El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

sabadv

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30 Abril 2007
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Se presenta un bosquejo de los hechos que llevaron al asesinato del ilustre Abraham Lincoln por parte de la camarilla católica, liderada por los inefables jesuitas.

ANTECEDENTES.

1. RACISMO CATOLICO. La iglesia católica apostólica y romana (ICAR) fue la gran promotora de la traída de esclavos negros a América, a fin de trabajar en las nuevas tierras de los reyes católicos, tanto españoles como portugueses. El sur de los Estados Unidos estaba muy influenciada por los sacerdotes católicos, quienes no apoyaron a los negros en su liberación. En el norte, más de un juez católico sentenció en contra de los negros. Tal fue el caso de esclavo Dred Scout, quien se había escapado del sur, hasta llegar a Kansa, ya que era un estado libre. El caso llegó a la Corte Suprema, y fue el Juez principal, el católico romano Taney, quien sentenció que el negro no tenía ningún derecho que los blancos tuviesen que respetar, es decir, el negro no era digno de ser humano. DATO CURIOSO: cuando las tropas norteamericanas iban a tomar Roma, el Papa de turno exigiió que no apostaran en el Vaticano a ningún soldado negro.

2. ACTITUD HOSTIL DE LA ICAR HACIA LOS ESTADOS UNIDOS. Después de las guerras napoleónicas, los soberanos europeos, con el emisario católico presente, se reunieron en un concilio general en Viena en 1815, formando “la Santa Alianza”, la cual planificó la destrucción de todo gobierno electo democráticamente por el pueblo, especialmente el gobierno de los Estados Unidos, que había sido fuente de inspiración de la Revolución Francesa. El Congreso de Viena no fue sino una conspiración secreta. Aparte de Owen, otros más, como el Secretario de la Marina Americana, R.W.Thompson, y Samuel Morse, el inventor de la clave Morse, escribieron acerca de este complot siniestro en contra de los Estados Unidos. Todo comandado por la diabólica secta de los jesuitas, especialistas en complots, golpes de estado, asesinatos. Por ello los expulsaron de 19 países, hasta fueron proscrito de la misma iglesia católica, por el Papa Clemente XIV en 1773, lo que le valió ser envenenado por los jesuitas el año 1774. El mismo Papa escribió: “«No me arrepiento, la firmaría de nuevo si fuera necesario; pero sé que firmando esta supresión, firmo mi sentencia de muerte.»

Tal actitud provocó la llamada Doctrina Monroe o “América para los americanos”

3. ASESINATOS DE LOS JESUITAS EN LOS ESTADOS UNIDOS. No sólo fue Lincoln el ajusticiado por la jauría católica del Vaticano, sino también William McKinley, James Garfield, William Henry Harrison, así como otros, que si bien no murieron, sufrieron los atentados por parte de los jesuitas y sobrevivieron, como el Presidente James Buchanan, quien había sido envenenado con arsénico,método preferido de los jesuitas (la copa de Borgia).

4. ACTITUD DE LINCOLN HACIA LOS JESUITAS.

Continuarà . . . .
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

No cabe la mas minima duda
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Hay algunos adventistas con cada locura histórica, que dan mucha risa, es más divertido leerlos que refutarlos, pues esto último es muy fácil. :yelrotflm:yelrotflm:yelrotflm:yelrotflm

Tal fue el plan que Linconl puso en practica... Pero a penas firmado el armisticio, caía asesinado por un lunático...
Pirenne Jacques, Historia Universal, Doctor Honoris causa de la Universidad de Ginebra

Lincoln es reelecto en 1885, pero asesinado pocos días después, ya terminada la guerra civil por un partidario fanático del Sur...
Juan Brom, Esbozo de Historia Universal, p. 192.
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Hola,Clemente, gusto en leer a un católico que defiende lo indefendible como nadie.

Pues sí, el asesino era tan loco, como lo era Hitler, Castro, Chávez y otros, quienes tuvieron y han tenido una asesoría jesuita por detrás. Unos locos muy inteligente, por cierto.
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

4. ACTITUD DE LINCOLN HACIA LOS JESUITAS. Ya desde niño, Lincoln había tenido sentimientos muy fuertes en contra de la esclavitud de los negros. Siendo niño presenció subastas de esclavos en su pequeño pueblo de Illinois, y en una de ellas le dijo a su amigo: “Algún día le voy a dar duro a ese negocio”.

Su primer contacto con los jesuitas fue durante el juicio que éstos le seguían a un sacerdote que se atrevió a denunciar a los sacerdotes católicos como tomadores de alcohol y fumadores, descalificándolos como ejemplo para la juventud. Tal fue el caso del sacerdote Charles Chiniquy, de Illinois, quien fue llevado a juicio por la diócesis de Chicago. Chiniquy estaba buscando un abogado defensor, pero todos sabían que se iban a enfrentar a la poderosa y corrupta ICAR. Cuando supo de Licoln, como abogado justo y recto, lo contactó y él aceptó inmediatamente. Habiendo ganado el juicio, Lincoln se ganó muchos enemigos. Chiniquy, casi llorando le dijo: “Querido señor Lincoln, permítame decirle que el ghozo que debería sentir por la victoria obtenida me está consumiendo la mente por temor a lo que podría costarle esta victoria a usted. En la corte había por lo menos 10 o 12 jesuitas de Chicago y San Luis, que vinieron a ver mi sentencia de condenación a la cárcel. . . lo que me preocupa es que me parece haber leído su sentencia de muerte en los malvados ojos de ellos”. Chiniquy se salió tiempo después del sacerdocio católico, y escribió el libro << 50 años en la iglesia de Roma>>.

Particularmente , Lincoln ya se había formado su opinión al respecto, al igual que muchos estadounidenses ilustres. Escribió en una ocasión: “Yo sé que no son peligros imaginarios. Si estuviese peleando contra un protestante del Sur, como nación, no habría ningún peligro de asesinato contra mí. Las naciones que leen la Biblia pelean con valentía en el campo de batalla, pero no asesinan a sus enemigos. El Papa y los jesuitas con su inquisición infernal son el único poder organizado en el mundo que ha recurrido a las armas asesinas para matar a aquellos a quienes no pueden convencer con sus argumentos o conquistar con la espada . .”

En una ocasión refiriéndose a la Guerra Civilestadounidense,dijo:
Esta guerra nunca hubiera sido una realidad sin la intervención siniestra de los jesuitas

ATENTADOS PREVIOS
Continuará . . .
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Hola,Clemente, gusto en leer a un católico que defiende lo indefendible como nadie.

Pues sí, el asesino era tan loco, como lo era Hitler, Castro, Chávez y otros, quienes tuvieron y han tenido una asesoría jesuita por detrás. Unos locos muy inteligente, por cierto.

Bueno, que Hitler halla tenido una asesoría jesuita por detrás es la cosa más absurda que he leído en mucho tiempo; no se puede fundamentar ni con las sospechas más ingeniosas...

Por otro lado, ¿Qué ganaría la ICAR matado a un presidente que había vencido uan guerra contra un gobierno esclavista y mayoritariamente PROTESTANTE, DE CONFESIÓN BAUTISTA?
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

jejeje... ¡que tema!
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Interesante, no sabia... y la segunda parte?

espiritu
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Mmmm....

Tal vez Lincoln fue asesinado por los templarios, una orden supersecreta que la ICAR esconde debajo de la plaza de San Pedro (junto con varias ojibas nucleares), que nos ha hecho creer a todos que se disolvió... pero es un gran engaño.

El caso es que pese ha que ha pasado más de un siglo de la muerte de este presidente, se han descubierto en el mar muerto unos textos secretos de los conspirados, donde planeaban este asesinato y la queme de la Casa Blanca. (Esto último no lo lograron porque otra orden secreta de protestantes, luchaba al mismo tiempo contra ellos).

Mejoramos el argumento y ya podíamos hacer una superproducción...
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Pueden reirse todo lo que quieran, pero evidencias existen, y la sana lógica lo soporta.

1) Hitler asesorado por los jesuitas.

Tal como Bill Clinton, quien estudió en una universidad jesuita, como la de Georgetown, Hitler evadió el enlistamiento militar, pero mandó a un gentío a la guerra. Cobardes e hipócritas como ellos solos.

Hitler vivó un tiempo en Viena, antes de escapar a Munich, a fin de evitar la recluta. Gustl Kubizek, compañero de habitación de Hitler en Viena, cuenta que Hitler nunca leía un libro, nunca iba a una biblioteca, y sus bosquejos eran terribles. ¿Cómo es que de repente Hitler salga publicando un libro como el Mein Kampf (Mi Lucha), que requería de una cultura más que promedio para su realización? Hitler no llegó sino a caba,ni siquiera a sargento. Resulta que mientras estuvo preso, recibió varias visitas de un sacerdote jesuita de apellido Staempfle, quien practicamente escribió tras bastidores ese libro. Hitler tenía sólo un don, el de harengar a las masas y engatuzarlas, por eso fue escogido por los católicos para el fin demoníaco que perseguían. Hitler venía de Austria, tierra católica, y él era católico. Fotos abundan de sacerdotes católicos brindando con Hitler y saludándolo con el famoso "Heil Hitler". Ver Edmond Paris, Secret History of the Jesuits.

Con respecto al exterminio judío, Hitler dijo que lo que hacíia era lo mismo que había hecho la iglesia católica, y así fue.

2) El Sur Protestante.

El Sur estadounidense de ahora no es el Sur de los días de Lincoln. Nada más con la influencia francesa y española en Louisiana y Florida da mucho que pensar. Además, el pueblo católico norteamericano siempre ha querido un gobierno católico en su país, y son manipuladospor sus líderes religiosos,muchos de los cuales detentan cargos de poder. Para ningún historiador es un secreto que a la ICAR le convenía y leconviene unos Estados Unidos divididos, con el propósuito de logra sus infames planes de dominacón mundial.

Así era en su tiempo los Estados "Unidos".
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Esos territorios estaban escasamente poblados,y fue después del Segundo Gran Despertar o Reavivamiento que empezaron a fluir hacia el sur los protestantes fundamentalistas.
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Bueno, que Hitler halla tenido una asesoría jesuita por detrás es la cosa más absurda que he leído en mucho tiempo; no se puede fundamentar ni con las sospechas más ingeniosas...

Por otro lado, ¿Qué ganaría la ICAR matado a un presidente que había vencido uan guerra contra un gobierno esclavista y mayoritariamente PROTESTANTE, DE CONFESIÓN BAUTISTA?

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Lo que si parece cierto ... historicamente ... es el reconocimiento del Vaticano ...a los confederados ...

"En noviembre de 1863, el diplomático confederado A. Dudley Mann se reunió con el Papa Pío IX, tras la cual la Confederación recibió una carta con el tratamiento «Al ilustre y honorable Jefferson Davis, presidente de los Estados Confederados de América». Mann quiso interpretar en este encabezamiento de la misiva un «reconocimiento positivo de nuestro gobierno», y asemejarlo a un reconocimiento de facto de los Estados Confederados de América. El Secretario de Estado de los confederados, Judah P. Benjamin, sin embargo, interpreta esta carta como «un mero reconocimiento referencial, no relacionado con la cuestión política, ni con el establecimiento regular de relaciones diplomáticas» y así no se le atribuyó la importancia de un reconocimiento formal. Por el tiempo que quedaba de guerra, los comisionarios confederados continuaron reuniéndose con el Cardenal Antonelli, Secretario de Estado del Vaticano. En 1864, antes de la creación de la Santa Sede, el obispo católico Patrick N. Lynch viajó al Vaticano con la autorización de Jefferson Davis para representar a la Confederación."

Tomado de Aqui

Tambien hay datos historicos de la relacion del asesino de Lincoln con una familia catolica implicada en el complot ... se puede leer en el libro que aporto a continuacion ...

Charles Chiniquy que conocia Lincoln dice asi en su biografia ... aparte de confesar en ella de las confidencias que le hizo Lincoln ...

"Al día siguiente, fue mi privilegio tener el honor más grande que jamás he recibido. El buen Presidente quería que yo estuviera de pie a su mano derecha cuando recibió a la delegación. Después de escuchar el discurso presentado por el Gobernador Denison, presidente de la convención, Abraham Lincoln respondió en su propia y admirable simplicidad y elocuencia, terminando con una de sus ingeniosas anécdotas: –En esta convención, recuerdo una historia de un anciano granjero holandés, quien sabiamente comentó a un compañero, Nunca es aconsejable hacer intercambio de caballos mientras cruzamos una fuerte corriente de agua.

Al día siguiente, le acompañé a visitar a los 30,000 soldados heridos recogidos de los campos de batalla de la Batalla del Desierto que duró siete días y de la batalla de treinta días alrededor de Richmond, donde Grant estaba rompiendo la columna vertebral de la rebelión. De ida y venida del hospital, poco se decía a causa del fuerte ruido de la carroza. Además, mi alma estaba tan angustiada por los horrores de la guerra fratricida que mi voz se sofocaba. El único pensamiento que parecía ocupar la mente del Presidente era el papel que desempeñó Roma en esa lucha horrible.

El me dijo: –Esta guerra nunca hubiera sido posible sin la influencia siniestra de los Jesuitas. Por culpa del papado, ahora vemos a nuestro país enrojecido con la sangre de su hijos más nobles. Aunque existen grandes diferencias de opinión entre el Sur y el Norte sobre el tema de la esclavitud, ni Jefferson Davis ni ningún otro de los líderes de la Confederación se hubieran atrevido a atacar al Norte, si no contaran con las promesas de los Jesuitas que bajo el disfraz de democracia, el dinero y las armas de los Católico-romanos, y aun las armas de Francia estarían a su disposición para atacarnos.

–¡Ay de los sacerdotes, obispos y monjes de Roma en los Estados Unidos, cuando la gente se da cuenta que ellos, en gran parte, son responsables por las lágrimas y la sangre derramadas en esta guerra. Yo oculto lo que sé, porque si la gente supiera toda la verdad, esta guerra se convertiría en una guerra religiosa y se volvería diez veces más salvaje y sangrienta. Llegaría a ser tan despiadada como son todas las guerras religiosas, una guerra de exterminación de ambos lados.

Los Protestantes, tanto del Norte como del Sur, se unirían a exterminar a los sacerdotes y Jesuitas si supieran todo lo que el Profesor Morse me ha dicho de los complots formulados en la misma ciudad de Roma para destruir a esta república y si se dieran cuenta cómo los sacerdotes, monjes y monjas que llegan diariamente a nuestras riberas, bajo el pretexto de predicar su religión, enseñar en sus escuelas y cuidar a los enfermos en los hospitales, no son más que los emisarios del Papa, de Napoleón y los demás déspotas de Europa para sublevar nuestras instituciones, enajenar el corazón de nuestra gente contra nuestra Constitución y nuestras leyes, destruir nuestras escuelas y preparar un reinado de anarquía aquí como han hecho en Irlanda, en México, en España y dondequiera que haya algún pueblo que quiere ser libre.
Mientras el Presidente decía esto, llegamos a la puerta de su mansión. Me invitó a acompañarle a su estudio y dijo: –Aunque estoy muy ocupado, hay muchas cosas importantes concerniente a los complots de los Jesuitas que puedo aprender solamente de ti. ¿Has leído la carta que el Papa mandó a Jefferson Davis? ¿Qué opinas de ella?

–Mi querido Presidente, –le respondí, –Es precisamente esa carta la que me ha traído a tu presencia nuevamente. Esa carta es una flecha venenosa lanzada por el Papa contra ti personalmente; es tu orden de muerte. Antes de esa carta, todo Católico podía ver que su Iglesia en su totalidad estaba en contra de esta república libre; sin embargo, un buen número de irlandeses, alemanes y franceses Católicos, amantes de la libertad, prefirieron seguir el instinto de su noble conciencia en lugar de los –Secretas cartas presionantes fueron dirigidas por Roma a los obispos, ordenándolos a debilitar a los ejércitos del Norte y destacar de ti esos hombres. Los obispos rehusaron, por temor de exponerse a sí mismos como traidores y ser fusilados. Pero ellos aconsejaron al Papa a reconocer, en seguida, la legitimidad de la república del Sur y colocar a Jeff Davis bajo su protección autoritaria, publicando una carta que sería leída dondequiera.

Esa carta dice a todo Católico-romano que tú eres un tirano sanguinario peleando contra un gobierno que el santo e infalible Papa de Roma reconoce como legítimo. El Papa, por esa carta, dice a sus esclavos ciegos que, al continuar semejante guerra sanguinaria, tú estás ultrajando al Dios de los cielos y de la tierra.

–Esa carta del Papa a Jeff Davis les da a entender que tú no sólo eres un apóstata, como pensaban antes, a quien todo hombre tiene el derecho de matar, según el Derecho Canónico de Roma, sino eres más vil, cruel y criminal que el ladrón de caballos, el estafador público, el pirata ingobernable o el homicida.

–Y mi querido Presidente, esto no es una imaginación ilusoria de mi mente, es la explicación unánime dada a mi por muchos sacerdotes de Roma con quienes he tenido la ocasión de hablar sobre ese tema. En el nombre de Dios y en nombre de nuestro querido país que tanto necesita tus servicios, te suplico que prestes más atención a proteger tu preciosa vida y no seguir exponiéndola como has hecho hasta aquí.

El Presidente me escuchó con intensa atención; luego, replicó: –Tú confirmas mi punto de vista concerniente a la carta del Papa. El Profesor Morse es de la misma opinión. En verdad es el acta más pérfida que pudiera ocurrir en las circunstancias actuales. Tienes toda la razón al decir que fue para destacar a los Católico-romanos que han ingresado en nuestros ejércitos. Desde su publicación, muchos de ellos han desertado nuestras banderas y nos han traicionado. Uno de los pocos que no lo han hecho es Sheridan quien por su habilidad, patriotismo y valor heroica, vale más que todo un ejército. También es cierto que Meade ha permanecido con nosotros y ganó la batalla sangrienta de Gettysburg. Pero, ¿Cómo pudo perderla cuando estaba rodeado de héroes como Howard, Reynolds, Buford, Wadsworth, Cutler, Slocum, Sickles, Hancock, Barnes, etc? Pero es evidente que su Romanismo desbancó su patriotismo después de la batalla. Dejó escapar al ejército de Lee, cuando fácilmente pudiera haber cortado su retirada y haberle forzado a rendirse, puesto que perdió casi la mitad de sus soldados en la matanza de los tres días anteriores.

–Cuando Meade fue ordenado a perseguirlos después de la batalla, un extranjero entró de prisa al cuartel. Ese extranjero era un Jesuita disfrazado. ¡Después de 10 minutos de conversación con él, Meade arregló las tácticas de persecución al enemigo de tal forma que escapó ileso, perdiendo únicamente dos cañones!

–Tienes razón, –continuó el Presidente, –que esa carta del Papa ha cambiado totalmente la naturaleza y terreno de la guerra. Antes de leerla, los Católico-romanos podían ver que yo estaba peleando contra Jeff Davis y la Confederación del Sur; pero, ahora, han de creer que es contra Cristo y su santo Vicario, el Papa, contra quien estoy levantando mis manos sacrílegas. Tenemos evidencia diaria de que su indignación, su odio y su malicia contra mí se han intensificado cien veces más. Nuevos proyectos de asesinato son detectados casi diario, acompañados de circunstancias tan salvajes que me traen a la memoria la masacre de San Bartolomé y el Complot de Pólvora. Nuestras investigaciones indican que vienen de los maestros mismos en el arte de asesinato, los Jesuitas.

–Los alborotos de New York eran evidentemente un complot romanista desde el principio hasta el fin. Tenemos evidencia en la mano que todo fue obra del Obispo Hughes y sus emisarios.

–Ninguna duda puede permanecer en cuanto a los intentos sangrientos de destruir a New York cuando sabemos la manera tan fácil en que fueron detenidos. Yo escribí al Obispo Hughes, diciéndole que todo el país le culparía a él como responsable si no se terminaran en seguida. Luego, reunió a los alborotadores alrededor de su palacio para decirles: Queridos amigos, les invito a regresar a sus casas en paz. ¡Y todo se terminó! ¡Así, Júpiter de la antigüedad solía levantar una tempestad y pararla con una inclinación de su cabeza!

–Desde el principio de esta guerra civil han habido, no secretas, sino públicas alianzas entre el Papa de Roma y Jeff Davis. El Papa y sus Jesuitas han aconsejado, apoyado y dirigido a Jeff Davis desde el primer disparo del cañón contra Fort Sumpter por el rabioso Católico-romano, Beauregard. Ahora están ayudándole en el mar, guiando y apoyando al rabioso pirata Católico-romano, Semmes.

–En mi entrevista con el Obispo Hughes, le dije que cualquier extranjero, como él mismo, que había jurado lealtad a nuestro gobierno para convertirse en ciudadano americano, está en peligro de ser fusilado o ahorcado como traidor o espía. Después de colocar esta pulga en los oídos del obispo de Roma, le pedí que fuera a notificar mis palabras al Papa. Mi expectación fue que él les aconsejaría a los Católicos, para su propio beneficio, a permanecer leales y fieles a sus obligaciones y ayudarnos en lo que resta de la guerra. Pero el resultado ha sido todo lo contrario.

–El Papa ha quitado la máscara y ha manifestado que él es partidario público y el protector de la rebelión, saludando en público a Jefferson Davis y desvergonzadamente reconociendo a la Confederación del Sur como un gobierno soberano y legítimo.

–Ahora tengo la evidencia en la mano que el mismo Obispo Hughes a quien mandé a Roma para inducir al Papa a exhortar a los Católico-romanos del Norte a, por lo menos, ser fieles a su juramento de lealtad y a quien agradecí en público, porque dio la impresión de haber portado honestamente según la promesa que me hizo, es el mismo quien aconsejó al Papa a reconocer la legitimidad de la república del Sur y poner todo el peso de su tiara en el balance contra nosotros y a favor de nuestros enemigos. Tal es la perfidia de los Jesuitas.

–Hay dos cánceres atacando a los órganos vitales de los Estados Unidos hoy: Son los sacerdotes romanistas y los sacerdotes Mormones. Los dos trabajan de la misma manera para producir un pueblo de los más degradantes e ignorantes esclavos fanáticos que no reconocen ninguna otra autoridad que la de su pontífice supremo. Ambos tienen el objetivo de destruir nuestras escuelas y levantarse sobre nuestras ruinas. Ambos se abrigan bajo nuestros grandiosos y santos principios de libertad de conciencia para luego atar al mundo bajo sus pesados yugos degradantes. –Los sacerdotes Jesuitas y Mormones son igualmente los enemigos intransigentes de nuestra Constitución y nuestras leyes. Pero el más peligroso de los dos es el Jesuita, porque él sabe mejor cómo ocultar su odio bajo el disfraz de amistad y del bien público. El está mejor entrenado para cometer los actos más crueles y diabólicos para “la gloria de Dios”.

–Hasta recientemente, yo estaba a favor de la libertad ilimitada de conciencia como nuestra Constitución la da a los Católico-romanos. Pero ahora me parece que, tarde o temprano, el pueblo será forzado a poner restricciones a esa cláusula hacia los papistas. ¿No es un acto de necedad dar absoluta libertad de conciencia a un grupo de hombres que han jurado públicamente a cortar nuestras gargantas el mismo día que tengan la oportunidad? ¿Es correcto dar el privilegio de ciudadanía a hombres que son los enemigos públicos y jurados de nuestra Constitución, nuestras leyes, nuestras libertades y nuestras vidas?

–El momento que el papado asume el derecho de vida y muerte sobre cualquier ciudadano de Francia, España, Alemania, Inglaterra o los Estados Unidos, asume el poder del gobierno de esos países. Esos Estados cometen un acto de suicidio al permitir al papado colocar su pie en su territorio con el privilegio de ciudadanía. El poder de vida y muerte es el poder supremo y dos poderes supremos no pueden existir en el mismo territorio sin producir anarquía, alborotos, derramamiento de sangre y guerras civiles sin fin. Cuando el papado renuncia al poder de la vida y la muerte que proclama como su propio derecho divino en todos sus libros teológicos y leyes canónicas, entonces y solamente hasta entonces podrá ser tolerado y puede recibir los privilegios de ciudadanía en un país libre.

–¿No es absurdo dar a un hombre algo que ha jurado a odiar, maldecir y destruir? Y ¿No odia, maldice y destruye la Iglesia de Roma a la libertad de conciencia dondequiera que puede hacerlo con seguridad? Yo estoy a favor de la libertad de conciencia en su sentido más alto, noble y amplio. Pero no puedo dar la libertad de conciencia al Papa y a sus seguidores, los papistas, mientras ellos me dicen a través de todos sus concilios, teólogos y leyes canónicas que su conciencia les ordena a quemar a mi esposa, estrangular a mis hijos y cortarme la garganta cuando hallen la oportunidad. Parece que la gente de hoy no comprende esto. Pero, tarde o temprano, la luz del sentido común hará claro a cada uno que ninguna libertad de conciencia puede ser concedida a hombres que juren obedecer a un Papa que pretende tener el derecho de matar a los que difieren de él en religión.

–Tú no eres el primero que me advierte contra los peligros de asesinato. Mis embajadores en Italia, Inglaterra y Francia como también el Profesor Morse muchas veces me han advertido contra los complots de asesinos que ellos han detectado en esos países. Pero no veo ninguna otra salvaguardia contra esos asesinos, excepto estar siempre listo para morir como Cristo lo aconseja. Puesto que todos tenemos que morir tarde o temprano, poco me importa si muero de una daga hundida en mi corazón o de la inflamación de los pulmones. Permíteme decirte que recientemente leí un pasaje en el Antiguo Testamento que ha hecho una profunda y espero benéfica impresión en mí. Aquí está el pasaje.

El Presidente tomó su Biblia, la abrió al tercer capítulo de Deuteronomio y leyó desde el verso 22 hasta el 28: No los teméis; porque Jehová vuestro Dios pelea por vosotros. Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque, ¿Qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas? Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto. Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán. Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.

Después que el Presidente había leído estas palabras, con gran solemnidad añadió: –Mi querido Padre Chíniquy, déjame decirte que he leído estos extraños versículos varias veces durante estas últimas cinco o seis semanas. Entre más los leo, más me parece que Dios los escribió, tanto para mí como para Moisés. ¿No me sacó de mi pobre choza de troncos con la mano, así como sacó a Moisés del carrizal del Nilo para ponerme a la cabeza de la más grande y la más bendecida de las naciones modernas, así como puso a ese profeta a la cabeza de la nación más bendecida de los tiempos antiguos? ¿No me concedió Dios un privilegio que no ha concedido a ningún ser viviente, cuando rompí las cadenas de cuatro millones de hombres y los liberté? ¿No me ha dado nuestro Dios las victorias más gloriosas sobre nuestros enemigos? ¿No están reducidos los ejércitos de la Confederación a un puño de hombres en comparación a lo que eran hace dos años y que pronto se acerca el día cuando tendrán que rendirse?

–Ahora, yo veo al final de este terrible conflicto con el mismo gozo que sintió Moisés al final de sus cuarenta años en el desierto. Yo le pido a Dios que me conceda ver los días de paz y prosperidad inefable que seguirán a esta guerra cruel, así como Moisés pidió a Dios ver al otro lado del Jordán y entrar en la tierra prometida. Pero, ¿Sabes qué? Oigo en mi alma como la voz de Dios, dándome la reprensión que fue dado a Moisés. ¡Sí! Cada vez que mi alma se allega a Dios para pedirle el favor de ver el otro lado del Jordán y comer de los frutos de esa paz, la cual anhelo con deseo indecible, ¿Sabes qué? Hay una quieta pero solemne voz que me dice que veré esas cosas sólo desde una gran distancia y que estaré entre los muertos cuando la nación, que Dios me concedió guiar por estas pruebas terribles, cruzará el Jordán y habitará en esa tierra prometida donde la paz, industria, felicidad y libertad alegrarán a todos. Y ¿Por qué así? Porque él ya me dio favores en estos últimos días que nunca ha dado, me atrevo a decir, a ningún hombre.

–¿Por qué Dios Todopoderoso rehusó a Moisés el cruzar al Jordán y entrar a la tierra prometida? Fue a causa de su propio pecado de esa nación. Esa ley de retribución y justicia divina por la cual uno tiene que sufrir por otros, ciertamente es un terrible misterio, pero es un hecho que ningún hombre que tiene inteligencia y entendimiento puede negar. Moisés, quien conocía esa ley, aunque probablemente no la entendió mejor que nosotros, calmadamente dijo a su pueblo: Dios se había enojado contra mí a causa de vosotros. Pero, aunque no entendamos esta terrible ley misteriosa, la hallamos escrita con letras de lágrimas y sangre dondequiera. No leemos una sola página de la historia sin hallar indicios de su existencia.

–Tantos complots ya se han hecho contra mi vida que es un verdadero milagro que todos han fracasado, cuando consideramos que la gran mayoría eran por las manos adiestradas de asesinos Católico-romanos evidentemente entrenados por los Jesuitas. Pero, ¿Cómo podemos esperar que Dios haga un milagro perpetuo para salvar mi vida? Yo no lo creo. Los Jesuitas son tan expertos en esos hechos de sangre que Enrique IV dijo que era imposible escapar de ellos. El llegó a ser su víctima a pesar de hacer todo lo que podía para protegerse. Sería más que un milagro escapar de sus manos ya que la carta del Papa a Jeff Davis ha aguzado un millón de dagas para hundir en mi pecho. Pero, así como el Señor no oyó ninguna murmuración de los labios de Moisés cuando le dijo que tenía que morir por los pecados de su pueblo antes que cruzara el Jordán, espero y pido que él no oiga ninguna murmuración de mí cuando caiga por amor a mi nación.

–Los únicos dos favores que le pido al Señor son: Primero, que yo muera por la causa sagrada en la cual estoy involucrado, mientras soy el portador de la bandera de los derechos y libertades de mi país. El segundo favor que le pido a Dios es que mi querido hijo Roberto, cuando yo haya partido, sea uno de aquellos que levantará esa bandera que cubrirá mi tumba y la cargue con honor y fidelidad hasta el fin de su vida, igual que su padre, rodeado de los millones que serán llamados con él a pelear y morir en la defensa y honor de nuestra patria.

Yo nunca había oído palabras tan sublimes. Nunca había visto un rostro tan solemne y tan parecido al de un profeta como el rostro del Presidente al decir estas cosas. Yo estaba fuera de mí. Bañado en lágrimas intenté decir algo, pero no podía pronunciar una sola palabra.

Yo sabía que el momento para salir había llegado. Le pedí permiso al Presidente para arrodillarme a orar con él y pedir que su vida fuera perdonada y él se arrodilló conmigo. Pero oré más con lágrimas y sollozos que con palabras."


Lo que cite anteriormente lo podeis leer aqui ... Cincuenta años en la Iglesia Católica por Charles Chiniquy.pdf

<table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" style="background-color:#5D7CBA; border-color: #353535; color:#0; font-family:Arial, Helvetica, sans-serif; font-size:11px; padding:0px; border-width:1px; border-style:solid"><tr style="background-color:#FFFFFF;"><td align="center" style="padding:5px"><a href="http://www.esnips.com/doc/2075f20d-753d-4189-9cca-aea90e5be699/Cincuenta-a%C3%B1os-en-la-Iglesia-Cat%C3%B3lica-por-Charles-Chiniquy/?widget=documentIcon"><img border="0" alt="Cincuenta años en la Iglesia Católica por Charles Chiniquy" title="click to ViewCincuenta años en la Iglesia Católica por Charles Chiniquy" src="/images/thumbs/thumb.pdf.gif"></a></td></tr><tr style="background-color:#FFFFFF;"><td style="padding:5px" align="center"><strong><a style="color:#333333" href="http://www.esnips.com/doc/2075f20d-753d-4189-9cca-aea90e5be699/Cincuenta-a%C3%B1os-en-la-Iglesia-Cat%C3%B3lica-por-Charles-Chiniquy/?widget=documentIcon">Cincuenta años en ...</a></strong></td></tr><tr><td style="padding:5px; font-size:9px; color:#FFFFFF" valign="bottom">Hosted by <a href="http://www.esnips.com" style="color:#FFFFFF">eSnips</a></td></tr></table>​

Leer este libro es tener un testimoio de prmera mano de alguien que vivio en las entrañas de la ICAR ... hasta que se convirtio a Cristo ... y segun mi opinion ... tiene datos historicos de toda confianza ... es decir ... no creo que Charles Chiniquy mienta ... sino que nos habla desde e corazon ... como podra leerlo por si mismo quien lo quiera comprobar.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

A los confederados los apollaron muchos países europeos, entre ellos francia y españa, pero también la protestante Prusia... También para los Ingleses era mejor una victoria confederada. Se puede decir que la vieja europa católica y protestante apolló abierta o disimuladamente a los confederados.

La religión de la clase pudiente sureña era el protestantismo, los dixie eran tan anglosajones como los yankis del norte, episcopalianos y bautistas.
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

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El me dijo: –Esta guerra nunca hubiera sido posible sin la influencia siniestra de los Jesuitas. Por culpa del papado, ahora vemos a nuestro país enrojecido con la sangre de su hijos más nobles. Aunque existen grandes diferencias de opinión entre el Sur y el Norte sobre el tema de la esclavitud, ni Jefferson Davis ni ningún otro de los líderes de la Confederación se hubieran atrevido a atacar al Norte, si no contaran con las promesas de los Jesuitas que bajo el disfraz de democracia, el dinero y las armas de los Católico-romanos, y aun las armas de Francia estarían a su disposición para atacarnos.

–¡Ay de los sacerdotes, obispos y monjes de Roma en los Estados Unidos, cuando la gente se da cuenta que ellos, en gran parte, son responsables por las lágrimas y la sangre derramadas en esta guerra. Yo oculto lo que sé, porque si la gente supiera toda la verdad, esta guerra se convertiría en una guerra religiosa y se volvería diez veces más salvaje y sangrienta. Llegaría a ser tan despiadada como son todas las guerras religiosas, una guerra de exterminación de ambos lados.

Los Protestantes, tanto del Norte como del Sur, se unirían a exterminar a los sacerdotes y Jesuitas si supieran todo lo que el Profesor Morse me ha dicho de los complots formulados en la misma ciudad de Roma para destruir a esta república y si se dieran cuenta cómo los sacerdotes, monjes y monjas que llegan diariamente a nuestras riberas, bajo el pretexto de predicar su religión, enseñar en sus escuelas y cuidar a los enfermos en los hospitales, no son más que los emisarios del Papa, de Napoleón y los demás déspotas de Europa para sublevar nuestras instituciones, enajenar el corazón de nuestra gente contra nuestra Constitución y nuestras leyes, destruir nuestras escuelas y preparar un reinado de anarquía aquí como han hecho en Irlanda, en México, en España y dondequiera que haya algún pueblo que quiere ser libre.

Tienes toda la razón al decir que fue para destacar a los Católico-romanos que han ingresado en nuestros ejércitos. Desde su publicación, muchos de ellos han desertado nuestras banderas y nos han traicionado. Uno de los pocos que no lo han hecho es Sheridan quien por su habilidad, patriotismo y valor heroica, vale más que todo un ejército. También es cierto que Meade ha permanecido con nosotros y ganó la batalla sangrienta de Gettysburg. Pero, ¿Cómo pudo perderla cuando estaba rodeado de héroes como Howard, Reynolds, Buford, Wadsworth, Cutler, Slocum, Sickles, Hancock, Barnes, etc? Pero es evidente que su Romanismo desbancó su patriotismo después de la batalla. Dejó escapar al ejército de Lee, cuando fácilmente pudiera haber cortado su retirada y haberle forzado a rendirse, puesto que perdió casi la mitad de sus soldados en la matanza de los tres días anteriores.

–Cuando Meade fue ordenado a perseguirlos después de la batalla, un extranjero entró de prisa al cuartel. Ese extranjero era un Jesuita disfrazado. ¡Después de 10 minutos de conversación con él, Meade arregló las tácticas de persecución al enemigo de tal forma que escapó ileso, perdiendo únicamente dos cañones!

–Tienes razón, –continuó el Presidente, –que esa carta del Papa ha cambiado totalmente la naturaleza y terreno de la guerra. Antes de leerla, los Católico-romanos podían ver que yo estaba peleando contra Jeff Davis y la Confederación del Sur; pero, ahora, han de creer que es contra Cristo y su santo Vicario, el Papa, contra quien estoy levantando mis manos sacrílegas. Tenemos evidencia diaria de que su indignación, su odio y su malicia contra mí se han intensificado cien veces más. Nuevos proyectos de asesinato son detectados casi diario, acompañados de circunstancias tan salvajes que me traen a la memoria la masacre de San Bartolomé y el Complot de Pólvora. Nuestras investigaciones indican que vienen de los maestros mismos en el arte de asesinato, los Jesuitas.

–Los alborotos de New York eran evidentemente un complot romanista desde el principio hasta el fin. Tenemos evidencia en la mano que todo fue obra del Obispo Hughes y sus emisarios.

Pero el más peligroso de los dos es el Jesuita, porque él sabe mejor cómo ocultar su odio bajo el disfraz de amistad y del bien público. El está mejor entrenado para cometer los actos más crueles y diabólicos para “la gloria de Dios”.


–Tú no eres el primero que me advierte contra los peligros de asesinato. Mis embajadores en Italia, Inglaterra y Francia como también el Profesor Morse muchas veces me han advertido contra los complots de asesinos que ellos han detectado en esos países. Pero no veo ninguna otra salvaguardia contra esos asesinos, excepto estar siempre listo para morir como Cristo lo aconseja. Puesto que todos tenemos que morir tarde o temprano, poco me importa si muero de una daga hundida en mi corazón o de la inflamación de los pulmones. Permíteme decirte que recientemente leí un pasaje en el Antiguo Testamento que ha hecho una profunda y espero benéfica impresión en mí. Aquí está el pasaje.



Gracias,Miniyo, por tan excelente aporte. Esto me recuerda mis días cuando era ctólico y luchaba contra la evidencia del evangelio. Me decía, pero si los historiadores dicen que Lutero era un monje loco. Así es, en Venezuela teníamos un libro de Historia Universal reconocido, y cuando tocaba el punto de la Reforma hablaba peste de Lutero. Como se ve, muchos historiadores son católicos pro-católicos,por lo que estas cosas casi no se saben.

Recomiendo descargar el libro de Chiniquy, "50 años en la iglesia de Roma".
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

A los confederados los apollaron muchos países europeos, entre ellos francia y españa, pero también la protestante Prusia... También para los Ingleses era mejor una victoria confederada. Se puede decir que la vieja europa católica y protestante apolló abierta o disimuladamente a los confederados.

La religión de la clase pudiente sureña era el protestantismo, los dixie eran tan anglosajones como los yankis del norte, episcopalianos y bautistas.

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Descargate el libro que aporto ... y lee sobre todo ... desde que Chiniquy conoce a Lincoln ... capitulo 50 en adelante ... antes de ser presidente ... como el abogado que le defendio ... ante una falsa acusacion de la ICAR ... para arruinar la reputacion de Chiniquy ... a partir de ahi nace una amistad ... que dara lugar a las confidencias de la propia boca de Abraham Lincoln a Chiniquy ... sobre el asunto que se esta tratando aqui ... y que para mi son totalmente veridicas.

Ten en cuenta que es el propio Lincoln ... el que le hace estas confidencias a Chiniquy ... y el tenia toda la informacion que un jefe de Estado debe conocer sobre los asuntos que enfrenta ... como asi lo afirma con su propia confesion.

En el capitulo 56 se narra ... el complot para matar a Abraham Lincoln ... juzga por ti mismo.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Mmmm....

Tal vez Lincoln fue asesinado por los templarios, una orden supersecreta que la ICAR esconde debajo de la plaza de San Pedro (junto con varias ojibas nucleares), que nos ha hecho creer a todos que se disolvió... pero es un gran engaño.

El caso es que pese ha que ha pasado más de un siglo de la muerte de este presidente, se han descubierto en el mar muerto unos textos secretos de los conspirados, donde planeaban este asesinato y la queme de la Casa Blanca. (Esto último no lo lograron porque otra orden secreta de protestantes, luchaba al mismo tiempo contra ellos).

Mejoramos el argumento y ya podíamos hacer una superproducción...

:lach: pero como sabadv se cree todo lo que lee en contra de la ICAR, puede ser que algún día tome este escrito tuyo como evidencia de primera mano para decir que hay armas nucleares en el Vaticano dirigidas a USA. :llorando:
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

¡Que barbaridad mas barbara!
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Que mentirotas te crees Sabadv. Booth JAMAS quiso ser Catolico, era Protestante, Bautista del sur, segregionista y miembro de la KGC, de donde surge la conspiracion para matar a Lincoln. Pero como veo que te crees mentiras te mostrare la Verdad historica.

John Surrat, el no era catolico, sino Protestante. Su madre Mary si bien estuvo casada con un catolico, su hijo jamas profeso la Fe Catolica, el JAMAS fue Guardia Suiza, sino que era miembro del Noveno Batallon de los Zouaves, regimientos de Infanteria Francesa que usaron el Vaticano como base durante la Guerra Franco-Prusiana. ¿Ves como te crees mentiras Sabadv?

Mary Surrat no era hermana de John, sino su Madre. Catolica educada agnosticamente fue obligada a casarse con un devoto catolico llamado John Harrison Surratt, la biografa Elizabeth Steger Trindal, en su libro Mary Surratt: An American Tragedy, afirma que ella era una mujer desequilibrada mentalmente, tanto era su locura que llego a decir que varios hombres querian violar su alma y espiritu. Como notaras, no hay conexion Jesuita.

David Edgar Herold, amigo de Booth era un Farmaceutico educado en Maryland, era protestante y jamas coqueteo con la idea de ser Catolico, al contrario, detestaba a las "Hordas Catolicas" de Irlandeses, Escoseses e Italianos que quitaban trabajo y pan a los nativos americanos. Esto se lee claro en el libro Manhunt: The Twelve Day Chase for Lincoln's Killer donde el historiador William Morrow afirma que Herold entro a la conspiracion por considerar a Lincoln un traidor de los verdaderos americanos al permitir tanto inmigrante Romanista.

Lewis Thornton Powell era hijo de un pastor Bautista se inmiscuyo en el asesinato de Lincoln con la orden de matar al Vicepresidente Johnson, su padre lo describia como violento, incapaz de razonar con alguien, y cuando se discutia con el era capaz de llegar hasta los golpes. Rompio la ley a los 13 años, a los 17 huye de su hogar y se enlista en el Segundo Regimiento de Florida a lado de los Conferedados, cae hereido en la Batalla de Gettysburg, luego seria enviado a su hogar donde escapa de nuevo y se une a David Herold, donde conoceria a Booth, y los otros conspiradores. Esto se lee tambien en el libro Manhunt: The Twelve Day Chase for Lincoln's Killer del historiador William Morrow

Como notaras, solo Mary y su hijo John eran catolicos y ni tanto, Mary JAMAS se llevo bien con los curas y John huyo al regimiento de Napoleon III los Zouaves en el Vaticano, que mas que guardia papal, eran invasores al Vaticano.

Te recomiendo este libro, Manhunt: The Twelve Day Chase for Lincoln's Killer del historiador William Morrow es completo, es veraz y esta lejos de esa basura que querias que leyera.
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

¿Es que no te has enterado de que sí las hay?

Aquí tienes la fuente:

http://francomagnorama.blogspot.com/2008/02/el-vaticano-busca-adquirir-armas.html

Si claro hombre, es mas, mi tio que es cura tiene una secta poderosa donde todos nos vestimos de negros e invocamos a Gasparin para hacerle maldades a los Protestantes... luego, damos vueltas por ahi mientras cantamos "nana pancha" de Pedro Infante y nos subimos al Alcon Milenario para irnos a la decima esfera del Infierno, o la Judesca a la velocidad de la luz.

¿Que miedo no?
 
Re: El Asesinato de Lincoln: obra netamente católica

Solo cuando entiendan esta profecía verán cn claridad quienes tengan ojos para ver.


Números 24:14 He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días. 15 Y tomó su parábola, y dijo:

Dijo Balaam hijo de Beor,
Dijo el varón de ojos abiertos;
16 Dijo el que oyó los dichos de Jehová,
Y el que sabe la ciencia del Altísimo,
El que vio la visión del Omnipotente;
Caído, pero abiertos los ojos:
17 Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.

18 Será tomada Edom,
Será también tomada Seir por sus enemigos,
E Israel se portará varonilmente.
19 De Jacob saldrá el dominador,
Y destruirá lo que quedare de la ciudad.

20 Y viendo a Amalec, tomó su parábola y dijo:

Amalec, cabeza de naciones;
Mas al fin perecerá para siempre.

21 Y viendo al ceneo, tomó su parábola y dijo:

Fuerte es tu habitación;
Pon en la peña tu nido;
22 Porque el ceneo será echado,
Cuando Asiria te llevará cautivo.
23 Tomó su parábola otra vez, y dijo:
¡Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
24 Vendrán naves de la costa de Quitim,
Y afligirán a Asiria, afligirán también a Heber;
Mas él también perecerá para siempre.