Definitivamente las apariencias engañan

haaz

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23 Septiembre 1999
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Según textos inéditos

Madre Teresa tenía dudas de fe

Nueva York / DPA. - La Madre Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz, tuvo durante casi 50 años dudas de fe, según informó ayer la revista “Time Magazine”, basada en el contenido de cartas sin publicar todavía.

Esta correspondencia de la fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad con sus confesores y demás acompañantes religiosos, forma parte del nuevo libro “Mother Teresa: Come Be My Light”.

Constantemente, la Madre Teresa afirmaba que padecía bajo la “oscuridad”, “soledad” y “congoja”, indica la revista. Comparaba los sentimientos con el infierno y dijo una vez que eso la llevó a tener dudas acerca de la existencia del cielo y hasta de Dios.

De acuerdo con el libro, la Madre Teresa escribió al pastor Michael van der Peet: “Jesús tiene un amor muy especial hacia ti. Pero en lo que a mí respecta, el silencio y el vacío son tan grandes que miro y no veo, escucho y no entiendo nada”. Su sonrisa, escribió en otro pasaje, era solo “una máscara” que lo cubre todo”.

http://www.aldia.co.cr/ad_ee/2007/agosto/24/internacionales1214693.html

A primera vista lo que hacía, según los católicos y algunos otros, le abrió las puertas del cielo. Pero las apariencias engañan. Tenía dudas y creía que Jesús amaba a un pastor ¿protestante? pero con ella había otra cosa!
En fin, no estoy juzgando si ella está en el cielo o no, pero estoy llamando la atención sobre esas cosas que hace la ICR con ella y con Juan Pablo II, donde dejándose llevar por las apariencias ya los consideran santos.
Por otro lado, hay que recordar que la salvación es por fe, "no por obras para que nadie se gloríe".
 
Definitivamente las apariencias engañan y la fe madura.

Definitivamente las apariencias engañan y la fe madura.

Hola hazz: Me parece que hace siglos que no te veía por aquí.

Puedes darle la vuelta a la moneda: No es muy meritorio dar una respuesta de fe cuando se experimenta a Dios a flor de piel, cuando le sientes vibrar en tu voz al hablar de Él a otras personas, al gozarte y ver como te toma de instrumento por medio de carismas para confirmar el mensaje de salvación. Para eso, no hace falta mucha fe.

Hace falta mucha fe para entregarse a pesar de que todas las apariencias te señalen que no existe Dios. Hace falta mucha fe para servir a Dios en drogadictos, alcohólicos y menesterosos llenos de rencor y que no aceptan tus palabras porque han visto el mal testimonio de otros.

Hace falta mucha fe y mucha entrega para entregarse por otros, cuando la razón y el miedo te hacen sudar sangre y pedirle al Padre que pase el caliz de largo.

Recuerdo una fábula de las que se utilizan para evangelizar que habla de esta situación:

Era un niño de unos cuatro años que vivía en un tercer piso. Su casa se empezó a quemar, y el humo le cegó por completo. Escuchó la voz de su papá que le decía: "Hijo, busca la ventana y lánzate por ella, yo aquí te recibo".

Si ese niño fueras tu, ¿Como mostrarías tu fe?

Oyes a papá, pero no le vez, el fuego, el humo y el calor son desesperantes. ¿Que harías tu?.

Hace falta más confianza al Padre cuando no le ves, que cuando le vez.

Hace falta aún más confianza en el Padre, cuando ni siquiera le escuchas, pero sabes que estará pendiente y te recibirá.

Ese es hermano mio: EL SALTO DE LA FE.

Piénsalo bien. Dios te bendice.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Hola Francisco Javier!!!
Cuando ví tu nick me pregunté si serías el mismo de hace tiempo, pero por tu respuesta me doy cuenta que sí. Un placer volverte a saludar.
Es verdad lo que dices, pero el punto mio es que las apariencias engañan. Podemos ver a alguien (la madre Teresa o cualquier otro) y nos puede parecer que están en la situación que describes, pero y si no? Si están tratando de "torcerle el brazo" a Dios para que haga lo que ellos quieren? Si sus motivos son figurar (como los fariseos)?
Nuevamente, no estoy juzgando a la madre Teresa, lo que no me parece es que con base en lo que hizo juzguemos sus motivaciones para "mandarla" a la presencia de Dios.
Y por supuesto, el problema con el catolicismo es que tienen un procedimiento para saber si alguien está en el cielo, algo que ya es bastante dudoso. Y ahora con estos dos quieren hacer un "proceso abreviado"!!! Totalmente sin sentido, y TODO BASADO EN APARIENCIAS.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Hola, ¿puedo opinar?

Creo que en la investigación del proceso de la Madre Teresa, ya se consideraron todos esos testimonios. Muchos otros santos han pasado por períodos de sequedad espiritual, y hasta de dudas. No es lo importante pasar por ello, sino superarlo. Si las dudas hubiesen sido tan grandes, no es posible que ella hubiese seguido adelante fingiendo, pues el mismo estilo de vida que llevaba no era fácil de fingir. Y para cualquier persona, aun con fe, hubiese sido casi insoportable.

Yo distinguiría entre la fe y los consuelos sensibles. Cuando Dios está más cerca, no es necesariamente cuando más lo sentimos. Quizá hasta uno puede decirle al Señor ¿pero cuándo hice todo esto por Ti?, y El responderá: "lo que le hiciste a cada uno de estos pequeños..."

Saludos!
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Hola; yo también quiero opinar. Nomás decir que mi opinión sobre Teresa o sobre cualquier otro, ni va a conseguir que sea más santa ni menos. Lo que es ya es, ella lo es, que no yo... el camino ya lo ando, lo que tiene Dios se lo dio, y lo que pueda llegar a tener yo, Dios es quien me lo dará... allí queda ella, aquí quedó yo... camino a casa voy, GLORIA A DIOS.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Hola; yo también quiero opinar. Nomás decir que mi opinión sobre Teresa o sobre cualquier otro, ni va a conseguir que sea más santa ni menos. Lo que es ya es, ella lo es, que no yo... el camino ya lo ando, lo que tiene Dios se lo dio, y lo que pueda llegar a tener yo, Dios es quien me lo dará... allí queda ella, aquí quedó yo... camino a casa voy, GLORIA A DIOS.

Pos pa' qué te digo que no si sí...

Saludos!
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Saben, estoy cansado, la verdad es que estoy cansado, he aquí mi voto a favor de Teresa... sí, me pongo de su lado, dudo que yo le llegué a la suela de los zapatos. No se lo que habrá logrado ante Dios, ello no lo se... pero que me supera y con creces, ello, no lo dudo. Sí, mi voto a favor de Teresa.

Estoy cansado de pretender ser lo que no soy, nomás soy un simple mortal que nada tiene, que todo lo que tiene nomás es fe en su Señor, y aun así, anda falto de todo... de amor, de comprensión, de dominio propio... muy falto... Teresa he aquí mi voto y agradecimiento por mostrar una vida entregada a los demás, la cual hay que tomar como ejemplo, sin duda...
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Yo ya estaba esperando que saliera este tema, y por supuesto, que los evangelicos no lo entendieran.

El primer santo que experimentó la sensación de silencio de Dios, y la experiencia de sentir el abandono de Dios, fue Jesús.

Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mt 27: 46)

Conozco bastante de la vida de Teresa de Calculta, y puedo decir que efectivamente las apariencias engañan. Esa monja era mas santa de lo que la gente pensaba. Creo que tomar este asunto que ha salido a la luz publica para pretender mostrar que ella no era tan santa, es un verdadero disparate.

La experiencia del silencio de Dios y de la oscuridad espiritual es un fenómeno que han experimentado los grandes santos. Es justamente un signo de la más especial predilección de Dios. Teresa de Liseaux, Teresa de Avila son ejemplos clarísimos.

Seguramente no sabías esto. Teresa de Calcuta hizo un voto cuando era una joven monja, donde se ocligó bajo juramento a Dios no negarle nada de lo que él le pidiera. Tanto era el amor a Dios que inundaba su alma. Unos años después, recibió una locución interior, donde Jesús le pidió dedicarse a los más pobres entre los pobres, a los miserables, y le pidió organizar una comunidad dedicada a eso. Teresa se resistía mucho, y muchas veces más escuchó la voz de Jesús que le decía: "¿me lo negarás?"

Cuando Teresa por fin resolvió aceptar este llamado de Jesús, y comenzó su obra, la oscuridad espiritual comenzó en su alma, y permaneció así hasta el fin de sus días.

Todo esto consta en su diario de vida, y en las narraciones de su director espiritual en esa epoca, y que han sido reveladas una vez muerta Teresa de Calcuta.

Es una experiencia espiritual verdaderamente misteriosa, en que Dios parece encontrar tanta complacencia y predilección por ciertas almas santas que les hace pasar suavemente por el mismo caliz que Cristo padeció: la experiencia del silencio de Dios, del aparente abandono, y les hace caminar en la noche oscura.

Me parece una torpeza tomar a la ligera este tipo de experiencias para sacar conclusiones tan torpes como que Teresa de Calcuta no era tan santa, o que el Papa se basó en las apariencias. Tan ingenuos que son algunos. ¿Acaso crees que esto es una noticia bomba? El Papa y las comisión que investigó y estudió la vida y la espiritualidad de Teresa de Calcuta en su causa de beatificación conocían perfectamente todos sus escritos y los testimonios de sus confesores y directores espirituales. Y sabían absolutamente todo acerca de este fenómeno interior que acompañó la vida de Teresa de Calcuta. Y estoy seguro que fue un elemento que pesó mucho al considerar la heroicidad de sus virtudes sobrenaturales.

Lo que saldrá a la luz publica son los escritos y cartas de Teresa, pero el hecho de este fenómeno era conocido hace mucho tiempo. Yo mismo ya lo conocía desde hace unos 5 años.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Petrino; Paz en Dios.

Doy testimonio de fe... el silencio de Dios existe, y es inmesamente doloroso. Solo eso. Aquí te doy plenamente la razón. Es más, quien no lo ha sufrido en sus carnes, tenga cuidado, algo está mal andando... solo eso.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Saben, estoy cansado, la verdad es que estoy cansado, he aquí mi voto a favor de Teresa... sí, me pongo de su lado, dudo que yo le llegué a la suela de los zapatos. No se lo que habrá logrado ante Dios, ello no lo se... pero que me supera y con creces, ello, no lo dudo. Sí, mi voto a favor de Teresa.

Estoy cansado de pretender ser lo que no soy, nomás soy un simple mortal que nada tiene, que todo lo que tiene nomás es fe en su Señor, y aun así, anda falto de todo... de amor, de comprensión, de dominio propio... muy falto... Teresa he aquí mi voto y agradecimiento por mostrar una vida entregada a los demás, la cual hay que tomar como ejemplo, sin duda...
Bendito sea Dios. Y no te preocupes, todos somos miserables, y a todos nos falta mucha fe y mucho amor.

Y sí, tienes razón en que no le llegamos ni a la suela de los zapatos de Teresa de Calcuta. Ya solo para empezar, 3 o 4 horas diarias de oración personal, yo al menos, no estoy ni lejos. De ir a recoger a un moribundo pestilente y lleno de gusanos, y llenarlo de atenciones y de cariños y de amor, y todo eso por amor a Jesús.... no, no estoy ni lejos.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Bendito sea Dios. Y no te preocupes, todos somos miserables, y a todos nos falta mucha fe y mucho amor.

Y sí, tienes razón en que no le llegamos ni a la suela de los zapatos de Teresa de Calcuta. Ya solo para empezar, 3 o 4 horas diarias de oración personal, yo al menos, no estoy ni lejos. De ir a recoger a un moribundo pestilente y lleno de gusanos, y llenarlo de atenciones y de cariños y de amor, y todo eso por amor a Jesús.... no, no estoy ni lejos.

Petrino, habrá lo que habrá entre nosotros, ello ahí está hasta que Dios nos de la solución... pero ante ciertas personas, todos nosotros lo más que podemos hacer es mirar, tomar, y callar... ni más, ni menos. Hoy no tengo muchas palabras, me duele el alma, pero creo que son suficientes para entender lo que quiero hacerte ver. Un saludo.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Creo que este testimonio de los escritos personales de Teresa debería convencernos más de lo sobrenatural de su acción. Porque es fácil seguir un camino cuando tiene gratificaciones inmediatas, pero seguirlo "a contrapelo" es una verdadera "prueba de amor". Es como en el amor humano: Se encuentra más amor en la fidelidad matrimonial en momentos de enfermedad o en situaciones dolorosas, que en la luna de miel. Aunque de afuera no se comprenda bien. Los buenos momentos son regalo de Dios, pero lo heroico está en seguir siendo fiel aún cuando esos momentos ya no estén.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Yo creo que la experiencia de Teresa de Calcuta, de esa oscuridad interior y de ese abandono y ese silencio de Dios, experiencia de muchos grandes santos, creo que se puede entender en parte si uno mira la experiencia de Abraham.

Dios lo llamó en forma maravillosa a salir al desierto, y le hizo promesas increibles. Abraham lo dejó todo, y salió al desierto. Y Dios calló, y así estuvo 25 años.

¡25 años! El Dios que le prometió una tierra y descendencia! 25 años vagando por desierto, y nada de nada!

Luego le da el hijo que le prometió, y al tenerlo le pide que lo mate!!!!

Por eso Abraham es nuestro padre en la fe. Dios lo sometió a una terrible prueba de fe, a la oscuridad y al sin sentido mas absoluto. Y Abraham, en medio del sin sentido total, de la confusión total, siguió adelante, porque amaba mucho a Dios. Eso se llama fe.

Esto llega a plenitud en Jesús. Su Padre, que le pide la obediencia, que le dice que es su predilecto, que lo ama, que le pide el sacrificio redentor, al comenzar Jesús a cumplir la voluntad del Padre e iniciar la Pasión, Dios lo deja en la oscuridad y en el silencio. Dios aparentemente lo abandona, y así se lo hace sentir a Jesús. Jesús se sintió abandonado del Padre en la cruz, justo cuando estaba haciendo lo que el Padre le pedía. ¡Qué contradicción!

Teresa de Calcuta comenzó a experimentar su noche oscura justo cuando aceptó lo que Jesús le pidió en sus locuciones interiores. Cuando comenzó su obra en Calcuta, comenzó la oscuridad de su alma y la sequedad interior absoluta.

Y con esa oscuridad y esa sequedad y ese "no sentir nada", levantó una Congregación de miles de monjas en todo el mundo y limpiaba las llagas de los leprosos, y oraba postrada ante Dios varias iras al día.

Increible ejemplo de fe. Dios la había llamado, y ella siguió fiel a ese llamado. Es la fe de Abraham, y es la fe de los grandes santos.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Creo que este testimonio de los escritos personales de Teresa debería convencernos más de lo sobrenatural de su acción. Porque es fácil seguir un camino cuando tiene gratificaciones inmediatas, pero seguirlo "a contrapelo" es una verdadera "prueba de amor". Es como en el amor humano: Se encuentra más amor en la fidelidad matrimonial en momentos de enfermedad o en situaciones dolorosas, que en la luna de miel. Aunque de afuera no se comprenda bien. Los buenos momentos son regalo de Dios, pero lo heroico está en seguir siendo fiel aún cuando esos momentos ya no estén.

Gabriela,

En ocasiones nuestro ojos se desvian del Señor, por desgracia así es y siempre. Dios y en su misericordia levanta hermanos y hermanas que están dispuestos a entregar sus vidas a los demás... ¿y sabes porqué?... para que podamos al menos ver la gloria del Hijo reflejada en ellos... por nuestras razones, por nuestras preferencias... hemos apartado lo ojos del Señor, de ahí que nos da "otros espejos" donde podamos ver Su Gloria...

Ellos en si no son nada, nomás reflejan lo que han en su corazón. Si sabemos tomar lo bueno, y desechar lo malo, de ello aprendemos y sin dudar y de nuevo nuestros ojos estarán puestos en Aquel que lo es todo...

Ello es el propósito, no el fijar nuestros ojos en el siervo o sierva consagrado, no, más bien es el fijarlos en lo que emana de su corazón entregado, sufrido, dudoso, probado...

Con todo mi corazón, y con la mejor de las inteciones, pido a Dios que lo entiendas a tal cual y en verdad es mi única intención.

Un saludo
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Acá hay algo sobre la lucha interior que tuvo la madre Teresa cuando recibió las locuciones interiores en donde Jesús le pedía dejar todo y fundar una orden dedicada a servir a los mas pobres entre los pobres.




En la vida de la Madre Teresa resonaron las palabras del Señor: “Quien a ustedes recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquél que me ha enviado” (Mt 10,40), referentes a la autoridad de Pedro y los apóstoles y sus sucesores recibida del mismo Redentor para apacentar al pueblo de Dios.

Por constituir la fundación de una nueva comunidad un evento de mucha seriedad, la Madre Teresa debía estar segura de que los mensajes que recibía no eran obra de su imaginación, antes de comunicárselo a la autoridad eclesiástica competente. Así lo expresa en la carta dirigida al Arzobispo, Mons. Pérrier del 3 de diciembre de 1947, en la que le confía el contenido de las locuciones, en una de las cuales le dice a nuestro Señor: “dame luz. Mándame tu propio Espíritu, que me indicará tu voluntad, que me dará la fuerza para hacer las cosas que te agradan. Jesús, mi Jesús, no dejes que me engañe. Si eres Tú quien lo desea, dame una prueba de ello; si no, permite que [este pensamiento] abandone mi alma. Confío en ti ciegamente”.

Ello, aunado a sus temores de no obedecer la voluntad de Dios por algún grado de comodidad, provocaron una lucha interior en la Madre Teresa. Así lo expresa en la misma locución: “Tengo tanto miedo. Este temor me hace ver cuánto me amo a mi misma. Tengo miedo del sufrimiento que vendrá con el llevar una vida al estilo indio, vistiendo como ellos, comiendo como ellos, durmiendo como ellos, viviendo con ellos sin poder nunca en nada seguir mi voluntad. Hasta qué punto la comodidad ha tomado posesión de mi corazón”.

Por eso no duda en manifestarle a su director espiritual con lujo de detalle el contenido de las locuciones y visiones que dieron inicio el 10 de septiembre de 1946 mientras se dirigía en tren a Darjeeling para un periodo de vacaciones y un retiro de ocho días, y que se prolongaron durante los meses siguientes.

Ciertamente es manifiesto el amor de la Madre Teresa a Cristo, al mismo tiempo que se expresa en el amor a la Iglesia fundada por el Divino Maestro y la obediencia a quienes les dio el poder de guiarla, santificándola y gobernándola en Su Nombre (cfr LG 8). De tal forma que asume las resoluciones de su director espiritual de no ponerse en contacto con su obispo hasta estar él convencido de que era de Dios, mientras tanto, dice Madre Teresa: “me prohibió incluso que pensase en ello …” y ella obedecía. No fue hasta enero de 1947 que el padre Van Exem, ahora completamente convencido de que la experiencia de la Madre Teresa venía «de Dios y del Corazón Inmaculado de María», le permitió informar al Arzobispo de su inspiración.

La Madre Teresa se pone en contacto con el Arzobispo Pérrier mediante una carta con fecha 14 de enero de 1947, dejando en claro su adhesión a la Iglesia y a su jerarquía por él representada (cfr LG 8), mediante estas palabras: “Antes de comenzar quiero decirle que, con una sola palabra que Su Excelencia diga, soy capaz de no volver a pensar nunca más en ninguno de estos extraños pensamientos que me han estado viniendo continuamente”.

Sin duda resaltan en su vida las palabras vivas del Evangelio: «Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes los rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado» (Lc 10,16). Si la obra era de Dios, debía contar con la aprobación de aquellos a quienes Él mismo les había dado autoridad. Dios no se equivoca ni se contradice a sí mismo.

Sin embargo tuvo que esperar aún más. Todo ese año de 1947 fue para el Sr. Arzobispo un tiempo de discernimiento. Como buen pastor que era, sabía que una decisión de tal envergadura involucraría a muchas personas. No era, pues, una decisión que pudiera tomarse a la ligera.

Mas la insistencia de nuestro Señor Jesucristo en la locuciones y visiones se intensifica y hace que la Madre Teresa, con autorización del P. Van Exem, le dirija una carta a Monseñor para pedirle su respuesta pues continuamente Jesús le dice: “¿Te negarás? Cuando se trató de tu alma no pensé en Mí mismo, sino que me entregué libremente por ti en la Cruz y ahora, ¿qué haces tú? ¿Te negarás a hacer esto por mí?” (locución de 1946). De hecho la insistencia del Salvador hace alusión al voto de 1942: “Te has convertido en mi esposa por amor a mí. Has venido a India por Mí. La sed de almas que tenías te ha traído tan lejos. ¿Tienes miedo de dar un paso más por tu esposo, por mí, por las almas? ¿Se ha enfriado tu generosidad? ¿Soy el segundo para ti?” (Locución de 1947).

Cuando Monseñor recibió la carta el 3 de diciembre de 1947, el proceso de iluminación estaba todavía abierto. No fue sino hasta inicios de enero del siguiente año en que, convencido profundamente de que negando su consentimiento habría obstaculizado la realización, a través de ella, de la voluntad de Dios, en la mañana del 6 de enero de 1948, después de haber celebrado la Misa en la capilla del convento, llamó a la Madre Teresa y le dijo: «Puede proceder».

Unos años más tarde, cuando el Arzobispo Férdinand Pérrier, S.J., le manifestara su extrañeza por su frenética actividad, como con demasiada precipitación, la Madre Teresa vio la necesidad de revelarle la razón real de tales prisas: “Durante estos diecisiete años he tratado [de ser fiel a ese VOTO] y ésta es la razón por la que quiero ponerlo en práctica con rapidez” (Carta del 1° de septiembre de 1959). Tal es la FUERZA DE UN VOTO.


http://www.ef.catholic.net/revista/Revistas/revista27/Revista27art1.htm
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Un poquito mas sobre las locuciones interiores que tenía la madre Teresa y el llamado apremiante que recibió:



http://www.elmundo.es/cronica/2002/373/1039430878.html


JOSÉ MANUEL VIDAL

Dios y el diablo se disputaron el alma de la Madre Teresa como si de un tesoro se tratase. Satanás la tentó de todas las formas imaginables; incluso llegó a poseerla. Pero, tras un exorcismo, el Príncipe de las Tinieblas tuvo que abandonar su presa en nombre de Cristo. Y es que Dios dotó a la santa de Calcuta de todos sus gracias y dones.

Madre Teresa hablaba y veía a menudo a Jesús. Llegó a ser una santa mística y, como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, también experimentó la temible «noche oscura del alma», las dudas sobre la existencia de Dios que, según la doctrina católica, constituyen una especie de paso obligado para quienes llegan a la cima de la santidad.

Así, al menos, lo cuenta el sacerdote canadiense Brian Kolodiejchuk.Postulador de la causa de beatificación de Madre Teresa, el religioso ha tenido acceso al diario íntimo, cartas y documentos de la célebre monja de Calcuta cuya existencia se desconocía hasta ahora. Algunos de ellos, bastante reveladores.

Año de 1959. Madre Teresa dirige una carta a su director espiritual.«Me siento perdida. Dios no me quiere. Dios podría no ser Dios.Podría no existir», escribe.

«Se trata de un fenómeno por el que atraviesan todos los grandes místicos y maestros espirituales», explica el secretario de la Congregación para la Causa de los Santos, monseñor Nowak. «Se conoce como noche espiritual o noche de los sentidos y son periodos especiales de la vida espiritual en los que la persona se siente abandonada por Dios, al que ve lejano».

Todos los grandes santos, aseguran los expertos, sufren dos tipos de tentaciones. Las primeras son las diabólicas, en las que Satán les impide dormir o llevar una vida normal. Las segundas, las espirituales, que intentan destruir la fe, sembrando dudas sobre la existencia del mismísimo Dios. Teresa de Calcuta pasó noches en vela durante varios años y, como muestra el párrafo anteriormente transcrito, llegó a cuestionarse si Dios existe.

Pero la congoja espiritual de la religiosa no es él único secreto desvelado a lo largo del proceso de beatificación. El trabajo de Kolodiejchuk también ha descubierto que la entrega de Madre Teresa fue absoluta prácticamente desde que tuvo uso de razón.«Desde los cinco años y medio, cuando le recibí por primera vez, el Corazón de Jesús ha sido mi primer amor», escribe la religiosa.Trece años más tarde, a los 18, cuando ni siquiera era novicia, confesaba: «Quiero pertenecer sólo y completamente a Jesús. Lo daría todo por Él, incluso la vida. Ardo en deseos de amarle como nunca había sido amado antes».

Su unión con Dios era tan íntima que hablaba con Él y le veía.Es lo que los expertos llaman «locuciones». Madre Teresa las tuvo de todo tipo y ella misma cuenta algunas: «Vi una gran multitud de pobres y niños. Tenían las manos levantadas hacia mí, que estaba de pie en medio de ellos, mientras me gritaban: "Ven, ven, sálvanos, tráenos a Jesús"».

En una extensa misiva, enviada a través de su padre espiritual, el jesuita Celeste Van Exem, al entonces arzobispo de Calcuta, Ferdinand Perier, Madre Teresa cuenta con detalle sus conversaciones con Dios.

Era el mes de septiembre de 1946. Dios le pedía que saliese de la comodidad de su congregación para ir en busca de los más pobres de los pobres. Y ella se resistía. Éste es un fragmento de uno de los diálogos entre Dios y la Madre Teresa, como lo cuenta la monja de Calcuta:

- Cómo podría, Señor, dejar lo que he amado y exponerme a ser el hazmerreír de tantos, especialmente religiosos, adherir y elegir libremente las cosas duras de una vida al estilo indio, la soledad, la ignominia, la incertidumbre...

- ¿Te negarás? Yo me entregué por ti en la Cruz. Deseo religiosas indias, víctimas de mi amor, que sean María y Marta, que estén tan unidas a mí que puedan irradiar mi amor en las almas. Deseo religiosas libres, cubiertas con mi pobreza de la Cruz... ¿Te negarás a hacer esto por mí?

- Mi querido Jesús, lo que me pides va más allá de mis fuerzas.Soy indigna. Soy una pecadora. Soy débil. Busca un alma más digna y generosa que yo.

- Te has convertido en mi esposa por amor a mí. Has venido a La India por mí. ¿Te da miedo ahora dar un paso más por mí, tu Esposo, y por las almas? ¿Se está enfriando tu generosidad? ¿Soy el segundo para ti? Vístete con sencillos vestidos indios...Tu sari será santo porque será mi símbolo.

- Dame luz. No dejes que me engañe. Si eres tú quien lo desea, dame una prueba de ello. Tengo mucho miedo. Miedo a vivir al estilo indio, vistiendo como ellos, comiendo como ellos, durmiendo como ellos, viviendo con ellos...

- Siempre has dicho: «Haz conmigo lo que desees». Ahora deseo actuar. Permíteme hacerlo, mi pequeña esposa, mi chiquitina.No tengas miedo. Estaré siempre contigo.

- Jesús, mi Jesús, yo soy sólo tuya. Haz conmigo lo que desees, como lo desees y durante el tiempo que lo desees. Te amo no por lo que me das, sino por lo que tomas.

- Pequeñita, dame almas. Dame las almas de los niñitos pobres de la calle, de los enfermos, de los moribundos... Hay muchas religiosas para cuidar a la gente rica y acomodada. Pero para los más pobres, para los míos, no hay absolutamente nadie. Llévame a los agujeros donde viven los pobres...

Dos años después de recibir la carta con éstas y otras locuciones, el arzobispo Perier llamó a la Madre Teresa y le dijo: «Puede proceder». Ella se vistió con un sari y salió, por vez primera, a las villas miseria, para empezar la obra que iba a convertirla en el ángel de los pobres de Calcuta.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Petrino; lo voy a leer con atención. Hoy es un día en que uno está vencido, en el que de nuevo se ha visto así mismo, y... nomás está para recibir de Dios... bien, si esto es lo que ha venido, entonces pues: quien soy yo para omitirlo. Me quedo con ello... voy a dedicarle el tiempo que se merece. Un saludo.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Petrino; lo voy a leer con atención. Hoy es un día en que uno está vencido, en el que de nuevo se ha visto así mismo, y... nomás está para recibir de Dios... bien, si esto es lo que ha venido, entonces pues: quien soy yo para omitirlo. Me quedo con ello... voy a dedicarle el tiempo que se merece. Un saludo.
Bien Raul, y animo, Dios te ama mucho.
 
Re: Definitivamente las apariencias engañan

Bien Raul, y animo, Dios te ama mucho.

Petrino; una pregunta, puedo entender "locución" como "revelación" a tal cual está expresado???? Gracias.