Estas dos últimas semanas me he sumergido en un viaje fantástico hacia los orígenes de la biblia y me he puesto a pensar en el irresistible deseo del hombre por conocer lo que le rodea y que denota su inteligencia superior.
Los mitos nacen de la necesidad de informarnos el porqué de las cosas que suceden a nuestro alrededor, sin tener ni el conocimiento ni la información necesaria para explicarlo científicamente, solo casualmente, como una historia fantástica. Y es que la ciencia también empieza en lo casual, la observación casual de un evento que le suscita una pregunta iniciando otra investigación.
Pero si la fe en mitos es el juego de las posibilidades, la de los creyentes llevan todas las de perder. Veamos.
¿Cuales son las probabilidades de que un ser inteligente llegara a existir a partir de un "big-bang" universal? ¿Cuales son las posibilidades de que se dé una cadena de eventos que conviertan materia inerte en vida, y que esta vida se extendieran en una infinita variedad de tipos, estilos, características? Son tan pocas las probabilidades que ni siquiera los "creyentes" -que no necesitan evidencia para creer- le dan crédito. Es que no puede ser que estemos aquí.
Cuando nos vemos al espejo deberíamos recordar que somos el resultado de una cadena prácticamente imposible de eventos que vienen sucediéndose desde hace más de 14.000 -catorce mil- millones de años. Hemos sobrevivido a todo, sobrevivimos al meteorito que eliminó los dinosaurios. Sobrevivimos a la edad del hielo, a la separación de continentes y a cualquier cambio climatico. Somos supervivientes. !Somos la corona de los seres vivos!
¿No es eso en sí el milagro más grande jamás imaginado y tras de eso -plus de oro- científicamente comprobable? ... y que bien pudo haber echado a andar dios, no me importaría.
Lo noté con el asunto del diluvio bíblico. La cadena de milagros que se necesitaría para lograr una inundación de ese tipo con los resultados ya de todos conocidos, es tal que le quitaría cualquier tipo de protagonismo a Noé y su inundación.
Imagínese cómo mantener viva la vegetación del mundo, cómo no mezclar agua dulce con agua salada matando todo tipo de vida marina y terrestre. Cómo hacer para tener en una caja todo tipo de animal por un año. ¿Se imaginan el milagro que se necesitaría solo para tener tranquilos y alimentados a los animales por un año? ¿Valdría la pena tanto esfuerzo por aniquilar su propia creación? ¿De verdad montó dios milagro tras milagro tras milagro solo para matar gente y esconder la evidencia, como cualquier maleante que no quiere que le van su crimen? Sinceramente lo veo improbable.
Mejor veamos desde otro punto de vista. ¿No es de felicitarse el comprobar que en realidad Dios no mató a la humanidad con un diluvio universal? ¿No sería gratificante corroborar que Dios no es tan injusto como para condenar a la humanidad solo porque un par de vividores no hicieron caso y se comieron justamente la papaya que no se tenían que comer? ¿No sería genial comprobar que Dios no sacó un pueblo de la esclavitud a morir en el desierto solo por rabietas de niño malcriado y pedante?
Al contrario, pienso que nosotros mismos sí somos un milagro casi imposible. En realidad no deberíamos estar aquí. No somos imperfectos, somos el milagro de la evolución. No necesitamos guía, necesitamos libertad.
He aprendido mucho en este viaje por el pasado histórico y mitológico de nuestras religiones, y poco a poco iré explicándoles mis descubrimientos acerca de la creación, el diluvio, Abraham, Moisés, Israel, Jesús, y por supuesto la biblia como un todo.
Creo tener una mejor idea de porqué se escribió la biblia, cómo se escribió y cuándo se escribió.
De eso hablaré luego.
-Publicado originalmente en Dios, la Biblia y Yo.
Los mitos nacen de la necesidad de informarnos el porqué de las cosas que suceden a nuestro alrededor, sin tener ni el conocimiento ni la información necesaria para explicarlo científicamente, solo casualmente, como una historia fantástica. Y es que la ciencia también empieza en lo casual, la observación casual de un evento que le suscita una pregunta iniciando otra investigación.
Pero si la fe en mitos es el juego de las posibilidades, la de los creyentes llevan todas las de perder. Veamos.
¿Cuales son las probabilidades de que un ser inteligente llegara a existir a partir de un "big-bang" universal? ¿Cuales son las posibilidades de que se dé una cadena de eventos que conviertan materia inerte en vida, y que esta vida se extendieran en una infinita variedad de tipos, estilos, características? Son tan pocas las probabilidades que ni siquiera los "creyentes" -que no necesitan evidencia para creer- le dan crédito. Es que no puede ser que estemos aquí.
Cuando nos vemos al espejo deberíamos recordar que somos el resultado de una cadena prácticamente imposible de eventos que vienen sucediéndose desde hace más de 14.000 -catorce mil- millones de años. Hemos sobrevivido a todo, sobrevivimos al meteorito que eliminó los dinosaurios. Sobrevivimos a la edad del hielo, a la separación de continentes y a cualquier cambio climatico. Somos supervivientes. !Somos la corona de los seres vivos!
¿No es eso en sí el milagro más grande jamás imaginado y tras de eso -plus de oro- científicamente comprobable? ... y que bien pudo haber echado a andar dios, no me importaría.
Lo noté con el asunto del diluvio bíblico. La cadena de milagros que se necesitaría para lograr una inundación de ese tipo con los resultados ya de todos conocidos, es tal que le quitaría cualquier tipo de protagonismo a Noé y su inundación.
Imagínese cómo mantener viva la vegetación del mundo, cómo no mezclar agua dulce con agua salada matando todo tipo de vida marina y terrestre. Cómo hacer para tener en una caja todo tipo de animal por un año. ¿Se imaginan el milagro que se necesitaría solo para tener tranquilos y alimentados a los animales por un año? ¿Valdría la pena tanto esfuerzo por aniquilar su propia creación? ¿De verdad montó dios milagro tras milagro tras milagro solo para matar gente y esconder la evidencia, como cualquier maleante que no quiere que le van su crimen? Sinceramente lo veo improbable.
Mejor veamos desde otro punto de vista. ¿No es de felicitarse el comprobar que en realidad Dios no mató a la humanidad con un diluvio universal? ¿No sería gratificante corroborar que Dios no es tan injusto como para condenar a la humanidad solo porque un par de vividores no hicieron caso y se comieron justamente la papaya que no se tenían que comer? ¿No sería genial comprobar que Dios no sacó un pueblo de la esclavitud a morir en el desierto solo por rabietas de niño malcriado y pedante?
Al contrario, pienso que nosotros mismos sí somos un milagro casi imposible. En realidad no deberíamos estar aquí. No somos imperfectos, somos el milagro de la evolución. No necesitamos guía, necesitamos libertad.
He aprendido mucho en este viaje por el pasado histórico y mitológico de nuestras religiones, y poco a poco iré explicándoles mis descubrimientos acerca de la creación, el diluvio, Abraham, Moisés, Israel, Jesús, y por supuesto la biblia como un todo.
Creo tener una mejor idea de porqué se escribió la biblia, cómo se escribió y cuándo se escribió.
De eso hablaré luego.
-Publicado originalmente en Dios, la Biblia y Yo.