La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

25 Julio 2006
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1.- Datos biográficos del cazador de brujas

Nombre Giovanni Battista Cibo
Comienzo del papado 29 de agosto de 1484
Fin del papado 25 de julio de 1492
Predecesor Sixto IV
Sucesor Alejandro VI
Fecha de nacimiento 1434
Lugar de nacimiento Génova, (Italia)
Fecha de muerte 25 de julio de 1492
Lugar de muerte Roma, (Italia)
Papa nº 213

Inocencio VIII, (* Génova, 1434 - † Roma, 25 de julio de 1492). Papa de la Iglesia Católica entre 1484 y 1492.

De nombre Giovanni Battista Cibo, era hijo de un senador romano, pasó su infancia en la corte napolitana desde donde pasó a estudiar en Padua y Roma donde entró al servicio del cardenal, y hermanastro de Nicolás V, Calandrini.

Estas relaciones le permitieron ser nombrado, en 1467, obispo de Savona por el papa Pablo II, y posteriormente en 1473, cardenal por el papa Sixto IV.

Elegido Papa el 29 de agosto de 1484, intentó como primera medida la organización de una cruzada contra los turcos, pero su llamada a los monarcas cristianos resultó infructuosa al estar estos enzarzados en luchas entre ellos.

La bula Summis desiderantes affectibus​

Preocupado por la brujería, promulga, el 5 de diciembre de 1484, la bula Summis desiderantes affectibus en la que reconoce su existencia, derogando así el Canon Episcopi de 906 donde la Iglesia sostenía que que creer en brujas era una herejía.

Envía a Alemania a los inquisidores Heinrich Kramer y James Sprenger ("el apóstol del rosario") donde realizará la que es considerada como la primera “caza de brujas” de la historia. Esta bula papal será la base para que los dominicos publiquen, en 1487, la obra Malleus Maleficarum o "Martillo de brujas" que aunque nunca ha sido reconocida por la Iglesia se convertirá en el texto básico para la descripción, caza, enjuiciamiento, tortura, quema, condena y castigo de las brujas.

En 1486 prohibió la lectura de las cuatrocientas proposiciones de Pico Della Mirandola por considerarlas heréticas

Gran impulsor de la Inquisición, nombrará en 1487 a Tomás de Torquemada como gran inquisidor de España.

La conquista de Granada a manos de reyes Isabel y de Fernando hizo que el Papa les concediera el título de “Católica majestad”, con lo que ha partir de entonces fueron conocidos como los Reyes Católicos.

Su pontificado estuvo caracterizado por el nepotismo, llegando a nombrar cardenal a su propio nieto, cuando este tenía tan solo 13 años de edad.

Falleció el 25 de julio de 1492.
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

La Bula femicida del Papa Inocencio VII

Inocencio , obispo, siervo de los siervos de Dios, Ad futuram rei memoriam.

Deseando con el ardor supremo, cuando la solicitud pastoral requiere, ya que la fe católica por nuestros días crece por todas partes y florece tanto como posible, y que la depravación todo herética se ponga lejos de los territorios del creyente, nosotros declaramos libremente y nuevamente decretamos esto por que nuestro deseo pío puede cumplirse, y, todos los errores que están arraigado fuera por nuestro trabajo como con la azada de obrero sabio, celo y devoción a esta fe pueden tomar el sostenimiento más profundo en los corazones de los creyente .


"Re*cientemente ha venido a nuestro conocimiento dice, no sin que hayamos pasado por un gran dolor, que en algunas parte de la alta Alemania, en las provincias, villas, territorios, localidades y diócesis de Mayenza, Colonia, Treves, Salzburgo y Brema, cierto número de personas de uno y del otro sexo, que olvidando su propia savación y apartándose de la fe católica, se dan al varon de diablo y de hembras [ los demonios íncubos y súcubos ]y, por sus encantos, hechizos, conjuros, sortilegios, crímenes y actos infames, destruyen y matan el fruto en el vientre de las mujeres, ganados y otros animales de especies diferentes; destruyen las cosechas, las vides, los huertos, los prados y pastos, los trigos, los granos y otras plantas y legumbres de la tierra; afligen y atormentan con dolores y males atroces, tanto interiores como exteriores, a estos mismos hombres, mujeres, bestias, rebaños y animales e impiden que los hombres puedan engendrar y las mujeres concebir y que los maridos cumplan el deber conyugal con sus mujeres y las mujeres con sus maridos; con boca sacrílega reniegan de la fe que han recibido en el Santo Bautismo; no temen cometer y perpetrar, a instigación del enemigo, del género humano, otros muchos excesos y crímenes abominables, con peligro de sus almas, desprecio de la Divina Majestad y peligroso escándalo de muchos".

. Y, aunque nuestro hijos Henricus Institoris querido y Jacobus Sprenger, del orden de Predicadores de los Frailes, profesores de teología, ha sido y todavía ha delegado por nuestras cartas apostólicas como los inquisidores de pravity herético, el anterior en las partes mencionado de Alemania superior, incluso las provincias, ciudades, territorios, diócesis, y otros lugares como anteriormente, y el último a lo largo de ciertas partes del curso del Rin; no obstante cierto del clero y de la laicidad de esas partes, buscando ser sabio sobre lo que está encajando, porque en la carta de delegación las provincias mencionado, ciudades, diócesis, territorios, y otros lugares, y las personas y ofensas en cuestión no era individualmente y específicamente nombrado, no se ruboriza para afirmar obstinadamente que éstos son nada incluido en las partes y que por consiguiente es ilícito para los inquisidores mencionado ejercer su oficina de inquisición en las provincias, ciudades, diócesis, territorios, y otros lugares mencionado, y que ellos han de no ser permitidos proceder al castigo, encarcelamiento, y corrección de las personas mencionado para las ofensas y crímenes sobre nombró.
en las provincias, ciudades, territorios de las diócesis, y lugares las tales ofensas mencionado y crímenes, no sin el daño evidente a sus almas y riesgo de salvación eterna, van impunes.

Nosotros por consiguiente, deseando, como es nuestro deber, para quitar todos los impedimentos por que de forma alguna los inquisidores se están en el ejercicio de su oficina, y para prevenir la mancha de pravity herético y de otro como los males de extender su infección a la ruina de otros que son inocentes, el celo de religión que nos impele sobre todo, para que las provincias, ciudades, diócesis, territorios, y lugares mencionado en las partes de Alemania superior no puede privarse de la oficina de inquisición que es su deuda, decrete por la presente, en virtud de nuestra autoridad apostólica que se permitirá a los inquisidores en estas regiones ejercer su oficina de inquisición y proceder a la corrección, encarcelamiento, y castigo de las personas mencionado para sus ofensas y crímenes, en todo los respetos y en total precisamente como si las provincias, ciudades, territorios, lugares, personas, y ofensas mencionado se nombró expresamente en la carta. Y, para la seguridad mayor, extendiendo la carta y delegación a las provincias, ciudades, diócesis, territorios, lugares, personas, y crímenes mencionado, nosotros concedemos a los inquisidores que ellos o ambos ellos uniendo con ellos nuestro hijo Johannes Gremper querido, el clérigo de la diócesis de Constance, amo de artes, su notario presente, o cualquier otro público del notario que por ellos o por ambos ellos se habrá delegado temporalmente en las provincias, ciudades, diócesis, territorios, y lugares mencionado, puede ejercer contra todas las personas, de en absoluto condición y alinea, la oficina de inquisición, corregiendo, encarcelando, mientras castigando y castigando, según sus desiertos, esas personas quienes ellos encontrarán culpable como mencionado. Y ellos también tendrán libertad llena y entera proponer y predicar a la palabra fiel de Dios, tan a menudo como parecerá a ellos encajando y apropiado, en cada uno y todas las iglesias de la parroquia en las provincias, y para hacer todas las cosas necesario y conveniente bajo las circunstancias mencionado, e igualmente libremente y totalmente para llevarlos a cabo.

Y es más nosotros mandamos por el escrito apostólico en nuestro hermano venerado, el Obispo de Stratsburg que, marchite en su propia persona o a través de algún otro u otros que publican dondequiera que solemnemente el previo, siempre que, y qué a menudo el soever él puede juzgar conveniente... él el permiso [estos inquisidores] para no ser molestado o estaba en absoluto en absoluto de cualquier manera por cualquier autoridad de la manera de la carta mencionado y presente, amenazando a todos los opositores... ellos pueden ser, con la excomunión, suspensión, entredicho y silencio otras frases más terribles, censuras, y multas.

Por consiguiente, no permita a ningún hombre atreverse a infringir esta página de nuestra declaración, extensión, concesión, y mandato, o con el hardihood rico para contradecirlo. Si cualquiera presume esto, le permitió saber que él incurre en la ira de Dios omnipotente y de los apóstoles benditos Pedro y Pablol.
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII


La bula Summis desiderantes affectibus​

Preocupado por la brujería, promulga, el 5 de diciembre de 1484, la bula Summis desiderantes affectibus en la que reconoce su existencia, derogando así el Canon Episcopi de 906 donde la Iglesia sostenía que que creer en brujas era una herejía.

O sea que primero creer en brujas era Herejía y este santo VICARIUS no de Pedro sino del mismo DIOS derogó el Canon Episcopi de 906 y promulgó que era una herejía no creer en brujas ...( jueeeee)

Existen los demonios incubos y sucubos que tienen sexos con los humanos ?

El caso que esto sirvió para eliminar a millones de mujeres ( femicidio ) so pretexto que era bruja ...

Bueno espero a la escuadra misogina y femicida a ver que dirán
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

O sea que primero creer en brujas era Herejía y este santo VICARIUS no de Pedro sino del mismo DIOS derogó el Canon Episcopi de 906 y promulgó que era una herejía no creer en brujas ...( jueeeee)

Existen los demonios incubos y sucubos que tienen sexos con los humanos ?

El caso que esto sirvió para eliminar a millones de mujeres ( femicidio ) so pretexto que era bruja ...

Bueno espero a la escuadra misogina y femicida a ver que dirán

¿Cuándo aprenderán a no hacer absurdas acusaciones anacrónicas?

Los actos del pasado no se pueden juzgar con los ojos del presente; por ejemplo esto decía Lutero:

Según leemos en las Martin Luthers Werke. Kritische Gesamtausgabe, que se comenzaron a publicar en Weimar en 1883 (Weimarer Ausgabe, WA), el destino que le estaría reservado a la mujer («ese animal estúpido»{2}) sería el siguiente:

«La obra y la palabra de Dios nos dicen claramente que las mujeres deben servir para el matrimonio o la prostitución»{3}.

Sin duda, la doctrina luterana de la concupiscencia invencible no deja lugar para la castidad, como el propio Lutero sabía bien por propia experiencia; en efecto, en carta a Juan Lang afirma:

«Tengo raramente el tiempo suficiente para recitar mis horas y celebrar misa. A esto se juntan mis tentaciones del lado de la carne»{4}.
«La de la castidad es una lucha atroz. Yo la he conocido bien. Supongo que vosotros también debéis conocerla. Sí, yo la conozco, cuando el diablo llega y excita la carne y la inflama... Yo no tengo en mí lo que es necesario para vivir en continencia»{5}.


Este conocimiento le hará acudir en ayuda de los religiosos sujetos a celibato:

«Quisiera más que nada en el mundo llevar socorro a los monjes y a las religiosas. ¡Tanta piedad tengo de estos desdichados, de estos jóvenes, de estas muchachas atormentadas por las excitaciones sensuales!»{6}.
«Quiero liberar a los jóvenes del infierno del celibato manchado con tantas inmundicias»{7}.
En su reclusión en el castillo de Wartburg escribe:
«Me veo aquí hundido en la ociosidad, inerte y endurecido, orando poco, no gimiendo nada por la Iglesia de Dios y devorado por las llamas ardientes de mi carne indómita. Resumiendo, yo que debía arder por el espíritu, ardo por la carne, la pasión, la pereza, la ociosidad, la somnolencia... Desde hace ya ocho días no escribo, ni oro, ni estudio, atormentado como estoy a la vez por tentaciones carnales y otros males»{8}.
Y en carta a su antiguo confesor le dice:
«Soy un hombre arrastrado y envuelto en la sociedad, la embriaguez, las tentaciones carnales, la negligencia y otras miserias, sin hablar de los deberes profesionales, que me aturden»{9}.

Todo un ejemplo de santidad. Pero entonces, ¿por qué los guionistas presentan a Lutero escandalizado por el comportamiento de los dominicos? Escuchemos lo que Juan de Staupitz le dice en una carta:

«Tu causa es sostenida por todos los que frecuentan los lupanares»{10}.

Notas
{1} Poética, 1451b5-8.
{2} Cfr. Martin Luthers Werke, Weimarer Ausgabe 1883-, t. XV, p. 420.
{3} Ibid., t. XII, p. 94.
{4} Martin Luthers Briefwechsel, ed. a cargo de L. Enders, G. Kawerau y Flemming, Frankfurt 1884-1920, t. I, pp. 66-67.
{5} Cfr. WA, t. I, p. 215.
{6} Cfr. Enders, t. III, p. 207.
{7} Ibid., t. III, p. 247.
{8} Ibid., t. III, p. 189.
{9} Ibid., t. I, p. 431.
{10} Ibid., t. III, p. 406.

http://www.hispanismo.org/showthread.php?t=3757
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

¿Cuándo aprenderán a no hacer absurdas acusaciones anacrónicas?

Los actos del pasado no se pueden juzgar con los ojos del presente; por ejemplo esto decía Lutero:

jAAA..Tu crees que la sangre de los asesinados por la ICAR quedará impune clamando desde la tierra ??

O te imaginas a un Dios complacido con tu magisterio favorito ?


No sr Clemente ..No y No ..

La sangre de Abel clamaba ... y las almas bajo el altar tambien


Rev 6:10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?

Babilonia será destruida a causa de sus crímenes ...


Rev 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
Rev 18:5 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
Rev 18:6 Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.
Rev 18:7 Cuanto ella se ha glorifi



asi que nipiense que las almas asesinadas son datos anacrónicos que Dios los dejará impune

Estas muy equivocado

¿ Por que crees que nunca me haría un católico romano de nuevo ?

Por la multitud de sus pasados crímenes y por que soy malo para "alcagueta" de Vicarios no de pedro sino del Mismo espíritu santo ese que llamas ANACRÓNICO
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

Clemente dijo:
Según leemos en las Martin Luthers Werke. Kritische Gesamtausgabe, que se comenzaron a publicar en Weimar en 1883 (Weimarer Ausgabe, WA), el destino que le estaría reservado a la mujer («ese animal estúpido»{2}) sería el siguiente:

«La obra y la palabra de Dios nos dicen claramente que las mujeres deben servir para el matrimonio o la prostitución»{3}.

Mira clemente lo que tu pienses de las mujere o lo que piense el curita Lutero no tiene nada que ver que EL VICARIO no de un hombre sino DE LA MISMA TRINIDAD ( Dios romano ) formule estos cuentos de brujas para asesinar a millones y millones de inocentes mujeres .

Para tu tristeza este monstruo del inocencio VIII es parte de tu querido magisterio y a ti te toca defender a este demonio genocida y por supuesto a todos los "PAPACIDAS" de la historia de tu Santa Iglesia Romana
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

Mira clemente lo que tu pienses de las mujere o lo que piense el curita Lutero no tiene nada que ver que EL VICARIO no de un hombre sino DE LA MISMA TRINIDAD ( Dios romano ) formule estos cuentos de brujas para asesinar a millones y millones de inocentes mujeres .

Para tu tristeza este monstruo del inocencio VIII es parte de tu querido magisterio y a ti te toca defender a este demonio genocida y por supuesto a todos los "PAPACIDAS" de la historia de tu Santa Iglesia Romana

¿A mi me toca defender? :lach:

No estoy en las mismas condiciones que tú, que pareces estar obligado a atacar a la Santa Iglesia Católica Aspótolica Romana; a mi Iglesia la defiende su fundador: Jesús, el Cristo.

Por cierto, estudia los titulos papales; pues escribes cada absurdo...

Por otro lado "papacidas" serían asesinos de papas.
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

¿A mi me toca defender?

No estoy en las mismas condiciones que tú, que pareces estar obligado a atacar a la Santa Iglesia Católica Aspótolica Romana; a mi Iglesia la defiende su fundador: Jesús, el Cristo. .[/QUOTE]
Luego Jesús el cristo ordenó el exterminio de las brujas en su evangelio a los gentiles ..
Recuerda que Inocencio tuvo que derogar un decreto de un canón contrario para poder salir a "cazar brujas"
Por otro lado "papacidas" serían asesinos de papas

Ahh ..pues yo le llamo "papacidas" a los papas criminales ...esos que tu dices que son los VICARIOS no del hombre sino Del Mismo Cristo
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

LA INQUISICIÓN Y LA BRUJERIA
(por Gustav Henningsen, Copenhague)


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ANTES de entrar de lleno en el tema del Santo Oficio y la persecución de brujas en Europa, permitan mis honorables oyentes, que haga una breve introducción de la creencia en la brujería como un viejo fenómeno universal.
Porque la creencia en las brujas, no fue - como mucha gente cree, y como puede leerse por ejemplo en la Enciclopedia de la brujería y demonología de Robbins (1959, 1992) - invención de la Iglesia.

La creencia en las brujas rebosa de elementos animistas, que revelan su antigüedad: Cuando la bruja se "come" a un ser humano, no es, así pues, la carne sino el "espíritu" de la carne, lo que devora. Pero esto se cree suficiente para que la víctima se consuma y muera.

Parece que nos hallamos ante un único e idéntico complejo de tradiciones, difundido por todo el viejo mundo. Puede comprobarse lo mucho que tienen en común las creencias brujeriles europeas, asiáticas y africanas. Las ideas, por ejemplo, de juntas secretas de brujas, que en sus "aquelarres" nocturnos celebran banquetes a base de la carne de sus propios parientes; y la de que la brujería sea un poder innato para dañar a otros, transformarse en animales y volar por los aires, las comparten los tres continentes.

Incluso algo tan específico como es el dejar en la cama un cuerpo fingido, en lugar del propio, mientras la bruja acude al aquelarre, lo encontramos tanto en Asia, como en Africa y Europa. Son especialmente asombrosas las similitudes entre las creencias en brujas de Europa y la India, las cuales, en ambos casos, se remontan a la temprana Antigüedad (Henningsen 1997).



PARA una mente teológica, la brujería, tal como lo concebía el pueblo, resultaba absolutamente inacceptable. Por eso la Iglesia desechó desde un principio estas creencias como supersticiones paganas. De ello tenemos ejemplo en Dinamarca.

En el año 1080 escribió el papa Gregorio VII al rey Harald de Dinamarca quejándose de que los daneses tuviesen la costumbre de hacer a ciertas mujeres responsables de las tempestades, epidemias y toda clase de males, y de matarlas luego del modo más bárbaro.

El papa conminaba al rey dano para que enseñase a su pueblo, que aquellas desgracias eran voluntad de Dios, la cual deberían complacer con penitencias y no castigando a presuntas autoras.

La sabiduría de esta postura se refleja también en una crónica eclesiástica, al referir el caso de tres mujeres, quemadas por envenenadoras y perdedoras de personas y cosechas en 1090, cerca de Munic, diciendo de ellas, que murieron mártires.

DE ACUERDO con esta postura de la Iglesia no encontramos nada sobre las brujas en los más antiguos manuales del Santo Oficio. En el más antiguo, escrito por el inquisidor Bemard Gui sobre 1324, bajo el título "De sortilegis et divinis et invocatoribus demonorum" se citan diversas prácticas mágicas y de adivinación, junto con algunos conjuros al demonio. Lo más que se acerca a las brujas, es al comentar sobre "fatis mulieribus quas vocant 'bonos res'que, ut dicunt, vadunt de nocte"l (Hansen 48). Las hadas que la gente con un eufemismo llamaba "la cosa buena" parece referirse a lo que en otro lugar he denominado "el aquelarre blanco" (Henningsen 1991).

El manual de Eymeric de 1376 tampoco entra en el terreno de las brujas, pero reproduce la condena que el Canon episcopi (incluído en el Decreto de Graciano 1140) hace de aquellas mujeres que se creen capaces de volar por las noches en el cortejo de la diosa Diana. Por añadidura, dicho manual de Eymeric incluye el decreto del papa Juan XXII, de 1326, contra diversas formas de culto al demonio.

En la versión comentada que Francisco Peña publicó en 1578 del manual de Eymeric, se habla bastante sobre la conjuración al demonio y la relación que con éste tienen los magos; pero la mención del aquelarre sigue brillando por su ausencia. En todos esos manuales es notorio, que el sortilegio ocupa el último lugar en la jerarquía de las herejías (Bethencourt 1994:180 f.).


POR desgracia, la sabia postura de la Iglesia cambia alrededor de 1400, al ser reinterpretada la noción popular de la brujería, de modo que ésta resultaba también posible desde el punto de vista teológico. Los detalles sobre lo que se consideraba una nueva secta de brujos los encontramos por primera vez, en dos tratados escritos a mediados de la década de 1430. El uno: Ut magorum et maleficiorum errores, por Clode Tholosan, juez seglar en la provincia de Dauphine. El otro: Formicarius, por el domínico Juan Nider. Con ambos se inicia la interminable serie de tratados demonológicos de los siglos X-V, XVI y X-VII. No es mi intención dar un repaso a esta literatura ahora. En su lugar voy a hacer una breve comparación entre la creencia popular en las brujas y la teoría demonológica, fundada en los principios teológicos de San Agustín y Santo Tomás de Aquino, los cuales se mantuvieron casi sin modificación durante todo el periodo.

El concepto popular de la brujería como poder natural innato de la persona, se seguía rechazando. Sin embargo se admitía la existencia de brujas. Mas dichas brujas, para poder obrar, tenían necesariamente que haber pactado con el demonio. Del mismo modo se redefinió el don brujeril de transformarse en animales. Que el alma humana pudiera meterse en un animal - desde un punto de vista teológico - era imposible. Si la bruja se creía capaz de algo así, se lo debía al arte ilusorio del demonio.

"A nadie le hagan creer, que un ser humano realmente pueda transformarse en animal", dice el Compendium maleficarum de Guazzo de 1608. A continuación siguen refinadas explicaciones de cómo el demonio puede inducir a una bruja a creerse transformada en lobo. Por ejemplo puede el demonio del simple aire crear una forma de lobo e introducirse él dentro de la misma, para hacer luego todo tipo de descalabros. Mientras tanto, yace la bruja en su cama y experimenta su apariencia de lobo como un hecho absolutamente real. En caso de que alguien consiguiese herir al ilusorio lobo, el demonio procuraría herir a la bruja del mismo modo y en la misma parte del cuerpo, de modo que la bruja, al despertar, crea firmemente que todo ha ocurrido en realidad (Guazzo 1929:51).

Un problema especial representaba para los teólogos el supuesto vuelo de las brujas. Según la noción popular, el alma humana abandona el cuerpo, dejando a este yacer como sin vida. Mas esta explicación era inaceptable para los teólogos. En tanto una persona no esté muerta, el alma y el cuerpo son inseparables. Si el demonio fuese capaz de extraer el alma del cuerpo de la bruja y devolverla luego a éste, sería un milagro. Y no un milagro cualquiera, pues sería comparable al milagro de la Resurreción

La explicación ortodoxa demonológica surgió de la necesidad de resolver el problema: para ello hubo que admitir que la presencia de las brujas en el aquelarre, a veces era real (en cuyo caso era siempre también corporal), mas otras veces, sería irreal (cf Clark 1997:191).

La creencia de que las brujas se juntaban en asambleas nocturnas, como anteriormente se ha dicho, databa de muy antiguo. Pero la idea de que ocurriese bajo los auspicios del demonio, era innovación de los demonólogos.

Del mismo modo, la idea de que las brujas formasen parte de una secta, era totalmente ajena al concepto popular de la brujería. Probablemente debamos semejante sutilidad a la creatividad inquisitorial.


HORA es ya de que contemplemos la revisión cronológica que se ha hecho de la persecución de brujas en Europa. No hace aún mucho tiempo que los historiadores coincidían en culpar a la Inquisición del surgimiento de dicha persecución. Según Joseph Hansen la primera quema de una bruja habría tenido lugar en 1275, cuando la Inquisición de Toulouse condenara a una tal Angela de la Barthe por haber comido carne de niños y tenido relaciones con el demonio.

A lo largo del siglo siguiente, o sea, durante todo el siglo XIV, de acuerdo con dicha gran autoridad alemana, cientos de hombres y mujeres, acusados de brujería, habrían sido quemados por las Inquisiciones de Toulouse y Carcasonne.

Apartir de Hansen se sugiere también la seductora idea de que la Inquisíión, tras haber exterminado a cátaros y valdenses, se volcó sobre las brujas para no quedarse inactiva.

La investigación más reciente ha demostrado algo totalmente distinto. Todos los datos sobre la sangrienta caza de brujas en el sur de Francia se remontan a un libro de divulgación escrito por el novelista francés Lamothe-Langon (1829). A mediados de 1970 un historiador inglés y otro americano demostraron, independentemente uno de otro, que las fuentes medievales presentadas por Lamothe-Langon jamás existieron, sino que las había inventado él para sazonar su relato (Cohn 1975; Yieckhefer 1976).

A raíz de este descubrimiento, la cronología se ha retrasado con casi cien años. Nueva imagen que se perfila se puede resumir como sigue: Los primeros aunque escasos informes datan de 1360. 0 sea, un siglo después de la supuesta quema en Toulouse. No fue la Inquisición quien inició la persecución sino la justicia civil en Suiza y Croacia. Resulta interesante ver cómo la Inquisición de Milán no sabía qué hacer con dos caminantes nocturnas, que en 1384 y 1390 confesaron haber participado en una especie de aquelarre blanco en el que el hada Madonna Oriente les instruía en la forma de ayudar a la gente a combatir la brujería.

Parece ser que la legalización de la caza de brujas tuvo su origen en las exigencias del pueblo, que presionaba a los tribunales civiles. Poco a poco, la Iglesia también hubo de adaptarse a esta corriente; pero la Inquisición no aparece involucrada en ese tipo de persecuciones con anterioridad al siglo XV.

Con el fin de obtener una idea más exacta de la participación del Santo Oficio en la caza de brujas, he examinado la relación de procesos hecha por Richard Kieckhefer, y he podido comprobar que los procesos por brujería propiamente dicha -en tanto cuanto estos puedan diferenciarse de los procesos por magia-están repartidos entre tribunales civiles, episcopales y de Inquisición.

De un cálculo aproximado de 1000 causas, el 63% fue juzgado por las autoridades civiles; el 17% corresponde a tribunales episcopales, mientras que el 20% corresponde a la Inquisición. La mitad de las 200 causas de que se trata, se debieron al inquisidor Heinrich Institoris, cuya persecución de brujas en el año 1484 había sido autorizada por una bula del papa Inocencio VIII.

Teniendo en cuenta la gran inseguridad que mis cálculos nos ofrecen, a causa del material perdido y de la escasez de información sobre las cifras de las víctimas, todo parece indicar que la Inquisición no jugó tan importante papel, como invariablemente se le adjudica, en la persecución de brujos durante la Edad Media.

Bueno, eso en cuanto a la Edad Media. Pero ¿qué puede decirse de la Inqusición y la Edad Moderna?

Para el año 1525 aproximadamente, los tribunales inquisitoriales de Europa se habían extinguido y la Era del Santo Oficio medieval había tocado su fin. Entre tanto, una nueva fonna de Inquisición había visto la luz del día. Se trata de una Inquisición "moderna", instituida sobre bases nacionales. La primera de este tipo se estableció en España, en 1478, con bula papal. A la Inquisición española, le siguieron la portuguesa (1531), y la "romana" (1542)


Sigue.....
 
Re: La caza de brujas del Papa Inocencio VIII

ANTES de seguir adelante con la participación del Santo Oficio en los procesos contra las brujas en los siglos posteriores a la Edad Media, vamos a detenernos unos momentos para ver en cuánto se estima hoy, basándose en los resultados más recientes de investigación, el coste en vidas humanas de las modernas persecuciones.

Se calcula que hubo cerca de 100.000 causas de brujería en Europa, de las cuales, la mitad, o sea, unas 50.000 personas acabaron en la hoguera. Pero, como podemos ver, la intensidad de las persecuciones varió mucho de país a país.

La densidad de persecución de brujas en Europa (Behringer1998:65 f )2

País Ejecuciones (por cada mil) Habitantes c. 1600
Portugal 7 (0,0007) 1000.000
España 300 (0,037) 8.100.000
Italia 1000? (0,076) 13.100.000
Países Bajos 200 (0,133) 1.500.000
Francia 4000? (0,200) 20.000.000
Inglaterra/Escocia 1500 (0,231) 6.500.000
Finlandia 115 (0,238) 350.000
Hungría 800 (0,267) 3.000.000
Belgica/Luxemburgo 500 (0,384) 1.300.000
Suecia 350 (0,437) 800.000
Islandia 22 (0,440) 50.000
Chequía/Slovaquia 1000? (0,500) 2.000.000
Austria 1000? (0,500) 2.000.000
Dinamarca/Noruega 1350 (1,391) 970.000
Alemania 25000 (1,563) 16.000.000
Polonia/Lituania 10000? (2,941) 3.400.000
Suiza 4000 (4,000) 1.000.000
Lichtenstein 300 (100,000) 3.000

La mitad de las quemas de brujas se produjeron como vemos en los estados alemanes, donde fueron ejecutadas 25.000 personas. Mas poniéndo el número de ejecuciones en relación con el de habitantes, vemos que Lichtenstein es el lugar donde más cruda fue la persecución: 300 quemas con relación a 3000 habitantes, corresponde a un 10 % de la población.
Ala cabeza del extremo opuesto de la escala, con una intensidad de un fracción de unidad por mil, encontramos a Portugal, España e Italia, los únicos países que conservaron la Inquisición, adaptándola a su nueva base nacional.

La documentación correspondiente a la primera parte de la Edad Moderna, que es la época que nos interesa, es tan abundante, que nos permite con gran seguridad decir cuántas de las quemas de brujas registradas se debieron a la Inquisición.

Las cifras, por inesperadas, resultan asombrosas. Para Portugal es 1. Para España, 27. Y para Italia, 8. El resto de un total de ca. 1300 ejecuciones, repartidas entre los tres países, se debieron a los tribunales civiles y episcopales de los mismos.

En ya anticuados estudios encontramos a menudo la suposición de que en España, Portugal e Italia, el Santo Oficio tenía tanto que hacer persiguiendo a judíos, mahometanos y protestantes, que no le quedaba tiempo para perseguir también a las brujas.

La revisión sistemática de los archivos inquisitoriales nos demuestra algo muy distinto. Calculo que la Inquisición en los países católicos del Mediterráneo llevó a cabo entre 10.000 y 12.000 procesos de brujería, que, no obstante, fueron sentenciados con penas menores o absolución.

Es importante subrayar que las teorías demonológicas no fueron asunto exclusivo de la Teología. Filósofos, matématicos y físicos debatían seriamente dichas especulaciones en el seno de las universidades europeas más prestigiosas. Y el debate duró hasta principios del siglo XVIII. Todo al contrario de lo que generalmente se cree, la demonología fue una precusora de la ciencia moderna.

La explicación al hecho de que la Inquisición prestase tan poco interés al aspecto demonológico, nos la da un catedrático de la Universidad de Salamanca. Raphael de la Torre observa a principios del siglo XVII, que mientras los especialistas en Derecho Romano y los teólogos, normalmente opinaban que el aquelarre era un hecho real, coincidían casi todos los canonistas en rechazarlo como producto de la imaginación.

Notemos que precisamente era a canonistas a quienes la Inquisición solía dar empleo. Esto podría explicar, por qué este sector seguía aferrado a la tradición medieval del Canon episcopi.

La cuestión del inexplicable escepticismo inquisitorial merece ser examinada a la luz de un amplio contexto histórico-teológico. Expondré aquí brevemente hasta qué punto el escepticismo inquisitorial repercutió en la situación de las brujas en España.

Al principio, España siguió a la zaga de otros países. De 1498 a 1522, el Santo Oficio condenó a once brujas a la hoguera. Mas en 1526, la élite de teólogos española se reunió en Granada para elaborar unas nuevas instrucciones con respecto a la brujeria. Dichas instrucciones no tuvieron su igual en otras partes. ¿Dónde en el resto de Europa encontramos paralelos a ordenanzas como las siguientes?:

Cualquier bruja que voluntariamente confiese y muestre señales de arrepentimiento, será reconciliada sin confiscación de bienes, y recibirá penas salutarias para sus almas.

Nadie será arrestado en base de las confesiones de otras brujas.

Los Jueces averiguarán si las personas por ellos detenidas, ya han sido anteriormente sometidas a tortura por otras justicias.

Preguntando a los demás residentes de la casa os enteraréis de si dichas personas, en la noche que aseguran haber asistido a la junta de brujas, realmente se ausentaron de casa, o si, por el contrario, estuvieron en ella toda la noche sin salir.

Las instrucciones contenían también un párrafo, según el cual, todos los casos referentes a tan complicada materia, deberían siempre ser remitidos al Inquisidor General y su Consejo.

Con las instrucciones de 1526, se consiguió librar a España de la quema de brujas durante la mayor parte del siglo XVII.

Influída por Francia, en 1610, la Inquisición española volvió a introducir en el norte de España la pena de la hoguera. En total 7000 personas fueron acusadas de brujería. Todo ello podría haber terminado en un auténtico holocausto. Mas, por suerte, el inquisidor Salazar, encargado de las pesquisas, se había comprometido a conseguir pruebas sobre la existencia de la temida secta diabólica.

En su informe al Inquisidor General, Salazar concluye: "No hubo brujos ni embrujados hasta que se empezó a hablar y escribir de ellos." Dicha investigación contribuyó a la definitiva abolición de las quemas de brujas en todo el Imperio Español.

Permitanme referir un par de puntos del memorial de este, injustamente, aún poco reconocido abogado de las brujas. Oponiéndose a sus dos colegas del tribunal - quienes hallándose totalmente convencidos de la existencia de las brujas, deseaban acabar con ellas en el fuego - Alonso de Salazar expuso:

Mis colegas están perdiendo el tiempo al mantener que solamente los brujos alcanzan a entender aquello más dificultoso y especulativo, ya que han de sentenciarlo acá jueces que no son brujos (doc. 14.28).

Ni tampoco mejoramos nada con averiguar que el demonio pueda hacer esto y aquello, repitiendo a cada paso la teoría de su naturaleza angélica, y porque den también los doctores por asentadas aquellas cosas, ya que sólo sirve de fastidio inútil, pues nadie las duda. La cuestión es si en el caso concreto, ha pasado como lo dicen los brujos... porque ni ellos han de ser creídos, ni el juez dará sentencia mas que en lo que exteriormente sea verdad y de igual modo perceptible para cuantos las oyeren (doc. 14.29).

En otras palabras, Salazar sostenía, que el aspecto demonológico era irrelevante en los casos concretos de brujería. Sobre tal revolucionario postulado reposaba todo su método protopositivista, como muy bien podrímos llamarlo, puesto que el positivismo, como filosofía, nació más tarde.



De esta exposición histórica podemos sacar las siguentes conclusiones:

1. Mientras que la Inquisición solía mostrarse dura y tajante con judios, mahometanos y protestantes, se mostró inusitadamente blanda en cuanto al castigo de la brujería y otras formas de delitos mágicos. Tan blanda, que considerado con los ojos de un europeo del norte o del centro de Europa, debió resultar un escándalo.

2. La Inquisición podía haber causado un holocausto de brujos en los países católicos del Mediterráneo - mas la historia nos demuestra algo muy diferente - la Inquisición fue aquí la salvación de miles de personas acusadas de un crimen imposible.