Re: Definitivamente las apariencias engañan
Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
(Sant 4, 12)
No puedo creer tantos disparates que dices. Ahora resulta que dices tener el don para escrutar los corazones.Y es más Petrino, que tu no puedas, lo lamento yo si puedo decir si tiene o no tien a Cristo en su corazón... lo lamento, pero si puedo detirmanar quien si y quien no... ¿entiendes?... no me pongas a mi en tu condición. Buenas noches.
Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
(Sant 4, 12)