Demas ¿burned out ó apóstata?

3 Marzo 2003
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No sabemos mucho de este personaje bíblico. Realmente solo tiene tres breves menciones en las epístolas de Pablo, no parecen dar mucho de si para hacernos una idea en cuanto a su persona. Pero si dedicamos un poco de tiempo a escudriñar veremos como a veces podemos encontrar algunas perspectivas diferentes a las de una simple lectura.

En la carta a Filemón (1:24), Pablo menciona a Demas como uno de sus colaboradores en el ministerio, cuando estaba preso en Roma, pero participando en aquel avivamiento de la fe en Cristo que la presencia del apóstol trajo a la capital del imperio, y que relata en la epístola a los filipenses (1:12-14). Y como tal, también figura en las salutaciones de despedida de la epístola de Colosenses (4:14).

Conociendo el carácter exigente de San Pablo, por el episodio de Juan Marcos (Hch. 15:38), y aunque con los años posiblemente fuese siendo atemperado, no es difícil pensar que Demás, para ganar la confianza del apóstol, tuvo que demostrar virtudes suficientes para que le permitiese desarrollar un ministerio en las iglesias. Que Pablo lo mencionase expresamente por nombre le abriría las puertas de muchos hogares de cristianos y de otras iglesias.

No sabemos cuando Demas conoció el evangelio, pero sabemos que Pablo no era partidario de otorgar responsabilidades a personas neófitas (1Tim. 3:6), para evitar envanecimientos. Así que por lo menos, a estas alturas, ya haría algunos años que militaba en el evangelio. Probablemente lo que díce en Fil. 2:22 con respecto a Timoteo pudiese hacerse extensivo a sus otros colaboradores. Es decir, que contaba con probados méritos para el ministerio, como fiel en el servicio, firme en la doctrina, trabajador, no codicioso de bienes y de carácter humilde.

La cronología de la vida de Pablo nos permite saber que desde que el apóstol lo presenta como colaborador suyo de confianza y, por extensión, de las iglesias, que Demas permaneció en el ministerio unos cinco años. Al leer de su deserción en 2Tim. 4:10, nos damos cuenta que esta se produjo inmediatamente antes de que el apóstol escribiese la epístola a Timoteo, de ahí la urgencia en reclamar a este para que venga a su lado (2Tim. 4:9).

La frase de Pablo sobre la marcha de Demas es tan cruda como significativa. “Demas me ha abandonado, habiendo amado este mundo presente, y se ha ido a Tesalónica” (2Tim. 4:10). Decir me ha abandonado, tiene una cierta intención a: “me ha dejado tirado”. Y si no fuese por la siguiente frase, nadie podría interpretarla en más sentido que en el de una deslealtad personal, una falta de delicadeza ó de amor. Así sería si escribiese: Ven pronto porque Demas me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica.

Pero el hecho de que Pablo escriba que lo ha hecho movido por que “ha amado este mundo presente” traspasa los límites de un desencuentro personal para entrar en razones de tipo espiritual. Creo que este hecho unido a que Pablo conociese la localidad que Demas había elegido como destino, denota que había hablado con él del asunto antes de su partida, aunque no le fue posible convencerlo. Decir que la razón era amar el mundo presente, resume un estado de insatisfacción respecto a los años en que había servido a Jesucristo en el ministerio.

Normalmente, en virtud de esa frase, a Demas se le considera un apóstata que encaja con la figura de la mujer de Lot, que miró atrás suspirando por la vida que había llevado antes de su llamamiento. O uno que escuchó el evangelio con un corazón semejante al terreno de espinos, pero que dejando entrar el engaño de las riquezas y el deseo de las otras cosas de la vida y ahogan la palabra (Mr. 4:19). Y puede ser así. ¿Quién conoce realmente lo que hay en el corazón de los hombres? Solo Dios. Ni Pablo, ni ninguno de nosotros.

Sin embargo yo no quisiera descartar que tal vez Demas hubiese padecido una crisis temporal en el ministerio, como la que en nuestros días se conoce como burned out, ó el obrero quemado. En aquellos tiempos servir junto a Pablo y durante tantos años, padeciendo todo tipo de penalidades y miseria no parece muy propio de alguien que no sintiese un llamado verdadero del Espíritu Santo y realmente fuese en nacido de nuevo. Tampoco creo que Pablo se dejase engañar fácilmente y durante tanto tiempo por alguno que tuviese una actitud fingida. El caso de Demas no tiene nada que ver con Judas quién nunca engañó a Jesús, pues este lo llamó y lo mantuvo a su lado aun sabiendo que era el hijo de perdición que lo habría de entregar.

Yo pienso, y al menos abro una reflexión para la posibilidad de que Demas no fuese realmente un apóstata, sino que afrontó unas duras condiciones de vida durante años al lado del apóstol, sin tener realmente las cualidades de carácter y la fortaleza de espíritu de aquel (1Ts. 2:9). Y que en un momento dado, atravesando una crisis, de las que no somos ajenos los creyentes, y tampoco lo fueron algunos de los más grandes profetas, sin atenerse a reflexionar lo suficiente tomó una decisión precipitada, incluso de malas maneras, al no tener en cuenta que Pablo es ya anciano y esperar a que otro colaborar viniese a asistirle.

Me gusta pensar que Demas, después de esta crisis, fue fortalecido por el Señor y restaurado, y que acabó sus días sirviendo a la causa de Cristo, como lo había hecho durante muchos años difíciles en que junto al apóstol de los gentiles llenaron todo el mundo conocido con el mensaje del evangelio.
 
Re: Demas ¿burned out ó apóstata?

Excelente aportación, Pablo
Bendiciones y gracias por compartirlo.
Un abrazo.
 
Re: Demas ¿burned out ó apóstata?

No sabemos cuando Demas conoció el evangelio, pero sabemos que Pablo no era partidario de otorgar responsabilidades a personas neófitas (1Tim. 3:6), para evitar envanecimientos.


Exelente, hoy en dia esta de moda (ganar, discipular y enviar), los nuevos convertidos se los discipula por unas semanas o pocos meses y se los envia siendo completamente neofitos y cuando te encuentras con estas personas estan completamente envanecidos. Gran aportacion mi hermano.
 
Re: Demas ¿burned out ó apóstata?

Estimado pabloblanco:

Buen aporte, muy interesante,... por lo mismo... deseo también dar mi opinión del hermano Demas.

¡¡Demas!! …¡Cuánto nos enseña! … de él, tenemos poco que decir… pero mucho que aprender…

Tantas experiencias y cuantos ejemplos quedan para nosotros a través de los muchos instrumentos o personajes que nos muestra la Palabra de Dios, de algunos debemos aprender de sus victorias … y de otros, …de sus derrotas. Lo cierto es que cada ejemplo a quedado para salud de los creyentes a través de los tiempos.

Demas es uno de estos ejemplos, que aunque triste, nos deja una enseñanza importantísima sin lugar a dudas. Su efímero paso por las Escrituras y su corto ministerio al lado de Pablo serán la voz de advertencia para cada uno de nosotros.

El principio de Demas. Poco nos habla la Biblia del hermano Demas, pero le vemos en tres etapas de su vida cristiana, y lamentablemente no en crecimiento, sino al contrario, cada vez en cuesta abajo. Seguramente un principio honroso, Demas aparece como un compañero de milicia de Pablo, en momentos difíciles de su ministerio, Pablo estaba preso y uno de sus compañeros era Demas, le vemos en compañía de destacados instrumentos de Dios en su obra: Lucas, Aristarco, Juan Marcos y del mismo Pablo. (Filem.4)

Obviamente una honra el ser contado entre estos excelentes varones de Dios;… nada más apropiado para lograr salud y bendición que buscar la compañía de los hombres o mujeres de Dios, con buen testimonio;… sin embargo, así y todo, esta no es una formula mágica, infalible;… se necesita más que eso… seguramente ninguna compañía más saludable y que nos marque más en nuestra vida cristiana, que la compañía del mismo Dios.

La compañía de Dios, o comunión con Dios, dejará siempre huellas indelebles en nuestra vida, …indelebles e imperecederas; lo que, aún cuando busquemos la mejor y más excelente compañía de hombres o mujeres de Dios, nunca nos aportarán lo que se recibe cuando, juntamente con buscar esa amistad y comunión con el pueblo de Dios, buscamos también la comunión y armonía con Dios. Sin dudas que esto es lo que faltó en la vida del hermano Demas, estaba junto a varones de Dios excelentes, pero le faltó unirse a Dios, bajo los mismos intereses de Dios. Pero Demás, "amaba este mundo", lo que indudablemnte no está en los intereses de Dios.

Su Palabra dice: “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3)… Pablo dijo de Demas: “amando este mundo” (2 Tim.4:10);… esta fue la debilidad o la flaqueza de Demas, que nunca dejó de amar al mundo; … no podemos amar al mundo y amar a Dios… no podemos amar al mundo y creer que estamos en acuerdo o concierto con Dios… es lo uno o lo otro… pues, de otro modo, …tarde o temprano estos dos amores nos pasarán la cuenta… y lamentablemente… el amor del mundo siempre tendrá más fuerza, porque trabaja de acuerdo a nuestra naturaleza.

Es importantísimo partir bien, un buen principio nos augura un buen final.

Cortar todo tipo de relación, atadura o lazos con el mundo es lo primero, cuando nos hemos decidido de seguir a Jesús o de buscar a Dios, debemos hacerlo libres del amor al mundo: “No améis a mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15)

Eliseo, cuando decidió ir tras Elías, reemplazando a Elías en su servicio a Dios, como instrumento de Dios, cortó todo tipo de relación con su vida pasada: “Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, …. Y tomó el par de bueyes, y matólos, y con el arado de los bueyes coció la carne de ellos, y dióla al pueblo que comiesen. Después se levantó, y fue tras Elías, y servíale” (1 Reyes 19:20,21) …si Eliseo hubiese querido mirar atrás, ya no podría volver a su antiguo trabajo, … ya no habría ni bueyes ni arado;… servir a Dios requiere de toda nuestra solicitud a tiempo completo, y despojarnos de cualquier atadura con el mundo (“no podéis servir a dos señores” Mat. 6:24)

Los discípulos de Jesús…. dejaron el barco;.. Mateo… el banco de los públicos tributos… Abraham… su tierra y su parentela… pero Demas…. seguía amando este mundo. Y Jesús dijo: “ninguno que poniendo su mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62)

Pero Demas, estaba naufragando… la visión del varón de Dios Pablo no se equivocaba… el apóstol hace tácita mención de Demás, junto a otros varones en el servicio a Dios;… Demas está entre estos varones;… los que, cada uno merece algún voto de confianza del anciano apóstol; pero no así Deás.

Colosences cap. 4, … nos dice que Tichico (vers.7) era un amado hermano, fiel ministro y un consiervo en el Señor, a Juan Marcos se le recomienda y se hace una breve reseña de él (vers.10) de Aristarco se destaca su compañerismo y asociación con la prisión de Pablo: “compañero en la prisión”;… Jesús, también llamado Justo, era un colaborador y consuelo para Pablo (vers. 10) … Epafras “siervo de Cristo”, solícito, orador. (vers.11) …Lucas es el “médico amado” (vers.14) …pero de Demas… no se dice nada.

Es probable que la inevitable caída de Demas ya estaba en la visión de Pablo… para el, no había voto de confianza alguno; está en la “rodada cuesta abajo”, fallando, perdiendo, en vez de haber crecido;… lo que contrasta con Juan Marcos, el que después de algún tiempo en que tuvo algún problema con Pablo, nuevamente se gana su confianza… Juan crece… Demas… se pierde.

Por último, Demas “se ha ido al mundo”, ya no se le mencionará más en las Escrituras.

Seguramente que cuando estamos bendecidos, en tiempos de paz, podemos enfrentar las dificultades con mayor entereza y menos perjuicio;… pero cuando “añadimos aflicción a la aflicción”, o como en el caso de Pablo… se “añadía aflicción a sus prisiones”… es triste…demasiado triste.
Los hombres de Dios que han sido llamados a su servicio, no son “de acero”, sufren, sienten, flaquean… Pablo no era la excepción, el dijo de su propia experiencia: “en todo fuimos atribulados, de fuera cuestiones, de dentro temores” (2Cor.7:5)… es en esta situación que Pablo se ve abandonado de Demás… en prisiones y ya anciano, con "temores y cuestiones"… ¡Cuánto pudo haber dolido a Pablo el abandono de Demas; …o quizás su dolor, se centraba más en la pérdida de un elemento en la obra de Dios, Demas esta cambiando lo más por lo menos, Demás ha naufragado en la fe de Cristo.
Si cuando un pecador se arrepiente hay gozo en los cielos… cuando se vuelve al mundo …¿Qué?... quizás los cielos lloren…

Después de haber sido llamados a la participación de la gracia de Dios, honrados por su evangelio, y más aún al servicio de Dios, no podemos mantener lazos con el mundo,… Dios no desea un amor compartido… que por último, solo nos perjudicará a nosotros: “la amistad del mundo es enemistad con Dios” (Santiago 4:4) Este fue el error más grave de Demás y seguramente el culpable de su caída “amor a este mundo”.
Pensar que el amor al mundo pueda ser compatible con el amor a Dios es un peligroso concepto.

… “el que siembra para la carne, de la carne segará corrupción” (Gál. 6:8)


Dios te bendiga
 
Apreciado hermano Pablo:

Apreciado hermano Pablo:


Muchas gracias por el estudio que nos regalas. Hace tiempo que deseaba oír o leer algo así. Es oportunísimo pues creo que hace justicia a un hermano como Demas. He sufrido bastante escuchando a predicadores – mayormente en audiciones radiales – que han fustigado a Demas diciendo todo de él menos que era bonito. Que naufragó en la fe, que se fue al mundo, que perdió la salvación, que se condenó, etc. Nada de eso es cierto, porque no es escritural. Predicadores que no son dignos probablemente de desatar las correas de las sandalias de Demas, le han denigrado poniéndolo como un apóstata que renegó de su fe.
Pero gracias a Dios, creo que Pablo Blanco nos ha puesto en la pista correcta al retrotraernos al carácter exigente del Apóstol Pablo (la discusión con Bernabé), y que ahora nosotros deberíamos examinar en la perspectiva del abandono que siente precisamente hacia el final de su carrera, cuando prácticamente tiene sus días contados. La brevedad de la frase “Demas me ha desamparado, amando a este mundo, y se ha ido a Tesalónica” hemos de examinarla a la luz del contexto de todo ese capítulo 4 de 2Timoteo. La sentencia de muerte que pendía sobre la cabeza de Pablo, era un disuasivo para la visita y compañía de otros cristianos, que con su relación y apoyo podían hacerse sospechosos y candidatos ha ser también perseguidos por su fe. Esta situación resalta el coraje y la lealtad incondicional de Lucas; pero podemos también pensar que su seguridad estaba en parte garantizada por su condición de médico, no sólo como asistente del prisionero, sino teniendo una profesión siempre útil a cualquier sociedad y gobierno.
Pienso que la razón que da Pablo de la deserción de Demas “amando este mundo” está atemperada por lo que sigue: “y se ha ido a Tesalónica”. Y digo “atemperada” porque es allí donde podemos encontrar alguna explicación a esa queja implícita en la declaración del apóstol. O sea, no solamente se hacía cada vez más peligroso permanecer cerca de Pablo, sino que en Tesalónica podían haber legítimos intereses que reclamaban a Demas. Sé que podré ahora ser censurado por especular, pero las conjeturas son el último recurso que nos queda cuando a falta de más información necesitamos comprender determinada actitud. A no pocos les resulta más fácil juzgar ya de entrada sin dejar ninguna puerta entreabierta por la que todavía pueda deslizarse algo de luz. No creo que en Tesalónica le estuviera esperando a Demas un espléndido negocio para dedicarse a él con promisorias ventajas económicas. Pero podía estar allí esperando una novia con la que se había prometido en casamiento. Quizás tenía un hogar, con esposa e hijos que le aguardaban. Quizás padres ancianos de los que debería hacerse cargo, o hermanos huérfanos menores por cuya crianza y educación debía velar. Recordamos que al hablar del casamiento de los solteros Pablo les dice que sería mejor si se quedasen como él, para reconocer seguidamente que no todos tienen este don (1Co.7:6-9). Luego, al hablar de que el soltero se preocupa por las cosas del Señor, de cómo agradarle, dice en el v.33: “Pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer”. Así, quizás no deberíamos atar las palabras de Pablo respecto a Demas al amor al mundo del que habla Juan en su primera epístola, sino a este otro aspecto propio de Pablo en 1Corintios 7. Otros afectos y compromisos humanos llevaban a Demas a Tesalónica, alejándolo de la presencia de Pablo. Todos conocemos el caso de ancianos de nuestra propia familia – o de otros a quienes visitamos – que se quejan de que sus hijos poco y nada les visitan, como teniéndolos olvidados. Es un sentimiento tan humano como natural. Quienes en sus mejores tiempos se prodigaron enteramente cuidando de otros, aspiran luego, ya ancianos y achacosos, que se les asista con la misma devoción que ellos tuvieron. Lamentablemente, en este sentido la vida suele ser cruel e injusta, y pocos son los que pasan sus últimos días rodeados del cariño de sus amados. Pablo era humano, y Demas también. La versión de Pablo es auténtica, pero la actitud de Demas no debería ser implacablemente perseguida por quienes quizás en su misma situación no habríamos alcanzado a servir a Pablo en la forma y hasta el tiempo en que él lo logró.
Por supuesto que todos preferiríamos que Demas quedara acompañando a Pablo hasta el final, y caso de ser luego él también martirizado le haríamos un monumento en nuestra memoria. Pero ignoramos cual pueda ser el servicio a Dios y a los santos que Demas pudo haber desplegado en Tesalónica. Poco, y por poco tiempo podía haber hecho Demas por Pablo; quizás mucho era el campo y la oportunidad que se le abría en Tesalónica. Nada de esto sabemos. Pero me inclino más a pensar en la factibilidad que expuse, a ver en Demas a un náufrago de la fe, un renegado y un apóstata.
Ricardo.
 
Re: Demas ¿burned out ó apóstata?

Estimado pabloblanco:

Buen aporte, muy interesante,... por lo mismo... deseo también dar mi opinión del hermano Demas.

¡¡Demas!! …¡Cuánto nos enseña! … de él, tenemos poco que decir… pero mucho que aprender…

Estimado amigo:

Te agradezco que te hayas tomado la molestia de leer mi artículo y de responderlo tan extensamente. Pero, en verdad, la acusación a Demas de ser un apóstata, adornándola con más ó menos argumentos, y proponiéndolo como ejemplo del naufragio de la fe ha sido unánime por siglos. Comentaristas, maestros, conferenciantes y todo cristiano que ha escrito ó predicado acerca de él, lo ha hecho en términos semejantes a los tuyos. Así que, empiezo por reconocer que me encuentro en la más absoluta minoría y soledad.

Pero yo recuerdo, probablemente también tú y muchos de los lectores, una película de las mejores películas de la historia del cine titulada “Doce hombres sin piedad”. Trata el argumento sobre un jurado compuesto por doce hombres que tienen que sentenciar por unanimidad, absolver ó condenar, a un joven acusado de homicidio. Después de la vista oral, las pruebas parecían tan concluyentes, que los once primeros estaban absolutamente convencidos de su culpabilidad y que la deliberación, en un día de calor agobiante, tenía que ser un simple y rápido trámite. Pero el jurado número doce tenía una duda…

Me siento un poco como aquel jurado número doce. No me convence absolutamente la apostasía de Demas, y esa fue el motivo de escribir y compartir el artículo titulado “Demas burned out o apóstata”, para que a través de la duda razonable no sea “condenado” a la ignominia cristiana quien tal vez sea inocente.

Además de los argumentos que presenté en mi anterior artículo, y después de escribirlo, me detuve un poco más en analizar el contexto y creo que podemos extraer mucha más información que nos permita saber que pasó. Pero necesitamos situarnos en el orden cronológico e histórico:

1) Recordemos y situemos históricamente la acción: Pablo considera a Demas un colaborador suyo en el ministerio en el año 62, cuando desde su primera prisión en Roma, escribe a Filemón y a Colosenses. Pablo escribe en su última epístola, en otoño del año 67 a Timoteo, que Demas acaba de abandonarle, amando al mundo. Pablo se encuentra nuevamente en Roma, preso y en un proceso penal que concluirá con su martirio, siendo crucificado bajo Nerón.

2) Neron convierte a Roma en muerte y cenizas, tras ordenar un espantoso incendio, en el año 64. Asustado de la ira del pueblo echa la culpa a los cristianos y da comienzo la primera persecución en el imperio. Tacito (Annales) lo describe así: “Así pues, se empezó por detener a los que confesaban su fe (en Cristo); luego por las indicaciones que éstos dieron, toda una ingente muchedumbre fue arrestada, no tanto con la acusación de haber provocado el incendio, cuanto por odio al género humano. Su ejecución fue acompañada de escarnios, y así unos, cubiertos de pieles de animales, eran desgarrados por los dientes de los perros; otros, clavados en cruces, eran quemados al caer el día a guisa de luminarias nocturnas.” La persecución solo acabó con la muerte de Nerón en Junio del 68.

Es decir, que Demas permaneciese como colaborador de Pablo durante los años de la cruel persecución de un emperador sanguinario y chiflado como Neron, parece un argumento para considerar que su fe es auténtica.

Pero además, tampoco fue el único que abandonó a Pablo. Escribe el apóstol que la situación estaba tan peligrosa que cuando su causa fue vista ante el tribunal, todos sus colaboradores, no solo Demas, se ocultaron ó desaparecieron, de forma que el apóstol se tuvo que presentar solo ante la corte (2Tim. 4:16).

Yo no sé cuantos de nosotros estaríamos dispuestos a acompañar a Pablo al tribunal y mostrarnos ante Nerón como cristianos y principales asistentes del que estaba siendo juzgado. El proceso duró un cierto tiempo, ya que siendo Pablo ciudadano romano y hombre instruido posiblemente requirió cumplir todas las formalidades legales para condenarle y, mientras tanto, el apóstol seguía con su ministerio evangelizador y pastoreando a los creyentes de Roma, aunque de forma clandestina.

El número de estos, al principio, no era pequeño, pero al estrecharse el cerco, empezó la desbandada. Priscila y Aquila, como ya habían hecho cuando la expulsión decretada por Claudio en el año 49, se fueron de Roma y junto con Timoteo estaban en Efeso, donde la persecución no era tan intensa. Pablo relata que algunos creyentes (Figello y Hermógenes) de Asia incluso testificaron en su contra (2Tim. 1:15). Aunque también reconoce la excepción de Onesiforo, quien no solo no tuvo temor, sino que le buscó por toda Roma hasta dar con él, para confortarlo (16 y 17). Lucas permanecía asistiéndole y colaboraba en el trabajo de lo que podríamos llamar “la iglesia subterránea”. Pero Demas le había abandonado y huido a Tesalónica “amando este siglo” (gr. Aion), aunque no fue el único. También Crescente y Tito se habían marchado a Galacia y Dalmacia respectivamente.

En este contexto, entonces, “amando este siglo” parece que significa algo diferente a querer una vida buena, divertida y cómoda, para evidenciar mejor un instinto de supervivencia, ó reconocer que él no estaba preparado para el martirio. Pero entonces nos surge la pregunta ¿por qué la diferencia de tratamiento que da el apóstol entre el abandono de Demas y los de Crescente y Tito? Forzosamente tiene que tener un significado en las razones dieron a Pablo para justificar su marcha. Ahora imaginemos que todos tuviesen temor y quisiesen poner millas entre sus personas y los perseguidores. Imaginemos que uno fuese claro y directo y dijese que se iba porque su vida peligraba y confesase su temor a perder la vida. Imaginemos que otros se excusasen diciendo que su partida tenía como causa una preocupación por las iglesias de Galacia y Dalmacia. ¿Cambiaría esto nuestra perspectiva?

Se que es muy fuerte, pero no es menos bíblico. Veamos un ejemplo parecido: Todos los discípulos de Jesús están aterrados y no quieren ir a Jerusalén porque Jesús les ha dicho que cuando vayan le van a matar y ellos piensan que a ellos les pasará lo mismo. Uno, Tomás, lo dice claramente a los otros, aunque a espaldas de Jesús. Otro, Pedro, lo va ha hacer más sutilmente. Recordemos las escenas en forma coloquial. Un día Jesús dice: Lázaro a muerto, nos vamos a Jerusalén. Y Tomás a murmura a los otros: Como si con un muerto no fuese suficiente, vamos allá para morir también nosotros (Jn. 11:15-16). Pedro, mucho más sutil, cuando Jesús dice a sus discípulos que tiene que ir a Jerusalén para padecer mucho y ser muerto, se le acerca y le dice: Hombre, pues no vayas, cuídate por amor a tu vida y evita que te pueda pasar eso. Así que trata de sacarle de la cabeza ir a Jerusalén pero apelando a su propia integridad física Parece una preocupación por su maestro, pero Jesús que sabe que en el corazón de Pedro y de los otros, esta el temor de que si Jesús va a Jerusalén, y ellos le acompañan, correrán la misma suerte. Esto lo vemos muy claramente en la respuesta de Jesús. Se enfada con Pedro y manda congregar a todos a su alrededor para decirles que cualquiera que quiere seguirle tiene que estar dispuesto a tomar su cruz hasta las ultimas consecuencias, y que él que quiera conservar su vida la perderá. (Mr. 8:31-38). A esto volveremos más adelante.

Bueno. Y no digo que esto sucediese con los colaboradores de Pablo, solo que es una posibilidad que no debe descartarse en descargo de Demas, porque la naturaleza humana en los momentos de peligro, temor y crisis nos juega a todos malas pasadas. A los grandes también.

Otro asunto a tener en cuenta es: ¿qué decía Pablo de sus colaboradores, entre los cuales como hemos visto está Demas, en el año 63 escribiendo a los filipenses? Pues que sus “nombres están inscritos en el libro de la vida” (Fil. 4:3). Y si no se escribiese esta segunda epístola a Timoteo, ¿Cómo habría pasado a la historia Demas? Sin duda como alguien fiel semejante a Lucas, Timoteo y los otros.

¿Adonde quiero ir a parar? Sencillamente a establecer una comparación con otros casos. ¿Qué habríamos dicho de la restauración de Pedro tras su negación por parte de Jesús, si no tuviésemos el evangelio de Juan? No sabríamos nada de aquellas tres veces “Pedro ¿me amas?”, una por cada negación. Y como el evangelio de Juan fue el último que se escribió, muchos cristianos vivieron y murieron mártires sin conocer lo que se dice de la conclusión del episodio en Juan 21. ¿Juzgarían con justicia a Pedro sin este texto?

Alguien dirá que este argumento no es muy bueno porque la epístola a Timoteo se ha escrito y por lo tanto no tenemos razón para pensar mejor de Demas. Bien, yo solo quiero decir, que Pablo no escribió otra epístola más tarde en la que tal vez pudiese reivindicar a Demas. Es más, la vida del apóstol fue cortada pocos meses después, así que ni siquiera sabemos que en el caso de que Demas se hubiese arrepentido, el apóstol lo hubiera llegado a saber. Comparemos con el caso Juan Marcos. Lucas, en el libro de los Hechos, dejó a Marcos como un joven desertor y veleta que además fue la causa de la separación de dos grandes hombres de Dios (Hch. 15:36-40). Solo pasado el tiempo y por las cartas de Pablo sabemos que el apóstol estaba equivocado con respecto a él, y que en la disputa, la razón estaba del lado de Bernabé. Que años más tarde, aquel joven llegó a ser uno de los colaboradores de Pablo, útil en el ministerio (Fil. 1:24), y tan valiente como para que el apóstol pensase que podía venir con Timoteo a reemplazar a Demas en aquellos momentos en que otros huían (2Tim. 4:11).

Claro que teológicamente alguien puede argumentar, que Jesús dijo muy contundente la frase que antes mencionamos: el que “ama su vida la perderá, pero el que no aprecia su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna” Jn 12:25. Así que si Demas prefirió conservar su vida y mejorar sus condiciones, no la pudo guardar para vida eterna. Estamos de acuerdo. Pero esta explicación solo sería valida si tuviésemos un conocimiento del que carecemos, y es como concluyó su biografía hasta el momento de su muerte. Pedro pensó que estaría firme en un momento dado, y aquel mismo día negó a Jesús tres veces. Sin embargo, pasados los años, murió por su nombre. Tener temor de forma puntual, padecer una crisis de fe no significa una postura definitiva de abandono ni de apostasía.

¿Qué haríamos nosotros en el puesto de Demas? Quiera el Señor no ponernos en esa tesitura porque “el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1Cor. 10:12). Hay personas firmes desde el primer momento. Pablo escribió a filipenses que para èl, “el morir era ganancia” (Fil. 1:21), y no fue retoríca, porque cuando la perspectiva del martirio era inminente, en aquellos momentos en que Demas huye, Pablo lo seguía teniendo tan claro que escribe: “yo ya estoy (listo) para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos los que aman su venida. (2Tim. 4:7-8).

Pero no todos los cristianos afrontan con la misma entereza este paso, y menos cuando se produce en medio del sufrimiento y la persecución. Pablo reconoce esta debilidad humana de los creyentes cuando escribe a Corintios (2Cor. 5:4) diciendo que “querríamos ser revestidos sin ser desnudados”. Es decir que el trance de la muerte nos produce quejidos de dolor porque querríamos alcanzar las bendiciones celestiales sin pasar a través de ella, por las diferentes circunstancias por las que esta nos sobreviene.

Así pues, yo cada vez estoy más convencido de que Demas no fue un apóstata que decidió vivir bien, sino que las penosas circunstancias que le tocó vivir, persecución, privaciones, trabajo, le ocasionaron una crisis de la que casi con seguridad se repuso, porque fiel es el Señor y dice Heb 6:10 “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos”. Así que yo me he propuesto con estos artículos que aun sabiendo que solo Dios conoce a los que son suyos, abrir en el lector, como aquel jurado número doce, una perspectiva de rehabilitación de la figura y del nombre de un hombre que trabajó y sufrió por la causa de Cristo como probablemente ninguno de nosotros lo hayamos hecho.

Algún lector ya se ha manifestado como abierto a la posibilidad de que la acusación de apostasía de Demas no está lo suficientemente documentada, al menos, como para condenarle en la forma en la que se le ha hecho, sin esperar a la venida del Señor (1Cor. 4:5 1Co 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza).
 
Re: Demas ¿burned out ó apóstata?

Estimado Pabloblanco

Agradezco tu respuesta, que por lo demás es muy saludable e instructiva; y estaría absolutamente de acuerdo con ella, a no ser que…

Debo partir por decirte claramente que yo no he calificado a Demas como un apóstata; …¡no!... solo -y esto lo considero de importancia destacable- …solo… me he ceñido a examinar la vida o experiencia de Demas… estrictamente de acuerdo a lo que dicen las Escrituras… ni más …ni menos.

Quizás yo, como tu, desearía que la experiencia de Demas… después de lo que nos relatan las Escrituras, fuese por allí por donde tu señalas;… haya permitido Dios que así sea; que obviamente no lo podemos descartar pues: “Dios no envió a su Hijo al mundo para que condene al mundo, sino, para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:17)

Tu apreciación de “lo que pudo haber sido”, me recuerda la experiencia del corinto incestuoso, que Pablo entregó a Satanás en la carne, “para que su espíritu sea salvo en el Señor”; y ésta sentencia de Pablo, muy bien dirigido por el Espíritu Santo, trajo precisamente el resultado que él esperaba;… el incestuoso fue corregido, arrepentido y restaurado a la comunión del pueblo de Dios. ¿Quién dice que, semejantemente, no haya acontecido así con Demas?... pero… eso es ir un poquito más allá de las Escrituras.

No dudo de la bondad, misericordia y poder de Dios, para restaurar a alguno de sus hijos después de una estrepitosa caída… pero en el caso de Demas, no he querido conjeturar nada, solo le he examinado de acuerdo a las Escrituras, y allí Pablo dice: “Porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, Tito a Dalmacia” (2 Tim.4:10) ...entendiendo por cierto que mi cruel exámen de Demás, tendrá mucho mayor respaldo que una dulce conjetura que pudiese hacer de él mismo.

Es muy significativo lo que dice su Palabra: “amando este siglo” (“amando este mundo”, dice la versión moderna) pues Pablo hace notar claramente que Demas prefirió este siglo, en alusión directa a que Demas prefirió vivir “conforme” a este mundo; muy significativo también que Pablo dijera: “me ha desamparado”, una expresión que señala claramente un cruel abandono de Pablo por Demas, y que denota una triste y velada crítica hacia Demas. A Crescente y Tito, no los podemos poner en la misma condición de Demas, pues se entiende que ellos, no por desamparar a Pablo, ni por amar a este mundo se habían ido a Galacia y Dalmacia respectivamente;… Pablo solo los une a Demas, en cuanto a que se habían ido a otra ciudad.

Creo estimado Pablo, que a pesar de tu deseo, que también lo hago mío; solo podemos extraer la enseñanza que nos deja su Palabra, refrendada y limitada a un: “amando este siglo”, que pesa tremendamente.

Sin embargo, como muy bien lo propones, para “salvar la honra” de Demas, podemos imaginar lo mismo que tu, que no está lejos de una “posible” realidad; pues Demás con todo, nos sobrepasa a muchos en la medida, por lo menos a mi, que aunque creo con todo mi corazón y aunque estoy dispuesto a dar mi vida por el Señor, por Dios y su Palabra;… quizás llegado el momento…sea mucho menos que Demas.

Hasta ahora, estimado Pablo, solo me limito a lo que dice su Palabra, …Dios, el autor de ella, no ha querido, o no ha considerado necesario, dejarnos más sobre Demas… que lo que está escrito. Pero..¡como quisiera yo, que tu tengas razón en lo que escribes!


Dios te bendiga.
 
Apreciado hermano Pablo Blanco:

Apreciado hermano Pablo Blanco:


En tu respuesta a Dagoberto decías que:
“Pablo relata que algunos creyentes (Figello y Hermógenes) de Asia incluso testificaron en su contra (2Tim. 1:15).”
¿Serías por favor tan amable de decirnos dónde obtuviste esa información?
Cordiales saludos.
Ricardo.
 
Re: Demas ¿burned out ó apóstata?

Entiendo que puede parecer una hipótesis muy elaborada sobre 2 Tim. 1:15, pero reflexionando en las circunstancias, me parece la más probable:

la traducción que se hace de ese versículo es: "me han sido contrarios" y también "me han dado la espalda", pero una versión más coloquial más ajustada a nuestra forma de hablar es "me han traicionado".

Pablo se refiere a cristianos (todos los comentaristas entienden que se está refiriendo a cristianos, no a paganos ni judíos, a los que en cualquier caso vería como normal que actuasen en su contra) que estaban ó vivían en Roma (porque quien está en Asia en aquel momento es Timoteo, que está en Efeso) y que han tenido que ver con su situación actual, por lo tanto con su causa judicial que se sigue contra él.

La forma en que pudieron actuar en su contra ó de traicionarle, pudo ser que le hubiesen denunciado, que hubiesen declarado en su contra en el proceso ó que esperando que su testimonio pudiese ayudarle, le dieron la espalda, actuando en sentido contrario. Es decir deja entender una actitud activa que perjudicaba sus intereses en la causa que se seguía contra él. Así que entre estas posibilidades yo he escogido que declarasen de forma perjudicial para Pablo, probablemente por miedo y para salvarse a si mismos).
 
Apreciado hermano Pablo:

Apreciado hermano Pablo:


Lo que de veras extraña es que no hayas aplicado a estos dos hermanos el justiciero trato que diste a Demas, y que yo comparto, tal como ya lo expuse.
Por supuesto que te asiste todo el derecho a pensar como quieras y a escoger entre varias posibilidades, si es que 2Ti.1:15 te pusiera realmente en tal disyuntiva.
De ningún modo pretendo contradecirte, pero siendo que cuando aventuraste tu opinión personal nada previniste a tus lectores sino que directamente expresaste que ellos “incluso testificaron en su contra”, es natural que lo que se dice como si fuese vox populi, requiera de alguna explicación entre quienes desconocemos esa situación.
Advierto algunas dificultades para sostener tu proposición, las que detallaré seguidamente, y si te parece que me equivoco corrígeme con total confianza que te quedaré agradecido:
1 – Pablo recuerda a Timoteo lo que ya era de su conocimiento: “me abandonaron todos los que están en Asia”. Pasa ahora a noticiarle que entre ellos, también Figelo y Hermógenes, sin duda conocidos también de Timoteo, pero cuya actitud éste difícilmente esperaría. Así, “todos los que están en Asia” – ahora, cuando escribe – son los hermanos que entonces estaban en Roma, cuando más él los había necesitado. Aunque de lamentar, no hubiera sorprendido tanto el desamparo en que todos ellos le habían dejado, como sí lo fuera de parte de Figelo y Hermógenes, algo que les fue totalmente inesperado, por algún grado de confianza, intimidad o gratitud que les hubiera comprometido a ellos a una actitud distinta a la que mostraron los demás. Entonces, la dificultad acá está, en que de atribuir a Figelo y Hermógenes que testificaron contra Pablo, lo mismo se haría extensivo a todos los demás hermanos que ya estaban seguros en Asia, lejos de Roma. El texto no permite acusar a ambos hermanos de algo distinto al proceder de los otros. Generalizar el que testimoniaran de un modo perjudicial para Pablo, hace improbable esta hipótesis, pues estamos de acuerdo que se trata de cristianos, hermanos en la fe. Recordamos lo que Pablo dice en el 4:16: “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado esto en cuenta”.El temor a verse involucrados en el proceso de Pablo, pudo hacerles abandonar Roma buscando salvar su propio pellejo. Tan dispuesto como estaba Pablo a poner su vida por los hermanos, igual esperaría que hicieran los demás con él; pero sabemos que no fue ese el caso. Ingratitud, deslealtad, cobardía, son todas cosas que se le podría achacar a estos hermanos, y que están a tono con el propósito del Apóstol:
“no les sea tomado esto en cuenta”. Pero la traición, la delación, el testificar contra él, ya serían cosas graves y reprensibles que hubieran forzado a Pablo a expresarse con mayor rigor, como cuando lo hace con Himeneo, Fileto y Alejandro (2:17,18; 4:14,15).
2 - Las veces que el término griego (APOSTREFO) es usado en el NT indica una acción pasiva (volver la espalda) y no activa como sería la de traicionar, delatar o testificar en contra. Saulo de Tarso conocía bien toda esta variedad de términos, cuando perseguía a los cristianos antes de su conversión. Todavía hoy, en España y América, cuando contamos a otro alguna experiencia personal y le decimos de un conocido que “me volvió la espalda”, usamos la expresión para indicar que alguien – pariente o amigo – de quien esperamos ayuda o apoyo “nos volvió la espalda”, o sea, se hizo el desentendido, cuando era de esperar que por vínculos o favores recibidos anteriormente de nosotros, debía habernos dado una mano. Simpatizamos con la amarga sensación de Pablo, porque a lo largo de la vida muchas veces nos llevamos crueles decepciones.
3 – Desde antiguo es sabido, que la delación, traición y testificar en contra no preserva a un individuo de la tortura, prisión y muerte, pues con mayor ensañamiento se procura obtener más información, una vez que el informante comienza a soltar la lengua.
Por todo lo expuesto entiendo que Figelo y Hermógenes no respondieron como lo hizo Pedro a la pregunta del Señor a los doce: “- ¿Queréis acaso iros también vosotros?” (Jn.6:66-68), sino que se sumaron al grupo de desertores haciéndose a la mar para Asia.
Pero si hay otras ideas ¡bienvenidas sean!
Ricardo.