Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto

18 Noviembre 1998
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Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto
29.08.07 @ 10:57:51. Archivado en Actualidad

Todos sabemos cómo son, cómo piensan y cómo actúan. Aman la violencia, justifican la violencia, se valen de la violencia para conseguir sus objetivos y son prácticamente inmunes ante el sufrimiento de inocentes, a los que en no pocas ocasiones consideran como agentes de la opresión. De la misma forma que la droga suele dejar una huella reconocible en el rostro de sus esclavos, el odio y la maldad de los batasuno-etarras configura su expresión. Si tú miras a los ojos a un etarra o a cualquiera de los que les apoyan, lo más fácil es que no te encuentres una mirada limpia sino el espejo turbio de un alma podrida.

El abertzale siempre encuentra excusas para justificar los asesinatos de Eta. Su conciencia está más muerta que los asesinados por la banda terrorista, pero resulta que los seres humanos con la conciencia muerta y enterrada siguen viviendo como los demás. Y de hecho, ayudan a eliminar cualquier rastro de compasión y humanidad en las conciencias de sus hijos, de sus conciudadanos. De nada vale con ellos el diálogo. O aceptas sus condiciones o eres carne de matadero. Sirven a un Satanás que ni siquiera pretende disfrazarse. Se presenta directamente como una serpiente enroscada a un hacha. Esos hijos del Belcebú que concibió la mente sucia y llena de odio de Sabino Arana son fieles a su llamado, a su padre y a su reino.

La sociedad española, a pesar de la política irresponsable de Zapatero, todavía tiene bastante claro que el mundo batasuno-etarra es una plaga para la convivencia en toda la nación y especialmente en el País Vasco y Navarra. Sin embargo, esa sociedad mantiene ante el aborto la misma actitud que los batasunos ante la violencia etarra. Siempre se puede encontrar una justificación para matar a un ser humano en el seno materno. Los etarras y los batasunos "luchan" por la independencia de una tierra de la que deberían ser desterrados para descontaminar el aire que respiran los vascos decentes. Los que abortan y les apoyan "luchan" por el derecho de la mujer, por librarse de un problema molesto que tiene el nombre de ser humano inocente, indefenso, sin voz y sin posibilidad alguna de escapar a su destino. Es más fácil sobrevivir a un atentado etarra que al deseo asesino de una madre desnaturalizada y al bisturí de un galeno carnicero. Y la misma sociedad que se escandaliza ante las bombas que revientan cuerpos humanos y ante los tiros en la nuca, mira para otro lado ante los cerca de cien mil españolitos que cada año acaban sus vidas en el cubo de basura de las clínicas abortistas.

En tan sólo cinco días, en España son ejecutados legalmente más seres humanos que todos los "ejecutados" por Eta en sus décadas de "lucha". La "lucha" por el derecho de la mujer a "interrumpir su embarazo" ha causado ya más muertes violentas que todas las que se produjeron en este país durante el siglo XX, Guerra Civil incluída. Pero mientras que ante Eta casi todos nos unimos, casi todos salimos a la calle, casi todos estamos decididos a acabar con esa lacra, con el aborto una mayoría silenciosa mira para otro lado o directamente lo apoya. No somos tan diferentes pues de esos batasunos que sonríen y celebran los atentados de la banda asesina. Al menos no somos diferentes de ellos ante los ojos de Dios, que es el que al final nos hará pasar por su tribunal. De nada valdrá entonces apelar a derechos feministas, a justificaciones del tipo "muchos otros lo hacían", a excusas del tipo "es que la criatura venía mongólica y esos no tienen derecho a vivir porque nos amargan la existencia a los padres". En ese tribunal se oirá el llanto de los inocentes que no pudieron llorar cuando eran aniquilados. En ese tribunal se mostrarán todas las imágenes de cuerpecitos destrozados por cirujanos de muerte. En ese tribunal, el Dios Todopoderoso dictará sentencia contra la sociedad que ha permitido, alentado o consentido ese Holocausto continuo. Y aunque las sentencias particulares esperen hasta el Juicio Final, quizás la sentencia contra nuestra sociedad ya esté dictada. Quizás veamos su aplicación en esta generación. Quizás la estemos viendo ya.

Los cristianos debemos de luchar contra la corriente de la cultura de la muerte, o acabaremos siendo parte de la misma. O levantamos la voz un día sí y otro también contra esa infamia, o estaremos entre los acusados en ese tribunal divino. No tenemos derecho a callar, no tenemos derecho a dar por normal lo que es la peor de las aberraciones concebidas en la mente de Lucifer. Hoy nuestra voz de condena va acompañada del ofrecimiento del perdón para las madres que abortan, muchas de ellas forzadas a hacerlo, e incluso para los ejecutores de abortos (véase el ejemplo de Nathanson). La gracia de Dios es tan inmensa que admite que reposen en los brazos de Cristo aquellos que se han lucrado asesinando inocentes. Pero una vez cruzado el umbral de esa muerte a la que tanto han servido, ya no habrá gracia ni perdón, sino juicio e ira santa de Dios. Y una vez cruzado el umbral de la paciencia de Dios con esta sociedad, no habrá vuelta atrás y seremos consumidos por nuestro propio mal.

Somos el rico Epulón que apenas reparte migajas entre los hambrientos de este mundo y que se deshace de sus hijos cuando les son molestos. Todavía vivimos bien con nuestras raciones de gambas al ajillo y patatas bravas. Todavía reímos las gracias insolentes de esos niños y adolescentes a los que hemos malcriado. Todavía nos enfrentamos al profesor que osa suspender a nuestros chavales. Todavía pensamos que el pastillero es el hijo del vecino y no el nuestro. Todavía creemos que si nos encontrarmos condones en los bolsillos de los pantalones de nuestras hijas o nuestros hijos, es debido a que sus amigos les piden que se los guarden para que no lo descubran sus propias madres. Todavía tenemos el recurso de las Dator de turno si a nuestros hijos se les rompe el condón o se les olvida usarlo. Todavía creemos que estamos vivos, pero en realidad estamos tan muertos como los del cóctel molotov y la gasolina, las bombas y los tiros en la nuca.

Luis Fernando Pérez Bustamante

Fuente
 
Re: Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto

Querido Luís Fernando:



He leído tu grito de clamor contra el aborto, donde gimes por un mundo donde desaparezca esa forma de asesinato. Por desgracia creo que es predicar en el desierto. A un mundo incrédulo e injusto, lleno de jueces injustos y de gobernantes injustos que gobiernan sobre masas injustas ¿Tú pides justicia? Baja de la nube hermano. Solo cuando reine el Rey Justo sobre esta tierra, es que habrá justicia. Yo hace tiempo que dejé este espinoso asunto en Sus manos. La creación entera clama por ser libertada de su esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Rom. 8:21).


Dios te bendiga.

Epafrodito
 
Re: Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto

Es muy fácil alzar el puñor y lanzar peroratas contra los derechos feministas si no es uno el alumbra o gesta.

¡Asesinos, bárbaros, pecadores, incoscientes! ¡A la hoguera con ellos, y que el fuego purifique sus errores! Porque sólo el fuego y los leones deberían ser la sentencia para todos aquellos de parecer atrofiado...
 
Re: Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto

Discordia, queda expulsado por incumplimiento de la norma 2.

DLB.
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Re: Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto

Querido Luís Fernando:

He leído tu grito de clamor contra el aborto, donde gimes por un mundo donde desaparezca esa forma de asesinato. Por desgracia creo que es predicar en el desierto. A un mundo incrédulo e injusto, lleno de jueces injustos y de gobernantes injustos que gobiernan sobre masas injustas ¿Tú pides justicia? Baja de la nube hermano. Solo cuando reine el Rey Justo sobre esta tierra, es que habrá justicia. Yo hace tiempo que dejé este espinoso asunto en Sus manos. La creación entera clama por ser libertada de su esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Rom. 8:21).


Dios te bendiga.

Epafrodito


¿Y qué se supone que debemos hacer? ¿callar o no hacer nada ante las injusticias?

No hombre, no. El hecho de que el mundo esté perdido no implica que los cristianos debamos de dejar de denunciar sus injusticias. Eso forma parte de nuestra condición de luz del mundo.
 
carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

Carta abierta de la Madre Teresa
a un abortero




Estimado Dr. Morgentaler:

Jesús dijo: "El que recibe a un niño en mi nombre, me recibe a Mí" (Lucas 9:48). "Les aseguro que todo lo que hicieran por el más pequeño de mis hermanos, eso habréis hecho por Mí" (Mateo 25:40).

Fue un pequeño niño aún por nacer, "quien saltó en el vientre de Isabel... ante la presencia de Jesús en el vientre de María, Su Madre" (Lucas l:4l-44).

Estoy luchando contra el aborto a través de la adopción. Miles de preciosos niños libaneses, hindúes, etc. han sido rescatados y han traído amor, júbilo y unión, a numerosas familias que de otro modo no hubieran podido tener un hijo. Yo nunca le doy un niño a una familia que ha hecho algo para no tener hijos.

Me he unido a la lucha contra el aborto, porque considero que el niño aún por nacer es el más pobre entre los pobres hoy en día, el menos amado, el más menospreciado, el ser "desechable" de la sociedad. En cuanto a nuestros votos ante Dios, nosotras las Misioneras de la Caridad, nos hemos comprometido a servir gratuita y fervientemente a los más pobres entre los pobres.

El aborto se ha convertido en el mayor destructor del amor y de la paz en nuestros días. He conocido muchas mujeres que se han hecho practicar un aborto hace muchos años. Cada vez que ven un niño de la misma edad que el suyo hubiera tenido, recuerdan lo que hubiera sido el suyo.

Pero Ud., Dr. Morgentaler, aconseja a la gente que no comparta mi punto de vista con respecto al aborto. Yo sé que no está de acuerdo con su opinión y siento tristeza por Ud., porque un día, cuando Ud. vaya a su hogar final ante Dios, me pregunto: ¿Qué respuesta le dará Ud. a Él?. Cuando Él le pregunte: ¿"Donde están todos los preciosos niños que Yo había creado para que hicieran grandes cosas, para amar y ser amados, dónde están"? Ud. teme tener que alimentar un niño más, educar un niño más. Sus padres no tuvieron temor, ellos no lo abortaron a Ud.; al contrario, lo amaron, le dieron la alegría de vivir.

Tengo miles y miles de niños de todas partes del mundo y sin embargo ninguno de ellos, ni uno sólo se ha sentido indeseado o falto de mi ha carecido de cuidado.

He experimentado un hermoso milagro del tierno amor de Dios por el niño. Un hombre vino a mí y me dijo: "Mi único hijo se está muriendo y el médico ha recetado esta medicina que no se puede conseguir en la India." Justo mientras estábamos hablando, se nos acercó un hombre con un canasto lleno de medicinas usadas a medias, y precisamente encima de todas ellas encontré la medicina que necesitábamos. La miré una y otra vez, pensando asombrada en los millones y millones de niños en el mundo, y en la preocupación tierna que tiene Dios por los pequeños de las barriadas más pobres de Calcuta. No salía de mi asombro ante la compasión y el dulce amor de Dios por aquel pequeño.

Ojalá que pueda Ud. un día experimentar la alegría de amar a Dios y de compartirlo con todos aquellos con quienes se encuentre, especialmente con su familia y con la gente con quien trabaja.

Estoy rezando por Ud., que Dios lo bendiga.

Madre Teresa de Calcuta
Misioneras de la Caridad
 
Re: carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

Re: carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

Carta abierta de la Madre Teresa
a un abortero




Estimado Dr. Morgentaler:

Jesús dijo: "El que recibe a un niño en mi nombre, me recibe a Mí" (Lucas 9:48). "Les aseguro que todo lo que hicieran por el más pequeño de mis hermanos, eso habréis hecho por Mí" (Mateo 25:40).

Fue un pequeño niño aún por nacer, "quien saltó en el vientre de Isabel... ante la presencia de Jesús en el vientre de María, Su Madre" (Lucas l:4l-44).

Estoy luchando contra el aborto a través de la adopción. Miles de preciosos niños libaneses, hindúes, etc. han sido rescatados y han traído amor, júbilo y unión, a numerosas familias que de otro modo no hubieran podido tener un hijo. Yo nunca le doy un niño a una familia que ha hecho algo para no tener hijos.

Me he unido a la lucha contra el aborto, porque considero que el niño aún por nacer es el más pobre entre los pobres hoy en día, el menos amado, el más menospreciado, el ser "desechable" de la sociedad. En cuanto a nuestros votos ante Dios, nosotras las Misioneras de la Caridad, nos hemos comprometido a servir gratuita y fervientemente a los más pobres entre los pobres.

El aborto se ha convertido en el mayor destructor del amor y de la paz en nuestros días. He conocido muchas mujeres que se han hecho practicar un aborto hace muchos años. Cada vez que ven un niño de la misma edad que el suyo hubiera tenido, recuerdan lo que hubiera sido el suyo.

Pero Ud., Dr. Morgentaler, aconseja a la gente que no comparta mi punto de vista con respecto al aborto. Yo sé que no está de acuerdo con su opinión y siento tristeza por Ud., porque un día, cuando Ud. vaya a su hogar final ante Dios, me pregunto: ¿Qué respuesta le dará Ud. a Él?. Cuando Él le pregunte: ¿"Donde están todos los preciosos niños que Yo había creado para que hicieran grandes cosas, para amar y ser amados, dónde están"? Ud. teme tener que alimentar un niño más, educar un niño más. Sus padres no tuvieron temor, ellos no lo abortaron a Ud.; al contrario, lo amaron, le dieron la alegría de vivir.

Tengo miles y miles de niños de todas partes del mundo y sin embargo ninguno de ellos, ni uno sólo se ha sentido indeseado o falto de mi ha carecido de cuidado.

He experimentado un hermoso milagro del tierno amor de Dios por el niño. Un hombre vino a mí y me dijo: "Mi único hijo se está muriendo y el médico ha recetado esta medicina que no se puede conseguir en la India." Justo mientras estábamos hablando, se nos acercó un hombre con un canasto lleno de medicinas usadas a medias, y precisamente encima de todas ellas encontré la medicina que necesitábamos. La miré una y otra vez, pensando asombrada en los millones y millones de niños en el mundo, y en la preocupación tierna que tiene Dios por los pequeños de las barriadas más pobres de Calcuta. No salía de mi asombro ante la compasión y el dulce amor de Dios por aquel pequeño.

Ojalá que pueda Ud. un día experimentar la alegría de amar a Dios y de compartirlo con todos aquellos con quienes se encuentre, especialmente con su familia y con la gente con quien trabaja.

Estoy rezando por Ud., que Dios lo bendiga.

Madre Teresa de Calcuta
Misioneras de la Caridad

No la conocía. Muchas gracias.

Que Dios te bendiga
 
Re: Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto

¿Y qué se supone que debemos hacer? ¿callar o no hacer nada ante las injusticias?

No hombre, no. El hecho de que el mundo esté perdido no implica que los cristianos debamos de dejar de denunciar sus injusticias. Eso forma parte de nuestra condición de luz del mundo.

Concuerdo plenamente.

A Dios orando y con el mazo dando; Claro que tenemos que orar; pero manifestarnos políticamente para buscar todas las formas posibles para que este genócidio termine.
 
Re: carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

Re: carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

No la conocía. Muchas gracias.

Que Dios te bendiga


Que Dios te siga bendiciendo a ti también. Perdona que no haya puesto la fuente, pero era de los artículos que me gustan y guardo en mi ordenador.
 
Re: carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

Re: carta abierta de la Madre Teresa de Calcuta a un abortero

Que Dios te siga bendiciendo a ti también. Perdona que no haya puesto la fuente, pero era de los artículos que me gustan y guardo en mi ordenador.

Al reconocer quien es el autor, con eso es suficiente, para no caer en plagio; pues como aparece tu nick o pseudonimo es como si te lo adjudicaras y ahora aclaraste fehacientemente que no es tuyo y mencionaste quien es la autora.

Así que no es necesario poner la fuente en la que fue publicada, a menos que sea un trabajo académico.

Saludos :rock: