mencionar los errores doctrinales que a veces traen dichas revelaciones.
· Y otras que varían de grupo en grupo.
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Espero sus contribuciones... Dios les bendiga!!!!
Y una agradecimiento de antemano.