Me he dado cuenta en todos estos años, que la causa principal de la división doctrinal en la iglesia de Jesucristo, es que los fundadores de las diferentes denominaciones han fallado en identificar el cuerpo de enseñanzas que define la doctrina cristiana. Si esto hiciéramos, todos estaríamos hablando una misma cosa como nos pide el Señor.
10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. (1Cor.1:10)
La división que los judaizantes crearon en la iglesia de Corinto, es prototipo de la división en la que ha permanecido la iglesia desde entonces.
¿Hay solución para esta división?, Por supuesto que la hay. La solución se encuentra en el mismo cuerpo de enseñanzas que se le dio al encargado de ejercer el magisterio en la iglesia. Me refiero al apóstol Pablo. Si alguien tiene problemas con aceptar el magisterio de Pablo en la iglesia, tiene que resolverlo con el que le dio el magisterio, me refiero a Dios mismo.
En este asunto, lo principal es la honestidad y la imparcialidad. Si procedemos con honestidad sin partidismos, tenemos que aceptar que los demás escritores del NT, aunque tienen muchas cosas buenas que aportar sobre Jesucristo, a ninguno de ellos se les dio el ministerio de apóstol y maestro de los gentiles.
Tomando en cuenta esta realidad, y por qué no, esta verdad; tenemos dos alternativas: aceptar el ministerio de Pablo como maestro y apóstol de los gentiles, y de esta forma lograr la unidad doctrinal en la iglesia, o no aceptarlo y buscarnos un sustituto para este ministerio. Que es en esencia lo que han hecho todas las denominaciones, por eso estamos divididos por vientos de doctrinas extrañas.
No es asunto de partidismos para decir: Yo soy de Pablo, o de Jesús de Nazaret, o de Pedro; o peor aun: del papa, de José Smith, etc. etc. y muchos más etc...
Dos fundamentos.
El apóstol a los gentiles, da la solución al problema de los partidismos en la iglesia al decir:
10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye, 11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo. 12 Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja, 13 su obra se mostrará tal cual es,.... (1Cor.3:10)
Pablo aquí aclara, que Jesucristo es el cimiento sobre el cual indefectiblemente se edificará el edificio, es imposible edificar sobre otro cimiento, por la sencilla razón de que no hay otro. En esto no hay problemas, donde surge el problema es en el otro fundamento, es decir, en las enseñanzas que Pablo impartió en la iglesia de Corinto sobre Jesucristo. Este fundamento si hay que defenderlo porque otros pueden ( y de hecho lo hicieron) impartirle a la iglesia, enseñanzas (fundamentos) disímiles a las que Pablo estableció en Corinto.
Investigue el significado de la palabra –fundamento- para que se de cuenta los dos usos que Pablo le da en este pasaje.
Veamos otra traducción:
Or, to put it another way, you are God's house. Using the gift God gave me as a good architect, I designed blueprints; Apollos is putting up the walls. Let each carpenter who comes on the job take care to build on the foundation! Remember, there is only one foundation, the one already laid: Jesus Christ. Take particular care in picking out your building materials. Eventually there is going to be an inspection. If you use cheap or inferior materials, you'll be found out. The inspection will be thorough and rigorous. You won't get by with a thing. If your work passes inspection, fine; if it doesn't, your part of the building will be torn out and started over. But you won't be torn out; you'll survive—but just barely. (The Message)
Intentaré traducir lo anterior:
Para poner el asunto de otra manera, ustedes son la casa de Dios. Usando el don que Dios me ha dado como buen arquitecto, Yo diseñé los planos del proyecto, y Apolos está poniendo las paredes. Cada carpintero que venga a la obra, debe tener cuidado de construir sobre el cimiento. Recuerden, solo hay un cimiento, el que ya ha sido puesto: Jesucristo. Tomen particular cuidado en escoger los materiales de construcción, pues eventualmente habrá una inspección. Si ustedes usan materiales baratos o de inferior calidad, los van a descubrir, pues la inspección será completa y rigurosa. No les van a dejar pasar ni una sola falta. Si tu trabajo pasa la inspección, bien; si no pasa, la parte del edificio que construiste, te la van a derrumbar y tendrás que comenzar de nuevo. Sin embargo, tú no vas a sufrir daño físico, tú vas a sobrevivir el derrumbe, pero te escaparas por un pelo. (Leal)
Esta analogía aclara de manera magistral cual es el orden; y los hermanos que trabajan en al negocio de la construcción, entenderán esto más rápido. El Señor es el contratista general y el apóstol Pablo es el arquitecto principal de la obra, el que diseñó el plano por el cual se deben regir los constructores.
¿Se atrevería usted, como carpintero subcontratado, a levantar una pared en cualquier parte del edificio sin consultar los planos del arquitecto?
¡Ay, Padre, cuantos tendrán que comenzar de nuevo!, o mejor dicho: ¿Cuántos tendrán el valor para comenzar de nuevo? Y cuantos seguirán dando coces contra el aguijón, por no dar su brazo a torcer.
La única manera de que todos lleguemos a hablar una misma cosa, es que todos nos sentemos en la cátedra del apóstol de Jesucristo a los gentiles.
¿Por qué no respetar lo establecido por Dios para esta nueva dispensacion?
Saludos,
Leal
10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. (1Cor.1:10)
La división que los judaizantes crearon en la iglesia de Corinto, es prototipo de la división en la que ha permanecido la iglesia desde entonces.
¿Hay solución para esta división?, Por supuesto que la hay. La solución se encuentra en el mismo cuerpo de enseñanzas que se le dio al encargado de ejercer el magisterio en la iglesia. Me refiero al apóstol Pablo. Si alguien tiene problemas con aceptar el magisterio de Pablo en la iglesia, tiene que resolverlo con el que le dio el magisterio, me refiero a Dios mismo.
En este asunto, lo principal es la honestidad y la imparcialidad. Si procedemos con honestidad sin partidismos, tenemos que aceptar que los demás escritores del NT, aunque tienen muchas cosas buenas que aportar sobre Jesucristo, a ninguno de ellos se les dio el ministerio de apóstol y maestro de los gentiles.
Tomando en cuenta esta realidad, y por qué no, esta verdad; tenemos dos alternativas: aceptar el ministerio de Pablo como maestro y apóstol de los gentiles, y de esta forma lograr la unidad doctrinal en la iglesia, o no aceptarlo y buscarnos un sustituto para este ministerio. Que es en esencia lo que han hecho todas las denominaciones, por eso estamos divididos por vientos de doctrinas extrañas.
No es asunto de partidismos para decir: Yo soy de Pablo, o de Jesús de Nazaret, o de Pedro; o peor aun: del papa, de José Smith, etc. etc. y muchos más etc...
Dos fundamentos.
El apóstol a los gentiles, da la solución al problema de los partidismos en la iglesia al decir:
10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye, 11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo. 12 Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja, 13 su obra se mostrará tal cual es,.... (1Cor.3:10)
Pablo aquí aclara, que Jesucristo es el cimiento sobre el cual indefectiblemente se edificará el edificio, es imposible edificar sobre otro cimiento, por la sencilla razón de que no hay otro. En esto no hay problemas, donde surge el problema es en el otro fundamento, es decir, en las enseñanzas que Pablo impartió en la iglesia de Corinto sobre Jesucristo. Este fundamento si hay que defenderlo porque otros pueden ( y de hecho lo hicieron) impartirle a la iglesia, enseñanzas (fundamentos) disímiles a las que Pablo estableció en Corinto.
Investigue el significado de la palabra –fundamento- para que se de cuenta los dos usos que Pablo le da en este pasaje.
Veamos otra traducción:
Or, to put it another way, you are God's house. Using the gift God gave me as a good architect, I designed blueprints; Apollos is putting up the walls. Let each carpenter who comes on the job take care to build on the foundation! Remember, there is only one foundation, the one already laid: Jesus Christ. Take particular care in picking out your building materials. Eventually there is going to be an inspection. If you use cheap or inferior materials, you'll be found out. The inspection will be thorough and rigorous. You won't get by with a thing. If your work passes inspection, fine; if it doesn't, your part of the building will be torn out and started over. But you won't be torn out; you'll survive—but just barely. (The Message)
Intentaré traducir lo anterior:
Para poner el asunto de otra manera, ustedes son la casa de Dios. Usando el don que Dios me ha dado como buen arquitecto, Yo diseñé los planos del proyecto, y Apolos está poniendo las paredes. Cada carpintero que venga a la obra, debe tener cuidado de construir sobre el cimiento. Recuerden, solo hay un cimiento, el que ya ha sido puesto: Jesucristo. Tomen particular cuidado en escoger los materiales de construcción, pues eventualmente habrá una inspección. Si ustedes usan materiales baratos o de inferior calidad, los van a descubrir, pues la inspección será completa y rigurosa. No les van a dejar pasar ni una sola falta. Si tu trabajo pasa la inspección, bien; si no pasa, la parte del edificio que construiste, te la van a derrumbar y tendrás que comenzar de nuevo. Sin embargo, tú no vas a sufrir daño físico, tú vas a sobrevivir el derrumbe, pero te escaparas por un pelo. (Leal)
Esta analogía aclara de manera magistral cual es el orden; y los hermanos que trabajan en al negocio de la construcción, entenderán esto más rápido. El Señor es el contratista general y el apóstol Pablo es el arquitecto principal de la obra, el que diseñó el plano por el cual se deben regir los constructores.
¿Se atrevería usted, como carpintero subcontratado, a levantar una pared en cualquier parte del edificio sin consultar los planos del arquitecto?
¡Ay, Padre, cuantos tendrán que comenzar de nuevo!, o mejor dicho: ¿Cuántos tendrán el valor para comenzar de nuevo? Y cuantos seguirán dando coces contra el aguijón, por no dar su brazo a torcer.
La única manera de que todos lleguemos a hablar una misma cosa, es que todos nos sentemos en la cátedra del apóstol de Jesucristo a los gentiles.
¿Por qué no respetar lo establecido por Dios para esta nueva dispensacion?
Saludos,
Leal