Re: COMO SE QUE A ELENA LE HABLO UN DEMONIO
Estimado manuel96. Saludos cordiales.
Guillermo Foy era bautista: “En el año 1842, vivía en Boston, Massachusetts, un hombre culto de nombre Guillermo Foy, que era un elocuente orador. Era bautista, pero se estaba preparando para ser consagrado como ministro episcopal.
El Señor, en su gracia, le dio dos visiones en el año 1842 –una el 18 de enero, y la otra el 4 de febrero. Estas visiones presentaban una clara evidencia de que se trataba de una genuina manifestación del Espíritu de Dios.
“Las visiones del Sr. Foy se referían al próximo advenimiento de Cristo, al viaje del pueblo de Dios a la ciudad celestial, a la nueva tierra, y a la gloria de los redimidos” (The Great Second Advent Movement, págs. 145, 146).
"Con buen dominio del idioma y excelente capacidad descriptiva, causaba sensación dondequiera que iba. Por invitación, iba de ciudad en ciudad contando las cosas maravillosas que había visto; y para dar cabida a las vastas multitudes que se reunían para escucharle, se reservaban espaciosas salas, donde les relataba a miles de personas lo que se le había mostrado del mundo celestial ..." (J. N. Loughborough, The Great Second Advent Movement, p. 145.)
Foy más tarde le contó a Ellen que sus primeras visiones fueron las mismas que él había tenido, las cuales él recibió en 1842 y 1844.
Hazen Foss: “En esa época vivía en Poland, Maine, un joven llamado Hazen Foss, quien creía firmemente que el Señor vendría el décimo día del séptimo mes. Era un hombre de buena apariencia, de conversación amena y con una muy buena educación. Pocas semanas antes que terminara el ‘clamor de medianoche’, el Señor se le acercó y le dió una visión en la cual le mostró el viaje del pueblo adventista a la ciudad de Dios, y sus peligros” (The Great Second Advent Movement, pág. 182
Foss tuvo una visión, dos meses antes que Ellen tuviese su primera visión, y justo después que Foy determinara finalmente no hablar más sobre esa visión. Foss dijo después que él temía el oprobio público, y se rehusó a relatar lo que había visto, aun cuando se le dijo en visión que así lo hiciera, y él había quedado profundamente convencido que tenía que hacerlo.
Entonces un día él escuchó una voz: “Usted ha agraviado el Espíritu de Dios”. Al oír esto, inmediatamente reunió una audiencia. Estando de pie ante la audiencia, trató de recordar la visión, pero no pudo hacerlo. Después de varias tentativas dijo llorando: “¡Se ha ido de mí; no puedo decir nada; el Espíritu del Señor me ha abandonado!”. La reunión fue descrita por los que estaban presentes como “la más terrible reunión en la cual me ha tocado estar presente”.
Hazen Foss se reshusa dar el mensaje dado por Dios, luego arrepentido, le advierte lo siguiente a Ellen Harmon: "Ellen… el Señor me dio un mensaje para que se lo dé al pueblo. Y yo lo rehusé después de haber sido informado de las consecuencias…Murmuré contra Dios y deseé morir… Yo la escuché hablar la noche pasada. Yo creo que las visiones me han sido quitadas, y que le han sido dadas a usted. No se rehúse a obedecerle a Dios, porque colocará en peligro su alma. Yo soy un hombre perdido. Usted ha sido elegida por Dios; sea fiel al hacer su trabajo”.
Cuando se rehusó a relatar la visión que le fue dada, se le dijo que la carga le sería retirada y que sería dada al “más débil de los débiles”. Dos meses más tarde, cuando Ellen recibió su primera visión, sus amigos estaban esperando que ella muriera antes de la primavera.
“La señorita Harmon estaba en aquel tiempo en una condición muy crítica de salud. Durante varias semanas ni siquiera había sido capaz de hablar más allá de un susurro. Un médico había declarado que su problema era consunción hidrópica (tuberculosis complicada debido a una hidropesía). Él dijo que su pulmón derecho estaba debilitado y que el izquierdo estaba considerablemente enfermo, y que su corazón estaba afectado. Él dijo que pensaba que ella no conseguiría vivir sino muy poco tiempo más, y que podía morir en cualquier instante. Durante la noche ella conseguía descansar solo siendo colocada en la cama en una posición casi sentada. Frecuentes ataques de tos y hemorragias provenientes de los pulmones, habían reducido su fortaleza física”
A los 17 años, esta joven mujer se estaba oponiendo a los mesmeristas (hipnotizadores), reprendía a los fanáticos, viajaba a través del Estado de Maine. A los 18 y a los 19 años le estaba contando a otros acerca de Cristo en Vermont y Massachussets. A los 22 años estaba diciendo que era necesaria una gran obra de publicaciones. A los 25 años, estaba explicándole a otros del doble de su edad, las complejidades de la estructura organizacional de un movimiento que estaba creciendo. ¿Cómo pudo esta frágil niña con solo una educación de hasta tercer año básico, hacer todo esto? Todo este trabajo no era el trabajo natural de una joven mujer. Ningún comité le pediría a una niña que tomara todas esas responsabilidades.
Y ningún llamado de ningún comité podría calificar una joven para ese servicio. Pero Dios la había llamado y los hombres reconocieron ese llamado.
¿En que condiciones se desarrolla el don de profecía, y cómo Satanás se adelanta produciendo falsificaciones para confundir esta verdad en el tiempo del fin?
A principios del siglo diecinueve, los Estados Unidos abundaban en "profetas" de toda clase y descripción. Ésta era una época en que los visionarios y profetas eran populares y atraían gran número de partidarios. (Satanás crea movimientos falsos que tratan de imitar la obra del Señor).
Durante esta época, Joseph Smith, el fundador de los mormones, recibía "revelaciones" del mensajero angélico Moroni. Smith advertía a sus seguidores que el segundo advenimiento de Cristo estaba a las puertas.
De aquí que sus seguidores fueran conocidos como los Santos de los Últimos Días.
Los mormones, los cuales se establecieron a sí mismos en el desierto de Utah, Estados Unidos, están incluidos en las palabras de Cristo cuando dice: “Así que si os dijeren: He aquí en el desierto está, no salgáis” Mateo 24:26.
En la década de 1830, se propagó una epidemia de visiones a través de las comunas de cuáqueros. Jóvenes muchachas "comenzaban a cantar, a hablar de ángeles, y a describir un viaje que estaban haciendo a los lugares celestiales y bajo guía espiritual". Con frecuencia, los que eran así afectados "caían al suelo, donde yacían muertos, o luchaban angustiados, hasta que alguien que estuviese cerca les levantaba y entonces comenzaban a hablar con gran claridad y compostura". Las mayores organizaciones espiritistas del mundo hoy, encuentran su resurgimiento moderno en una pequeña choza en el Estado de Nueva York en 1848.
El espiritismo moderno es evidentemente la obra de espíritus seductores y mentirosos. Muchos de los devotos de esta grande desilusión han mantenido que las predicciones de la segunda venida de Cristo fueron cumplimiento en la diseminación de las doctrinas del espiritismo.
Los espiritistas, casi universalmente niegan la expiación de Cristo, y enseñan que el hombre es su propio salvador. El apóstol Pedro dice: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” 2 Pedro 2:1. Los espiritistas han dicho que ellos mismos eran el Cristo,-- que todos los hombres buenos son Cristo. Nos invitan a sus decretas “seances,” pero Cristo nos ha dicho de antemano: “Si os dijeren: He aquí está en las cámaras; no creáis.”
El mismo año, las mayores organizaciones ateas del mundo, el comunismo, también comenzaron a surgir.
Porque en ese año Karl Marx en coautoría con Friedrich Engels produjeron el libro “Manifiesto Comunista”, en un pequeño cuarto en Bruselas, Bélgica. Los fieles cristianos reconocen que los seguidores de esos dos grupos, el espiritismo y el ateísmo, sirven al mismo maestro.
Y once años más tarde, la mayor religión que se opone a Dios, de los tiempos modernos, vino a la existencia:
Carlos Darwin escribió su libro “El Origen de las Especies”.
Hay una razón por la cual estas tres organizaciones comenzaron casi al mismo tiempo.
Los pensadores de hoy reconocen que estamos al borde una gran crisis, la cual puede ser el fin del mundo. Estudiantes cuidadosos de las Escrituras, hace más de un siglo y medio atrás, descubrieron la misma verdad. Ciertas profecías bíblicas revelaban que nuestro planeta estaba cercano a su fin. Pero lo que muchos no sabían era que Dios iba a enviar un profeta para darle una guía a Su pueblo en estos ajetreados días finales, antes que viniese el clímax final de todos los tiempos. Pero Satanás lo sabía, y comenzó a levantar a los falsos profetas en ese tiempo. Ya que la primera visión del verdadero profeta vino en el año 1844.
Esta profecía habla del verdadero don profético:
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.” Joel 2:28-32.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.