La pobreza de los ricos

18 Noviembre 1998
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La pobreza de los ricos

Lucas 12, 13-21

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús:
- «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le contestó:
- «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros? »
Y dijo a la gente:
- «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
Y les propuso una parábola: - «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha."
Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mi mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para si y no es rico ante Dios.»

Todas las riquezas del mundo no impiden al hombre enfrentarse a un destino seguro: la muerte. Esa señora de tan mala fama, aunque ya fue derrotada por Cristo, todavía iguala a todos, ricos y pobres. Es la frontera que separa esta vida de la venidera, de duración eterna. Y aunque no es una ecuación perfecta, por lo general la riqueza en esta vida suele redundar en pobreza en la siguiente. No porque la riqueza material en sí sea mala, sino porque no suele ir acompañada de un buen uso. Cuanto más rico se es, más responsabilidad se tiene en el uso de los bienes materiales, pues siempre habrá pobres a los que ayudar, enfermos a los que atender y misioneros a los que sostener.

Poner las riquezas al servicio de la sociedad es el ojo de la aguja por la que ha de pasar el camello de los ricos, si en verdad quieren entrar en los atrios del cielo. Hay muchas formas de hacerlo. Crear empresas que den trabajo es una de ellas. Financiar todo tipo de fundaciones, Ongs efectivas (hay mucha basura disfrazada de Ong), misiones, etc, es otra. Prestar dinero sin usura, otra más. Eso sí, siempre dando con la derecha sin que lo sepa la izquierda.

Se puede ser rico en dinero y rico en espíritu. Es más, Dios tiende a prosperar al que usa su dinero en beneficio de los más necesitados. En la bolsa no cotiza la caridad, pero el Señor no es un agente financiero que se maneje según los patrones del mercado internacional.

Cada uno de nosotros debemos hacer examen de conciencia sobre cómo administramos nuestra economía. Yo sé lo que es pasar por momentos muy complicados pero, aun así, soy un ricachón al lado de los que viven sin saber si al día siguiente podrán tener un plato de comidad que ofrecer a sus hijos. A Dios gracias, en nuestra Iglesia tenemos multitud de oportunidades de ayudar a los demás. La pregunta es: ¿lo hacemos? ¿sabemos dónde está el ojo de la aguja por la que tenemos que pasar si queremos llegar a habitar en la presencia de Dios por toda la eternidad? ¿o habremos de conformarnos con el destino del rico Epulón?

Somos cristianos y amamos a Dios. También queremos y debemos amar a todos los hombres. Pero entre ellos, los más necesitados han de ser objeto prioritario de nuestro amor y nuestro compromiso. No olvidemos que en la sonrisa de los niños y en la mirada de agradecimiento de un pobre siempre encontramos el rostro de Cristo.

Pax et bonum,

Luis Fernando Pérez Bustamante


Fuente: Cor ad cor
 
Re: La pobreza de los ricos

Luis Fernando, muy interesante el artículo.

Cabe reflexionar, ¿cómo nos vamos haciendo ricos ante Dios?

¿En qué consiste la riqueza que podemos acumular ante Dios?

Sin lugar a dudas nuestras oraciones y nuestras buenas obras van acumulando un mérito ante Dios.

Saludos
 
Re: La pobreza de los ricos

La pobreza de los ricos

Lucas 12, 13-21



Todas las riquezas del mundo no impiden al hombre enfrentarse a un destino seguro: la muerte. Esa señora de tan mala fama, aunque ya fue derrotada por Cristo, todavía iguala a todos, ricos y pobres. Es la frontera que separa esta vida de la venidera, de duración eterna. Y aunque no es una ecuación perfecta, por lo general la riqueza en esta vida suele redundar en pobreza en la siguiente. No porque la riqueza material en sí sea mala, sino porque no suele ir acompañada de un buen uso. Cuanto más rico se es, más responsabilidad se tiene en el uso de los bienes materiales, pues siempre habrá pobres a los que ayudar, enfermos a los que atender y misioneros a los que sostener.

Poner las riquezas al servicio de la sociedad es el ojo de la aguja por la que ha de pasar el camello de los ricos, si en verdad quieren entrar en los atrios del cielo. Hay muchas formas de hacerlo. Crear empresas que den trabajo es una de ellas. Financiar todo tipo de fundaciones, Ongs efectivas (hay mucha basura disfrazada de Ong), misiones, etc, es otra. Prestar dinero sin usura, otra más. Eso sí, siempre dando con la derecha sin que lo sepa la izquierda.

Se puede ser rico en dinero y rico en espíritu. Es más, Dios tiende a prosperar al que usa su dinero en beneficio de los más necesitados. En la bolsa no cotiza la caridad, pero el Señor no es un agente financiero que se maneje según los patrones del mercado internacional.

Cada uno de nosotros debemos hacer examen de conciencia sobre cómo administramos nuestra economía. Yo sé lo que es pasar por momentos muy complicados pero, aun así, soy un ricachón al lado de los que viven sin saber si al día siguiente podrán tener un plato de comidad que ofrecer a sus hijos. A Dios gracias, en nuestra Iglesia tenemos multitud de oportunidades de ayudar a los demás. La pregunta es: ¿lo hacemos? ¿sabemos dónde está el ojo de la aguja por la que tenemos que pasar si queremos llegar a habitar en la presencia de Dios por toda la eternidad? ¿o habremos de conformarnos con el destino del rico Epulón?

Somos cristianos y amamos a Dios. También queremos y debemos amar a todos los hombres. Pero entre ellos, los más necesitados han de ser objeto prioritario de nuestro amor y nuestro compromiso. No olvidemos que en la sonrisa de los niños y en la mirada de agradecimiento de un pobre siempre encontramos el rostro de Cristo.

Pax et bonum,

Luis Fernando Pérez Bustamante


Fuente: Cor ad cor

Y como es habitual e INACEPTABLE, a mi juicio, en esta clase de artículos demasiado frecuentes a favor de los más pobres y en contra de los más ricos nada pero nada absolutamente se dice de los IMPUESTOS A PAGAR que a mayor renta todos debemos pagar a fin de colaborar con los mas necesitados o al menos ese es en teoría el propósito de los impuestos ¿o no?

¿O acaso porque no son pagos voluntarios y porque son pagos obligatorios, diarios y significativos no es ayuda objetiva de los más ricos a los más necesitados?

Si todo eso permanece en la teoría y no se concreta eso ya es responsabilidad y "harina de otro costal".

Saludos y Bendiciones.
 
Re: La pobreza de los ricos

Y como es habitual e INACEPTABLE, a mi juicio, en esta clase de artículos demasiado frecuentes a favor de los más pobres y en contra de los más ricos nada pero nada absolutamente se dice de los IMPUESTOS A PAGAR que a mayor renta todos debemos pagar a fin de colaborar con los mas necesitados o al menos ese es en teoría el propósito de los impuestos ¿o no?

¿O acaso porque no son pagos voluntarios y porque son pagos obligatorios, diarios y significativos no es ayuda objetiva de los más ricos a los más necesitados?

Si todo eso permanece en la teoría y no se concreta eso ya es responsabilidad y "harina de otro costal".

Saludos y Bendiciones.


Caballero, me limito a escribir partiendo de lo que aparece en el evangelio. Respecto a los impuestos, recuerde usted aquello de "al César lo que es del César". Ciertamente el problema con los impuestos es que a los ricos no les causan mayor problema, mientras que sí perjudican a la clase media. Pero eso es "harina de otro costal".
 
Re: La pobreza de los ricos

Caballero, me limito a escribir partiendo de lo que aparece en el evangelio.

Si... eso está claro... pero esa es una cara de la moneda porque el evangelio no sólo habla de que hay que ayudar a los más necesitados sino que también exhorta a pagar los impuestos... (Ro. 13.7)

Si el más rico paga sus impuestos como corresponde, con eso está ayudando a los más necesitados más que los más pobres porque mientras más rico más impuesto debe pagar... eso es irrefutable pero ¿hay conciencia de eso?

Lo anterior es sin perjuicio de que los más ricos, además de pagar impuesto, puedan ayudar a los más necesitados...

Respecto a los impuestos, recuerde usted aquello de "al César lo que es del César".

Lo recuerdo perfectamente bien... tanto es así que yo soy conciente de que debo pagar impuestos todos los días... cumpliendo con lo que disponen las leyes y evangelio... pero si no se hace conciencia de eso se da la impresión que uno no ayuda a los más necesitados y eso convenga o no decirlo politicamente, no es así...

Ciertamente el problema con los impuestos es que a los ricos no les causan mayor problema, mientras que sí perjudican a la clase media.

Por cierto que al que es más pobre le cuesta más desprenderse de una cierta suma de dinero por impuestos porque la usaría para satisfacer necesidades básicas en cambio el que es más rico se deberá abstener de hacer compras superfluas.

Pero el asunto aquí no es a quien le cuesta más pagarlos sino que el asunto es que, al contrario de lo que comunmente se cree, mientras más rico más comprometido está en ayudar a los más necesitados...

Y por último, si la ayuda a los más necesitados por concepto de impuestos no se concreta por una u tra razón eso es responsabilidad de otros... de los gobiernos de turno...
 
Re: La pobreza de los ricos

Si... eso está claro... pero esa es una cara de la moneda porque el evangelio no sólo habla de que hay que ayudar a los más necesitados sino que también exhorta a pagar los impuestos... (Ro. 13.7)

Si el más rico paga sus impuestos como corresponde, con eso está ayudando a los más necesitados más que los más pobres porque mientras más rico más impuesto debe pagar... eso es irrefutable pero ¿hay conciencia de eso?

Lo anterior es sin perjuicio de que los más ricos, además de pagar impuesto, puedan ayudar a los más necesitados...



Lo recuerdo perfectamente bien... tanto es así que yo soy conciente de que debo pagar impuestos todos los días... cumpliendo con lo que disponen las leyes y evangelio... pero si no se hace conciencia de eso se da la impresión que uno no ayuda a los más necesitados y eso convenga o no decirlo politicamente, no es así...



Por cierto que al que es más pobre le cuesta más desprenderse de una cierta suma de dinero por impuestos porque la usaría para satisfacer necesidades básicas en cambio el que es más rico se deberá abstener de hacer compras superfluas.

Pero el asunto aquí no es a quien le cuesta más pagarlos sino que el asunto es que, al contrario de lo que comunmente se cree, mientras más rico más comprometido está en ayudar a los más necesitados...

Y por último, si la ayuda a los más necesitados por concepto de impuestos no se concreta por una u tra razón eso es responsabilidad de otros... de los gobiernos de turno...


Si usted cree que con pagar impuestos, un rico ya puede tener la conciencia tranquila y no dedicar el resto de su riqueza a ayudar a los más necesitados, pues muy bien. Lo que Cristo le pidió al joven rico era "algo más" que eso. Pero quizás es que Cristo era demasiado radical para nuestra mentalidad moderna.