Estimado Karolusin:
Una conversación es estéril cuando alguna de las partes se niega a escuchar, pensar y contestar
Por mi parte estoy dispuesto. Supongo que ud también, de no ser así, no veo ninguna razón para que esté en este foro.
Yo digo:
“En ningún momento hablé yo de la UNIDAD ENTRE CRISTIANOS. El ecumenismo no tiene absolutamente nada que ver con la doctrina del Unidad Cristiana.”
Ud. respondió:
“Si el ECUMENISMO no tiene absolutamente nada que ver con la unidad, entonces creo que estamos hablando de palabras diferentes o de idiomas diferentes.”
Le contesto:
El ecumenismo no tiene absolutamente nada que ver con la doctrina de la Unidad CRISTIANA.
Existe una diferencia abismal entre “Ecumenismo” y “Unidad CRISTIANA”.
Yo digo (citando Jn.17:20-23):
“En este pasaje el Señor está orando al Padre por la Unidad de la iglesia.
La oración es que los miembros de la iglesia fueran CONSUMADAMENTE una cosa, de la misma manera que el Padre y Él eran una misma cosa.
Esta Unidad es de tipo Espiritual, donde los creyentes en Cristo Jesús llegamos a ser una misma cosa cuando somos bautizados en un mismo Cuerpo por el Espíritu Santo en el momento de la conversión:
"Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu." (1 Corintios 12:13)
La oración del Señor Jesucristo FUE CONTESTADA por el Padre, y esa consumación se llevó a cabo en Pentecostés.”
Ud. Dice:
“A mi humilde entender, no comparto ese punto de vista, pues ya en 1a.Cor. tenemos que habia DIVISIONES, unos proclamaban ser de Apolos, de Pablo, de Cefas, de Cristo. y durante el N.T. vemos que existieron SECTARISTAS, como Alejandro y otros. en Pentecostes lo que paro fue la venida del Espiritu Santo, sobre la Iglesia, es mas del grupo original de 500 quedaron solo 120 para Pentecostes.”
Le ruego que medite en lo siguiente:
¿La oración del Señor Jesucristo en San Juan capítulo 17 fue contestada por el Padre?
Veamos su cita. Escrito está:
“DE manera que yo, hermanos, no pude hablaros como á espirituales, sino como á carnales, como á niños en Cristo.
2 Os dí á beber leche, y no vianda: porque aun no podíais, ni aun podéis ahora;
3 Porque todavía sois carnales: pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
4 Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo; y el otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales?” (1 Co. 3:1-4)
¿Porque había disensiones, celos, contiendas en la iglesia de Corintio?: Porque eran creyentes CARNALES. O sea, su naturaleza carnal tenía predominio sobre su naturaleza Espiritual. Esta naturaleza Espirtual es propia del creyente renacido (Jn. 1:12-13; 3:3-6), adquirida en la conversión, la cual le une en un Cuerpo por medio del Espíritu Santo con todos los creyentes.
Que interesante que a estas mismas personas Pablo les recordó que:
“Porque por un Espíritu SOMOS todos bautizados EN UN CUERPO, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu." (1 Corintios 12:13)
Ellos HABÍAN SIDO bautizados en UN CUERPO por el Espíritu de Dios. Este es el Bautismo del Espíritu Santo que se opera en el momento de la conversión.
Me parece que ante tan notables diferencias de doctrina, creo que bien sería necesario organizar un poco el debate por orden de prioridades.
Desde mi punto de vista si ud no cree en la Seguridad Eterna de la Salvación, significa que ud no ha comprendido los alcances de la obra de la Redención efectuada por el Señor Jesucristo.
Yo no quisera que ud viva con la incertidumbre que significa desconocer su destino eterno, y como considero que esto es el tema más importante que tenemos en frente, me parece que deberíamos empezar por aquí, y dejar momentáneamente de lado el resto del temario.
Yo digo::
“3) ¿Ud. cree en la Seguridad Eterna de su Salvación.?”
Ud. Responde:
“NO, esa doctrina NO la puedo creer, algunos Evangelicos afirman que "SALVOS UNA VEZ, SALVOS PARA SIEMPRE" lo cual suena a como que la salvacion es nuestra, que nosotros la COMPRAMOS, otros afirm,an que "LA SALVACION SE PUEDE PERDER", lo cual a fin de cuentas significa que Alguien te la dio, pero te la puede quitar.
San Pablo mismo decia que "PROSIGO A LA META", "NO ES QUE YA LA HALLA ALCANZADO" por ello es que somos JUSTIFICADOS por el Arrepentimiento con FE, pero la salvacion nos sera dada despues de muertos, hay que saber diferenciar entre JUSTIFICACION y SALVACION “
A ud. Le podrá sonar que los creyentes “compramos la salvación”, pero quien nos compró a nostros fue el Señor Jesucristo. Escrito está:
“Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:20)
Escrito está:
“8 Y ciertamente, aun reputo todas las cosas pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar á Cristo,
9 Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
10 A fin de conocerle, y la virtud de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad á su muerte,
11 Si en alguna manera llegase á la resurrección de los muertos.
12 No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello para lo cual fuí también alcanzado de Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome á lo que está delante,
14 Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.” (Fil. 3:9-15)
Cuando el Apóstolo Pablo dice que: “No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto” (v.12) y “yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado” (v.13), él se refiere: “al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús” (v 14.), NO a la Salvación.
La “vocación de Dios en Cristo Jesús” (v.14), es la vocación celestial del creyente:
“1 POR tanto, hermanos santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra profesión, Cristo Jesús;” (He. 3:1)
El premio o galardón de nuestra vocación celestial, no lo tenemos aún. Por eso el Apóstol proseguía al blanco, como si nada tuviese, para seguir sirviendo a Dios. Este premio no es la Salvación, sino algo para nostros desconocido:
“Antes, como está escrito: Cosas que ojo no vió, ni oreja oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman.” (1 Corintios 2:9)
Por supuesto que existe diferencia entre Salvación y Justificación. La Justificación es el “Primer Acto” de la Salvación.
Salvación es traducción del sustantivo griego sötëria y el verbo sözö, con sus derivados correspondientes. Sus principales acepciones son: “salvación, preservación, conservación, liberación”. Este término indica un proceso completo.
En la Versión Antigua (RVA), se dio preferencia a traducir sötëria como “salud”, con lo que concuerdo, ya que encierra de manera acorde el concepto de proceso, no tanto así la palabra salvación, aunque puede entenderse diferenciando sus aspectos.
Este proceso de la Salvación tiene tres aspectos:
1) El creyente ha sido ya salvo de la culpa y la pena del pecado (Ef. 2:5,8; 2 Ti. 1:9) y está seguro en su salvación (Jn. 10:27-30; 1 Co. 1:18)
2) El creyente está siendo salvo del hábito y dominio del pecado. (Fil. 2:12-13; 2 Ts. 2:13)
3) El creyente será salvo en el sentido de ser conformado completamente a la imagen de Cristo, y ser librado de la presencia del pecado. (Ro. 13:11; 1 P. 1:5)
Existen tres actos o procesos redentores incluidos en el proceso de Salvación, que concuerdan con estos tres aspectos:
1) Justificación. El creyente fue justificado. (Ro. 5:1)
2) Santificación El creyente esta siendo santificado. (2 Co. 7:1)
3) Glorificación. El creyente será glorificado. (Ro. 8:18, 21, 30)
Justificar significa declarar justo.
Es la acción del Juez. (Gn. 18:25; 2 Ti. 4:8)
Es lo opuesto a condenar. (Cf. Dt. 25:1; Pr. 17:15; Ro. 8:33)
Tanto el vocablo hebreo shadaq como el griego dikaioö significan anunciar o pronunciar un veredicto favorable, declarar justo, absolver. No significa hacer justo, sino atribuir justicia.
El problema (Job. 9:2)
Todos somos pecadores.
Si en Dios, el Juez, no hay injusticia y es completamente justo en todas Sus decisiones, entonces ¿cómo puede Él declarar justo a un pecador?
Dios solamente tiene tres opciones cuando los pecadores comparecen ante Su tribunal:
1) Condenarlo
2) Comprometer Su propia justicia para recibirlos tal y como están
3) Transformarlos en personas justas.
Si Él puede ejercer la tercera opción, entonces los puede declarar justos.
El procedimiento para la Justificación: (Ro. 3:21-26)
El creyente es justo porque está en Cristo, El Justo. (Hch. 7:52; 1 Co. 1:30)
¿Cómo reconocer que este acto redentor se ha llevado a cabo en la vida del creyente?: (Santiago 2:24)
Frase clave: “vosotros veis”. La forma de “ver” esta justificación es por las obras que produce. Santiago no está en contraposición con Pablo (Ro. 3:28). Pablo habla de la Justificación interna del hombre, que es por la fe sola, sin las obras DE LA LEY. Santiago habla de la forma de “ver” esta Justificación, que es por las obras que provienen DE LA FE (Stg. 2:22).
Primero la Fe, luego LAS OBRAS.
Ahora bien. ¿Qué consecuencias tiene la Justificación por la Fe en la vida del creyentes?
“1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
2 Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” (Ro. 5:1-2)
El creyente esta en PAZ con Dios. Esto significa que es salvo de la ira venidera:
“9 Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliado con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Ro. 5:9-10)
¿No habla esto acaso del la seguridad de la salvación? Si el creyente ha sido reconciliado con Dios, y no será objeto de su ira, ¿pues que será de él?
Que Dios le bendiga.
Roman.
Una conversación es estéril cuando alguna de las partes se niega a escuchar, pensar y contestar
Por mi parte estoy dispuesto. Supongo que ud también, de no ser así, no veo ninguna razón para que esté en este foro.
Yo digo:
“En ningún momento hablé yo de la UNIDAD ENTRE CRISTIANOS. El ecumenismo no tiene absolutamente nada que ver con la doctrina del Unidad Cristiana.”
Ud. respondió:
“Si el ECUMENISMO no tiene absolutamente nada que ver con la unidad, entonces creo que estamos hablando de palabras diferentes o de idiomas diferentes.”
Le contesto:
El ecumenismo no tiene absolutamente nada que ver con la doctrina de la Unidad CRISTIANA.
Existe una diferencia abismal entre “Ecumenismo” y “Unidad CRISTIANA”.
Yo digo (citando Jn.17:20-23):
“En este pasaje el Señor está orando al Padre por la Unidad de la iglesia.
La oración es que los miembros de la iglesia fueran CONSUMADAMENTE una cosa, de la misma manera que el Padre y Él eran una misma cosa.
Esta Unidad es de tipo Espiritual, donde los creyentes en Cristo Jesús llegamos a ser una misma cosa cuando somos bautizados en un mismo Cuerpo por el Espíritu Santo en el momento de la conversión:
"Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu." (1 Corintios 12:13)
La oración del Señor Jesucristo FUE CONTESTADA por el Padre, y esa consumación se llevó a cabo en Pentecostés.”
Ud. Dice:
“A mi humilde entender, no comparto ese punto de vista, pues ya en 1a.Cor. tenemos que habia DIVISIONES, unos proclamaban ser de Apolos, de Pablo, de Cefas, de Cristo. y durante el N.T. vemos que existieron SECTARISTAS, como Alejandro y otros. en Pentecostes lo que paro fue la venida del Espiritu Santo, sobre la Iglesia, es mas del grupo original de 500 quedaron solo 120 para Pentecostes.”
Le ruego que medite en lo siguiente:
¿La oración del Señor Jesucristo en San Juan capítulo 17 fue contestada por el Padre?
Veamos su cita. Escrito está:
“DE manera que yo, hermanos, no pude hablaros como á espirituales, sino como á carnales, como á niños en Cristo.
2 Os dí á beber leche, y no vianda: porque aun no podíais, ni aun podéis ahora;
3 Porque todavía sois carnales: pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
4 Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo; y el otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales?” (1 Co. 3:1-4)
¿Porque había disensiones, celos, contiendas en la iglesia de Corintio?: Porque eran creyentes CARNALES. O sea, su naturaleza carnal tenía predominio sobre su naturaleza Espiritual. Esta naturaleza Espirtual es propia del creyente renacido (Jn. 1:12-13; 3:3-6), adquirida en la conversión, la cual le une en un Cuerpo por medio del Espíritu Santo con todos los creyentes.
Que interesante que a estas mismas personas Pablo les recordó que:
“Porque por un Espíritu SOMOS todos bautizados EN UN CUERPO, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu." (1 Corintios 12:13)
Ellos HABÍAN SIDO bautizados en UN CUERPO por el Espíritu de Dios. Este es el Bautismo del Espíritu Santo que se opera en el momento de la conversión.
Me parece que ante tan notables diferencias de doctrina, creo que bien sería necesario organizar un poco el debate por orden de prioridades.
Desde mi punto de vista si ud no cree en la Seguridad Eterna de la Salvación, significa que ud no ha comprendido los alcances de la obra de la Redención efectuada por el Señor Jesucristo.
Yo no quisera que ud viva con la incertidumbre que significa desconocer su destino eterno, y como considero que esto es el tema más importante que tenemos en frente, me parece que deberíamos empezar por aquí, y dejar momentáneamente de lado el resto del temario.
Yo digo::
“3) ¿Ud. cree en la Seguridad Eterna de su Salvación.?”
Ud. Responde:
“NO, esa doctrina NO la puedo creer, algunos Evangelicos afirman que "SALVOS UNA VEZ, SALVOS PARA SIEMPRE" lo cual suena a como que la salvacion es nuestra, que nosotros la COMPRAMOS, otros afirm,an que "LA SALVACION SE PUEDE PERDER", lo cual a fin de cuentas significa que Alguien te la dio, pero te la puede quitar.
San Pablo mismo decia que "PROSIGO A LA META", "NO ES QUE YA LA HALLA ALCANZADO" por ello es que somos JUSTIFICADOS por el Arrepentimiento con FE, pero la salvacion nos sera dada despues de muertos, hay que saber diferenciar entre JUSTIFICACION y SALVACION “
A ud. Le podrá sonar que los creyentes “compramos la salvación”, pero quien nos compró a nostros fue el Señor Jesucristo. Escrito está:
“Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:20)
Escrito está:
“8 Y ciertamente, aun reputo todas las cosas pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar á Cristo,
9 Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
10 A fin de conocerle, y la virtud de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad á su muerte,
11 Si en alguna manera llegase á la resurrección de los muertos.
12 No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello para lo cual fuí también alcanzado de Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome á lo que está delante,
14 Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.” (Fil. 3:9-15)
Cuando el Apóstolo Pablo dice que: “No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto” (v.12) y “yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado” (v.13), él se refiere: “al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús” (v 14.), NO a la Salvación.
La “vocación de Dios en Cristo Jesús” (v.14), es la vocación celestial del creyente:
“1 POR tanto, hermanos santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra profesión, Cristo Jesús;” (He. 3:1)
El premio o galardón de nuestra vocación celestial, no lo tenemos aún. Por eso el Apóstol proseguía al blanco, como si nada tuviese, para seguir sirviendo a Dios. Este premio no es la Salvación, sino algo para nostros desconocido:
“Antes, como está escrito: Cosas que ojo no vió, ni oreja oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman.” (1 Corintios 2:9)
Por supuesto que existe diferencia entre Salvación y Justificación. La Justificación es el “Primer Acto” de la Salvación.
Salvación es traducción del sustantivo griego sötëria y el verbo sözö, con sus derivados correspondientes. Sus principales acepciones son: “salvación, preservación, conservación, liberación”. Este término indica un proceso completo.
En la Versión Antigua (RVA), se dio preferencia a traducir sötëria como “salud”, con lo que concuerdo, ya que encierra de manera acorde el concepto de proceso, no tanto así la palabra salvación, aunque puede entenderse diferenciando sus aspectos.
Este proceso de la Salvación tiene tres aspectos:
1) El creyente ha sido ya salvo de la culpa y la pena del pecado (Ef. 2:5,8; 2 Ti. 1:9) y está seguro en su salvación (Jn. 10:27-30; 1 Co. 1:18)
2) El creyente está siendo salvo del hábito y dominio del pecado. (Fil. 2:12-13; 2 Ts. 2:13)
3) El creyente será salvo en el sentido de ser conformado completamente a la imagen de Cristo, y ser librado de la presencia del pecado. (Ro. 13:11; 1 P. 1:5)
Existen tres actos o procesos redentores incluidos en el proceso de Salvación, que concuerdan con estos tres aspectos:
1) Justificación. El creyente fue justificado. (Ro. 5:1)
2) Santificación El creyente esta siendo santificado. (2 Co. 7:1)
3) Glorificación. El creyente será glorificado. (Ro. 8:18, 21, 30)
Justificar significa declarar justo.
Es la acción del Juez. (Gn. 18:25; 2 Ti. 4:8)
Es lo opuesto a condenar. (Cf. Dt. 25:1; Pr. 17:15; Ro. 8:33)
Tanto el vocablo hebreo shadaq como el griego dikaioö significan anunciar o pronunciar un veredicto favorable, declarar justo, absolver. No significa hacer justo, sino atribuir justicia.
El problema (Job. 9:2)
Todos somos pecadores.
Si en Dios, el Juez, no hay injusticia y es completamente justo en todas Sus decisiones, entonces ¿cómo puede Él declarar justo a un pecador?
Dios solamente tiene tres opciones cuando los pecadores comparecen ante Su tribunal:
1) Condenarlo
2) Comprometer Su propia justicia para recibirlos tal y como están
3) Transformarlos en personas justas.
Si Él puede ejercer la tercera opción, entonces los puede declarar justos.
El procedimiento para la Justificación: (Ro. 3:21-26)
El creyente es justo porque está en Cristo, El Justo. (Hch. 7:52; 1 Co. 1:30)
¿Cómo reconocer que este acto redentor se ha llevado a cabo en la vida del creyente?: (Santiago 2:24)
Frase clave: “vosotros veis”. La forma de “ver” esta justificación es por las obras que produce. Santiago no está en contraposición con Pablo (Ro. 3:28). Pablo habla de la Justificación interna del hombre, que es por la fe sola, sin las obras DE LA LEY. Santiago habla de la forma de “ver” esta Justificación, que es por las obras que provienen DE LA FE (Stg. 2:22).
Primero la Fe, luego LAS OBRAS.
Ahora bien. ¿Qué consecuencias tiene la Justificación por la Fe en la vida del creyentes?
“1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
2 Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” (Ro. 5:1-2)
El creyente esta en PAZ con Dios. Esto significa que es salvo de la ira venidera:
“9 Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliado con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Ro. 5:9-10)
¿No habla esto acaso del la seguridad de la salvación? Si el creyente ha sido reconciliado con Dios, y no será objeto de su ira, ¿pues que será de él?
Que Dios le bendiga.
Roman.