La Soberbia
La soberbia es un pecado capital que fácilmente se identifica con el orgullo y el amor propio, aunque pienso que estos son de menos entidad que el primero, y que sólo en casos extremos podrían ser pecado.
La Soberbia fue lo que provocó la rebelión de Satanás y posiblemente algo tuvo que ver con el pecado de Adán y Eva. El Diccionario de la Real Academia Española lo define como: “Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.” ¿Quién no tiene deseo de ser el preferido? El pecado está cuando este deseo es “desordenado”
La virtud que se contrapone a este pecado es “La Humildad” y yo me pregunto ¿que persona en sus cabales no es humilde ante la grandeza del Altísimo? Pero ante nuestros hermanos la cosa es distinta y es que si vas de humilde por la vida te expones a que te pisoteen y te humillen por doquier. Solamente ante aquellas personas a las que quieres puedes mostrarte humilde, y con cuidado pues muchas confunden la humildad con la debilidad.
Yo sinceramente no me considero soberbio ( a lo peor esto ya es un signo de soberbia), pero estoy seguro que alguna vez en mi vida he pecado de soberbia, aunque tengo que decir en honor de la verdad que he sabido tragármela. Aunque no sé si por convicción o por miedo a las consecuencias. Algunas veces resulta difícil aceptar una corrección de un superior, dar nuestro brazo a torcer reconociendo que es el otro el que tiene razón, aceptar los fracasos sin caer en la desesperación, etc. y cuando sea necesario pedir perdón. Esto de pedir perdón es lo que más trabajo me cuesta, unas veces me digo que el otro no se merece que yo le pida perdón y otras que solo a Dios es a quién hay que pedírselo que al prójimo con pedirle disculpas ya va bien despachado.
Como veis empecé diciendo que no soy soberbio y he acabado confesando que algo (¿sólo algo?) de soberbia sí que tengo. Aunque creo que en mí es más orgullo que soberbia, y muchas veces me consuelo diciéndome que mi orgullo es un “orgullo sano”. En todo caso creo que no es este pecado capital mi punto débil, me preocupan otros más. Ojalá al seguir analizando los seis restante pueda decir lo mismo.
No trato de hacer una confesión publica de mis debilidades sino sólo desahogarme ante el teclado de mi PC y sabiendo que los que me lean sabrán comprenderme y ayudarme cuando lo necesite. Nada hay más de agradecer que el consejo de un amigo.
Espero de los forista que entren en este tema contribuyan con su experiencia a que todos sepamos desterrar el orgullo y practicar la humildad.
La soberbia es un pecado capital que fácilmente se identifica con el orgullo y el amor propio, aunque pienso que estos son de menos entidad que el primero, y que sólo en casos extremos podrían ser pecado.
La Soberbia fue lo que provocó la rebelión de Satanás y posiblemente algo tuvo que ver con el pecado de Adán y Eva. El Diccionario de la Real Academia Española lo define como: “Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.” ¿Quién no tiene deseo de ser el preferido? El pecado está cuando este deseo es “desordenado”
La virtud que se contrapone a este pecado es “La Humildad” y yo me pregunto ¿que persona en sus cabales no es humilde ante la grandeza del Altísimo? Pero ante nuestros hermanos la cosa es distinta y es que si vas de humilde por la vida te expones a que te pisoteen y te humillen por doquier. Solamente ante aquellas personas a las que quieres puedes mostrarte humilde, y con cuidado pues muchas confunden la humildad con la debilidad.
Yo sinceramente no me considero soberbio ( a lo peor esto ya es un signo de soberbia), pero estoy seguro que alguna vez en mi vida he pecado de soberbia, aunque tengo que decir en honor de la verdad que he sabido tragármela. Aunque no sé si por convicción o por miedo a las consecuencias. Algunas veces resulta difícil aceptar una corrección de un superior, dar nuestro brazo a torcer reconociendo que es el otro el que tiene razón, aceptar los fracasos sin caer en la desesperación, etc. y cuando sea necesario pedir perdón. Esto de pedir perdón es lo que más trabajo me cuesta, unas veces me digo que el otro no se merece que yo le pida perdón y otras que solo a Dios es a quién hay que pedírselo que al prójimo con pedirle disculpas ya va bien despachado.
Como veis empecé diciendo que no soy soberbio y he acabado confesando que algo (¿sólo algo?) de soberbia sí que tengo. Aunque creo que en mí es más orgullo que soberbia, y muchas veces me consuelo diciéndome que mi orgullo es un “orgullo sano”. En todo caso creo que no es este pecado capital mi punto débil, me preocupan otros más. Ojalá al seguir analizando los seis restante pueda decir lo mismo.
No trato de hacer una confesión publica de mis debilidades sino sólo desahogarme ante el teclado de mi PC y sabiendo que los que me lean sabrán comprenderme y ayudarme cuando lo necesite. Nada hay más de agradecer que el consejo de un amigo.
Espero de los forista que entren en este tema contribuyan con su experiencia a que todos sepamos desterrar el orgullo y practicar la humildad.