Hola Miniyo, un gusto leerte.
Yo en un tiempo veía estos pasajes así como tú lo acabas de plantear, pero un hermano me sugirió que revisara estos versos a la luz del contexto histórico-cultural; así lo hice y me di cuenta que estos versos no se deben aplicar a la iglesia en general.
Para comenzar, no hay que perder de vista que la carta a los hebreos, aunque contiene elementos de fe común, fue dirigida a un sector especifico dentro de la comunidad hebrea, para abordar una citación especifica.
Analizando la carta, podemos ver el énfasis que el autor hace en comparar los dos pactos y en resaltar que en esta comparación el Nuevo Pacto es mejor que el antiguo en todo.
Ya sabes que la palabra clave en la carta es precisamente esta: Mejor. Mejor pacto, mejor sacrificio, mejores promesas, mejor sacerdocio.
Para ti y para mí, esta parte de la carta seria innecesaria, pues nosotros no dudamos que el nuevo pacto es mejor en todo aspecto que el antiguo pacto. Tampoco ni a ti ni a mi, se nos ocurriría ir al templo de Jerusalén a ofrecer sacrificios de animales conforme a la ley.
¿Entonces por qué esta advertencia? ¿Por qué el autor tiene que aclararles a estas personas que el sacrificio de Cristo fue mejor y definitivo?. Nosotros no necesitamos esa aclaración.
Estas personas fueron iluminadas, gustaron del don celestial y fuero hechas participes del Espíritu. ¿El autor nos está diciendo que estas personas ya eran nuevas criaturas y que tenían el Espíritu morando en ellas como arrabon?, No.
Presta atención a las palabras <iluminadas> <gustaron> y a la frase: fueron hechos participes. Más adelante, si es necesario, podemos detenernos un poco en ellas.
Por ahora vayamos por encima. Estas personas se le dio testimonio interno de que aquellas cosas que habían escuchado referente del evangelio, eran ciertas (fueron iluminadas). A estas personas se les dio a probar del pastel (no le dieron todo el pastel, solo una probadita). Estas personas participaron con el Espíritu en el sentido de dar y recibir, es decir, en el proceso de darle a aprobar los poderes del siglo venidero. Aquí no está diciendo que estas personas eran templos del Espíritu Santo.
En esta condición, y debido a la persecución que conllevaba el ser hebreo y renunciar a Moisés para aceptar a Cristo, estaban en peligro de retroceder al sistema de sacrificios del AT. Recuerda que no era cosa fácil ser judío-cristiano en aquellos días. Según la ley, a los judíos que apostataban de Moisés o que promovieran otra cosa que no fuera la religión hebrea, se les podía dar muerte. Por otro lado, perdían todos los beneficios económicos del bienestar común.
Estas personas pensaban esconder su simpatía por la nueva fe, celebrando el culto de sacrificios de animales. Es aquí donde el autor les advierte que aquello no es cosa ligera, regresar al sacrificio de animales aunque fuera para no padecer persecución, era pecar voluntariamente, y una afrenta al Espíritu de gracia.
Léete el contexto de Hebreos 10:26 para que te des cuenta que desde el primer verso del capitulo diez, comienza la enseñanza, que concluye con la advertencia de no pecar voluntariamente. Así te darás cuenta, a que se refríe el autor cuando dice:
26Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, [la verdad presentada desde el primer verso, en particular, y en toda la carta en general] ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. [ los cristianos no son considerado adversarios ] 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.i 29¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda [ común, es decir, lo mismo da esta sangre que cualquier otra ] la sangre del pactoj en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? (Heb.10:26) En el contexto de esta carta, el insulto mayor que se le podía hacer al Espíritu, era regresar al sistema de sacrificios de animales.
Para concluir, podemos decir que el autor en los capítulos seis y diez de la carta, está presentando una hipótesis.
Este pecado hipotético no se puede cometer hoy, porque el templo donde se sacrificaban animales ya no existe.
Por lo anterior, no creo que sea correcto aplicarle a la iglesia esta hipótesis.
Hay una enseñanza en el evangelio, que tiene más peso específico que todos los versos de la Biblia juntos:
No hay condenación para los que están en Cristo Jesús. (Ro.8:1)
Saludos,
Leal