El matrimonio no es más que un papelito

3 Marzo 2003
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En los últimos años de la década de los 60 yo era un adolescente que apuraba los últimos cursos del bachillerato. Se vivía por entonces una España sepia, producto de una situación apenas estrenada que nos conduciría del blanco y negro de la guerra civil y la dictadura más cerrada del general Franco al technicolor de las sociedades occidentales. Por entonces centenares de miles de españoles cruzaban la frontera con destino a centroeuropa en busca del dorado sueño de la emigración, mientras que, paralelamente, centenares de miles de europeos empezaban a venir cada año a España descubriéndonos el fenómeno del turismo y de nuestras increíbles posibilidades en la materia.

España vivía sometida a la censura oficial en materia de información, tanto escrita como en radio, pero también en la difusión de imágenes, literatura y sobre todo en el emergente mundo de la televisión y en el cine. Los mensajes contrarios a la línea oficial tanto en materia política como moral no estaban disponibles para la mayoría de la población española. Los contenidos en materia docente estaban férreamente establecidos y, con escasas excepciones, fielmente seguidos por los profesores y maestros a lo largo y ancho de nuestra geografía. Únicamente en las grandes capitales ó en los pueblos más industriales, se podía encontrar intermitentemente alguna minúscula presencia política clandestina.

Sin embargo, un chico como yo, que vivía en una capital de provincia de tercera, no tenía forma alguna de apreciar la existencia de esos sectores disidentes en materia política ó social. Aunque como hijo de una familia protestante y miembro de esa comunidad, desde que tuve sentido de la realidad, pude sentir y conocer las dificultades que los disidentes religiosos padecían en España por esa causa, y que tenían reflejos en una gran cantidad de asuntos cotidianos, (trabajo, actos civiles documentados, matrimonios, sepelios, nombrar a los hijos, servicio militar ó social, en las escuelas, de reunión, celebrar actos públicos fuera de los locales autorizados, publicar y distribuir literatura, etc.)

He escrito estas líneas anteriores a modo con el fin de que el lector pueda situarse en el marco de mi reflexión sobre el asunto del que me he propuesto escribir a partir de aquí con relación al matrimonio.

Fue en aquellos años de mi adolescencia cuando en los recreos de las clases, o en el curso de mis relaciones con otros coetáneos, cuando entró en nuestras conversaciones la idea de que casarse no era más que una tontería formal, que lo verdaderamente importante era quererse, que el matrimonio no era más que un “papelito”. Y que aunque todo el mundo se casaba por entonces (no hacerlo en un pueblo ó una capital pequeña era un escándalo y una fuente de comidilla y problemas), nosotros éramos modernos y probablemente cuando encontrásemos a la persona “especial”, nos iríamos a vivir juntos y en prueba de nuestra “modernidad” y deseo de ruptura con las tradiciones de los viejos, no nos importaría padecer “por amor” las críticas y los reproches sociales, porque íbamos a demostrar que lo importante, repito, era el amor, y que ningún papel te puede atar cuando el amor deja de existir. Huelga decir que entonces en España tampoco había posibilidad legal alguna de formalizar un divorcio. Solo sabíamos de algunos famosos y millonarios, de los que en ocasiones informaban los periódicos, que había conseguido una sentencia la “nulidad” por la autoridad eclesiástica, y se habían vuelto a casar.

Por más que pienso no recuerdo que estas ideas nos fuesen traídas por ningún adulto que yo conociese, ni desde luego manifestadas por ningún profesor del instituto. Y en mi caso, mucho menos, por el ambiente de mi esfera social evangélica. Sin embargo el tema estaba presente en muchas de nuestras conversaciones juveniles. Lo hablábamos entre varones, pero también con las chicas, y si interiormente estaban o no de acuerdo, desde luego no se oponían, ni argumentaban a la contra. Cuanto más jóvenes, más comprensivas y defensoras se manifestaban hacia el argumento. Imagino que pensaban que asintiendo demostraban que no eran unas niñas mojigatas sino ya unas mujeres modernas con criterio y amplitud de miras.

Aun ahora me parece un misterio como se extendía y generalizaba esta forma de maltratar el matrimonio tan en oposición con la practica social, la enseñanza moral oficial, familiar y religiosa.

Fue como una avalancha que irrumpió junto con algunos slogans hippies de las concentraciones de jóvenes americanos y franceses contrarios a la guerra de Vietnam como: “Haz el amor y no la guerra”. Llegaba también con las letras de algunas canciones de los grupos que estaban rompiendo con toda la tradición formal de la sociedad que habíamos conocido. El rock and roll, los Beatles y algunos grupos musicales españoles que copiaban aquellos ritmos y estilos. Las chicas empezaban a pintarse y subir las bastas de sus faldas e incluso en ocasiones, también en nuestra capital, llegaban a protagonizar una festiva y ruidosa presencia en los conciertos de algunos cantantes como El Dúo Dinámico, los Pequenikes ó Juan y Junior, piropeándolos e incluso gritando frases como: “Queremos un hijo tuyo”. Todo esto era un fenómeno nuevo que nunca antes habíamos visto tan desafiante y escandaloso. Una película titulada “Los chicos de Preu” arrasó entre los adolescentes, y por todas partes te invitaban a guateques.

Para un joven cristiano como yo, aquello fue como el sarpullido de un sarampión leve que apenas duró nada en el tiempo. Los valores con los que fui enseñado estaban bien fundamentados. Ya entonces tenía un conocimiento bastante importante de la doctrina, de las Sagradas Escrituras y de que la voluntad de Dios para sus hijos. Esto hizo que orientase mis perspectivas de vida y eligiese mis amistades entre personas, que aun no siendo cristianos en muchos casos, tenían una perspectiva moral de la vida. Hace unos días reflexionaba con mi mujer sobre el hecho casi insólito de que ninguno de todos los que fueron amigos nuestros durante la juventud, la mayoría no cristianos, se hubiesen divorciado. Y todos superan ya los 30 años de matrimonio. Y suponemos que se debe a que aun sin tener un propósito discriminador muy determinado, inconscientemente elegimos amigos entre personas que tenían una perspectiva clara de la vida familiar.

Sin embargo, a pesar de pensar y divulgar las ideas de que el “matrimonio no era más que un papelito”, aquella generación en su mayoría aplastante se casaba. Y es que el prejuicio social era tan fuerte que la bravura que se mostraba en las conversaciones era más difícil de llevar a la práctica enfrentándose a las familias y ante la sociedad, que simplemente bravuconear charlando con otros jóvenes.

Pero desarmados moralmente era inevitable que el proceso se manifestase en la siguiente generación. Huérfanos de argumentos de valor para enseñar a los hijos en defensa de la familia y del matrimonio, incluso en muchos casos aquellos, ahora padres, animan a tomar una decisión que ellos no tomaron por falta de valentía. Las frases más comunes suelen ser de este tono: “Hay que vivir la vida porque solo se vive una vez”. “Lo importante es quererse y no un papelito”. “Aprovecha la juventud que dura poco”. Incluso para animarse a las tragaderas homosexuales ha llegado otro slogan que ya se decía en mi adolescencia, aunque siempre rodeado de sonrisas burlonas: “No importa el sexo cuando el amor es puro”.

Así que ahora, nos dicen las estadísticas que las “uniones sentimentales” ya son más numerosas que los matrimonios. Realmente los jóvenes españoles mayoritariamente no se cansan en formalizar “el inútil papelito”, aunque administrativamente para vivir en una situación de “pareja de hecho ó sentimental” necesiten formalizar decenas de papelitos durante toda su vida por el mero hecho de carecer de un libro de familia y no constar como matrimonio en el registro civil.

Algunos sencillamente se van a vivir juntos justificándolo por motivos como que ellos no quieren celebrar una ceremonia religiosa, ó que hacer una boda es un ejercicio consumista, ó que son muy jóvenes y que si se entienden ya lo harán más adelante. Que no teniendo piso ni trabajo fijo, solo contratos basura, no pueden casarse. La realidad es que a estas alturas con el argumento falaz del “papelito” se ha perdido la perspectiva del matrimonio. Y desgraciadamente eso no ha traído ni más estabilidad emocional, ni más felicidad, ni hogares más respetuosos, ni menos violencia de género y familiar. Por el contrario. En este tipo de uniones el factor de violencia se ha multiplicado con respecto a la familia tradicional. Tampoco se ha simplificado el ejercicio de los derechos de la pareja y de los hijos, sino que se ha complicado. No ha disminuido el fracaso en la relación, antes se ha multiplicado. No ha mejorado el nivel de respeto y cuidado mutuo, sino que claramente ha empeorado. Ni los roles de cada uno se han asentado y revalorizado en la unidad familiar. No ha aumentado el grado de felicidad producido por la relación. Por contra, las depresiones, las injusticias, la violencia, el abandono, el enfrentamiento, el desarraigo, el egoísmo en la relación han aumentado a tal punto que muchísimas personas andan vagando de relación en relación y de frustración en frustración arrastrando a miles de niños a problemas sicológicos de los que muchos ya no podrán librarse en toda su vida, y a su vez los llevarán a las relaciones interpersonales que establezcan en el futuro.

Pero mientras todos esos efectos están claros para cualquiera que quiera verlos, muchos jóvenes viven una situación irresponsable en casa de sus padres como longevos adolescentes. Explotan a sus padres utilizando su casa como si fuese un hotel gratis en el que les lavan, planchan, alimentan, mientras que ellos se ven con sus “parejas” fuera en una relación absolutamente anormal porque solo hay “ventajas” sin el contrapunto necesario de las obligaciones. La mayoría van juntos de vacaciones, se acuestan juntos cuando les apetece ó van de marcha. Cuando alguno se pone malo, lo atiende su padre y madre. Incluso de vez en cuando los padres invitan a los novios a casa y allí duermen juntos en una situación que al principio se hace azarosa ó violenta, pero que poco a poco va adquiriendo rango de naturalidad.

Y como la relación no tiene ninguna perspectiva más que vivir el presente, cuando “ya no hay química”, se tira como un kleenex, de mutuo acuerdo ó sin él y se preparan para iniciar otra. Hace poco comentaba una chica que llevaba viviendo con lo que llamaba de esa manera su marido, y que tras el viaje de regreso de las vacaciones de verano, sin mediar discusión ni situación tirante alguna, el hombre llegó a casa y se puso a recoger sus cosas. A la pregunta de ella ¿qué haces? Le respondió tranquilamente: “Me voy, no quiero vivir más contigo”. “Pero, ¿te he hecho algo?” “No. Es que ya no siento nada contigo”. Y así se acabó el asunto. Y este no es un caso aislado.

Tampoco es rara la forma de empezar una relación que voy a citar ahora. Contaba una joven por radio que conoció a un joven en una discoteca y estuvo bailando con él. Al final de la noche él le dijo “¿por qué no te vienes a vivir conmigo?” Y ella le dijo: “Bueno”. Y se fue a casa a buscar ropa. Le dijo a su madre: “Conocía a un chico y me voy a vivir con él”. Duró la cosa como diez días al cabo de los cuales, según relataba la joven, él le dijo: “Coge tus cosas y lárgate”. Pero como ella remoloneaba, el chico sin más cogió la ropa y efectos de ella y lo tiró todo por la ventana. La joven se mostraba muy desconcertada, pero yo pensaba: ¿Y como esperaba que concluyera eso que empezó como empezó? ¿Cómo podía esperar ser respetada como persona si no empezó por hacerse respetar, valorándose y poniendo sus condiciones? ¿Pensaría realmente que sería una esposa y tratada como tal?

Como hemos visto, todo empezó con llamarle “papelito” y está acabando trágicamente para miles y miles de personas que conocemos y que viven a nuestro alrededor. Sin perspectiva. Sin respeto. Sin valores. Y además sin amor, que era el argumento que según el slogan anulaba al “papelito”. Ahora prima la atracción. Todo es bueno mientras vaya bien. Pero ante la primera dificultad se desmorona como un castillo de naipes.

Vivo en un pueblo pequeño con muchas parejas jóvenes. La mayoría no están casadas. La falta de estabilidad emocional la palpas. No duran. Compran una casa juntos y pronto se pone a la venta. Ya no siguen juntos. Hablan de mi marido ó de mi mujer, pero cuando les pides el documento para algún acto oficial, empieza la zozobra, el tartamudeo… “Bueno… en realidad… es que… no estamos casados”. Vienen sus padres y lo mismo. “Es que… sabe… yo no estoy muy de acuerdo… pero… ahora los jóvenes viven así…”. Y ¿cuál es la relación de la familia de uno con la familia del otro? Pues casi no hay. En realidad algunos con suficiencia y descaro te pueden responder: “Yo no me uno a la familia sino a la persona”. Y claro que se quiere olvidar también que cada uno somos nosotros y nuestras circunstancias. Y la familia es una de nuestras circunstancias más importantes. Así que solo se tienen en cuenta las familias en una forma utilitaria. Los abuelos valen para cuidar a los niños mientras los padres trabajan, y para que dejen algo en herencia. Y, si no cuidan de sus hijos como verdaderos padres, ¿van a cuidar de sus mayores? Cuando no les son útiles... y además dan trabajo por causa de la salud… Pues ya tenemos como irá calando de igual manera la idea de la eutanasia. Puro utilitarismo como en el caso del matrimonio. Para muchos padres y madres jóvenes que se han emancipado e incluso tienen hijos, la llegada de las vacaciones de los niños es un verdadero problema. Durante el curso los han apuntado a un montón de actividades para tenerlos ocupados y vigilados por otros (profesores, monitores, etc.) de modo que casi no se ven y ahora en navidad, semana santa ó el verano, les descoloca la situación y no saben que hacer con ellos. Son como unos pequeños monstruos que les restringen sus libertades.

Volviendo al asunto del matrimonio, y dejando a un lado el aspecto moral y religioso que para muchos está de más, pero que sin lugar a dudas también “reviste al papelito”, pero pensando estrictamente en el sentido judicial, legal y del derecho que soporta los efectos derivados de una familia, de la unión matrimonial y de cada uno de los miembros, en el despreciable “papelito” se encuentran 40 siglos de desarrollo legislativo. Desde antes del código de Hammurabi hasta nuestros días miles y miles de juristas de todo el mundo, ante la realidad humana, han aportado muchísimo trabajo y pensamiento para el desarrollo legal de que disponemos en nuestros días, para limitar los daños de un indeseado pero posible fracaso matrimonial se puedan establecer los efectos y responsabilidades, así como reducir en lo posible los daños sobre los diferentes miembros de la familia.

Empezamos llamándolo “papelito” y acabamos desorientados sin perspectiva y padeciendo unas impredecibles consecuencias. Si quieres profundizar algo más sobre esta cuestión y tienes apenas 30 minutos te recomiendo que escuches una pequeña prédica que tuve la oportunidad de pronunciar hace un par de años en la boda de unos amigos, titulada “Los seis pilares del matrimonio”. Búscala en http://www.jeitoledo.com/predicacionesx.php Tal vez para algunos todavía tenga remedio buscar el manual del Creador y ponerlo en practica.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Puedes enviarme el MP3 comprimido en unj ZIP??? tengo problemas con mi firewall, no me deja ver ni escuchar nada por la red

DE VERDAD ME INTERESA

Gracias
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

http://www.protestantedigital.com/new/lavoz.php?1442


César Vidal

El mal en siete cifras

A ver si nos enteramos (XXIV)​

Intención tengo de seguir refiriéndome más adelante a algunos aspectos que he abordado en las últimas semanas. Sin embargo, hoy deseaba detenerme en un chorro de cifras que me ha brotado como la sangre de la herida al escuchar que el gobierno tiene intención de entregar 2.500 euros por hijo a cada familia legalmente en España.


Espero que mis hermanos, con esa paciencia que los caracteriza, reflexionen sobre las siete cifras que indico a continuación:

1.- El 92,8 % de las mujeres que abortan en España sufren violencia de género porque han sido ´coaccionadas´ para ello por sus parejas, según datos de un estudio de la Asociación de Víctimas del Aborto.

2.- Desde la legalización del aborto por el gobierno socialista de Felipe González el número de abortos practicado en España roza el millón de víctimas.

3.- Según el Ministerio de Sanidad, la tasa de abortos española en 1995 era de 5,53 abortos por cada 1.000 mujeres; en 2002 de 8,46; y en 2004 de 8,94.

4.- Las tasas de aborto entre adolescentes españolas casi se duplicaron en la pasada década, según un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) siendo las referidas a adolescentes de entre 15 y 19 años las que registraron un mayor incremento.

5.- La tasa de consumo de cocaína en España entre los ciudadanos de 15 a 64 años ha superado este año, por primera vez en la historia, la de Estados Unidos y cuadruplicado la media europea, según ha informado la ONU.

6.- En 2006, el número de divorcios en España se incrementó en un 51 por ciento. Esta circunstancia convierte a España en el país con mayor tasa de divorcios de la Unión europea porque en nuestra nación tiene lugar un divorcio cada cuatro minutos.

7.- España es el primer país europeo en intervenciones de cirugía estética, con unas 400.000 en el último año y la cifra aumenta entre un 8 y un 10% anual, según Antonio Porcuna, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Se podrá decir lo que se quiera, se podrán hacer todos los matices que se deseen y se podrán diseccionar los datos por regiones, municipios o comunidades de vecinos, pero la verdad innegable es que la sociedad española en su conjunto está espiritualmente muy enferma.

De hecho y a la vista de las citas mencionadas, no es exagerado afirmar que su enfermedad resulta incluso más grave que la de otras sociedades del entorno. Es posible que algunos sectores sociales se consideren moralmente superiores porque, por ejemplo, les preocupa el cambio climático (efectivamente, este mes de julio está haciendo mucho más calor que en enero) o la defensa de la lengua de los indios mapuches, pero las realidades de nuestra sociedad – aquella en la que vivimos y tenemos que dar testimonio – van por otro lado.

Se trata de una sociedad en la que la cultura de la muerte prevalece sobre la de la vida, en la que la apariencia tiene un valor desaforadamente extraordinario (porque supongo que nadie se creerá que las españolas son horrendas en comparación con las noruegas, las belgas o las griegas y por eso se operan muchísimo más...), en la que la familia se desploma de una manera sin precedentes y en la que –lo siento por algunos hermanos, pero así es– no cabe echar la culpa de todos los males a la iglesia católica porque, gracias a Dios, ninguno de nosotros ha estado amordazado ni ha pasado por la prisión por razones de conciencia en tres décadas.

Este cúmulo de síntomas no podrá curarse jamás con un aumento de subvenciones o un mayor gasto público por muy útiles que puedan resultar en algunos casos. La única salida es asumir que combatimos una formidable batalla espiritual en la que, por un lado, tenemos que enfrentarnos con ideologías medularmente diabólicas y, por otro, debemos apuntar a nuestros compatriotas que la única salida para los males humanos es Jesús el mesías e Hijo de Dios. A ver si nos enteramos...

(CONTINUARÁ)

César Vidal Manzanares es escritor, historiador y teólogo


© C. Vidal, Protestante Digital.com (España 2007).


http://www.protestantedigital.com
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

No hay libertad sin responsabilidad.
La historia nos muestra que todos los imperios cayeron no por la fuerza de quienes los atacaron, sino por la corrupción interior.
Cuando la familia pierde cohesión la pierde toda la sociedad y los resultados son nefastos.
Dios visita la maldad de los padres sobre los hijos y nos muestra los resultados.
Lo que llamamos nuestra civilización occidental esta en una situación de colapso ya que se esta pudriendo interiormente.
Le ocurrió a la antigua Persia, a la griega y a la romana.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Ciertamente esta situación es preocupante. Si este ataque frontal a la familia y a la vida misma no se detiene, en 30 años en Europa no quedarán familias, solo quedarán individuos sin nexo alguno. Pero el panorama no es muy diferente en el resto del mundo occidental. En Latinoamerica se efectuan 5 millones de abortos al año. En norteamerica el 90% de las mujeres en edad fertil han practicado alguna vez un aborto, así que ante esta situación solo solo podemos esperar lo peor.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Qué país más majo tenemos.
27.06.07 @ 15:28:02. Archivado en Actualidad

El país del mundo donde más cocaína se consume es España. El país del mundo donde má ha subido el consumo de alcohol es España. Y España ocupa el primer y tercer lugar en aumento de abortos y divorcios de Europa. Si entramos en las estadísticas de los jóvenes, acabaremos llorando desconsoladamente, así que mejor lo dejamos para otro momento.

Algo pasa en la sociedad española. Y es bastante más grave de lo que las frías cifras pueden mostrar. Quien piense que con anuncios en la tele se va a solucionar algo, está muy equivocado. Quien se droga hoy sabe bien lo que hace. Los jóvenes serán lo que se quiera pero no tontos. El problema es de fondo. La falta de una educación seria, tanto a nivel familiar como escolar está en la raíz del problema. Están por los suelos conceptos como el respeto a la autoridad, ya sea paterna o de los profesores. En las calles se ven a críos con 4-5 años que maltratan a sus madres sin que estas hagan otra cosa que sonreir nerviosamente, o tirarse como fieras contra quienes osen decirles que deben de impedir que sus pequeños sean sus tiranos. Toda una generación educada en la Logse está ahora demostrando su absoluta incapacidad de desarrollarse como adultos responsables. Y para colmo, la Ley del Menor en realidad es un ataque contra la sociedad, que queda indefensa ante menores asesinos.

Recogemos lo que hemos sembrado. Y o sembramos algo diferente desde ya mismo o el futuro será todavía peor. Ya tenemos casi una generación perdida. No perdamos más.

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Monseñor Sistach tiene razón al equiparar el repudio con la actual ley del divorcio
03.07.07 @ 19:05:34. Archivado en Actualidad, Sociedad siglo XXI
"La Ley aprobada por el Parlamento respecto al divorcio hiere profundamente la estabilidad del matrimonio, hasta el punto de que este tipo de divorcio equivale prácticamente al repudio."

Ciertamente se puede decir más alto. Más claro no. Monseñor Lluis Sistach, arzobispo de Barcelona, no se anduvo ayer por las ramas al hablar sobre la actual legislación matrimonial en España. De hecho, muchas relaciones mercantiles o societarias están más protegidas que el matrimonio. Y cabría preguntarse si se puede llamar matrimonio a algo que puede disolverse irremediablemente aunque una de las dos partes no quiera. Y ojo que no siempre la parte que rompe, o provoca la ruptura por su comportamiento nefando, es la que al menos se lleva la peor parte. Conozco varios casos en los que el cónyuge que rompe por haber empezado otra relación sentimental es el que se queda en el hogar familiar, mientras que el otro, que no tenía intención de separarse, se encuentra en la calle y en no pocas ocasiones teniendo que pagar una pensión a la otra parte, que acaba metiendo en casa a su nueva pareja, con la que no se casa para poder seguir cobrando del anterior. Y eso con hijos o sin hijos por medio.

Doy por hecho que no tiene sentido prolongar una relación donde hay violencia de por medio. Doy por hecho que a veces el amor se muere y resulta complicado compartir la vida con esa persona a la que ya no se ama. Pero, ¿tiene sentido favorecer por ley la debilidad de la institución familiar, verdadera columna que sostiene la sociedad? ¿no sería lo más lógico que el Estado hiciera todo lo que está en su mano para conseguir que perdure en el tiempo el compromiso que libremente toman dos personas para fundar una familia? ¿qué tipo de sociedad pensamos que nacerá de multitud de matrimonios débiles, recasamientos a go-go y niños desorientados porque no pueden vivir con sus padres?

Y es que, señores, aunque Cristo y su evangelio, cuya influencia en el devenir de nuestra civilización es inigualable, no hubiera aniquilado el repudio y el divorcio en la moral del Reino de Dios, aunque la Iglesia no se empeñara en afirmar la indisolubilidad del vínculo matrimonial, ¿no dice el sentido común que se debe salvaguardar la unidad familiar poniendo trabas importantes a su destrucción? ¿no dice el sentido común que hay que proteger a los más débiles, en este caso siempre los niños, o al menos penar a quien caprichosamente rompe los lazos que antes mantenían unida la relación conyugal? ¿no vemos que la legalización del repudio es precisamente un llamamiento a la proliferación del mismo? ¿no debería quedar el divorcio como la última salida para casos realmente imposibles de arreglar?

Vivimos en una generación donde todo va camino de convertirse en productos desechables. Criamos hijos en probetas y usamos los que nos convienen, dejando el resto para experimentación "científica". Proponemos modelos educativos que llevan hacia el analfabetismo funcional tanto en conocimientos como en valores tan importantes como la disciplina, el respeto y el binomio "esfuerzo=recompensa". Favorecemos la disolución de la institución familiar, tanto facilitando su ruptura como equiparándola a relaciones que ni están abiertas a la vida ni ha habido una sola civilización que las haya considerado como familiares.

Eso sí, la economía todavía va bien, la gente puede pagarse una consumición de cervezas con gambas a la plancha en su chiringuito playero, y a los nenes Papá Noel les traerá la Play Station 3 la próxima Navidad. Mas como dijo Cristo de la Iglesia de Sardis, podemos decir de esta sociedad "Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto" (Ap 3,1b). Quizás sea demasiado tarde cuando nos demos cuenta que vivimos en una sociedad muerta.

Luis Fernando Pérez Bustamante.

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Zapatero y la verdad se llevan muy mal
04.07.07 @ 19:22:42. Archivado en Actualidad
Hace unos meses Zapatero tuvo a bien replicar al mismísmo Jesucristo, quien había dicho que la verdad nos hace libres. El insigne leonés dijo entonces que "la libertad nos hace verdaderos". Ayer, en su discurso sobre el estado de la nación defendió la asignatura de Educación para la Ciudadanía en los siguientes términos:

También reforzamos los derechos y libertades al promover la educación para la ciudadanía en la escuela. Es una enseñanza imprescindible porque los valores y el respeto a las reglas de convivencia se conforman y fortalecen con el ejemplo de los padres pero se enseñan también y se reflexionan y ejercitan en la escuela. Si la familia es decisiva para la socialización, la escuela lo es para la ciudadanía. El aprendizaje crítico de los valores cívicos, la autoconciencia de los derechos y deberes fundamentales, el conocimiento de las instituciones democráticas son un objetivo imprescindible del proceso educativo en una sociedad de libertades y democrática. Eso pretende la educación para la ciudadanía. Una materia que solo enseña y enseña libertad. Una materia que no adoctrina, que no obliga a asumir un determinado criterio, que no impone ninguna ortodoxia; ya tuvimos bastantes décadas de ortodoxia, necesitamos décadas de libertad. Una materia crítica para que nadie entregue acríticamente a otro las decisiones sobre su estilo de vida.

Mire usted, señor Zapatero, me ha despejado todas las duda sobre lo pertinente de objetar contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Mientras usted esté al frente del gobierno de España, todos los padres que no quieran ver cómo sus hijos son convertidos en cobayas de la ingeniería social de un masón radical deben de hacer uso de su derecho a la objeción de conciencia.

Un tipo que considera que la verdad y la ortodoxia son antónimas de la libertad no puede meter sus narices en la educación de nuestros hijos. Un tipo que considera que el Estado debe meterse por medio por si los padres orientan "acríticamente" a sus hijos sobre el estilo de vida que deben seguir, es un peligro para la patria potestad paterna y el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus valores.

Zapatero desprecia la verdad, seguramente porque vive instalado en la mentira permanente. La verdad para él, si no coincide con su opinión sobre las cosas, es un personaje molesto al que hay que aplastar bajo el escudo de una supuesta libertad. Pero lo cierto es que la libertad que se basa en la mentira, y toda la cosmovisión zapateril es el fruto maduro del padre de toda mentira, no es libertad sino cadenas de opresión. La mentira no libera. La verdad sí. Y mientras España esté gobernada por este siervo de la mentira, no será un país libre.

Luis Fernando Pérez Bustamante

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Sí se ayuda a las familias con unos euros
05.07.07 @ 19:31:58. Archivado en Actualidad
No es que quiera llevarle la contraria a Monseñor Cañizares, pero independientemente de que el actual gobierno sea el que más bombas lapa ha puesto a la institución familiar, la iniciativa zapateril de fomentar la natalidad con una paga de 2500 euros, aunque sea copiada del programa del PP, es menos que nada y sí es una ayuda a las familias. Obviamente no parece que vaya a haber muchos matrimonios que decidan tener un hijo sólo por ese dinero, pero quizás se animen algunos que van algo apuradillos económicamente y que estaban pensando retrasar la llegada de descendencia.

Cabría criticar la condición lineal de la medida, pues obviamente hay quienes no necesitan esos 2.500 euros y los hay a los que se les quedarán cortos. Pero algo es algo. Otra cosa es que la gente se deje engañar y se trague que a este gobierno le interesa la natalidad y la familia, cuando lo que es obvio es que lo único que le interesan son los votos de las próximas elecciones generales. A estas alturas de la película, sólo pican en esa caña los peces que tienen ganas de dejarse pescar, y andan buscando cualquier anzuelo suelto por las cenagosas aguas del socialismo patrio (perdón por la antonimia).

Ahora bien, un gobierno que de verdad quiera ver aumentar la natalidad y favorecer a la institución familiar, debe de tomar las siguientes medidas:

- Poner todos los medios habidos y por haber para acabar con la lacra del aborto. De cada siete embarazos que se producen en España, uno acaba sirviendo para hacer más ricos a los Mengueles modernos que trabajan en las clínicas abortivas. Tiene delito que haya matrimonios que tengan que irse a Asia, África o Latinoamérica para adoptar un hijo cuando casi cien mil españolitos no pueden ver la luz al ser aniquilados en el seno materno. Una buena campaña sería: "No le mates, dale en adopción".

- Facilitar de verdad el acceso a una vivienda a los jóvenes que se unan en matrimonio. El desproporcionado precio del hogar familiar, ya sea vía compra ya sea vía alquiler, no sólo es un impedimento para formar nuevas familias sino también para que las mismas sean numerosas.

- Desde el respeto a la mujer que quiere compartir maternidad y vida laboral fuera del hogar, creo que no se puede penalizar social y económicamente a las mujeres que decidan ejercer sólo de madres. Por tanto, concédase un sueldo social a las amas de casa, que habrá de incrementarse notablemente en el caso de las familias numerosas. Y antes de que se me tache de machista y de querer volver a los tiempos en que "el hombre trabaja fuera y la mujer siempre en casa pariendo hijos", quiero dejar bien clarito que la medida debería ir acompañada de una serie de acciones encaminadas a ayudar a esas mujeres a incorporarse al mercado laboral en el momento en que así lo desearan. Lo que no tiene sentido, señores, es que se dé una pequeña cantidad mensual a las mujeres que trabajan cuando tienen hijos menores de tres años y no se haga lo mismo con las que se quedan en casa a criarles.

- Gratuidad total de las guarderías. En una situación de economías familiares ajustadas, el que la mitad del sueldo, o más, de uno de los conyuges se tenga que dedicar a pagar la atención a los hijos pequeños durante 2 ó 3 años, hace para muchos económicamente inviable el tener un hijo.

Con todo, no basta con dar dinero y subvenciones. Cuando una sociedad se echa en brazos de la cultura de la muerte, unos cuantos euros no van a cambiar mucho la situación. Tener un hijo es una aventura maravillosa para a la vez muy complicada. Y con la Logse hemos educado a toda una generación en la idea de que no hace falta esforzarse para ir tirando. Esa generación va a huir de la responsabildad paterna como alma que huye del diablo. Con leyes que favorecen el divorcio, el aborto y la mala educación estamos cavando nuestra propia tumba. Vivimos aplastados por una cultura que considera que la mujer es verdaderamente libre cuando tiene acceso a todos los medios posibles para no ser madre. Y sin madres no hay futuro, señoras y señores.

Que la Madre de todas las madres y Madre de Nuestro Señor y Salvador interceda por esta España a la que Juan Pablo II llamó "tierra de María". Falta nos hace.

Luis Fernando Pérez Bustamante
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Embrionicida, favorable a la clonación, el aborto y la eutanasia = ministro de Sanidad de Zapatero
07.07.07 @ 10:29:50. Archivado en Actualidad
José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a dejar bien claro a los millones de españoles que forman parte de eso que se conoce como "derecha social", que mientras él sea presidente de gobierno se pondrán todos los medios habidos y por haber para hacer de este país, o lo que quede del mismo, un lugar inhabitable para ellos. Como no era suficiente con la negociación con los terroristas y su entorno, poniendo a su servicio a la fiscalía general del Estado, ni con las cesiones al nacionalismo separatista, con el matrimonio y la adopción de niños por homosexuales, con el divorcio express, ni con la asignatura de Educación para la ciudadanía, ni con la resurrección del espíritu de la Guerra Civil, ni con el apoyo a la dictadura castrista y a los regímenes populistas hispanoamericanos, el insigne Zapatero nos hace el favor de regalarnos como ministro de Sanidad al "científico" que más se ha caracterizado en este país por lograr que la ley permita a la ciencia médica realizar todas las barbaridades habidas y por haber, encarnando en su persona lo mejor del nazismo científico: sacrificio de la vida humana ante el altar del avance de la ciencia.

Dado que las competencias de Sanidad están traspasadas en su mayor parte a las comunidades autónomas, el nombramiento de Bernat Soria no busca mejorar la gestión sino dar una clara muestra de cuál es la voluntad política de este gobierno. La jugada quedaría redondeada si el ministro Bernat nombrara como Secretario de Estado de Sanidad al doctor Montes, ex-jefe de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés. Al fin y al cabo, un juez ha decidido que no es punible penalmente el hecho de que el doctor Montes realizara continuamente una mala praxis médica sedando a quien no había que sedar. Por tanto, Montes sería la mano derecha perfecta del Bernat Soria que afirmó en febrero pasado que hay que "limitar el uso terapéutico para determinados pacientes terminales y ayudarles a tener una muerte digna, porque se trata de un compromiso del médico con el paciente" y que "practicar la eutanasia requiere estudiar caso a caso".

Es cada vez más claro que estamos gobernados por un representante de lo más extremo de la extrema izquierda. Como es más listo de lo que muchos creen, ha dejado la economía en manos de un buen gestor, pero el resto de su política es extrema izquierda pura y dura. Además, presume de ello. España está gobernada por un rojo utópico que ha tomado el Estado como un juguete con el cual aplicar sus utopías soñadas. De hecho, ya está en el proceso de identificar al Estado con él mismo. El otro día le dijo a Rahoy que hacer oposición a su gobierno en materia anti-terrorista es hacer oposición al Estado. O sea, en Zapatero se vuelve a dar el concepto de "el Estado soy yo" del absolutismo monárquico. El día menos pensado Juan Carlos I acaba de copero de su Majestad Republicana Zapatero "el rojeras".

Creo que las próximas elecciones van a ser las más críticas en la historia de España. En ellas nos vamos a jugar el futuro de esta nación. Espero que haya el suficiente número de socialistas moderados y sensatos en este país, dispuestos a no votar cual borregos, como para que se le pueda parar electoralmente los pies a este insensato que nos gobierna.

Luis Fernando Pérez Bustamante
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Que la Madre de todas las madres y Madre de Nuestro Señor y Salvador interceda por esta España a la que Juan Pablo II llamó "tierra de María". Falta nos hace.

Luis Fernando Pérez Bustamante


A pesar de concordar en la mayor parte de lo expresado, lamento tener que quedarme en esta frase de Luis Fernando.

Si España es "tierra de María" según el anterior papa, ahora entiendo:quienyo:


Quizá si algún día España fuese TIERRA DE CRISTO Y PARA CRISTO, otro gallo cantaría. Religiosidad mariana en España hay mucha, pero pocas vidas entregadas a Cristo y viviendo el fruto del Espíritu, andando en nueva vida.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

A pesar de concordar en la mayor parte de lo expresado, lamento tener que quedarme en esta frase de Luis Fernando.

Si España es "tierra de María" según el anterior papa, ahora entiendo:quienyo:


Quizá si algún día España fuese TIERRA DE CRISTO Y PARA CRISTO, otro gallo cantaría. Religiosidad mariana en España hay mucha, pero pocas vidas entregadas a Cristo y viviendo el fruto del Espíritu, andando en nueva vida.


Estaba yo pensando si quitar esa frase al copiar en el foro esos artículos de mi blog. Y la razón es que sabía que alguno de los de siempre se fijaría precisamente en eso para sacar punta. Pero claro, no me da la gana de esconder a la Madre de mi Señor y madre mía para evitar que los de siempre hagan lo de siempre.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Estaba yo pensando si quitar esa frase al copiar en el foro esos artículos de mi blog. Y la razón es que sabía que alguno de los de siempre se fijaría precisamente en eso para sacar punta. Pero claro, no me da la gana de esconder a la Madre de mi Señor y madre mía para evitar que los de siempre hagan lo de siempre.


¿Y no está de acuerdo usted en que si España fuese TIERRA DE CRISTO Y PARA CRISTO, otro gallo cantaría?



:icon9_2:
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

¿Y no está de acuerdo usted en que si España fuese TIERRA DE CRISTO Y PARA CRISTO, otro gallo cantaría?



:icon9_2:

Yo es que no se me ocurre que una tierra que sea de María no sea a su vez de Cristo. Entre otras cosas porque Cristo es fruto del seno de María y ella es lo que es por ser su Hijo quien es.

Dicho eso, no tengo la menor intención de debatir sobre este asunto. Este epígrafe está para otras cosas.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Luis, por lo que comentas en tus articulos, la situación en España está estrechamente vinculada a todo un engranaje social, pero tambien politico y economico. Me imagino que a todo esto hay que sumarle la alta secularización que sufre no solo España en lo particular, sino todo el continente Europeo y occidente en general. Pero, Dios no se muda. Siempre en los momentos mas críticos de la vida de la Iglesia, El levanta hombres y mujeres de la estatura de santa Teresa de Avila(española) o de san Ignacio de Loyola(vasco), que fueron y son faros de luz para la cristiandad. Pero además si te fijas, Dios los envió en circunstancias en que muchos abandonaban la fe, o la relativizaban. Por eso pienso que con todo esto que esta pasando en la Iglesia en España y Europa no debemos desesperarnos, porque sabemos que Dios escribe recto en renglones torcidos. De momento tal vez solo sean los obispos, el alto clero y los catolicos mas comprometidos quienes pelean la buena batalla antimodernista, pero las cosas pueden cambiar y Dios puede sorprender a su Iglesia en cualquier momento, como ya ha hecho en otras epocas. Un saludo para ti Luis.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Luis, por lo que comentas en tus articulos, la situación en España está estrechamente vinculada a todo un engranaje social, pero tambien politico y economico. Me imagino que a todo esto hay que sumarle la alta secularización que sufre no solo España en lo particular, sino todo el continente Europeo y occidente en general. Pero, Dios no se muda. Siempre en los momentos mas críticos de la vida de la Iglesia, El levanta hombres y mujeres de la estatura de santa Teresa de Avila(española) o de san Ignacio de Loyola(vasco), que fueron y son faros de luz para la cristiandad. Pero además si te fijas, Dios los envió en circunstancias en que muchos abandonaban la fe, o la relativizaban. Por eso pienso que con todo esto que esta pasando en la Iglesia en España y Europa no debemos desesperarnos, porque sabemos que Dios escribe recto en renglones torcidos. De momento tal vez solo sean los obispos, el alto clero y los catolicos mas comprometidos quienes pelean la buena batalla antimodernista, pero las cosas pueden cambiar y Dios puede sorprender a su Iglesia en cualquier momento, como ya ha hecho en otras epocas. Un saludo para ti Luis.

Ahmed precisamente el problema es que oteando el horizaonte, en estos momentos no se ve a ningún Igancio de Loyola ni a ninguna Teresa de Ávila.

De todas formas, yo estoy relativamente tranquilo. Sé que antes o después España va a sufrir en plan bestia las consecuencias de lo que está ocurriendo y entonces será la oportunidad perfecta para re-evangelizar este país.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

No deberíamos procuparnos tanto por los abortos.

Parece ser que casi el 20% de los bebés que nacen en España son hijos de inmigrantes.

Los inmigrantes no tienen problemas en tener muchos hijos, (una tasa de aborto baja) y con ello, el problema de la falta de niños está solucionado.

Como véis el problema la propia naturaleza se encarga de solucionarlo. De aquí a 30 años es posible que España y Europa sean algo completamente distinto a lo que es hoy. Algo probablemente más parecido a EEUU.
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Pabloblanco:
Muy buen escrito. Espero poder escuchar el mensaje que señala más tarde.

Shalom!
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Esta bueno el mensaje y la cita del mensaje.
19 Te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia,
juicio, benignidad y misericordia.

20 Te desposaré conmigo en fidelidad,
y conocerás a Jehová.
Oseas 2:19-20 (Reina-Valera 1995)

¡Shalom!
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Ciertamente esta situación es preocupante. Si este ataque frontal a la familia y a la vida misma no se detiene, en 30 años en Europa no quedarán familias, solo quedarán individuos sin nexo alguno. Pero el panorama no es muy diferente en el resto del mundo occidental. En Latinoamerica se efectuan 5 millones de abortos al año. En norteamerica el 90% de las mujeres en edad fertil han practicado alguna vez un aborto, así que ante esta situación solo solo podemos esperar lo peor.

Es cierto, no había pensado las cosas de ese modo.

Todo se encamina hacia una supuesta catástrofe... ¿apocalíptica?

Creo que es irremediable que el mundo vaya de mal en peor, porque los escritos se cumplirán a pesar de nuestro dolor.

Cuando el Señor vuelva... ¿será el hombre como un animal arrastrado por sus instintos cada cual por su camino, sin importar dónde andan las crías?

Perdón... Ni los animales son tan dejados...
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Pabloblanco:
Muy buen escrito. Espero poder escuchar el mensaje que señala más tarde.

Shalom!


Bonita bandera, me recuerda viejos tiempos. Si tiene ocasión, escríbame hermano.

:elcaminan
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Le envié un email Caminante.

¡Shalom!
 
Re: El matrimonio no es más que un papelito

Puedes enviarme el MP3 comprimido en unj ZIP??? tengo problemas con mi firewall, no me deja ver ni escuchar nada por la red

DE VERDAD ME INTERESA

Gracias

Perdona que se me olvidó tu petición. Envíale al Webmaster una dirección de correo electronico y te envío el fichero mp3 a tu buzón. El tamaño es algo menos de 4 Mb.

Saludos