Ser Uno con Dios

11 Octubre 2007
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Dios Omnipotente y Omnipresente, es Infinito.
Nada existe aparte de Dios. Todas sus creaciones son ramificaciones de Él mismo, pues repito, NADA puede ser aparte de Dios. Si es Infinito, lo abarca TODO. Sería egocéntrico y prepotente creernos aparte de Él. Una Gran Osadía propia del Ego y del sentimiento de separación, que tomamos por verdad, aunque es la Gran Mentira y el único “pecado” con el que vivimos.
Podemos considerarnos igual que las infinitas olas de un mismo mar.... cada ola es aparte de la otra, aparentemente, pero pertenecen al mismo océano... una ola no puede existir por sí sola, aparte del océano... Nosotros no podemos “ser” aparte de Dios por más que queramos creérnoslo.
¿Nunca has visto alguna pintura, escuchado alguna canción o leído algún poema tan hermoso que te hace sentir completamente feliz y te llena el alma por unos instantes? Seguro que sí. Y después, ¿no has querido compartir eso que tanto te ha gustado con las personas a las que quieres para que también lo disfruten ellas y así tu gozo se duplica porque lo extiendes hacia los demás? Seguro que también.
Dios Infinito, quiso ramificarse para poder volver a reconocerse y así duplicar su dicha... Dios es Amor, y esa es la única Verdad, todo lo demás es mentira, no puede ser de otro modo. Si Dios es Amor, y Él es Infinito, es imposible que exista nada más, aunque nos lo creamos como parte de nuestra vida cotidiana, porque estamos “dormidos” a la Verdad... Así, Él quiso crearnos como personas separadas e individuales para poder “reconocerse” en nosotros, volver a unirse y así agrandar la dicha y Amor al compartirse a Él mismo, del mismo modo que cada ola es parte del océano, cada uno de nosotros somos indiscutiblemente parte de Él. Pero hemos caído en la trampa del Ego, también llamado “Diablo” si se quiere. Es la parte terrenal que nos ha hecho creer o “soñar” que estamos apartados de Él, y que somos distintos los unos de los otros. Nos hemos creído esta condición de cuerpo físico y no nos damos cuenta de que lo que realmente somos es Conciencia, Espíritu.... O sea, Dios mismo.... aunque a veces, por suerte podamos tener atisbos de esta Unidad... Al creernos aparte de Él, aparecen el miedo... El sentimiento inverso al Amor. Y del miedo es de donde salen todos los demás sentimientos negativos. La envidia, la ira.... El miedo es la semilla de todos ellos... Pero todos forman parte de la Mentira que nos hemos creído. Hemos querido aceptar que el miedo es tan real como el Amor y ese es el único pecado que existe en el mundo.

En la Biblia dice:
“Entonces Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.”

Si leéis bien, nunca dijo que el hombre se volviera a despertar de ese profundo sueño. En la Biblia no dice eso en ningún momento. Fue ahí, al hacer dos personas distintas, hombre y mujer, cuando se empezó a soñar con la separación. Pero, indiscutiblemente, era uno solo junto con Dios, como lo somos todos.
Al sentirse aparte, empezaron los miedos, las dudas y así fue como el pobre hombre (en este caso, la mujer primeramente, cayó en la trampa del Ego (Diablo) y quiso volver a ser Dios, comiendo del arbol de la ciencia del bien y del mal, porque había olvidado o estaba “soñando” que no era una con Él.
Y ese sueño es el que ha reinado en este mundo desde entonces. Hasta que llegue el día en que seamos iluminados y nos demos cuenta de la realidad. TODOS SOMOS UNO CON ÉL.
Jesucristo, al que llamamos “Hijo de Dios” fue un hombre capaz de reconocer “El Cristo” en él mismo. Trascendió toda esta vida terrenal porque fue consciente y estuvo despierto a la Verdad. Su testimonio sirve para que todos nosotros podamos llegar a entender con la claridad que si Él lo hizo (vivir en la Verdad de ser uno con Dios, sin sentirse en ningún momento aparte) también podemos nosotros. Pasó por este mundo con la Gloria de saber que todo lo que no era objeto de Amor, era simplemente mentira. Por eso pudo curar enfermos, porque su creencia en la Verdad, era tal que conseguía irradiarla en otros, y así les devolvía salud e incluso vida... Fue un ejemplo de que todos nosotros podemos llegar a entender eso, si Él pudo hacerlo. Esa fue la salvación que nos dio. Aunque según la religión a la que te “sometas”, puedes querer entender alguna otra cosa, seguimos soñando y, en nuestro sueño, cada uno somos libres de soñar lo que nos parezca.
Algunos creen en Dios y en la Biblia de una forma tan terrenal que no se dan cuenta de que desaprovechan la oportunidad de despertar de este sueño y volver a ser uno con Dios. Y prefieren, especular sobre lo que está bien o lo que está mal y ponerse reglas o limitaciones, o restricciones absurdas. Y vivir la vida bajo la influencia de ideas que no hacen más que apartarlos de Dios. Desde el momento en que crees que necesitas su salvación, estás pecando por ti mismo, pues eso es que te crees separado de Él, gran osadía. Y desde el momento que las religiones te hacen creer aparte de otras personas, porque las que siguen tu religión son tus “hermanos” y el “pueblo de Dios” y los demás no. No hay mayor Pecado que creerte distinto a los demás por estar “más cerca” de Dios que otras personas que no siguen tu religión o forma de vida, porque eso justamente te hace creerte aparte de ellos y aparte de Dios, Infinito y la única realidad que existe.
Intentad pensar en ello con Amor.
 
Re: Ser Uno con Dios

Dios Omnipotente y Omnipresente, es Infinito.
Nada existe aparte de Dios. Todas sus creaciones son ramificaciones de Él mismo, pues repito, NADA puede ser aparte de Dios. Si es Infinito, lo abarca TODO. Sería egocéntrico y prepotente creernos aparte de Él. Una Gran Osadía propia del Ego y del sentimiento de separación, que tomamos por verdad, aunque es la Gran Mentira y el único “pecado” con el que vivimos.
Podemos considerarnos igual que las infinitas olas de un mismo mar.... cada ola es aparte de la otra, aparentemente, pero pertenecen al mismo océano... una ola no puede existir por sí sola, aparte del océano... Nosotros no podemos “ser” aparte de Dios por más que queramos creérnoslo.
¿Nunca has visto alguna pintura, escuchado alguna canción o leído algún poema tan hermoso que te hace sentir completamente feliz y te llena el alma por unos instantes? Seguro que sí. Y después, ¿no has querido compartir eso que tanto te ha gustado con las personas a las que quieres para que también lo disfruten ellas y así tu gozo se duplica porque lo extiendes hacia los demás? Seguro que también.
Dios Infinito, quiso ramificarse para poder volver a reconocerse y así duplicar su dicha... Dios es Amor, y esa es la única Verdad, todo lo demás es mentira, no puede ser de otro modo. Si Dios es Amor, y Él es Infinito, es imposible que exista nada más, aunque nos lo creamos como parte de nuestra vida cotidiana, porque estamos “dormidos” a la Verdad... Así, Él quiso crearnos como personas separadas e individuales para poder “reconocerse” en nosotros, volver a unirse y así agrandar la dicha y Amor al compartirse a Él mismo, del mismo modo que cada ola es parte del océano, cada uno de nosotros somos indiscutiblemente parte de Él. Pero hemos caído en la trampa del Ego, también llamado “Diablo” si se quiere. Es la parte terrenal que nos ha hecho creer o “soñar” que estamos apartados de Él, y que somos distintos los unos de los otros. Nos hemos creído esta condición de cuerpo físico y no nos damos cuenta de que lo que realmente somos es Conciencia, Espíritu.... O sea, Dios mismo.... aunque a veces, por suerte podamos tener atisbos de esta Unidad... Al creernos aparte de Él, aparecen el miedo... El sentimiento inverso al Amor. Y del miedo es de donde salen todos los demás sentimientos negativos. La envidia, la ira.... El miedo es la semilla de todos ellos... Pero todos forman parte de la Mentira que nos hemos creído. Hemos querido aceptar que el miedo es tan real como el Amor y ese es el único pecado que existe en el mundo.

En la Biblia dice:
“Entonces Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.”

Si leéis bien, nunca dijo que el hombre se volviera a despertar de ese profundo sueño. En la Biblia no dice eso en ningún momento. Fue ahí, al hacer dos personas distintas, hombre y mujer, cuando se empezó a soñar con la separación. Pero, indiscutiblemente, era uno solo junto con Dios, como lo somos todos.
Al sentirse aparte, empezaron los miedos, las dudas y así fue como el pobre hombre (en este caso, la mujer primeramente, cayó en la trampa del Ego (Diablo) y quiso volver a ser Dios, comiendo del arbol de la ciencia del bien y del mal, porque había olvidado o estaba “soñando” que no era una con Él.
Y ese sueño es el que ha reinado en este mundo desde entonces. Hasta que llegue el día en que seamos iluminados y nos demos cuenta de la realidad. TODOS SOMOS UNO CON ÉL.
Jesucristo, al que llamamos “Hijo de Dios” fue un hombre capaz de reconocer “El Cristo” en él mismo. Trascendió toda esta vida terrenal porque fue consciente y estuvo despierto a la Verdad. Su testimonio sirve para que todos nosotros podamos llegar a entender con la claridad que si Él lo hizo (vivir en la Verdad de ser uno con Dios, sin sentirse en ningún momento aparte) también podemos nosotros. Pasó por este mundo con la Gloria de saber que todo lo que no era objeto de Amor, era simplemente mentira. Por eso pudo curar enfermos, porque su creencia en la Verdad, era tal que conseguía irradiarla en otros, y así les devolvía salud e incluso vida... Fue un ejemplo de que todos nosotros podemos llegar a entender eso, si Él pudo hacerlo. Esa fue la salvación que nos dio. Aunque según la religión a la que te “sometas”, puedes querer entender alguna otra cosa, seguimos soñando y, en nuestro sueño, cada uno somos libres de soñar lo que nos parezca.
Algunos creen en Dios y en la Biblia de una forma tan terrenal que no se dan cuenta de que desaprovechan la oportunidad de despertar de este sueño y volver a ser uno con Dios. Y prefieren, especular sobre lo que está bien o lo que está mal y ponerse reglas o limitaciones, o restricciones absurdas. Y vivir la vida bajo la influencia de ideas que no hacen más que apartarlos de Dios. Desde el momento en que crees que necesitas su salvación, estás pecando por ti mismo, pues eso es que te crees separado de Él, gran osadía. Y desde el momento que las religiones te hacen creer aparte de otras personas, porque las que siguen tu religión son tus “hermanos” y el “pueblo de Dios” y los demás no. No hay mayor Pecado que creerte distinto a los demás por estar “más cerca” de Dios que otras personas que no siguen tu religión o forma de vida, porque eso justamente te hace creerte aparte de ellos y aparte de Dios, Infinito y la única realidad que existe.
Intentad pensar en ello con Amor.

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A todo esto le veo un gran fallo y es que ignora a Cristo como el unico salvador que Dios ha dado a los hombres y aparte de el nada verdadero se puede.

Juan 15:5

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados
de mí nada podéis hacer.


Seguir lo que postulas sin Cristo seria como edificar una casa sin cimientos.

Yo tambien estoy tratando este tema en otro foro.

Miralo aqui

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Ser Uno con Dios

Dios Omnipotente y Omnipresente, es Infinito.
Nada existe aparte de Dios. Todas sus creaciones son ramificaciones de Él mismo, pues repito, NADA puede ser aparte de Dios. Si es Infinito, lo abarca TODO. Sería egocéntrico y prepotente creernos aparte de Él. Una Gran Osadía propia del Ego y del sentimiento de separación, que tomamos por verdad, aunque es la Gran Mentira y el único “pecado” con el que vivimos.
Podemos considerarnos igual que las infinitas olas de un mismo mar.... cada ola es aparte de la otra, aparentemente, pero pertenecen al mismo océano... una ola no puede existir por sí sola, aparte del océano... Nosotros no podemos “ser” aparte de Dios por más que queramos creérnoslo.
¿Nunca has visto alguna pintura, escuchado alguna canción o leído algún poema tan hermoso que te hace sentir completamente feliz y te llena el alma por unos instantes? Seguro que sí. Y después, ¿no has querido compartir eso que tanto te ha gustado con las personas a las que quieres para que también lo disfruten ellas y así tu gozo se duplica porque lo extiendes hacia los demás? Seguro que también.
Dios Infinito, quiso ramificarse para poder volver a reconocerse y así duplicar su dicha... Dios es Amor, y esa es la única Verdad, todo lo demás es mentira, no puede ser de otro modo. Si Dios es Amor, y Él es Infinito, es imposible que exista nada más, aunque nos lo creamos como parte de nuestra vida cotidiana, porque estamos “dormidos” a la Verdad... Así, Él quiso crearnos como personas separadas e individuales para poder “reconocerse” en nosotros, volver a unirse y así agrandar la dicha y Amor al compartirse a Él mismo, del mismo modo que cada ola es parte del océano, cada uno de nosotros somos indiscutiblemente parte de Él. Pero hemos caído en la trampa del Ego, también llamado “Diablo” si se quiere. Es la parte terrenal que nos ha hecho creer o “soñar” que estamos apartados de Él, y que somos distintos los unos de los otros. Nos hemos creído esta condición de cuerpo físico y no nos damos cuenta de que lo que realmente somos es Conciencia, Espíritu.... O sea, Dios mismo.... aunque a veces, por suerte podamos tener atisbos de esta Unidad... Al creernos aparte de Él, aparecen el miedo... El sentimiento inverso al Amor. Y del miedo es de donde salen todos los demás sentimientos negativos. La envidia, la ira.... El miedo es la semilla de todos ellos... Pero todos forman parte de la Mentira que nos hemos creído. Hemos querido aceptar que el miedo es tan real como el Amor y ese es el único pecado que existe en el mundo.

En la Biblia dice:
“Entonces Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.”

Si leéis bien, nunca dijo que el hombre se volviera a despertar de ese profundo sueño. En la Biblia no dice eso en ningún momento. Fue ahí, al hacer dos personas distintas, hombre y mujer, cuando se empezó a soñar con la separación. Pero, indiscutiblemente, era uno solo junto con Dios, como lo somos todos.
Al sentirse aparte, empezaron los miedos, las dudas y así fue como el pobre hombre (en este caso, la mujer primeramente, cayó en la trampa del Ego (Diablo) y quiso volver a ser Dios, comiendo del arbol de la ciencia del bien y del mal, porque había olvidado o estaba “soñando” que no era una con Él.
Y ese sueño es el que ha reinado en este mundo desde entonces. Hasta que llegue el día en que seamos iluminados y nos demos cuenta de la realidad. TODOS SOMOS UNO CON ÉL.
Jesucristo, al que llamamos “Hijo de Dios” fue un hombre capaz de reconocer “El Cristo” en él mismo. Trascendió toda esta vida terrenal porque fue consciente y estuvo despierto a la Verdad. Su testimonio sirve para que todos nosotros podamos llegar a entender con la claridad que si Él lo hizo (vivir en la Verdad de ser uno con Dios, sin sentirse en ningún momento aparte) también podemos nosotros. Pasó por este mundo con la Gloria de saber que todo lo que no era objeto de Amor, era simplemente mentira. Por eso pudo curar enfermos, porque su creencia en la Verdad, era tal que conseguía irradiarla en otros, y así les devolvía salud e incluso vida... Fue un ejemplo de que todos nosotros podemos llegar a entender eso, si Él pudo hacerlo. Esa fue la salvación que nos dio. Aunque según la religión a la que te “sometas”, puedes querer entender alguna otra cosa, seguimos soñando y, en nuestro sueño, cada uno somos libres de soñar lo que nos parezca.
Algunos creen en Dios y en la Biblia de una forma tan terrenal que no se dan cuenta de que desaprovechan la oportunidad de despertar de este sueño y volver a ser uno con Dios. Y prefieren, especular sobre lo que está bien o lo que está mal y ponerse reglas o limitaciones, o restricciones absurdas. Y vivir la vida bajo la influencia de ideas que no hacen más que apartarlos de Dios. Desde el momento en que crees que necesitas su salvación, estás pecando por ti mismo, pues eso es que te crees separado de Él, gran osadía. Y desde el momento que las religiones te hacen creer aparte de otras personas, porque las que siguen tu religión son tus “hermanos” y el “pueblo de Dios” y los demás no. No hay mayor Pecado que creerte distinto a los demás por estar “más cerca” de Dios que otras personas que no siguen tu religión o forma de vida, porque eso justamente te hace creerte aparte de ellos y aparte de Dios, Infinito y la única realidad que existe.
Intentad pensar en ello con Amor.


No cabe duda que todos interpretan como se les da la gana los pasajes de la biblia.
 
Re: Ser Uno con Dios

No cabe duda que todos interpretan como se les da la gana los pasajes de la biblia.

No te de cuidado, sam, la Biblia afortunadamente no necesita interpretes, ella se interpreta asi misma, por eso dice: Profesando ser sabios, se hicieron necios... tambien dice: que lo insensato de Dios es aun mas sabio que los sabios. Como te mencione amigo Sam, no te de cuidado.