Queridos hermanos y demás foristas, hoy he leído la siguiente noticia:
Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén
La intervención de Benedicto XVI en la audiencia general número cien de su pontificado, dedicada a presentar la figura de san Cirilo de Jerusalén.
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 27 junio 2007 (ZENIT).-
Queridos hermanos y hermanas:
Nuestra atención se concentra hoy en san Cirilo de Jerusalén. Su vida representa el cruce de dos dimensiones: por una parte, la atención pastoral, y por otra, la participación, a pesar suyo, e las encendidas controversias que turbaron entonces a la Iglesia de Oriente... (leer toda aquí)
Y ellas, las palabras de Benedicto XVI, me ha dado razón para iniciar este debate. No pretendo nada, nomás quiero ir dar a conocer las Veinticuatro catequesis de San Cirilo de Jerusalén para que todos vaya viendo aquello que han de ver, y sobran mis palabras, pues el mismo San Cirilo será quien les irá mostrando, principalmente a los católicos, cual es el camino que hay que seguir para en verdad ser discípulo de Cristo. Pero atentos, muchos de los que no lo son, también les invito a conocer a este Doctor de la Iglesia.
Empezamos:
CATEQUESIS I: INVITACIÓN AL BAUTISMO (I)
Pronunciada en Jerusalén, contiene una introducción a los que se aproximan al bautismo. El punto de partida es Is 1.16: "Lavaos, purificaos, quitad de delante de mis ojos las fechorías de vuestras almas"(1).
Dios os aguarda
Sois ya discípulos de la nueva Alianza y partícipes de los misterios de Cristo, ahora por vocación, pero dentro de poco también como un don: haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo(2) para que se alegren los moradores del cielo. Pues si, como dice el evangelio, «habrá alegría por un solo pecador que se convierte»(3), ¿cuánto más no moverá a la alegría a los habitantes del cielo la salvación de tantas almas? Habiendo entrado por un camino ancho y hermoso, recorred cautelosamente la senda de la piedad. Pues el unigénito Hijo de Dios está plenamente dispuesto para vuestra redención y señala: «Venid todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré»(4). Los que lleváis el pernicioso vestido de vuestras ofensas(5) y estáis oprimidos por las cadenas de vuestros pecados, escuchad la voz del profeta que dice: «Lavaos, purificaos, quitad de delante de mis ojos las maldades de vuestra alma»(6), de modo que os aclame el coro de los ángeles: «Dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado»(7). Los que habéis encendido hace poco por primera vez las lámparas de la fe(8), sostenedlas en las manos sin que se apaguen, para que aquel que en otro tiempo abrió por la fe el paraíso al ladrón en este santísimo monte del Gólgota(9) os conceda también a vosotros cantar el cántico nupcial.
VER FUENTE AQUÍ
Es todo por hoy, cada cual tome como bien considere. Un saludo y les bendigo.
Benedicto XVI presenta a san Cirilo de Jerusalén
La intervención de Benedicto XVI en la audiencia general número cien de su pontificado, dedicada a presentar la figura de san Cirilo de Jerusalén.
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 27 junio 2007 (ZENIT).-
Queridos hermanos y hermanas:
Nuestra atención se concentra hoy en san Cirilo de Jerusalén. Su vida representa el cruce de dos dimensiones: por una parte, la atención pastoral, y por otra, la participación, a pesar suyo, e las encendidas controversias que turbaron entonces a la Iglesia de Oriente... (leer toda aquí)
Y ellas, las palabras de Benedicto XVI, me ha dado razón para iniciar este debate. No pretendo nada, nomás quiero ir dar a conocer las Veinticuatro catequesis de San Cirilo de Jerusalén para que todos vaya viendo aquello que han de ver, y sobran mis palabras, pues el mismo San Cirilo será quien les irá mostrando, principalmente a los católicos, cual es el camino que hay que seguir para en verdad ser discípulo de Cristo. Pero atentos, muchos de los que no lo son, también les invito a conocer a este Doctor de la Iglesia.
Empezamos:
CATEQUESIS I: INVITACIÓN AL BAUTISMO (I)
Pronunciada en Jerusalén, contiene una introducción a los que se aproximan al bautismo. El punto de partida es Is 1.16: "Lavaos, purificaos, quitad de delante de mis ojos las fechorías de vuestras almas"(1).
Dios os aguarda
Sois ya discípulos de la nueva Alianza y partícipes de los misterios de Cristo, ahora por vocación, pero dentro de poco también como un don: haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo(2) para que se alegren los moradores del cielo. Pues si, como dice el evangelio, «habrá alegría por un solo pecador que se convierte»(3), ¿cuánto más no moverá a la alegría a los habitantes del cielo la salvación de tantas almas? Habiendo entrado por un camino ancho y hermoso, recorred cautelosamente la senda de la piedad. Pues el unigénito Hijo de Dios está plenamente dispuesto para vuestra redención y señala: «Venid todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré»(4). Los que lleváis el pernicioso vestido de vuestras ofensas(5) y estáis oprimidos por las cadenas de vuestros pecados, escuchad la voz del profeta que dice: «Lavaos, purificaos, quitad de delante de mis ojos las maldades de vuestra alma»(6), de modo que os aclame el coro de los ángeles: «Dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado»(7). Los que habéis encendido hace poco por primera vez las lámparas de la fe(8), sostenedlas en las manos sin que se apaguen, para que aquel que en otro tiempo abrió por la fe el paraíso al ladrón en este santísimo monte del Gólgota(9) os conceda también a vosotros cantar el cántico nupcial.
VER FUENTE AQUÍ
Es todo por hoy, cada cual tome como bien considere. Un saludo y les bendigo.