Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Una pregunta:

¿Que clase de pruebas (test psicologicos, de conocimiento) hace la ICAR para los que quieren ingresar al sacerdocio?
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Una pregunta:

¿Que clase de pruebas (test psicologicos, de conocimiento) hace la ICAR para los que quieren ingresar al sacerdocio?
Los candidatos tienen entrevistas con un psicologo, que les aplica diversos test y finalmente entrega un informe psicologico. Además, hay entrevistas personales con el candidato, debe haber una carta del director espiritual, una carta del párroco donde asiste el candidato, un chequeo médico y otros antecedentes que sean requeridos.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Hola Mariamagdalena:

Creo que estamos de acuerdo en varias cosas. Aunque quizás las expliquemos de distinta manera.

Nosotros no estamos de acuerdo en el abuso y lo consideramos una perversión. Ahora, reconocemos que hay elementos patológicos en un pedófilo. Por lo que consideramos que debe ser castigado por la ley y además tratado psiquiátricamente.

No estamos de acuerdo en ocultar el tema y esconder a los culpables. Aunque yo te comenté algunos motivos humanos pero equivocados para defender a un agresor de niños. (creo que tú no respondiste mi comentario)

Nosotros creemos que el abuso es causado por una patología psicológica, y en algunos casos agravado por una falta de vida sacramental, pérdida de fe, crisis vocacional, etc. Como dices tú... "No tienen el Espíritu de Cristo"
Aún así, creemos que cada uno será juzgado según sus características particulares. Y la responsabilidad individual puede estar fuertemente disminuida por una enfermedad que comprometa la libertad y el sano juicio.

No creemos que el tema sea el celibato. Bien citas tú a Pablo en que es mejor casarse que quemarse. Pero eso aplica a hombres sanos que les gustan las mujeres. No los que tienen una perversión por los niños. De hecho, una persona con una adicción o perversión sexual no sólo no debe ser sacerdote, sino que NO DEBE CASARSE. Es un enfermo, y antes debe tratarse. El matrimonio no cura esas desviaciones, y sólo acarrearía sufrimiento a su esposa y su familia.

En el caso de los seminaristas, sí existe un cuidado especial con su salud psicológica. No puedo asegurar que siempre haya sido así, pero la Iglesia está poniendo actualmente todos sus esfuerzos. Recuerda que son 7 años o más de preparación. Ahora, también puede haber patologías latentes no detectadas. O también una persona puede fingir una normalidad que no tiene, y engañar a sus formadores.

En caso de que el postulante a sacerdote no tenga el don de continencia, siendo un hombre de inclinaciones normales, pues lo más indicado es que sea sincero y honesto y deje el seminario antes de comprometerse definitivamente (es como romper un noviazgo, a veces es doloroso pero necesario) En ese caso el joven puede seguir sirviendo al Señor desde su propia vocación como esposo y padre de familia, (puede ser muchas cosas dentro de la Iglesia. El sacerdocio no es la vocación mayoritaria de los cristianos)

Me parece que por lo que hemos conversado, en estas cosas estamos mayoritariamente de acuerdo contigo ¿cierto?

Saludos


Estimada Gabriela: que hace tu iglesia respecto a los obispos, cardenales y papas que encubrieron los crimenes sacerdotales???
Porque no solo es criminal el que comete el acto, pero tambien el que lo encubre.
A ellos no se les trata psicologicamente? estan igual de enfermos!!
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Estimada Gabriela: que hace tu iglesia respecto a los obispos, cardenales y papas que encubrieron los crimenes sacerdotales???
Porque no solo es criminal el que comete el acto, pero tambien el que lo encubre.
A ellos no se les trata psicologicamente? estan igual de enfermos!!

Hola Mariamagdalena
¿Debo asumir que al no responder a lo anterior, estás de acuerdo con mis planteamientos?

Mira, en un post anterior te comente el comportamiento errado pero muy común en los familiares y amigos de abusadores de niños, quienes tienden a la negación y ocultamiento. Obviamente está mal, pero es hasta cierto punto comprensible.

Yo no participo de las decisiones de los obispos, por lo tanto no puedo saber qué se hace en cada caso. Sé de algunas remociones y sanciones, pero no te puedo asegurar cada caso particular. Lo que sí sé es que en cada decisión hay muchas cosas en juego, y elementos de juicio que las autoridades eclesiásticas tienen y que ni tú ni yo manejamos. (otros antecedentes, atenuantes, agravantes, etc.) Y creo que a veces hay decisiones que no son incorrectas en sí, aunque resulten impopulares, y a los que vemos de fuera nos parezcan erradas. Y ellos deberán dar cuenta a Dios, y no nosotros.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

A ver una cosa hermanos en Cristo,

Cuando Jesús estableció la Iglesia y el Espiritu Santo vino a morar en el creyente, según la Biblia los pastores o ancianos podían ser casados, una sola vez si no estoy mal. Pero mas adelante un grupo de cristianos en un concilio impusieron a sus ancianos el no casarse. No veo porque no pueden volver a reunirse y derogar ese mandamiento de hombres y permitir que los ancianos ( o sacerdotes ) tengan su esposa que debe hacerles mucha falta caramba.

Dios les bendiga
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Estimado Sabadv. Sus aportes en azul, los míos en rojo.

Lo siento pero no me resultó citar de otra manera.

Cita:
Originalmente enviado por sabadv
Durante más de mil años, hasta el siglo XI, los sacerdotes podían casarse. Pero desde que el celibato se impuso, las razones prácticas se han ido revistiendo con invocaciones espirituales que ensalzan la virginidad y la castidad como virtudes angelicales ('el matrimonio es para la clase de tropa y no para el Estado Mayor de Cristo', opinaba el muy de moda Josemaría Escribá de Balaguer, fundador del Opus Dei)


Disculpe, estimado... ¿a usted le parece que la castidad no es una virtud? Si Pablo y el mismo Cristo ensalzan la virtud de la castidad y el estado de virginidad, ¿a usted le parece que están equivocados?

La Frase de sam Josemaría se refiere a la cantidad de personas que están llamadas al matrimonio v/s la cantidad pequeñísima en comparación que está lllamada al sacerdocio. Y la conveniencia de que los cargos jerárquicos los tengan personas consagrados completamente a Cristo, porque como Dice Pablo, es su única preocupación y no deben ocuparse de otras cosas.


Cita:
Con Platón y San Agustín de aliados, los papas modernos han introducido en el cristianismo la idea de que “todo coito es sucio”. De que el cuerpo es una cárcel y la mujer, un ser impuro y de segunda categoría.



Aquí no sé si reírme o llorar... y prefiero pensar que usted es una persona bienintencionada e ignorante, que imaginarme que es un mentiroso calumniador. Su comentario acerca de los papas modernos me revela que usted no tiene ni la más mínima noción de los escritos de ellos acerca del tema. Lo mínimo y más serio, si pretende difamar de esta manera sería que por lo menos se diera el trabajo de leer lo que estos Papas han escrito. Le recomiendo partir por "Humanae vitae" de Pablo VI, continúe por las Catequesis sobre el cuerpo de Juan Pablo II , "Mulieris dignitatem" de Juan Pablo II, "Evangelium Vitae", también de Juan Pablo II, Deus Caritas est de Benedicto XVI, y diversas catequesis y alocuciones a los matrimonios y las familias. Y si le queda tiempo, puede leer "Amor y responsabilidad" un tratado filosófico maravilloso acerca de la sexualidad humana escrito por Juan Pablo II cuando todavía era Karol Wojtila. Todos ellos "Papas modernos"

Después de leer todo eso, venga y repítame la falsedad que pone ahí.


Cita:
En el libro “La vida sexual del clero”, el periodista español Pepe Rodríguez relata que por el siglo XI “tan habitual era que los clérigos tuviesen concubinas que los obispos acabaron por instaurar la llamada renta de putas, que era una cantidad de dinero que los sacerdotes tenían que pagar a su obispo cada vez que transgredían la ley del celibato”.

Fuente:
http://209.88.205.87/p4_plinea/site/...102122313.html


Bueno, ahora entiendo un poco la desinformación suya... Si Pepe Rodríguez es tan creíble como Chick. Es tan serio que para avalar sus citas él pone como fuentes libros que lo citan a él mismo.

Cita:
La soltería con castidad, debe ser completamente voluntario, sino es una carga insoportable; que lo digan los Papas libertinos.


Bueno, sin la gracia de Dios, cualquier virtud sería insoportable, no sólo la continencia. Ahora, por eso nosotros comprendemos que el llamado a la entrega total a Dios no es para todos. Así de simple.

Ahora, si queremos entendernos, debemos aclarar conceptos. La castidad es para todas las personas, porque es el recto uso de la sexualidad cada uno según su estado. Creo que en su frase usted se refiere a la continencia... ahora ¿debo entender que usted cree que un soltero no debe ser continente siempre? ¿o sea que avala las relaciones pre-matrimoniales y extra- matrimoniales? Me imagino que le entendí mal.

Saludos.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Originalmente enviado por Sabadv:
Cita:
Con Platón y San Agustín de aliados, los papas modernos han introducido en el cristianismo la idea de que “todo coito es sucio”. De que el cuerpo es una cárcel y la mujer, un ser impuro y de segunda categoría.

Esta es una mentira más de las fuentes de sabadv; pues no lo creo tan malintencionado para inventarla él. Veamos lo que dice un papa "moderno" como dice sabadv:

Familiaris consortio.
SS Juan Pablo II


...En consecuencia, la sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan uno a otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano, solamente cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte. La donación física total sería un engaño si no fuese signo y fruto de una donación en la que está presente toda la persona, incluso en su dimensión temporal; si la persona se reservase algo o la posibilidad de decidir de otra manera en orden al futuro, ya no se donaría totalmente.

Esta totalidad, exigida por el amor conyugal, corresponde también con las exigencias de una fecundidad responsable, la cual, orientada a engendrar una persona humana, supera por su naturaleza el orden puramente biológico y toca una serie de valores personales, para cuyo crecimiento armonioso es necesaria la contribución perdurable y concorde de los padres.

El único «lugar» que hace posible esta donación total es el matrimonio, es decir, el pacto de amor conyugal o elección consciente y libre, con la que el hombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor, querida por Dios mismo,(23) que sólo bajo esta luz manifiesta su verdadero significado. La institución matrimonial no es una ingerencia indebida de la sociedad o de la autoridad ni la imposición intrínseca de una forma, sino exigencia interior del pacto de amor conyugal que se confirma públicamente como único y exclusivo, para que sea vivida así la plena fidelidad al designio de Dios Creador. Esta fidelidad, lejos de rebajar la libertad de la persona, la defiende contra el subjetivismo y relativismo, y la hace partícipe de la Sabiduría creadora.

...

La Iglesia por su parte no puede admitir tal tipo de unión por motivos ulteriores y originales derivados de la fe. En efecto, por una parte el don del cuerpo en la relación sexual es el símbolo real de la donación de toda la persona; por lo demás, en la situación actual tal donación no puede realizarse con plena verdad sin el concurso del amor de caridad dado por Cristo. Por otra parte, el matrimonio entre dos bautizados es el símbolo real de la unión de Cristo con la Iglesia, una unión no temporal o «ad experimentum», sino fiel eternamente; por tanto, entre dos bautizados no puede haber más que un matrimonio indisoluble.

Así que lo que dice sabadv sobre que consideramos que todo coito es sucio sólo está en su imaginación o en sus dudosas fuentes.


CARTA APOSTÓLICA
MULIERIS DIGNITATEM
DEL SUMO PONTÍFICE
JUAN PABLO II
SOBRE LA DIGNIDAD Y LA VOCACIÓN
DE LA MUJER

...

6. Hemos de situarnos en el contexto de aquel «principio» bíblico según el cual la verdad revelada sobre el hombre como «imagen y semejanza de Dios» constituye la base inmutable de toda la antropología cristiana.(22) «Creó pues Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó» (Gén 1, 27 ). Este conciso fragmento contiene las verdades antropológicas fundamentales: el hombre es el ápice de todo lo creado en el mundo visible, y el género humano, que tiene su origen en la llamada a la existencia del hombre y de la mujer, corona todo la obra de la creación; ambos son seres humanos en el mismo grado, tanto el hombre como la mujer; ambos fueron creados a imagen de Dios. Esta imagen y semejanza con Dios, esencial al ser humano, es transmitida a sus descendientes por el hombre y la mujer, como esposos y padres: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla» (Gén 1, 28). El Creador confía el «dominio» de la tierra al género humano, a todas las personas, tanto hombres como mujeres, que reciben su dignidad y vocación de aquel «principio» común.

...
16. Desde el principio de la misión de Cristo, la mujer demuestra hacia él y hacia su misterio una sensibilidad especial, que corresponde a una característica de su femineidad . Hay que decir también que esto encuentra una confirmación particular en relación con el misterio pascual; no sólo en el momento de la crucifixión sino también el día de la resurrección. Las mujeres son las primeras en llegar al sepulcro. Son las primeras que lo encuentran vacío. Son las primeras que oyen: «No está aquí, ha resucitado como lo había anunciado» (Mt 28, 6). Son las primeras en abrazarle los pies (cf. Mt 28, 9). Son igualmente las primeras en ser llamadas a anunciar esta verdad a los apóstoles (cf. Mt 28, 1-10; Lc 24, 8-11). El Evangelio de Juan (cf. también Mc 16, 9) pone de relieve el papel especial de María de Magdala. Es la primera que encuentra a Cristo resucitado. Al principio lo confunde con el guardián del jardín; lo reconoce solamente cuando él la llama por su nombre: «Jesús le dice: "María". Ella se vuelve y le dice en hebreo: "Rabbuní" —que quiere decir: "Maestro"—. Dícele Jesús: "No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios". Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras» (Jn 20, 16-18).

Por esto ha sido llamada «la apóstol de los apóstoles».(38) Antes que los apóstoles, María de Magdala fue testigo ocular de Cristo resucitado, y por esta razón fue también la primera en dar testimonio de él ante de los apóstoles. Este acontecimiento, en cierto sentido, corona todo lo que se ha dicho anteriormente sobre el hecho de que Jesús confiaba a las mujeres las verdades divinas, lo mismo que a los hombres. Puede decirse que de esta manera se han cumplido las palabras del Profeta: «Yo derramaré mi espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán» (Jl 3, 1). Al cumplirse los cincuenta días de la resurrección de Cristo, estas palabras encuentran una vez más confirmación en el cenáculo de Jerusalén, con la venida del Espíritu Santo, el Paráclito (cf. Act 2, 17).

30. La dignidad de la mujer se relaciona íntimamente con el amor que recibe por su femineidad y también con el amor que, a su vez, ella da. Así se confirma la verdad sobre la persona y sobre el amor. Sobre la verdad de la persona se debe recurrir una vez más al Concilio Vaticano II: «El hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás».(59) Esto se refiere a todo hombre, como persona creada a imagen de Dios, ya sea hombre o mujer. La afirmación de naturaleza ontológica contenida aquí indica también la dimensión ética de la vocación de la persona. La mujer no puede encontrarse a sí misma si no es dando amor a los demás.

Así que eso de que los papas modernos consideran a la mujer como un ser impuro y de segunda categoría sólo es MENTIRA de sabadv o de sus fuentes; pero como siempre no se retractara...:Bailando:
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Esta es una mentira más de las fuentes de sabadv; pues no lo creo tan malintencionado para inventarla él. Veamos lo que dice un papa "moderno" como dice sabadv:



Así que lo que dice sabadv sobre que consideramos que todo coito es sucio sólo está en su imaginación o en sus dudosas fuentes.




Así que eso de que los papas modernos consideran a la mujer como un ser impuro y de segunda categoría sólo es MENTIRA de sabadv o de sus fuentes; pero como siempre no se retractara...:Bailando:


Gracias por postear esos textos, Clemente. Y eso que hay muchísimo más donde escoger. Personalmente me impactaron mucho las catequesis sobre el cuerpo que hizo Juan Pablo II en los años 80.

Claro que no creo que Sabadv tenga él la mala intención. Pero cómo puede creerse cosas tan burdas, y no contrastarlas con los documentos originales! Claro que ya viste su lógica. Si el Papa habla cosas justas y buenas es sólo para engañarnos y llevarnos a la idolatría y el paganismo... UF

Saludos!
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Gracias por postear esos textos, Clemente. Y eso que hay muchísimo más donde escoger. Personalmente me impactaron mucho las catequesis sobre el cuerpo que hizo Juan Pablo II en los años 80.

Hola Gaby!:

La verdad es que las catequesis que tú mencionas son un tesoro, a veces mal o poco aprovechado. Hay dos que a mi me parecen paradigmáticas y muy ad hoc con este hilo, una sobre el célibato y otra sobre el amor conyugal; ojalá que quién cree conocer la doctrina católica a este respecto lo lea para que no se quede con las fábulas de chick o Pepe Rodríguez:

Virginidad o celibato "por el reino de los cielos"
Audiencia General 17 de marzo de 1982
SS. Juan Pablo II

1. Continuamos la reflexión sobre la virginidad o celibato por el reino de los cielos: tema importante incluso para una completa teología del cuerpo.

En el contexto inmediato de las palabras sobre la continencia por el reino de los cielos, Cristo hace un paralelo muy significativo; y esto nos confirma aún mejor en la convicción de que El quiere arraigar profundamente la vocación a esta continencia en la realidad de la vida terrena, abriéndose así camino en la mentalidad de sus oyentes. Efectivamente, enumera tres clases de eunucos.

Este término se refiere a los defectos físicos que hacen imposible la procreación del matrimonio. Precisamente estos defectos explican las dos primeras clases, cuando Jesús habla tanto de los defectos congénitos: «eunucos que nacieron así del vientre de su madre» (Mt 19, 12), como de los defectos adquiridos, causados por intervención humana: «hay eunucos que fueron hechos por los hombres» (Mt 19, 12). En ambos casos se trata, pues, de un estado de coacción, por lo tanto, no voluntario. Si Cristo, en su paralelo, habla después de aquellos «que a sí mismos se han hecho tales por amor al reino de los cielos» (Mt 19, 12), como de una tercera clase, ciertamente hace esta distinción para poner de relieve aún más su carácter voluntario y sobrenatural. Voluntario, porque los que pertenecen a esta clase «se han hecho a sí mismos eunucos»; sobrenatural, en cambio, porque lo han hecho «por el reino de los cielos».

2. La distinción es muy clara y muy fuerte. No obstante, es fuerte y elocuente también el paralelo. Cristo habla a hombres a quienes la tradición de la Antigua Alianza no había transmitido el ideal del celibato o de la virginidad. El matrimonio era tan común, que sólo una impotencia física podía ser una excepción para el mismo. La respuesta dada a los discípulos en Mateo (19, 10-12) es a la vez una revolución, en cierto sentido, de toda la tradición del Antiguo Testamento. Lo confirma un solo ejemplo, tomado del Libro de los Jueces, al que nos referimos aquí no tanto por motivo del desarrollo del hecho, cuanto por las palabras significativas que le acompañan, «Déjame que... vaya... llorando mi virginidad» (Jue 11, 37), dice la hija de Jefté a su padre, después de haber sabido por él que estaba destinada a la inmolación a causa de un voto hecho al Señor. (En el texto bíblico encontramos la explicación de cómo se llegó a tanto). «Ve, -leemos luego- y ella se fue por los montes con sus compañeras y lloró por dos meses sus virginidad. Pasados los dos meses volvió a su casa y él cumplió en ella el voto que había hecho. No había conocido varón» (Jue 11, 38-39).

3. En la tradición del Antiguo Testamento, por lo que se deduce, no hay lugar para este significado del cuerpo, que ahora Cristo, al hablar de la continencia por el reino de Dios, quiere presentar y poner de relieve a los propios discípulos. Entre los personajes que conocemos como guías espirituales del pueblo de la Antigua Alianza, no hay ni uno que haya proclamado esta continencia con las palabras o con la conducta (1). Entonces el matrimonio no era sólo un estado común, sino, además, en aquella tradición había adquirido un significado consagrado por la promesa que el Señor había hecho a Abraham: «He aquí mi pacto contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos... Te acrecentaré muy mucho, y te daré pueblos, y saldrán de ti reyes; yo establezco contigo, y con tu descendencia después de ti por sus generaciones, mi pacto eterno de ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti» (Gén 17, 4. 6-7). Por esto, en la tradición del Antiguo Testamento el matrimonio, como fuente de fecundidad y de procreación con relación a la descendencia, era un estado religiosamente privilegiado: y privilegiado por la misma revelación. En el fondo de esta tradición, según la cual el Mesías debía ser «hijo de David» (Mt 20, 30), era difícil entender la idea de la continencia. Todo hablaba en favor del matrimonio: no sólo las razones de naturaleza humana, sino también las del reino de Dios (2).

4. Las palabras de Cristo señalan en este ámbito un cambio decisivo. Cuando habla a sus discípulos, por primera vez, sobre la continencia por el reino de los cielos, se da cuenta claramente de que ellos, como hijos de la tradición de la Ley antigua, deben asociar el celibato y la virginidad a la situación de los individuos, especialmente del sexo masculino, que a causa de los defectos de naturaleza física no pueden casarse («los eunucos»), y por esto, se refiere a ellos directamente. Esta referencia tiene un fondo múltiple: tanto histórico como psicológico, tanto ético como religioso. Con esta referencia Jesús toca -en cierto sentido- todos estos fondos, como si quisiera hacer notar: Sé que todo lo que os voy a decir ahora, suscitará gran dificultad en vuestra conciencia, en vuestro modo de entender el significado del cuerpo; de hecho, os voy a hablar de la continencia, y esto, sin duda, se asociará a vosotros al estado de deficiencia física, tanto innata como adquirida por causa humana. Yo, en cambio, quiero deciros que la continencia también puede ser voluntaria, y el hombre puede elegirla «por el reino de los cielos».

5. Mateo en el cap. 19 no anota ninguna reacción inmediata de los discípulos a estas palabras. Sólo la encontramos más tarde en los escritos de los Apóstoles, sobre todo en Pablo (3). Esto confirma que tales palabras se habían grabado en la conciencia de la primera generación de los discípulos de Cristo, y fructificaron luego repetidamente y de múltiples modos en las generaciones de sus confesores en la Iglesia (y quizá también fuera de ella). Desde el punto de vista, pues, de la teología -esto es, de la revelación del significado del cuerpo, totalmente nuevo respecto a la tradición del Antiguo Testamento, estas son palabras de cambio. Su análisis demuestra cuán precisas y sustanciales son, a pesar de su concisión. (Lo constataremos todavía mejor cuando hagamos el análisis del texto paulino de la primera Carta a los Corintios, capítulo 7. Cristo habla de la continencia «por» el reino de los cielos. De este modo quiere subrayar que este estado, elegido conscientemente por el hombre en la vida temporal, donde de ordinario los hombres «toman mujer o marido», tiene una singular finalidad sobrenatural. La continencia, aun cuando elegida conscientemente y decidida personalmente, pero sin esa finalidad, no entra en el contenido de este enunciado de Cristo. Al hablar de los que han elegido conscientemente el celibato o la virginidad por el reino de los cielos (esto es, «se han hecho a sí mismos eunucos»), Cristo pone de relieve -al menos de modo indirecto- que esta opción, en la vida terrena, va unida a la renuncia y también a un determinado esfuerzo espiritual.

6. La misma finalidad sobrenatural -«por el reino de los cielos»- admite una serie de interpretaciones más detalladas, que Cristo no enumera en este pasaje. Pero se puede afirmar que, a través de la fórmula lapidaria de la que se sirve, indica indirectamente todo lo que se ha dicho sobre ese tema en la Revelación, en la Biblia y en la Tradición; todo lo que ha venido a ser riqueza espiritual de la experiencia de la Iglesia, donde el celibato y la virginidad por el reino de los cielos ha fructificado de muchos modos en las diversas generaciones de los discípulos y seguidores del Señor.



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Notas

(1) Es verdad que Jeremías debía observar el celibato por orden expresa del Señor (cf. Jer 16, 1-2); pero esto fue un «signo profético», que simbolizaba el futuro abandono y la destrucción del país y del pueblo.

(2) Es verdad, como sabemos por las fuentes extra bíblicas, que en el período intertestamentario el celibato se mantenía en el ámbito del judaísmo por algunos miembros de la secta de los esenios (cf. Flavio Josefo, Bell. Jud., II 8-2: 120-121; Filón Al. Hypothet., 11, 14); por esto se realizaba al margen del judaísmo oficial y probablemente no persistió más allá de comienzos del siglo II. En la comunidad de Qumran el celibato no obligaba a todos, pero algunos miembros lo mantenían hasta la muerte, poniendo en práctica sobre el terreno de la convivencia pacífica la prescripción de Deuteronomio (23, 10-14) sobre la pureza ritual que obligaba durante la guerra santa. Según las creencias de los qumranianos, esta guerra duraba siempre «entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas»; el celibato, pues, para ellos fue la expresión de estar dispuestos a la batalla (cf. 1 Qm 7, 5-7).

(3) Cf. 1Cor 7, 25-40; cf. también Apoc 14, 4.


El "lenguaje del cuerpo" en la comunión del matrimonio sacramental
Audiencia General 5 de enero de 1983
SS. Juan Pablo II


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1. «Yo, ... te quiero a ti, ..., como esposa»; «yo, ... te quiero a ti, ..., como esposo»: estas palabras están en el centro de la liturgia del matrimonio como sacramento de la Iglesia. Estas palabras las pronuncian los novios insertándolas en la siguiente fórmula del consentimiento: «...prometo serte fiel, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y honrarte todos los días de mi vida». Con estas palabras los novios contraen matrimonio y al mismo tiempo lo reciben como sacramento, del cual ambos son ministros. Ambos, hombre y mujer, administran el sacramento. Lo hacen ante los testigos. Testigo cualificado es el sacerdote, que al mismo tiempo bendice el matrimonio y preside toda la liturgia del sacramento. Testigos, en cierto sentido, son además todos los participantes en el rito de la boda, y en «forma oficial» algunos de ellos (normalmente dos), llamados expresamente. Ellos deben testimoniar que el matrimonio se contrae ante Dios y lo confirma la Iglesia. En el orden normal de las cosas, el matrimonio sacramental es un acto público, por medio del cual dos persona un hombre y una mujer, se convierten ante la sociedad de la iglesia en marido y mujer, es decir, en sujeto actual de la vocación y de la vida matrimonial.

2. El matrimonio como sacramento se contrae mediante la palabra, que es signo sacramental en razón de su contenido: «Te quiero a ti como esposa -como esposo- y prometo serte fiel, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y honrarte todos los días de mi vida». Sin embargo, esta palabra sacramental es de por sí solo el signo de la celebración del matrimonio. Y la celebración del matrimonio se distingue de su consumación hasta el punto de que, sin esta consumación, el matrimonio no está todavía constituido en su plena realidad. La constatación de que un matrimonio se ha contraído jurídicamente, pero no se ha consumado (ratum - non consummatum), corresponde a la constatación de que no se ha constituido plenamente como matrimonio. En efecto, las palabras mismas «Te quiero a ti como esposa -esposo-» se refieren no sólo a una realidad determinada, sino que puede realizarse sólo a través de la cópula conyugal. Esta realidad (la cópula conyugal) por lo demás viene definida desde el principio por institución del Creador: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre; y se adherirá a su mujer; y vendrán a ser los dos una sola carne» (Gén 2, 24).

3. Así pues, de las palabras con las que el hombre y la mujer expresan su disponibilidad a llegar a ser «una sola carne», según la eterna verdad establecida en el misterio de la creación, pasamos a la realidad que corresponde a estas palabras. Uno y otro elemento es importante respecto a la estructura del signo sacramental, al que conviene dedicar el resto de las presentes consideraciones. Puesto que el sacramento es el signo mediante el cual se expresa y al mismo tiempo se actúa la realidad salvífica de la gracia y de la alianza, hay que considerarlo ahora bajo el aspecto del signo, mientras que las reflexiones anteriores se han dedicado a la realidad de la gracia y de la alianza.

El matrimonio, como sacramento de la Iglesia, se contrae mediante las palabras de los ministros, es decir, de los nuevos esposos: palabras que significan e indican, en el orden intencional, lo que (o mejor: quien) ambos han decidido ser, de ahora en adelante, el uno para el otro y el uno con el otro. Las palabras de los nuevos esposos toman parte de la estructura integral del signo sacramental, no sólo por lo que significan, sino, en cierto sentido, también con lo que ellas significan y determinan. El signo sacramental se constituye en el orden intencional, en cuanto que se constituye contemporáneamente en el orden real.

4. Por consiguiente, el signo del sacramento del matrimonio se constituye mediante las palabras de los nuevos esposos, en cuanto que a ellas corresponde la «realidad» que ellas mismas constituyen. Los dos, como hombre y mujer, al ser ministros del sacramento en el momento de contraer matrimonio, constituyen al mismo tiempo el pleno y real signo visible del sacramento mismo. Las palabras que ellos pronuncian no constituirían de por sí el signo sacramental del matrimonio, si no correspondiesen a ellas la subjetividad humana del novio y de la novia y al mismo tiempo la conciencia del cuerpo, ligada a la masculinidad y a la femineidad del esposo y de la esposa. Aquí hay que traer de nuevo a la mente toda la serie de análisis relativos al libro del Génesis. (cf. Gén 1; 2), hechos anteriormente. La estructura del signo sacramental sigue siendo ciertamente en su esencia la misma que «en principio». La determina, en cierto sentido, «el lenguaje del cuerpo», en cuanto que el hombre y la mujer, que mediante el matrimonio deben llegar a ser una sola carne, expresan en este signo el don recíproco de la masculinidad y de la femineidad, como fundamento de la unión conyugal de las personas.

5. El signo del sacramento del matrimonio se constituye por el hecho de que las palabras pronunciadas por los nuevos esposos adquieren el mismo «lenguaje del cuerpo» que al «principio», y en todo caso le dan una expresión concreta e irrepetible. Le dan una expresión intencional en el plano del intelecto y de la voluntad, de la conciencia y del corazón. Las palabras «Yo te quiero a ti como esposa - como esposo» llevan en sí precisamente ese perenne, y cada vez único e irrepetible, «lenguaje del cuerpo» y al mismo tiempo lo colocan en el contexto de la comunión de las personas: «Prometo serte fiel, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y honrarte todos los días de mi vida». De este modo, el «lenguaje del cuerpo» perenne y cada vez nuevo, es no sólo el «substrato» sino, en cierto sentido, el contenido constitutivo de la comunión de las personas. Las personas -hombre y mujer- se convierten de por sí en un don recíproco. Llegan a ser ese don en su masculinidad y femineidad, descubriendo el significado esponsalicio del cuerpo y refiriéndolo recíprocamente a sí mismo de modo irreversible: para toda la vida.

6. Así el sacramento del matrimonio como signo permite comprender las palabras de los nuevos esposos, palabras que confieren un aspecto nuevo a su vida en la dimensión estrictamente personal (e interpersonal: communio personarum), basándose en el «lenguaje del cuerpo». La administración del sacramento consiste en esto: que en el momento de contraer matrimonio el hombre y la mujer, con las palabras adecuadas y en la relectura del perenne «lenguaje del cuerpo», forman un signo, un signo irrepetible, que tiene también un significado de cara al futuro: «todos los días de mi vida», es decir, hasta la muerte. Este es signo visible y eficaz de la alianza con Dios en Cristo, esto es, de la gracia, que en dicho signo debe llegar a ser parte de ellos, como «propio don» (según la expresión de la primera Carta a los Corintios, 7).

7. Al formular la cuestión en categorías sociojurídicas, se puede decir que entre los nuevos esposos se ha estipulado un pacto conyugal de contenido bien determinado. Se puede decir además que, como consecuencia de este pacto, ellos se convierten en esposos de modo socialmente reconocido, y que de esta manera se ha constituido en su germen la familia como célula social fundamental. Este modo de entender está obviamente en consonancia con la realidad humana del matrimonio, más aún, es fundamental también en el sentido religioso y religioso-moral. Sin embargo, desde el punto de vista de la teología del sacramento, la clave para comprender el matrimonio sigue siendo la realidad del signo, con el que el matrimonio se constituye sobre el fundamento de la alianza del hombre con Dios en Cristo y en la Iglesia: se constituye en el orden sobrenatural del vínculo sagrado que exige la gracia. En este orden el matrimonio es un signo visible y eficaz. Originado en el misterio de la creación, tiene su nuevo origen en el misterio de la redención, sirviendo a la «unión de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad» (Gaudium et spes, 24). La liturgia del sacramento del matrimonio da forma a ese signo: directamente, durante el rito sacramental, sobre la base del conjunto de sus elocuentes expresiones; indiretamente, a lo largo de toda la vida. El hombre y la mujer, como cónyuges, llevan este signo toda la vida y siguen siendo ese signo hasta la muerte.

Originalmente enviado por GabrielaSyme

Claro que no creo que Sabadv tenga él la mala intención. Pero cómo puede creerse cosas tan burdas, y no contrastarlas con los documentos originales! Claro que ya viste su lógica. Si el Papa habla cosas justas y buenas es sólo para engañarnos y llevarnos a la idolatría y el paganismo... UF


La verdad es que no logro entender este tipo de comunidades que crean en sus miembros una conciencia de confrontación con otras religiones.

El ejemplo lo vemos ahora, que sin conocer verdaderamente el catolicismo se obnubilan con libros de nula veracidad y que fomentan el odio y un deformadísimo conocimiento de las otras religiones.

Hace unas horas yo le afirmé a sabadv que nuestra fe es cristocéntrica y no lo cree, a pesar de que le digo que adoramos a Jesucristo, no lo cree; se le hace imposible que un católico adore a Cristo por todos los prejuicios con los que le han llenado su cabeza.

En fin, Dios quiera que algún día los cristianos dejemos de vernos con recelo y, aunque estemos separados en denominaciones, nos una la fe en Cristo y los problemas comunes que nos aquejan y que cada vez son peores.

Saludos y que Dios te bendiga.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Hola Gaby!:

La verdad es que las catequesis que tú mencionas son un tesoro, a veces mal o poco aprovechado. Hay dos que a mi me parecen paradigmáticas y muy ad hoc con este hilo, una sobre el célibato y otra sobre el amor conyugal; ojalá que quién cree conocer la doctrina católica a este respecto lo lea para que no se quede con las fábulas de chick o Pepe Rodríguez:






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La verdad es que no logro entender este tipo de comunidades que crean en sus miembros una conciencia de confrontación con otras religiones.

El ejemplo lo vemos ahora, que sin conocer verdaderamente el catolicismo se obnubilan con libros de nula veracidad y que fomentan el odio y un deformadísimo conocimiento de las otras religiones.

Hace unas horas yo le afirmé a sabadv que nuestra fe es cristocéntrica y no lo cree, a pesar de que le digo que adoramos a Jesucristo, no lo cree; se le hace imposible que un católico adore a Cristo por todos los prejuicios con los que le han llenado su cabeza.

En fin, Dios quiera que algún día los cristianos dejemos de vernos con recelo y, aunque estemos separados en denominaciones, nos una la fe en Cristo y los problemas comunes que nos aquejan y que cada vez son peores.

Saludos y que Dios te bendiga.

Clemente no te frustes y piensa, si ellos no le creen a Jesucristo mismo cuando habla de la Eucaristia Juan 6:53-55 y se lo atribuyen a Dioses Egipcios. Que mas poedes esperar, es nuestra responsabilidad como buenos cristianos mantener las discusiones en un plano de altura pero sin dejar que ellos sigan proclamando mentiras sin una respuesta Catolica...

Que Dios y la Virgen los acompanen siempre
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Clemente no te frustes y piensa, si ellos no le creen a Jesucristo mismo cuando habla de la Eucaristia Juan 6:53-55 y se lo atribuyen a Dioses Egipcios. Que mas poedes esperar, es nuestra responsabilidad como buenos cristianos mantener las discusiones en un plano de altura pero sin dejar que ellos sigan proclamando mentiras sin una respuesta Catolica...

Que Dios y la Virgen los acompanen siempre

Hola FJP:

Tienes razón, a veces parece frustrante; pero nadie dijo que era fácil ¿verdad?

Que Dios te bendiga y ala Virgen no deje de interceder por ti.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

A los católicos que defienden el celibato el cual es una imposición de diácono para arriba.
Los papas pueden decir lo que les apetezca, pero Jesús escogió a hombres casados para ser sus discípulos.

Veamos lo que Pablo le dijo a Timoteo: (1ª Tim. 4:1 y ss.

1.- Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
2.- por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,
3.- prohibirán casarse,
y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.
4.- Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;
5.- porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado

Claro que citar esto es odiar a la Iglesia Católica.

Tambien decis que la ICR es cristocéntrica.
Mira si lo es que por cada Santuario dedicado a Cristo hay mas de mil dedicados a las virgenes (de todos los colores) Incluso los dedicados a "santos" le ganan en número a los dedicados a Cristo.
Una rara manera de ser cristocéntricos.
Mira si es rara que Jesus habló del "Reini de mi Padre
y vuestros catecismos de "La Reina de los Cielos". "De la Estrella de la Mañana" De "La Dadora de Todas las Gracias"
Pero, claro, decirlo es odiar a la ICR.
VADE RETRO
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

A los católicos que defienden el celibato el cual es una imposición de diácono para arriba.
Los papas pueden decir lo que les apetezca, pero Jesús escogió a hombres casados para ser sus discípulos.

No Tobi, es inexacto lo que afirmas:

1571 Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia latina ha restablecido el diaconado "como un grado particular dentro de la jerarquía" (LG 29), mientras que las Iglesias de Oriente lo habían mantenido siempre. Este diaconado permanente, que puede ser conferido a hombres casados, constituye un enriquecimiento importante para la misión de la Iglesia. En efecto, es apropiado y útil que hombres que realizan en la Iglesia un ministerio verdaderamente diaconal, ya en la vida litúrgica y pastoral, ya en las obras sociales y caritativas, "sean fortalezcan por la imposición de las manos transmitida ya desde los Apóstoles y se unan más estrechamente al servicio del altar, para que cumplan con mayor eficacia su ministerio por la gracia sacramental del diaconado" (AG 16).


Una pregunta:

¿Juan era casado? En caso de que contestes que si, dime:
¿En que te basas para aseverarlo?


Veamos lo que Pablo le dijo a Timoteo: (1ª Tim. 4:1 y ss.

Un off topic: ¿Por qué afirmas que 1a de Timoteo es de Pablo, si se afirma que es de la segunda mitad del siglo II?

Claro que citar esto es odiar a la Iglesia Católica.

No Tobi, eso no es odiar a la Iglesia Católica, tu puedes pensar y creer diferente sin que eso signifique odio. Odio es llamarnos asesinos, servidores del infierno, etc.


Tambien decis que la ICR es cristocéntrica.
Mira si lo es que por cada Santuario dedicado a Cristo hay mas de mil dedicados a las virgenes (de todos los colores) Incluso los dedicados a "santos" le ganan en número a los dedicados a Cristo.
Una rara manera de ser cristocéntricos.
Mira si es rara que Jesus habló del "Reini de mi Padre
y vuestros catecismos de "La Reina de los Cielos". "De la Estrella de la Mañana" De "La Dadora de Todas las Gracias"
Pero, claro, decirlo es odiar a la ICR.

Todo eso no le quita lo cristocéntrica, Tobi y eso lo sabemos bien.

Que Dios te bendiga.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

No Tobi, es inexacto lo que afirmas:




Una pregunta:

¿Juan era casado? En caso de que contestes que si, dime:
¿En que te basas para aseverarlo?




Un off topic: ¿Por qué afirmas que 1a de Timoteo es de Pablo, si se afirma que es de la segunda mitad del siglo II?



No Tobi, eso no es odiar a la Iglesia Católica, tu puedes pensar y creer diferente sin que eso signifique odio. Odio es llamarnos asesinos, servidores del infierno, etc.




Todo eso no le quita lo cristocéntrica, Tobi y eso lo sabemos bien.

Que Dios te bendiga.


Como dicen por estos lares, los católicos pueden "decir misa" pero el celibato sacerdotal es mandamientod de hombres.
 
Re: Como Se Puede Ser Célibe Siendo Sacerdote?

Como dicen por estos lares, los católicos pueden "decir misa" pero el celibato sacerdotal es mandamientod de hombres.

Suponiendo, sin conceder, que fuera como tú dices:

A nadie se le obliga ser sacerdote.

Todo sacerdote que quiera casarse puede hacerlo y se le concede una dispensa.

entonces ¿cuál es el problema?