los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

9 Noviembre 2007
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La doctrina romanista acerca de la interseción de los santos es una locura. Me explico…

Los santos no son omnicientes ni omnipresentes. No pueden escuchar las millones de oraciones que se le hacen a la vez de todas partes del mundo. ¿Como explican esto los romanistas? Pues bien, ellos explican que aunque los santos no son omnipresentes, ellos reciben características de omnipresencia en virtud a la omnipresencia de Dios a traves de Dios, Espíritu Santo.

Vamos a analizar esto:


Lo que pretenden decir los romanistas es que en el cielo se juega un juego tipo Ping Pong, esto es: Dios en su caracter omnipresente lleva la oración a un santo, el santo entonces se la lleva a María, María se la lleva a Jesús, y Jesús a Dios.

Esto parece una locura pero es lo que enseñan los romanistas.


Por el contrario La biblia dice que el Espíritu Santo es nuestro intercesor, que nos ayuda y nos inspira para que oremos según la voluntad de Dios.

Rom 8:26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;
Rom 8:27 y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.

La biblia enseña que el que obedece la palabra de Dios, Dios le amará y dice “vendremos a el y haremos morada con el” hablando del Espíritu Santo haciendo morada en el creyente, pues dice “el tomará del Padre y tomará de lo de Jesus y os lo hará saber.”

Segun la biblia, el creyente no tiene ninguna necesidad de usar sistemas de comunicación indirecta a traves de mediadores subalternos, pues Dios está en su misma morada en una perfecta communion.

Es una locura establecer que Dios está lejos de nosotros cuando El a prometido estar cerca.

¿No será la actitud de los romanistas un efecto espiritual y sicológico debido a su persepción de que estan lejos de Dios?

Es obvio que se sientan lejos de Dios, pues si analizamos sus doctrinas y sus enseñanzas nos daremos cuenta de que en los romanistas no hay salvación, solo un círculo vicioso de culpa y penitencia que jamás termina para al fin llevarte a un purgatorio, pues no hay fe en la obra expiatoria de Cristo.

Solo existe una fe en que cada persona pagará con sufrimientos el peso del pecado.

Por el contrario la biblia enseña que el peso del pecado solo es igualado y pagado con la sangre de Cristo, y solo disfrutarán de esta redención los que con fe genuina se hacercan a Él.

El que no cree, ya ha sido condenado porque no a creido en la obra del unigénito hijo de Dios.

¿Que es lo que salva al hombre según la biblia? La fe en que Cristo pagó el precio.

Si no tienes fe en que la sangre de Cristo y su muerte es suficiente para pagar tus pecados, y en cambio pretendes presentar tus propios sufrimientos para pagar, pisoteando de esta manera la preciosa sangre de Cristo y cambiándola por tus propios sufrimientos, que en realidad jamás serán suficientes ni comparables al valor que tiene la sangre de nuestro Señor, jamás ni sueñes entrar al reino de los cielos.

El problema de los romanistas es sencillo; ellos no creen que la sangre de Cristo es suficiente para salvarse. A eso se debe toda su locura religiosa.

Desde intercesores que solo establecen obstáculos entre el hombre y Dios hasta las mentiras de escapularios y purgatorios, todo termina en un círculo de engaño que terminará en las puertas del mismo infierno.

Despierten amigos romanistas…

Entiendan que la única alternativa para el ser humano es creer en Jesucristo como único y suficiente Salvador.

El creer que tu sufrimiento pagará lo que la sangre de Cristo por la fe no pudo pagar, solo es un insulto a su sacrificio perfecto y poderoso para limpiar a todo aquel que se acerca a él con fe. Dios te dice atraves del mensaje del evangelio que la paga de tu pecado es tan grande que jamás lo podras pagar pero en su misericordia el envio a su unico hijo amado para que page el precio de tu maldad; solamente lo que tienes que hacer es creer en Él y creer que Él pagó el precio de tu pecado. Entonces los romanistas en su actitud es como si le dijeran a Dios…”no creemos que la sangre de tu hijo sea suficiente para pagar por nuestros pecados,pagaremos nosotros mismos con nuestros sufrimientos”. El que pretende pagar con su propio sufrimiento su pecado solo estará rechasando el regalo inmerecido de Dios. Quien tal haga, jamás saldrá del infierno, se lo aseguro.

Una fe defectuosa jamás producirá obras que sean del agrado de Dios. Tus buenas obras solo serán un intento por pagar el precio de tu salvación debido a la incredulidad en el sacrificio perfecto y suficiente de Jesuscristo.

La única buena obra que Dios exige del hombre es que crea en Jesús y en su sacrificio como suficiente para su salvación. De esta manera nuestras buenas obras serán producto de un corazón agradecido por su salvación ya obtenida y recibida gratuitamente. Entonces estas buenas obras subiran como olór fragante a nuestro Dios.
¿Crees que el sacrificio de Cristo es suficiente para tu salvación?

Seras salvo.

¿No crees que el sacrificio de Cristo es suficiente para tu salvación?

Lamento decirte que por mas que te esfuerzes, mientras sigas pensando así jamás tendrás la salvación. Porque pensar de esta manera solo es el mayor insulto al más y nunca igualado plan de Dios para la salvación de la humanidad.

Solo Cristo salva…cree en Jesucristo y serás salvo.
Autor: Hector Lugo, El Predicador.

[email protected]
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

1 Timoteo 2:5
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

La doctrina romanista acerca de la interseción de los santos es una locura. Me explico…

Los santos no son omnicientes ni omnipresentes. No pueden escuchar las millones de oraciones que se le hacen a la vez de todas partes del mundo. ¿Como explican esto los romanistas? Pues bien, ellos explican que aunque los santos no son omnipresentes, ellos reciben características de omnipresencia en virtud a la omnipresencia de Dios a traves de Dios, Espíritu Santo.

Vamos a analizar esto:


Lo que pretenden decir los romanistas es que en el cielo se juega un juego tipo Ping Pong, esto es: Dios en su caracter omnipresente lleva la oración a un santo, el santo entonces se la lleva a María, María se la lleva a Jesús, y Jesús a Dios.

Esto parece una locura pero es lo que enseñan los romanistas.


Por el contrario La biblia dice que el Espíritu Santo es nuestro intercesor, que nos ayuda y nos inspira para que oremos según la voluntad de Dios.

Rom 8:26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;
Rom 8:27 y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.

La biblia enseña que el que obedece la palabra de Dios, Dios le amará y dice “vendremos a el y haremos morada con el” hablando del Espíritu Santo haciendo morada en el creyente, pues dice “el tomará del Padre y tomará de lo de Jesus y os lo hará saber.”

Segun la biblia, el creyente no tiene ninguna necesidad de usar sistemas de comunicación indirecta a traves de mediadores subalternos, pues Dios está en su misma morada en una perfecta communion.

Es una locura establecer que Dios está lejos de nosotros cuando El a prometido estar cerca.

¿No será la actitud de los romanistas un efecto espiritual y sicológico debido a su persepción de que estan lejos de Dios?

Es obvio que se sientan lejos de Dios, pues si analizamos sus doctrinas y sus enseñanzas nos daremos cuenta de que en los romanistas no hay salvación, solo un círculo vicioso de culpa y penitencia que jamás termina para al fin llevarte a un purgatorio, pues no hay fe en la obra expiatoria de Cristo.

Solo existe una fe en que cada persona pagará con sufrimientos el peso del pecado.

Por el contrario la biblia enseña que el peso del pecado solo es igualado y pagado con la sangre de Cristo, y solo disfrutarán de esta redención los que con fe genuina se hacercan a Él.

El que no cree, ya ha sido condenado porque no a creido en la obra del unigénito hijo de Dios.

¿Que es lo que salva al hombre según la biblia? La fe en que Cristo pagó el precio.

Si no tienes fe en que la sangre de Cristo y su muerte es suficiente para pagar tus pecados, y en cambio pretendes presentar tus propios sufrimientos para pagar, pisoteando de esta manera la preciosa sangre de Cristo y cambiándola por tus propios sufrimientos, que en realidad jamás serán suficientes ni comparables al valor que tiene la sangre de nuestro Señor, jamás ni sueñes entrar al reino de los cielos.

El problema de los romanistas es sencillo; ellos no creen que la sangre de Cristo es suficiente para salvarse. A eso se debe toda su locura religiosa.

Desde intercesores que solo establecen obstáculos entre el hombre y Dios hasta las mentiras de escapularios y purgatorios, todo termina en un círculo de engaño que terminará en las puertas del mismo infierno.

Despierten amigos romanistas…

Entiendan que la única alternativa para el ser humano es creer en Jesucristo como único y suficiente Salvador.

El creer que tu sufrimiento pagará lo que la sangre de Cristo por la fe no pudo pagar, solo es un insulto a su sacrificio perfecto y poderoso para limpiar a todo aquel que se acerca a él con fe. Dios te dice atraves del mensaje del evangelio que la paga de tu pecado es tan grande que jamás lo podras pagar pero en su misericordia el envio a su unico hijo amado para que page el precio de tu maldad; solamente lo que tienes que hacer es creer en Él y creer que Él pagó el precio de tu pecado. Entonces los romanistas en su actitud es como si le dijeran a Dios…”no creemos que la sangre de tu hijo sea suficiente para pagar por nuestros pecados,pagaremos nosotros mismos con nuestros sufrimientos”. El que pretende pagar con su propio sufrimiento su pecado solo estará rechasando el regalo inmerecido de Dios. Quien tal haga, jamás saldrá del infierno, se lo aseguro.

Una fe defectuosa jamás producirá obras que sean del agrado de Dios. Tus buenas obras solo serán un intento por pagar el precio de tu salvación debido a la incredulidad en el sacrificio perfecto y suficiente de Jesuscristo.

La única buena obra que Dios exige del hombre es que crea en Jesús y en su sacrificio como suficiente para su salvación. De esta manera nuestras buenas obras serán producto de un corazón agradecido por su salvación ya obtenida y recibida gratuitamente. Entonces estas buenas obras subiran como olór fragante a nuestro Dios.
¿Crees que el sacrificio de Cristo es suficiente para tu salvación?

Seras salvo.

¿No crees que el sacrificio de Cristo es suficiente para tu salvación?

Lamento decirte que por mas que te esfuerzes, mientras sigas pensando así jamás tendrás la salvación. Porque pensar de esta manera solo es el mayor insulto al más y nunca igualado plan de Dios para la salvación de la humanidad.

Solo Cristo salva…cree en Jesucristo y serás salvo.
Autor: Hector Lugo, El Predicador.

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solo cristo salva
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

El ping-pong del que hablas ilustra muy bien como se trafica en el cielo con las oraciones de los cristianos.

Afligiendo a la Cristiandad con esa impiedad de la intercesión de los santos, han conseguido no sólo no facilitar de ningún modo que los fieles consigan lo que pidan, sino que los han arrojado de nuevo a la idolatría y al contra-actualismo de la religión pagana.

No les bastó con saciar la idolatría del pueblo cristiano con un sin fin de santos, sino que a éstos los especializaron, y para que cada gremio, cada persona tuviese algo inmediato a lo que rezar, los hicieron patrones de los conductores, de los médicos, del maiz, las patatas y del vino. Para todos los gustos y necesidades tienen santos que les auxilien. Para el dolor de la garganta, para los pies, para el despecho del amor, incluso para los animales de carga y tiro.

De todas estas cosas han hecho poco de Dios y de su soberanía. El cristiano con semejante panteón de santos, ya sólo encuentra a Dios cuando no sabe el nombre del santo o cuando en la desesperación se despierta en su ánimo la verdadera y pura piedad cristiana.
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

ajaaahhhh
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Ahora --- vamos a quedarnos EN LA VERDAD... vale?!!
La Iglesia Católica nunca ha exigido la veneración a los Santos.

La intercesión de los santos es real y realmente fuerte ya que ellos viven la gloria de estar con Jesucristo en el Cielo, y seguimos a Pablo cuando dice: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres” 1 Tim 2:1.

Los católicos honran y veneran a los santos, pero no los adoran. Tener esculturas e imágenes en su honor no es más idolatría que tener fotografías de nuestros seres queridos. Rezarles y pedir su ayuda no es más idolatría que la práctica de una viuda o un viudo que hablan en voz alta con su cónyuge fallecido al pie de su tumba. Esa “tal nube de testigos” son ejemplos de inspiración para nuestras vidas y seguir en nuestra lucha por conseguir la santidad: “...imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” Hbr 6:12.
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Intercesión de los Santos



El principal problema sobre este tema radica en comprender la mediación de los santos entre Dios y los hombres. El pasaje que provoca más discordia es 1 Tim 2:5 que muchos han mal interpretado. El versículo dice así: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Al simplemente leerlo cualquiera diría que tienen razón y que no cabe duda alguna de que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres. La Biblia no se equivoca y sabemos que Dios mismo inspiró a Pablo a decir eso, así que es verdad, pero Pablo dijo “Jesucristo hombre” (ya Pablo sabía que Jesús también era Dios, por eso aclaró que era Jesucristo como hombre al que se refiere en este versículo), porque fue como hombre que pudo realizar esa mediación, y realizar su Nueva Alianza, ya que ni Adán, ni Noé, ni Abraham, ni Moisés, ni David pudieron sostenerla, siempre que Dios hacía una nueva alianza para restaurar su vínculo con los hombres, estos decidían pecar y romperla. Dios se mantuvo constantemente fiel, pero no así ni Adán, ni Noé, ni Abraham, ni Moisés, ni David; tuvo que ser Jesucristo hombre, porque se requería que fuera un hombre tan sin pecado y tan constantemente como Dios mismo.

1 Timoteo 2:5
El término “mediador”, aparte de este versículo, se aplica también a Jesucristo en Heb 8:6 “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.”; 9:15 “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.” y 12:24 “a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.”, o sea es un término que sobre todo está junto a “alianza” o “pacto”: Jesucristo es el mediador del Nuevo Pacto, de la Nueva Alianza.
Podemos observar cómo se le designa al que interviene en las alianzas como “mediador”, y lo vemos en el siguiente ejemplo de Moisés: “Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.” Ga 3:19
Jesús es muchísimo mejor mediador que los anteriores, así que Él es nuestro nuevo Adán ( “No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.” Romanos 5:14), nuestro nuevo Noé ( “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.” Lc 17:26), nuestro nuevo Moisés ( “...Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. [...] Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo como hijo sobre su casa...” Hbr 3:1-6 y “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” Juan 1:17), y es nuestro nuevo David (Hch 2:25-35).
Recalcamos de nuevo que Pablo al hablar de Cristo Jesús utiliza la palabra “hombre”. Cabe señalar primero que los católicos y la mayoría de los no-católicos coincidimos sobre este texto en que Pablo reafirma que Jesús es verdadero hombre y no solamente un mediador. Jesucristo ejerce ese poder de “mediador” esencialmente como hombre, pues es como hombre que va a la muerte y paga a Dios el precio de nuestra redención, pero en su condicion divina tambien Jesus es Sumo Sacerdote Eterno que ejerce la Mediación de la Alianza que El procura, es por eso que es Mediador por excelencia y superior a todo mediador, testador o Sumo Sacerdote anterior, es por eso que es importante deslindar dos terminos precisos, el de Mediador y el de Intercesor…tanto la Mediación como la Intercesión de Jesus tiene que ver con la Alianza y no con portador de oraciones o peticiones personales, pero sigamos con el tema: Está claro que únicamente porque también era Dios pudo dar a su muerte un valor infinito, y, por consiguiente, es en su condición de hombre-Dios como le corresponde el título de “mediador” único. El pecado es un problema humano que debía resolverse a favor de la humanidad solamente mediante un ser humano. Es como hombre que Jesucristo tiene la capacidad de ser el mediador para el hombre; porque el pecado vino de la desobediencia del ser humano así que el único que puede redimirlo deberá ser humano.
Esto lo confirmamos en el siguiente versículo: v.6 “el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”. Dio su vida, como mediador, para expiar a todos los hombres (humanidad), que había caído en la muerte. “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mc 10:45.
El que San Pablo nos diga que hay “un solo mediador”, que es Jesucristo, no quita la mediación de los santos y ángeles, y especialmente la de la Virgen María, ya que esa mediación de los santos involucra la mediación de Jesucristo.
En Él se unen el cielo y la tierra. En Él se funde Dios con el hombre.

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Esta es la mediación de Jesucristo, la mediación de la redención y salvación. Ni tan siquiera los ángeles podían reconciliarnos con el Padre. Por este motivo Pablo dice que Cristo era el único que podría sacrificarse por nuestros pecados.

Jesús es el único cuya intercesión delante del Padre puede salvarnos. La Virgen María, los santos en el cielo, los ángeles, interceden por los hombres en virtud a su unión con Jesús por la que son parte de su Cuerpo Místico. Debido a que en el cielo ellos están más estrechamente unidos con Jesús, afirman a toda la Iglesia en la santidad... no dejan de interceder por nosotros ante Dios.

Así que este pasaje no tiene nada que ver con la intercesión comunitaria entre nosotros y los santos. Una cosa es la mediación de la Nueva Alianza y otra el orar mutuamente o con los que están ya en la presencia del Señor.

El concepto
El término "mediación" puede entenderse de dos formas:
1. Explico la primera con un ejemplo: Un niño lanza una piedra y rompe el vidrio de una casa; el niño no cuenta con los medios para pagar el vidrio, por lo que el papá tiene que pagarle al dueño de la casa por el daño que el niño hizo. Jesucristo pagó por nuestros pecados, dando su vida y salvándonos. Nadie puede pagar o hacer lo que hizo Jesús en la cruz; porque como se dijo antes se requería que fuera un hombre tan sin pecado y tan constantemente como Dios mismo.
2. La otra mediación se da cuando alguien actúa como medio entre la persona que necesita ayuda y la que puede darla. Ejemplo: Una pareja de novios va por la calle; se le acerca un niño muy pobre a la novia y le dice: - ¿Puede regalarme algo de comer?, no he comido -. A la novia se le conmueve el corazón y le dice a su novio: - Amor, cómprale algo de comer y dáselo -. El novio por amor a su novia toma su petición y la cumple.
Para entender mejor el concepto de mediación, referimos el término al siguiente texto:

"El que Cristo sea el único mediador no significa que haya terminado el papel de los hombres en la historia de la salvación. La mediación de Jesús reviste acá abajo signos sensibles: son los hombres, a los que Jesús confía una función para con su Iglesia; incluso en la vida eterna asocia Jesucristo, en cierta manera, a su mediación los miembros de su cuerpo que han entrado en la gloria. (...) Los que desempeñan no son, propiamente hablando, intermediarios humanos con una misión idéntica a la que tuvieron los mediadores del AT; no añaden una nueva mediación a la del único mediador: no son sino los medios concretos utilizados por éste para llegar a los hombres." (Leon-Dufour, Vocabulario de Teología Bíblica)
Entonces la función mediadora de Jesucristo en el Nuevo Testamento se le atribuye al hombre Jesús, específicamente a su ofrecimiento por los hombres. Esta función la ha recibido de Dios, de su Padre: 2 Co 5:18-21 “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Ejerce luego esta función de trascendencia universal porque en su humanidad es el Hijo mismo de Dios, que cumplió la Ley y hace a los hombres capaces de cumplirla (cf. Rom 8:3).
Jesús es nuestro Salvador y "nadie más que él puede salvarnos" (Hechos 4:12). Sin embargo, Jesús ha elegido actuar a través de Su Iglesia y no hay motivos para creer que los cristianos no puedan ya auxiliar y orar por sus hermanos y hermanas en la tierra una vez que ellos estén en el Cielo. Más bien, a causa del amor perfecto que existe en el Cielo, los santos presumiblemente tendrán mejor disposición y tendrán más capacidad de interceder por otros que cuando estaban en la tierra. Al venerar a los santos, alabamos a Dios que los creó; debemos pedir sus oraciones, como pedimos a nuestros hermanos cristianos en la tierra que oren por nosotros.
¿Los santos nos escuchan?

En términos físicos, el cielo no es un "lugar" que ocupa un espacio; el cielo trasciende esta definición. Se intuye entonces que, si el cielo no ocupa un espacio, el cielo no tiene límites. El cielo es el estado del alma en el que esta alma se encuentra eternamente ante la presencia de Dios. Más sencillamente: quien está en el cielo, está con y en Dios.

El cielo:
En el lenguaje sencillo el Cielo es el lugar en donde mora Dios y en el cual Dios introduce a los que se salvan; salva al alma sin el cuerpo después de la muerte, y con el cuerpo resucitado después de la Parusía (segunda venida de Cristo).
A esta representación del cielo como la morada de Dios, se adiciona la de un lugar al que también los creyentes pueden, por gracia, ascender; como muestran las historias de Enoc (cf. Gn 5:24) y Elías (cf. 2 R 2:11). Así que, el cielo es una figura de la vida en Dios; llegar al cielo es llegar a Dios, vivir con Dios y participar de su plenitud de vida. En ese sentido vemos que Jesús habla de una "recompensa en los cielos" (Mt 5:12 “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”) y pide que "amontonemos tesoros en el cielo" (Mt 6:20 “sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.”; cf. 19, 21).
En el ámbito de la Revelación sabemos que el "cielo" no es algo abstracto, ni tampoco un lugar físico en medio de las nubes, sino una relación personal y activa con la Santísima Trinidad.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que: “por su muerte y su resurrección, Jesucristo nos ha "abierto" el cielo. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo, que asocia a su glorificación celestial a quienes han creído en él y han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a él” (n. 1026).
Los santos (o justos) han dejado atrás la angustia de la muerte; y de ellos Juan nos dice: "Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos." Apoc 7:13-17.
Por lo tanto cuando decimos que Dios está en el cielo queremos decir que es distinto de la tierra, que está elevado sobre esta. Cuando decimos “cielo” estamos designando el modo de existir de Dios. Por eso Mateo se refiere al Reino de Dios como Reino de los Cielos.
Si Dios es omnipresente, el cielo no es un determinado lugar de la creación. El cielo está donde está Dios y puede estar en todas partes.
La unión fraternal en el cielo:
El banquete que usa Jesús como símbolo de la comunidad con Dios (Mt 22:2; Lc 22:29; Mt 8:11-12; Mt 5:6) es de alegría, con amigos, es un banquete nupcial. El banquete de bodas es una fiesta magnífica en la vida del hombre sencillo, ya que se da mucha comida (Mt 22:4) y vino hasta saciarse (Jn 2:1-11) y se reúnen los invitados, vestidos de túnica nueva (Mt. 22:11). Así es como están los justos.

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El mismo Jesús anuncia que el destino final del hombre es un estar con Él. Les da consuelo a sus discípulos diciéndoles que va a prepararles un lugar para que donde Él esté, estén también los suyos: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Jn 14:2-3. Ahí están los santos con los apóstoles. Vemos que la frase “«para que donde yo estoy, vosotros también estéis»” la podemos correlacionar con lo que también dijo en Jn 17:24: “«Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.»” La meta final consiste en la eterna comunión con Cristo, en estar con Jesús junto a Dios. Es una promesa que hizo Jesús, así que nunca podríamos dudar de ella. Esteban lo sabía por eso dijo: “...Señor Jesús, recibe mi espíritu” mientras lo apedreaban (Hch 7:59).
Pablo mismo nos dice: “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.” Flp 1:23-24, el enemigo del hombre es la muerte pero es a la vez el tránsito hacia esa plena comunión con Cristo; y “Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros” 2 Co 13:4.
El cielo es una patria, nuestra futura patria: “Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad” Heb 11:14-16 y “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor... pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.” 2 Co 5:6,8. Ciudadanos del cielo: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” Filp 3:20 (cf. Ef 2:12-19 y Gal 4:26).

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El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice (956): “Por el hecho que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad... no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra... Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad.

Únicamente Dios es omnipresente, y jamás diremos lo contrario, pero eso no implica que los santos que están en el cielo no nos escuchen, y lo demostramos con las Sagradas Escrituras también: “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” Lc 15:10. ¡Los ángeles se dan cuenta de todo lo que pasa aquí! ¿Son ellos omnipresentes? Por supuesto que no, pero al estar en Dios, pueden darse cuenta por “la gracia” de lo que pasa en nuestro mundo terrenal.

Dirán muchos que no quieren ver - Pero es que son ángeles, no santos -. Pero: “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.” Mt 22:30

¡Seremos como los ángeles en el Cielo! Así que, nos daremos cuenta de lo que pase aquí también, y si a esto le añadimos: Y si se nos dice en la Biblia que los ángeles están para ayudarnos ¿Por qué los santos no?

Apocalipsis nos dice: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.” 6:9-11.

Dios nos creo a su imagen y semejanza pero el ser semejante a Dios no es ser Dios, pero sí supone el participar, de una u otra forma, de sus atributos, como lo encontramos en la Biblia. Cuando Adán y Eva tomaron del fruto prohibido dijo Dios: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” Gn 3:22. Vemos también que Dios sacó al hombre del paraíso para que no tomara también del árbol de la vida, pero los que ya han vencido y son santos, han probado de ese árbol: “...Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.” Ap 2:7 Por lo que, la condición de los santos en el cielo es mucho más perfecta que la de Adán, de quien Dios (no Satanás) llegó a decir “es como uno de nosotros”.

El ser partícipe de la naturaleza divina no nos convierte en dioses por naturaleza porque participar en ese algo no implica llegar al nivel del estado de ese algo. El que participa de esa naturaleza divina, participa también de sus atributos. Con esto afirmamos en especial que los que ya están en la presencia de Dios pueden participar de Su naturaleza, ya que ellos han sido purificados de todo pecado porque nada impuro entra en la presencia de Dios. Por eso podemos recudir a ellos y pedirles que oren por nosotros. Su plena santidad y su participación de la naturaleza divina está fuera de toda duda, ya que no están en "este cuerpo de muerte" (Rom 7:24).

De las objeciones a esta participación divina muchos nos muestran el siguiente pasaje: “Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.” Eclesiastés 9:4-6. Aluden a que ya muertos no se enteran de nada, pero anteriormente hemos demostrado que si nos escuchan, y sobre este pasaje aclaramos que el autor sagrado está hablando de sus cuerpos y no del alma, como él mismo lo aclara más adelante: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento... y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.” Eclesiastés 12:1,7.

Eclesiastés 9:4-6
Mientras uno vive (tiempo terrenal), por más mal que le vaya en la tierra, siempre queda una esperanza de conseguir, mediante el arduo trabajo, días mejores, más felices y más prósperos. Pero como cristianos sabemos que nuestras miserias es el bien más apetecible para el hombre. Para entender el mensaje del autor sagrado recordamos que el perro era un animal impuro (1 Sam 17:43; 2 Sam 3:8; 9:8; 16:9; Mt 15:26; Ap 22:15), objeto de desprecio para los orientales, y que el león era símbolo de la fuerza, era el animal más noble de todos los animales (Gen 49:9; Is 38:13; Lam 3:10; Os 13:7; Sant 10:6). El sentido es que es preferible ser el último y más indigno de los animales estando vivo, que el mejor y más querido de todos ellos estando muerto.
El v.5 sigue bajo la misma línea, que puede producir falsas interpretaciones si no se tiene en cuenta todo el contexto de la frase. Los vivos están concientes que han de morir, es decir, viven todavía y pueden deleitarse de los bienes y tranquilidad que Dios les otorga en esta vida, tan añorada por más que esté llena de miserias, mientras que los muertos ya nada saben; para los sabios, el saber, el conocer, es la más noble manifestación de la vida; no tienen más paga, despojados como están de toda actividad y trabajo que pudiera merecer salario; más aún, al pasar del tiempo, ni memoria queda de ellos entre los vivos, de modo que ya no cuentan para nada, lo que constituye para el autor sagrado gran desencanto (1:11; 2:16). San Jerónimo nos hace reflexionar: “Los vivientes, ante el temor de la muerte, pueden realizar buenas obras; los muertos, en cambio, nada pueden añadir a lo que se llevaron al despedirse de la vida. Ya no hay para los muertos tiempo en el que puedan merecer y conseguir el premio”. El v.6 nos da la clave para interpretar los versículos precedentes, hay que recordar que los afectos y más fuertes pasiones cesan en su actividad en el momento de la muerte, que quebranta toda relación con este mundo visible “debajo del sol”.

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Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.” Mt 22:32 y antes había dicho Jesús: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Mt 10:28. El cuerpo fue creado para el alma y no el alma para el cuerpo; la salvación es para el alma.

Jesús nos presentó la parábola de Lázaro y el hombre rico. El rico ya muerto dice: “Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos” Lc 16:27-28 ¿Cómo es que el rico recuerda que tiene hermanos y que tiene una casa si los muertos no saben nada? Es una parábola, pero no por eso es falso lo que se dice. Jesús no nos enseñaría algo que pudiera confundirnos si no fuera verdad. Jesús recurre a parábolas para predicar, no a fábulas, por lo que los sucesos están basados en hechos reales.

Hemos de notar que en el culto a los santos es ensalzado un hombre por amor a la gloria de Dios de la que este hombre participa, que supera todo honor humano y sólo es aprehensible por la fe.

Resumámoslo en una analogía: Dios es como el mar, cada uno de nosotros somos como gotas de lluvia que caen. Al caer en el mar ya no somos la gota individual, sino que nos fundimos en Dios y ahora somos parte de Él, por eso al pedir la intercesión de los santos, pedimos a aquellos que ya son plenamente en Dios, con Dios y para Dios, por eso pueden oírnos y por eso su intercesión tiene mucho poder, porque lo hacen en el Nombre de Jesucristo.
No hay otro camino de oración cristiana que Cristo. Sea comunitaria o individual, vocal o interior, nuestra oración no tiene acceso al Padre más que si oramos "en el Nombre" de Jesús. La santa humanidad de Jesús es, pues, el camino por el que el Espíritu Santo nos enseña a orar a Dios nuestro Padre.” CIC No.2664.

 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Ademas... debido a que estamos en COMUNION con todos QUE VIVEN ...cuando vamos a la Eucaristía - en el cielo y la tierra...
es igual para nosotros pedir un hermano/a que vive que ore por nosotros que pedir uno que vive ante la cara de Cristo en el cielo --- PERO la diferencia entre lo primero y lo segundo esta en el hecho que nosotros NO SABEMOS cuando pedimos alguien aquí entre nosotros en la tierra si esa persona es alguien a quien Cristo escucha o no --- en cambio --- los que ya están en el Cielo y ante la Cara de Cristo --- esos sabemos que sus oraciones serán escuchados!

eso es difícil de entender para alguien quien no: 1 - participa en la Comunión de los Santos = la Eucaristía porque no es parte de la Iglesia, 2 - no tiene acceso por tanto a toda LA VERDAD del Credo apostólico que dice:
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Ademas... debido a que estamos en COMUNION con todos QUE VIVEN ...cuando vamos a la Eucaristía - en el cielo y la tierra...
es igual para nosotros pedir un hermano/a que vive que ore por nosotros que pedir uno que vive ante la cara de Cristo en el cielo --- PERO la diferencia entre lo primero y lo segundo esta en el hecho que nosotros NO SABEMOS cuando pedimos alguien aquí entre nosotros en la tierra si esa persona es alguien a quien Cristo escucha o no --- en cambio --- los que ya están en el Cielo y ante la Cara de Cristo --- esos sabemos que sus oraciones serán escuchados!

eso es difícil de entender para alguien quien no: 1 - participa en la Comunión de los Santos = la Eucaristía porque no es parte de la Iglesia, 2 - no tiene acceso por tanto a toda LA VERDAD del Credo apostólico que dice:
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.


Juan 9 30Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos. 31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye. 32 Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento.…
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Ahora --- vamos a quedarnos EN LA VERDAD... vale?!!
La Iglesia Católica nunca ha exigido la veneración a los Santos.

La intercesión de los santos es real y realmente fuerte ya que ellos viven la gloria de estar con Jesucristo en el Cielo, y seguimos a Pablo cuando dice: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres” 1 Tim 2:1.

Los católicos honran y veneran a los santos, pero no los adoran. Tener esculturas e imágenes en su honor no es más idolatría que tener fotografías de nuestros seres queridos. Rezarles y pedir su ayuda no es más idolatría que la práctica de una viuda o un viudo que hablan en voz alta con su cónyuge fallecido al pie de su tumba. Esa “tal nube de testigos” son ejemplos de inspiración para nuestras vidas y seguir en nuestra lucha por conseguir la santidad: “...imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” Hbr 6:12.

porque mochaste el texto? pegalo hasta el ver 5
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Juan 9 30Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos. 31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye. 32 Desde el principio jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento.…

un c ristiano es en quien el Espiritu de Cristo habita en el , es un santo y sacerdote de Dios lim pio por la sangre aunque no sea perfecto ,

eres cristiana?? no nesecitas palanca de nadie , ,,, Dios te oye directamente en Cristo nuestro salvador redentor y senor .
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

un c ristiano es en quien el Espiritu de Cristo habita en el , es un santo y sacerdote de Dios lim pio por la sangre aunque no sea perfecto ,

eres cristiana?? no nesecitas palanca de nadie , ,,, Dios te oye directamente en Cristo nuestro salvador redentor y senor .


cariño --- necesito ayuda de todos todo el tiempo ya que no me valgo sola en nada... y cuando oro se que necesito ser "dos" y suelo pedir nuestra Madre - la Mama de nuestro Salvador Cristo - que ore conmigo.

para que así pueda cumplir con lo Escrito: donde dos están unidos en mi nombre .... (ya sabes)... ya que suelo orar en casa a solas!
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Que curiosa interpretación tienen los protestantes y neoprotestantes de la Gloria Celestial. Incluso allá, para ellos, existe el Espacio y el Tiempo de manera constante. Y nosotros los cristianos creyendo que la Eternidad se trata de eso, Eternidad. Sin tiempo. Sin espacio. Llena de Dios y su Gloria. Santidad y Orden Perfecto.

Pax.
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion


No tardan en llegar los católicos romanos con su ya clásico

Si, pero no

o el también ya clásico

No, pero si

Jajaja...ya veras
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

No tardan en llegar los católicos romanos con su ya clásico

Si, pero no

o el también ya clásico

No, pero si

Jajaja...ya veras

Upsss, perdón.

...ya habían llegado.

:big_grin:
 
Re: los romanistas ,la intersesion de los santos y la salvacion

Con los santos dormidos, ¿cómo es que van a interceder? el Culto mariano a los santos, la lectura del Tarot y los Horóscopos junto con la santería Yuruba y el Vudú es eso... pura vida a los malos espíritus donde los católicos figuran primero.