Rev 2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
Rev 2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
Rev 2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
Rev 2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Rev 2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Rev 2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
Rev 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Hay cristianos que trabajan duro y son pacientes, que no permiten infiltrar doctrinas contaminadas. Son cristianos que han sufrido y no han desmayado, pero han dejado el primer amor hacia Dios. Esos cristianos deben arrepentirse y volver a enamorarse de Dios, pues desenamorarse de Dios es pecado:
Marcos 12:30
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Si no se arrepienten perderán aquello que Dios les ha dado. El enemigo pretende que perdamos el fervor del primer amor, ese amor que nos llena cuando recibimos a Cristo en nuestras vidas y nacemos de nuevo.
La recompensa para los que venzan es que Dios les dará del árbol de la vida, ese árbol que Dios no permitió que Adán y Eva comieran después de la caída.
Bendiciones.
Rev 2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
Rev 2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
Rev 2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Rev 2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Rev 2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
Rev 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Hay cristianos que trabajan duro y son pacientes, que no permiten infiltrar doctrinas contaminadas. Son cristianos que han sufrido y no han desmayado, pero han dejado el primer amor hacia Dios. Esos cristianos deben arrepentirse y volver a enamorarse de Dios, pues desenamorarse de Dios es pecado:
Marcos 12:30
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Si no se arrepienten perderán aquello que Dios les ha dado. El enemigo pretende que perdamos el fervor del primer amor, ese amor que nos llena cuando recibimos a Cristo en nuestras vidas y nacemos de nuevo.
La recompensa para los que venzan es que Dios les dará del árbol de la vida, ese árbol que Dios no permitió que Adán y Eva comieran después de la caída.
Bendiciones.