Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Bueno, siendo que este no es el tema que estamos tratando. Si decirle que la bendición nos viene refleja y perfectamente en la Biblia, pero es bastante extenso su estudio, y claro, para bien entenderlo es necesario que este, el estudio, sea correcto y llevado a cabo con denuedo. Y este no es el lugar adecuado, por no ser ello lo que estamos tratando. Así pues, Policarpo, centrémonos en el debate en cuestión, y sigamos andando.

¿Tiene algo que aportar respecto a las veinticuatro catequesis de san Cirilo?...

Gracias, le bendigo.

Bueno, ¿a dónde quieres llegar citando al gran Cirilo de Jerusalém?...
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Bueno, ¿a dónde quieres llegar citando al gran Cirilo de Jerusalém?...

Siga leyendo y sabrá de ello. No vaya tan aprisa, que vamos paso a paso. Un saludo.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Buenos días: Paz en Dios.

Que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo de debida luz y entendimiento a todos cuantos con corazón sincero invocan su Santo Nombre.

Bien lo vamos viendo, la doctrina de san Cirilo necesita de tiempo, de dedicación, de compresión y por sobre todo, de guía del Espíritu para poder bien entender todas cuantas riquezas contiene.

Y entre otras cosas, una de las enseñanzas que nos da es la de tomar en serio, y tanto, el paso que uno y libremente da, el paso que no es otro que entrar a formar parte y por voluntad propia en las filas de Señor.

Hoy, ahora, no quiero expresar más, simplemente pedir a Dios Padre y Jesucristo el Señor que su luz nos vaya llegando para poder bien entender todo cuanto en su gracia nos irá dando conforme avancemos en esta catequesis, y que tan necesaria es de bien entender, creer y aplicar en nuestras vidas, para que llegado el día, nuestro vestido, sea y en verdad el adecuado para las bodas del Cordero. Tema que nos da pie la frase siguiente del punto uno que estamos tratando. Pero que hoy, al menos de momento, no veremos aun.

Ahora he de trabajar, un rato. Quizás, y si Dios Padre finalmente lo dispone, les comente sobre ello. Pero antes de marchar, quiero dejársela para que vaya meditando...

"Tened en las manos las lámparas para salir a buscar a la esposa: tenéis el deseo de la ciudad celeste, el buen propósito y la lógica esperanza".

Bien vamos viendo, mis queridos hermanos, que cada frase y en si, comprende una riqueza espiritual y en si misma. Y ello, no es por sabiduría humana, no, es porque san Cirilo tenía un verdadero conocimiento del Evangelio de la cruz, tanto, que en él mismo estaba teniendo lugar a tal cual es manato.

Pero por ahora es más que suficiente, ya lo iremos viendo. Esta catequesis es muy extensa, y bien vemos que cada frase, cada punto está lleno de riquezas. Es verdad que no lo veremos todo, pero al menos, lo que Dios nos va dando, ello, sí, por su gracia y don lo iremos poco a poco viendo.

Un saludo. Sigamos caminando. Les bendigo.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor nos den debida luz y entendimiento.

Tomamos esta cita, hoy, y vemos:

"Tened en las manos las lámparas para salir a buscar a la esposa: tenéis el deseo de la ciudad celeste, el buen propósito y la lógica esperanza".

Estimados hermanos. Qué decir?... todo está dicho y en si mismo. Tened en las manos las lámparas para salir a buscar a la esposa... ahora, mis hermanos, ahora, hay que bien entender: Cirilo nos está hablando en base a una parábola, muy conocida, la de las diez vírgenes (Mat. 25.1-13) que salieron a recibir al esposo, pero atentos, Cirilo nos dice "para salir a buscar a la esposa", que no “para salir a recibir el esposo” a tal cual nos dice la parábola... ¿entienden?... así es: aquí, Cirilo, da un giro a la parábola, nos muestra una aparente versión distinta, anterior a la venida del esposo, y ante ello, y de nuevo, entra en acción la cruz de su vida.

Cirilo ha visto, ha entendido y por la gracia de Dios, quien es la Iglesia de Cristo, y tanto: Ha entendido que no todos los que le dicen Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos... y este reino, mis hermanos, está presente hoy mismo. Así es, bien nos es dicho: Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu.

Y Cirilo nos está hablando de un tiempo anterior, al de la Iglesia, antes de la venida del Esposo. Recordemos que nos está hablando del bautismo, del primer paso, nuestro primer paso, público, ante ellos: LA IGLESIA Y CUERPO DE CRISTO. Donde, y como vimos, nuestro nombre ha sido dado, voluntariamente, para entrar y a servir por siempre en las filas del Rey por Dios elegido.

Y lo dejo, aquí mismo. Pidiendo a Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo el Señor que nos de plena luz y entendimiento.

Y seguimos andando. Les bendigo.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Hola. Paz en Dios.

Les dejo la segunda parte de esta cita, para que vaya meditando:

"Tened en las manos las lámparas para salir a buscar a la esposa: tenéis el deseo de la ciudad celeste, el buen propósito y la lógica esperanza".

Simplemente ello. Esperando sus aportes. Que Dios les bendiga.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Bien, antes de seguir, mejor volver a leer el punto uno que estamos tratando, por tal de no dejar de lado su contexto...

PROCATEQUESIS

Procatequesis, o palabra previa a las catequesis

1. Ya exhaláis, iluminandos(1), el olor de la felicidad. Son ya flores de mayor calidad las que buscáis para tejer las coronas celestes. Ya despedís la fragancia del Espíritu Santo. Estáis ya en el vestíbulo del palacio real: Ojalá seáis también introducidos por el mismo Rey! Brotaron ya las flores de los árboles: esperemos que se dé también el fruto maduro.

Anteriormente habéis dado el nombre (2), ahora se os llama a la milicia. Tened en las manos las lámparas para salir a buscar a la esposa: tenéis el deseo de la ciudad celeste, el buen propósito y la lógica esperanza. Pues es veraz el que dijo: «A los que aman a Dios todo les contribuye al bien»(3). Pues Dios es generoso para hacer el bien y, por lo demás, espera la sincera voluntad de cada uno; por eso añade el Apóstol: «A aquellos que han sido llamados según su designio». Cuando existe un propósito sincero, hace que seas llamado; pero si sólo tienes dispuesto el cuerpo, pero estás ausente con la mente, perderás el tiempo.

Un saludo, sigamos andando.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Hoy, y simplemente, vamos a seguir leyendo a san Cirilo. Él y por si mismo tiene más que palabras suficientes. Quien tenga ojos para ver, que vea. Sea Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo quien de debida luz y entendimiento.

CATEQUESIS IV: LOS DIEZ DOGMAS

Pronunciada en Jerusalén, trata de los «diez dogmas». Se parte de Col 2, 8: Mirad nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo(1).

Finalidad: la catequesis sobre los dogmas es necesaria para evitar la desorientación


1. El vicio imita a la virtud y la cizaña pretende pasar por trigo, porque en el aspecto es ciertamente semejante al trigo, pero los entendidos la distinguen por el gusto. También el diablo se transforma en ángel de luz (2 Cor 11, 14), no para volver a donde estuvo (pues su corazón es inflexible como un yunque, sin posibilidad de un nuevo arrepentimiento), sino para envolver en la niebla de la ceguera y en el pestilente estado de la incredulidad a quienes llevan una vida semejante a la de los ángeles. Muchos van como lobos vestidos de oveja, pero con uñas y dientes de otra clase: vestidos de piel suave, disfrazándose con tal aspecto ante los sencillos, arrojan por sus dientes el mortal veneno de la impiedad. Por eso nos es necesaria la gracia para observar con mirada vigilante y aguda, no sea que, comiendo cizaña en lugar de trigo, caigamos en el vicio por ignorancia o que, creyendo que es oveja quien es lobo, nos convirtamos en su presa. Como también podría ser que, tomándolo por un ángel bienhechor, cuando es en realidad el diablo artífice de la ruina, seamos devorados por él. Pues «está rondando como león rugiente, buscando a quien devorar», como dice la Escritura ( I Pe 5, 8). Por esto hace la Iglesia sus advertencias; por esto se imparte esta enseñanza; por este motivo se establecen estas lecturas.

Además de las buenas obras, se requieren creencias correctas

2. Pues la piedad consta de dos cosas, los sagrados dogmas y las buenas obras: ni es agradable a Dios la doctrina sin buenas acciones, ni Dios acepta las obras separadas de las creencias religiosas. ¿Qué utilidad tiene el recto sentir acerca de Dios si se fornica deshonestamente? Y, a la inversa, ¿de qué sirve obrar con pudor —lo que en sí es correcto si luego se blasfema impíamente? Por consiguiente, es de gran valor el conocimiento que se pueda tener de los dogmas. Para ello es necesario tener una mente vigilante, como quiera que hay quienes obtienen su botín por medio de la filosofía y vanas falacias (Col 2, 8). Los gentiles seducen a diversas realidades mediante un hablar suave, pues «miel destilan los labios de la meretriz» (Prov 5, 3). Y quienes provienen de la circuncisión engañan a quienes se les acercan con falsas interpretaciones de la sagrada Escritura (cf. Tit 1, 10-11), comentándola desde su infancia hasta su vejez y envejeciendo en la ignorancia de la realidad (cf. 2 Tim 3, 7). Los herejes, por su parte, engañan a los humildes mediante la blandura de su lenguaje y la suavidad en el decir (cf. Rom 16, 18), entrelazando con el dulce nombre de Cristo los dardos envenenados de los decretos impíos. De todos ellos a la vez dice el Señor: «Mirad que nadie os lleve a engaño» (Mt 24, 4). Por ello se entrega la doctrina de la fe y se hacen exposiciones de la misma(2).

Se procederá ordenadamente

3. Pero antes de transmitiros aquello que pertenece a la fe, creo que haré bien enunciando en un breve compendio los temas fundamentales de las verdades necesarias, no sea que por las muchas cosas que hay que decir o por la misma duración de toda la santa Cuaresma pierdan la memoria del conjunto quienes entre vosotros tengan una mente más sencilla. Enumerando ahora por capítulos, no olvidaremos lo que después se ha de tratar más ampliamente. Llévenlo con paciencia los que tienen hábitos mentales más perfectos y unos sentidos más ejercitados en la distinción entre el bien y el mal, pues oirán un exordio muy simple y una introducción suave, para que a la vez obtengan provecho aquellos que necesitan de la catequesis y quienes ya tienen ciencia se alegren de recuperar en su memoria lo que ya sabían.

ACERCA DE DIOS (dogma I)

4. A modo de fundamento, establézcase firmemente en vuestra alma la verdad acerca de Dios(3). A saber, un Dios que es solamente uno, no engendrado (4) por otro, y sin nadie que vaya a sucederle, que no tuvo principio ni tendrá nunca fin, y que es él mismo bueno y justo. Si alguna vez oyes a un hereje que diga que hay algún otro que sea bueno o justo(5), dándote cuenta al punto de la herejía, reconoce el dardo envenenado. Algunos se atrevieron, mediante un discurso malévolo, a dividir al Dios único: y unos dijeron que el autor y dueño del alma es otro que el de los cuerpos, enseñándolo necia e impíamente. Pues, ¿cómo es posible que un único hombre sea siervo de dos señores si dice el Señor en el Evangelio: «Nadie puede servir a dos señores» (Mt 6, 24)? Por consiguiente, sólo hay un Dios, autor a la vez de las almas y los cuerpos. Uno es el creador del cielo y de la tierra, hacedor de los ángeles y de los arcángeles, artífice de las múltiples realidades, Padre desde la eternidad de su único Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, por quien hizo todo (cf. Jn 1, 3) lo visible y lo invisible (Col 1, 16).

5. El Padre de Nuestro Señor Jesucristo no está circunscrito a un lugar ni es menor que el cielo, pero los cielos son obra de sus dedos (cf. Sal 8, 4) y toda la tierra se contiene en su puños. Está a la vez en el interior y fuera de todas las cosas. Y no creas que el sol le supera a él en luminosidad o es siquiera igual. Pues quien hizo el sol debe ser sin comparación mucho mayor y luminoso(6). Tiene conocimiento previo de las cosas futuras y es más potente que todas ellas, todo lo sabe y todo lo hace según su voluntad: no está sujeto a la sucesión de las cosas ni a lo que marcan los astros, al azar o a la necesidad del hado. Es perfecto en todas las cosas y posee por igual toda clase de virtud. Ni disminuye ni se agranda, sino que se mantiene siempre igual y del mismo modo. Ha preparado castigo a los pecadores y la corona a los justos.

6. Ahora bien, puesto que muchos se han apartado de modos diversos del único Dios: algunos hicieron Dios al sol para permanecer sin Dios durante la noche; otros a la luna para no tener Dios durante el día; otros hicieron Dios a otras partes del mundo; algunos a las artes y otros a los alimentos o a sus pasiones. Unos enfermaron por el amor de las mujeres, otros consagraron a Venus una imagen solemnemente colocada y, bajo esta apariencia visible, prestaron adoración a los vicios y afectos de su alma. Hubo quienes, atónitos ante el fulgor del oro, juzgaron que éste y otros materiales eran dioses(7) . Pero si alguno graba bien en su interior la doctrina de que Dios es el principio único y cree en él de corazón, impedirá el atropello y el ímpetu de los vicios de la idolatría y del error de los herejes(8). Por tanto, pon por la fe este primer dogma (9) en tu alma.

ACERCA DE CRISTO (dogma II)

7. Cree también en el solo y único Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, Dios engendrado de Dios, engendrado como vida de la vida, como luz de luz, semejante en todo al Padre(10), que no comenzó a existir en el tiempo, sino que fue engendrado desde la eternidad antes de todos los siglos y antes de todo lo que se pueda pensar. El es la sabiduría, el poder de Dios y la justicia en persona(11), y está sentado a la derecha del Padre antes de todos los siglos. Pues no fue coronado por Dios, como algunos pensaron después de su pasión ni se sentó a su derecha como premio a su paciencia. En realidad tiene la dignidad regia desde el comienzo de su existencia (aunque ha sido engendrado desde toda la eternidad): siendo Dios, su sabiduría y su potestad, se sienta junto al Padre, como ya se ha dicho; reina juntamente con el Padre y lo gobierna todo con él. Nada absolutamente le falta de la dignidad divina(12) y tiene un conocimiento perfecto de aquel por quien ha sido engendrado como él es a su vez conocido por quien le engendró (cf. Jn 10,15). Para decirlo en resumen, recuérdese lo escrito en los Evangelios: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo» (Mt 11,27).

8. Pero no separes al Hijo del Padre ni creas, al relacionarlos, en una «filio-paternidad» como mezcla de uno y otro. Cree, en cambio, en que es el Hijo unigénito de Dios, Dios-Palabra antes de todos los siglos(13). Pero no es palabra que, una vez pronunciada, se perdió en el aire ni semejante a las palabras que carecen de consistencia sólida y propia: es la Palabra-Hijo, creador de quienes se sirven de la palabra y de la razón; es la Palabra que escucha al Padre y habla él mismo. Si Dios lo permite, hablaremos de estas cosas en su momentos, pues no nos olvidamos de nuestro plan, que es ahora enumerar sólo los temas de una necesaria introducción a la fe.

LA CONCEPCION VIRGINAL (dogma III)

9. Cree también que el unigénito Hijo de Dios descendió del cielo a la tierra por causa de nuestros pecados, asumiendo nuestra humanidad, sujeta a las mismas debilidades a las que nosotros estamos sometidos; que nació de una santa Virgen, y por obra del Espíritu Santo. Esta humanidad la asumió, no según una apariencia o mediante algún tipo de ficción, sino de modo verdadero. Ni a través de una virgen, como arrastrado a lo largo de un canal, sino habiéndose encarnado verdaderamente desde ella (y verdaderamente alimentado de ella con leche), comiendo y bebiendo además verdaderamente como nosotros. Porque si la asunción de la naturaleza humana fue un fantasma (y un engaño visual), también la salvación habría sido un engaño. (Doble era Cristo: hombre en lo que podía verse, y Dios en lo que quedaba oculto)(15). En cuanto hombre, comía verdaderamente como nosotros, pues experimentaba estados corporales semejantes a los nuestros; pero, en cuanto Dios, alimentaba con cinco panes a cinco mil hombres (Mt 14, 17-21). En cuanto hombre, murió verdaderamente, pero en cuanto Dios llamó a la vida a un muerto ya de cuatro días (Jn 11, 39-44). Como Dios, caminó también tranquilamente sobre las aguas. [...]

Es todo por el momento, sigamos andando. Les bendigo.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Hola mis queridos hermanos. Que Dios Padre y Jesucristo el Señor les bendigan en este hermoso día.

Hoy, nomás, traigo al frente y de nuevo este debate. Sin más que añadir, aquí lo tienen. Sea Dios quien disponga las cosas, quien de debida luz, y que llene de su sabiduría y entendimiento a todos cantos con un corazón sincero y con hambre de conocimiento sano, busquen la verdad de todo cuanto a san Cirilo le fue dado.

Nada más, un saludo, sigamos andando. Les bendigo.
Un saludo, sigamos andando.
 
Re: Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén

Hola mis queridos hermanos. Que Dios Padre y Jesucristo el Señor les bendigan en este hermoso día.

Hoy, nomás, traigo al frente y de nuevo este debate. Sin más que añadir, aquí lo tienen. Sea Dios quien disponga las cosas, quien de debida luz, y que llene de su sabiduría y entendimiento a todos cantos con un corazón sincero y con hambre de conocimiento sano, busquen la verdad de todo cuanto a san Cirilo le fue dado.

Nada más, un saludo, sigamos andando. Les bendigo.
Un saludo, sigamos andando.