Re: Profecia
Sanidades y don de profecía
El apóstol Pablo decía que “las profecías se acabaran y cesaran las lenguas”. Debemos entender que este acabarse y cesar no se dará en el fin de los tiempos, sino que cesarán las lenguas y la ciencia acabará como dones particulares y especiales en la época novotestamentaria. Se acabaran “porque en parte conocemos y en parte profetizamos” (1ª Co 13: 19); es decir profetizamos en el sentido de lo que va a pasar en el futuro porque no lo conocemos todavía: “mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabara” (1ª Co. 13:10).
“Cuando yo era niño, (y esto es lo importante) hablaba como niño, juzgaba como niño” (1ª Co. 13:11). Mi impresión general es que las manifestaciones carismáticas actuales, dentro de la Iglesia, son manifestaciones infantiles; es decir, estamos experimentando una regresión, a estados primarios del desarrollo de nuestra personalidad, como Iglesia. Estamos volviendo hacia atrás en cuanto a aspectos de madurez cristiana se refiere, dicho de otra manera: estamos desde el punto espiritual, emocionalmente enfermos. Para clarificar el sentido de lo que estoy diciendo tenemos que echar mano de conceptos científicos, pertenecientes al área de la Psicología y de la Psiquiatría. En determinadas enfermedades mentales, lo que caracteriza el deterioro psíquico que producen es una regresión, a estados primarios del desarrollo de la personalidad, es decir una regresión a la infancia. Esto es lo que creo que se está produciendo en muchos sectores de la Iglesia Cristiana Evangélica a nivel universal.
La Iglesia sufre, en parte, una regresión a estadíos primarios de su desarrollo histórico-pneumatico. Es decir, desde el punto de vista eclesiástico se esta produciendo una regresión a la infancia, y las manifestaciones de infantilismo no son de recibo, en el presente para la Iglesia. Ante tales manifestaciones el mundo (los seres humanos) se escandaliza; y las expresiones públicas de dicho escándalo se divulgan en los medios de comunicación para mayor vergüenza del testimonio cristiano.
Algo no funciona bien en el ámbito de la Iglesia evangélica cuando se dan manifestaciones de infantilismo, primitivas, en el desarrollo de su personalidad colectiva.