La Mafia Del Vaticano

rer

2
28 Abril 2007
9.843
7
La Mafia Del Vaticano
Afirmar que en el Vaticano existe, la máfia sacra mas peligrosa que las máfias sicilianas, o neoyorquinas, pareciera monstruoso o inventado por el ateo o enemigo mas empedernido de la iglesia católica,todavía más, cuando el que lo dice, es un monseñor y sacerdote vaticanista no excomulgado y con sus licencias canónicas.y dimisorias autorizadas.

Se nos ha enseñado que la organización clandestina de criminales , de facinerosos, que traman trampas y ardides, de asesinatos, que secretamente se organizan, y cuyos resultados terroristas aparecen en la prensa, dia riamente, secuestros, asesinatos, robos fraudalentos, narcotraficantes y lava do de dineros., una mafia sin conciencia criminal e irreligiosa. Se nos ha ocultado la peor y satánica mafia que pervive en el vaticano,la sacrílega y aristocrática católica romana.

La máfia sacra del vaticano se une a la máfia internacional y pueden sus miembros diplomáticos, estar exentos de las leyes civiles, se consideran miembros del Estado del Vaticano y sus credenciales de embajadores, les facilita no ser encarcelados o llevados a los tribunales civiles, sus pasaportes diplomáticos los respaldan.

Se ha podido documentar y por escritores fidedignos,así en México, Manuel Buendía, en sus archivos y expediente titulado EL CLERO, va describiendo, de la manera que han actuado, las órdenes religiosas católicas del Opus Dei, Jesuitas, Legionarios de Cristo, y las dos mil órdenes existentes en la iglesia católica dependientes del vaticano o del Partido del Nacionalcatolicismo, todas son las legiones romanas,mas dañinas que el peor grupo de mafias existentes en la tierra... Todos envueltos con las mafias.internacionales por decir la verdad al igual que centenares de escritores ,fue asesinado de la misma manera que envenenan al Exjesuita Dr. Alberto y a servidor se le persigue,para hacerme silenciar por mis críticas.

por Rafael Rodríguez Guillén
 
Re: La Mafia Del Vaticano

Mafia Católica

Venceréis, pero no convenceréis.


La Iglesia católica puede considerarse
como el mejor negocio de la historia. Lleva en funcionamiento 2000 años y nunca se ha declarado en banca rota ni ha tenido problemas económicos. Esta ausencia de problemas económicos se debe a la aportación que ha recibido de sus fieles acobardados por el miedo a arder en el purificador Infierno y también al numeroso patrimonio de obras de arte y posesiones en general que han ido acumulando. Otras de las razones podría ser que la Iglesia siempre ha estado al lado del poder. La Inquisición fue impuesta por los Reyes Católicos, pero la reina Isabel de Castilla estuvo muy influenciada por el Cardenal Cisneros.
La Inquisición causante de tantos males, decía predicar la los mandamientos de Dios. Uno de estos mandamientos era el de no matarás y otro el de amarás a tu prójimo como a ti mismo, pero parece que no se acordaron mucho de estos dos a la hora de llevar a cabo sus torturas. Este poder va muy asociado a la jerarquización que tienen, ninguna otra religión tiene un equivalente de Papa y ninguna otra tiene el poder de la Iglesia católica, es como una mafia.
Benedicto XVI aboga por la ayuda al necesitado ¿no debería de empezar el por donar parte del inmenso patrimonio que posee la Iglesia a un país desarrollado? Como dice el dicho: “Haz lo que diga y no lo que haga yo”. Tan enormes son las posesiones de la Iglesia que hasta poseen un Estado, el más pequeño de todo el mundo en cuanto a kilómetros cuadrados, pero el más grande en cuanto a su influencia internacional.
Con la legalización del matrimonio homosexual la Iglesia se levantó para protestar, cuando en realidad lo que se estaba legalizando era el matrimonio civil y no el religioso, no era asunto de su incumbencia, por lo tanto.
La Iglesia ha defendido desde siempre, la represión de las personas para convertirnos seres con las manos y pies atados. Cuanta más represión y más miedo, menor es la probabilidad de que la gente se le revele. Esto actualmente está cambiando, por parte de la gente, digo, porque la Iglesia no ha avanzado ni un ápice.
Otro punto a tratar de la Iglesia sería el de la manipulación de documentos. De los más de cien evangelios que habías, sólo han perdurado hasta nuestro días cuatro. Los demás permanecen escondidos, entre los que se encuentra el evangelio de María Magdalena.
¿Cómo después de hacer todo esto se atreve a decir que es la representación de Dios en la Tierra? No voy a entrar en la existencia de Dios, pero si Dios existe, y es el creador del Universo, no se merece que le representen de esta manera.
 
Re: La Mafia Del Vaticano

las puertas del Vaticano

En 1969, el Papa Pablo VI, presionado por el Gobierno
italiano para que pagara impuestos, decidió vender
gran parte del patrimonio empresarial del Vaticano.
Deseaba también evitar situaciones embarazosas, como
explicar la propiedad de los Laboratorios Sereno, una
industria que fabricaba píldoras anticonceptivas.

A fines de los años '60 y comienzos de los '70,
convergieron en Italia al menos cinco organizaciones
que, con distintos fines, dieron forma a una poderosa
estructura criminal cuyas complejas ramificaciones
políticas y económicas aún permanecen en la más densa
oscuridad. Los protagonistas fueron la Mafia
ítalo-norteamericana, la logia masónica Propaganda 2
(P-2), la CIA, el Partido Demócrata Cristiano de
Italia y varios de los más encumbrados habitantes del
Vaticano.

La trama tiene orígenes diversos y remotos, pero es
posible ubicar un punto de inflexión en el otoño
europeo de 1964. En algún lugar de los montes
Apeninos, en una mansión vigilada por cámaras de
televisión y guardias armados, 12 hombres vestidos de
esmoquin, con sus cabezas cubiertas con capuchas de
seda negra, flanqueados por grandes retratos de
Hitler, Mussolini y Perón, esperan el inicio de una
ceremonia ritual que dirige un sujeto canoso, el único
con la cara descubierta.

Un desconocido ingresa al gran salón. Lleva capuz pero
sus ojos están tapados. Jura ser fiel al grupo y no
revelar sus secretos. Los iniciados entregan un sobre
cerrado y depositan una gota de su sangre en un frasco
de cristal. El celebrante extrae de los sobres las
fotografías de cada uno de los asistentes y las
deposita en un recipiente de oro. Agrega la del recién
llegado y una gota de la sangre ya mezclada sobre los
retratos, sellando el pacto suscrito.

En las fotografías aparecen, entre otros, Vito Miceli,
general del Servicio Secreto de Información Italiano
(SID); Carmelo Spanuolo, juez de la Corte Suprema y
primer fiscal de Milán; Raffaele Giudice, jefe de
Carabineros de Hacienda; Ugo Zilletti, jefe del
Consejo Supremo de los Magistrados de Italia; Joseph
Miceli Crimi, cirujano jefe del Departamento de
Policía de Palermo; Roberto Calvi, administrador del
Banco Ambrosiano, y Antonio Viezzer, coronel del SID.

El recién iniciado es Michele Sindona, banquero que
desde 1957 lava el dinero obtenido del tráfico de
heroína por la familia Gambino, cabeza de la Mafia de
Nueva York. El sujeto de rostro descubierto es Licio
Gelli, el gran maestro, el "Naja Hannah" (Rey Cobra)
de la organización. Los conjurados integran el núcleo
principal de la logia masónica Propaganda 2, creada
por Gelli para oponerse a la creciente influencia del
Partido Comunista Italiano, el más activo de Europa, y
actuar como dique ante la ola izquierdista que invade
América Latina.

Gelli, nacido en 1919 cerca de Florencia, había
combatido muy joven junto a los franquistas en la
división italiana de los "camisas negras". En 1940 se
enroló en el Partido Nacional Fascista y dos años
después viajó a Albania, donde se transformó en el
hombre de confianza del secretario de los fascios
italianos en el exterior. En 1943 adhirió a la
República Social Italiana y constituyó en su tierra
natal uno de los primeros fascios republicanos.
También fue oficial de enlace de la SS alemana,
interrogando prisioneros ingleses y cazando
desertores. Concluida la guerra fue condenado a dos
años y medio de cárcel. En marzo de 1946 recuperó su
libertad y comenzó a trabajar en comercio minorista, y
al año siguiente consiguió pasaporte a Francia,
España, Suiza, Bélgica y Holanda, donde amplió sus
negocios y contactos. Se inscribió sucesivamente en la
Democracia Cristiana, en el Partido Monárquico y en el
Movimiento Social Italiano. Acosado por la policía,
viajó a Argentina, donde gobernaba Juan Domingo Perón.

Gelli regresó a Italia en 1960 e ingresó a la Orden
Masónica de la Francmasonería, conocida como el Gran
Oriente. En 1962, como ejecutivo de la empresa
Permaflex, gestionó una masiva venta de colchones para
los ejércitos de la OTAN. Sus vínculos con jefes
militares, políticos y empresarios aumentaban. En 1967
se radicó en Arezzo, como ejecutivo de la Colchonería
Dormire y se convirtió en uno de los principales
agentes de la "Operación Gladio", un plan de la CIA
para impedir la expansión del comunismo en Europa y
que dirigía el general Alexander Haig, antiguo
comandante en jefe de la OTAN.

Gladio forjó acuerdos entre la Mafia y ciertos
funcionarios de la Curia vaticana, reclutó a
neofascistas para atentados que se atribuían a la
izquierda y repartió miles de millones de liras entre
los partidos políticos y la prensa.

En 1973, Perón retornó a la Argentina. En el chárter
de Alitalia que lo condujo a Buenos Aires iba también
Gelli, quien asistió a su ceremonia de asunción y
recibió la Orden del Libertador San Martín, en el
grado de Gran Cruz. La P-2 se consolidaba en el país
transandino. Entre sus hombres destacaban "El Brujo"
José López Rega, el canciller Alberto Vignes, el
almirante Emilio Massera y el general Carlos Suárez
Manson.

En 1974 surgieron por primera vez indicios de las
operaciones de Gelli con el terrorismo de ultraderecha
y del financiamiento masónico a las vanguardias de la
subversión neofascista.

En gran maestro de la P-2 entraba y salía de Hungría,
Rumania, Libia y diversos países de Europa y el Medio
Oriente. Gestionaba millonarios contratos para
Argentina y otros países, proveía de armas a los
árabes, a las dictaduras militares y a guerrillas
izquierdistas. De todo ello obtenía jugosos
dividendos. Operaba en secreto desde una habitación de
un hotel en Roma, y desde allí adquiría costosas
villas y haciendas en el norte de Italia, en Mónaco y
en Sudamérica, pero además –y eso era lo
decisivo– acrecentaba la fuente de su poder: el
acopio y el manejo de información.

Fue en ese momento en que Gelli se acercó al Vaticano
a través del cardenal Paolo Bertoli, un viejo conocido
de la región de Toscana. Conoció a los cardenales
Sebastiano Baggio, Agostino Casaroli, Ugo Poletti y
Jean Villot, entre otros, quienes le facilitaron el
acceso a una serie de audiencias con Pablo VI. El jefe
de la P-2 añadió glamour a su figura consiguiendo que
se le nombrase caballero de la Orden de Malta y
caballero del Santo Sepulcro.

La P-2 había nacido en Italia a principios del siglo
XIX, cuando se fundó la Sociedad Secreta de los
Carbonari, logia similar a la masonería, donde
militaban francmasones, militares y mafiosos. Lucharon
contra Napoleón, reclutaron miembros para combatir por
la independencia de Grecia e influyeron en España.
Pertenecer a los Carbonari involucraba aceptar reglas
implacables. Cualquier miembro que violase los
secretos de la logia tendría una muerte segura y
violenta, era la ley del silencio, la 'omertá'.

Desde 1960, cuando Gelli vislumbró que una sociedad
similar le permitiría lograr sus fines, planificó
cuidadosamente su asalto al poder. La estrategia
constaba de tres partes: primero debía conseguir el
apoyo de jefes militares; el paso siguiente era
provocar el caos económico en Italia, para lo cual
organizó una sostenida fuga de capitales que convertía
a dólares en el exterior, retornándolos al país para
adquirir industrias y volver a sacar los beneficios en
un círculo creciente hasta lograr el quiebre de la
balanza de pagos. La última etapa, casi simultánea,
consistía en fomentar la violencia política para crear
el caos y convencer a los italianos de la necesidad de
reimponer el orden, con una autoridad fuerte y
centralizada, lo que él llamaba la nueva era del
fascismo.

Tres hombres serían sus principales apoyos: Humberto
Ortolani, Michele Sindona y Roberto Calvi.

Ortolani, abogado, jefe del contraespionaje italiano
durante la Segunda Guerra Mundial, amigo íntimo del
secretario de Estado del Vaticano, el cardenal
Agostino Casaroli, anfitrión de una veintena de
cardenales que se reunieron los días previos al
cónclave que eligió a Pablo VI, caballero de Su
Santidad, era el brazo derecho de Gelli.

Sindona, formado por los jesuitas, rey del mercado
negro de alimentos durante la Segunda Guerra Mundial,
lavandero de los fondos provenientes del tráfico de
heroína que dirigían Vito Genovese y Carlo Gambino,
había adquirido su primer banco en 1959 (ver capítulo
II: Las redes de la Mafia). Después de incorporarse a
la P-2, en 1964, compró otros seis bancos en Italia,
Alemania, Suiza y Estados Unidos, logró el control de
CIGA, la mayor cadena de hoteles de Italia, el Grand
Hotel de Roma, el Hotel Meurice, de París, el diario
"Daily American", de Roma, y al menos otras 500
sociedades.

Presiones fiscales

En 1969, el Papa Pablo VI, presionado por el Gobierno
italiano para que pagara impuestos, decidió vender
gran parte del patrimonio empresarial del Vaticano.
Deseaba también evitar situaciones embarazosas, como
explicar la propiedad de los Laboratorios Sereno, una
industria que fabricaba píldoras anticonceptivas. La
operación era compleja y el Pontífice eligió al
empresario del momento, el hombre que le pareció
ideal: Michele Sindona. A su lado puso al cardenal
Paul Marcinkus, presidente del Instituto para las
Obras de Religión (IOR), la verdadera caja fuerte del
Vaticano.

La primera gran operación financiera fue la venta de
la Societa Generale Immobiliare (SGI), nave insignia
del tramado empresarial de la Santa Sede. Sus acciones
fueron transferidas al Paribas Transcontinenal de
Luxemburgo y de allí a Fasco AG, compañía fundada por
Sindona para administrar los dineros de la Mafia. El
paso siguiente fue invertir la liquidez del Vaticano
en multinacionales como Procter & Gamble, General
Motors, Westinghouse, Standard Oil, Colgate, Chase
Manhattan y General Food, entre otras.

Casi como una ironía de la historia, en 1970 la SGI
adquirió la mitad de Paramount Pictures, ingresando al
negocio de Hollywood al mismo tiempo en que la
compañía empezaba el rodaje de "El padrino". Buena
parte de los ingresos percibidos por las tres
películas sobre los Corleone engrosaron las arcas de
uno de los mayores entramados financieros de la Mafia.

En mayo de 1972, Sindona enfrentó una crisis
financiera, y Gelli, para quien "las puertas blindadas
de los bancos se abren siempre hacia la derecha",
acudió en su ayuda. Tapado el escándalo hubo que
devolver el favor, y pronto las arcas del Vaticano se
transformaron en la lavandería de los dineros negros
de los negocios de la P-2, de la Democracia Cristiana
y de la Mafia. Los fondos eran captados por el banco y
sociedades del Vaticano y transferidos por Sindona a
cuentas secretas del Finebank y del Amincor, dos
bancos suizos que controlaba él mismo y que eran
propiedad de la Cosa Nostra estadounidense.

El soporte de estos negocios estaba en Sicilia, donde
las tres principales instituciones de entonces en
Italia monopolizaban el manejo del miedo: la Mafia,
con sus 'luparas' (escopetas con el cañón recortado);
la Iglesia, blandiendo la ira de Dios, y la Democracia
Cristiana, amenazando con la llegada del comunismo.

Escape hacia Argentina

El 8 de octubre de 1974 se inició la debacle. El
Franklin National Bank de Estados Unidos, propiedad de
Sindona, sufrió el mayor colapso financiero en la
historia norteamericana, y el Gobierno debió responder
por pérdidas que sobrepasaron los dos mil millones de
dólares.

Italia ordenó el arresto de Sindona, quien huyó a
Estados Unidos, mientras se desmoronaban las empresas
de su imperio y las pérdidas del Vaticano bordeaban
los mil millones de dólares. La Santa Sede recurrió
entonces a un nuevo gestor, Roberto Calvi, quien
pertenecía al Banco Ambrosiano desde 1947. Allí a
nadie se le daba una cuenta corriente sin que
exhibiera su certificado de bautismo. Su prestigio era
intachable e incluso había sido nombrado Cavaliere del
Lavoro por el Presidente Giovanni Leone. Muy pocos
sabían que era el tesorero de la P-2.

Ocho años después, Calvi experimentaría el mismo
trance que Sindona. Huyendo por Europa mientras
intentaba conseguir armas para Argentina, en plena
guerra de las Malvinas, apareció colgado de un puente
en Londres.

En 1981 estalló el escándalo en Italia. Durante un
allanamiento a las oficinas de Gelli en Arezzo, la
policía confiscó archivos donde figuraban 962
presuntos miembros de la P-2, entre ellos dos
ministros, cardenales, banqueros, altos mandos de las
Fuerzas Armadas, la policía y los servicios secretos,
magistrados, fiscales y otras personalidades. Gelli
huyó con rumbo desconocido y el Gobierno de Arnaldo
Forlani cayó, mientras la península Itálica se sacudía
hasta sus cimientos.

Un año antes, 85 personas habían sido destrozadas en
la estación ferroviaria de Bolonia, en un ataque
organizado por Gelli como un intento de desviar la
atención ante la eventual caída de su red financiera.
Los ejecutores de la masacre fueron llevados desde
Bolivia. Dos de ellos –Pierre Luigi Pagliai y
Stefano delle Chiaie– eran conocidos integrantes
de la manada de lobos negros de la ultraderecha
internacional, usados más de alguna vez por los
gobiernos militares de Argentina, Chile, Bolivia y
Paraguay (ver capítulo V: Los novios de la muerte
llegan a Bolivia).

En septiembre de 1982, Gelli fue arrestado en Ginebra
cuando, con una identidad falsa, intentaba sacar de
una cuenta secreta 100 millones de dólares depositados
por las filiales sudamericanas del Banco Ambrosiano.
Conducido a la prisión de alta seguridad de
Champ-Dollon, escapó en agosto de 1983, poco antes de
ser extraditado a Italia. El 21 de septiembre de 1986,
Gelli reapareció en el Palacio de Justicia de Ginebra,
flanqueado por cuatro abogados. El juez Pierre
Trembley, que lo recibió, declaró luego que se le veía
agotado, "en el límite de sus fuerzas".

"Il Corriere della Sera", el mayor diario italiano,
reveló que el escape de Gelli desde Champ-Dollon contó
con el apoyo de la Unión de Bancos Suizos (UBS). Según
el periódico, un grupo de agentes del FBI y de la DEA
armaron un tinglado financiero en Luxemburgo y en el
Caribe para seguir las huellas del dinero de la Cosa
Nostra hacia los paraísos fiscales. La UBS organizó la
fuga y la salida de Gelli hacia Argentina para evitar
que se descubrieran otras cuentas secretas, aseguraron
los agentes del FBI.

Muerte súbita

En agosto de 1978, un ataque al corazón terminó con la
vida de Pablo VI. Pocos días después, contra todos los
pronósticos, Albino Luciani, patriarca de Venecia, fue
elegido Papa y tomó el nombre de Juan Pablo I. "No
tenemos bienes materiales para negociar ni intereses
económicos que defender", dijo el nuevo Pontífice a
los representantes del cuerpo diplomático cuando
fueron a felicitarle por su elección.

El 27 de agosto, Juan Pablo I cenó con el cardenal
Jean Villot y le pidió una rápida investigación sobre
las operaciones financieras que llevaba adelante el
Vaticano. Le preocupaba mucho lo que ocurría en el
Instituto para las Obras de Religión, que dirigía el
cardenal Marcinkus. Una semana después, Luciani
examinó los primeros datos que había pedido y algunos
cardenales le pusieron al tanto de lo ocurrido en los
últimos años.

El 5 de septiembre, Juan Pablo I recibió a una de las
mayores autoridades de la Iglesia Ortodoxa, el
metropolita Nicodemo de Leningrado. Ambos se sentaron
a tomar café, pero tras el primer sorbo Nicodemo cayó
al suelo y murió casi al instante. La versión oficial
señaló que había sufrido un infarto. Tenía 49 años y
una muy buena salud.

Tres semanas después, el 28 de septiembre de 1978,
apenas 33 días después de haber sido elegido, falleció
sorpresivamente Juan Pablo I. No hubo autopsia y hasta
hoy se desconocen las razones de su muerte. Los
secretos del Vaticano nuevamente estaban seguros.

LND

Tomado de: www.lanacion.cl - 10/06/2007
 
Re: La Mafia Del Vaticano

rer, muy bueno este epígrafe. A lo mejor algunos te descalificarán por nombrar al ex-jeuita Alberto Rivera, gracias al "trabajo" ecuménico de la revista Christianity Today. Lo que muchos no saben es que hay un testimonio impactante que avala lo dicho por Rivera, y es el del ex-obispo de Guatemala Gerard Bouffard, de origen canadiense, quien luego de aceptar a Cristo según la Biblia, confesó que a él mismo se le encomendó tratar de liquidar a Rivera.

Quienes, sino los "magnate" y "mercaderes de la tierra" que se nombran en el Apocalipsis, son los que comercian con la "bestia" o "la Gran Ramera Babilonia", es decir, el Papado.
 
Re: La Mafia Del Vaticano

"¿Cuál es el secreto de la investigación que más le ha llamado la atención?

Sin duda la historia del servicio secreto del Vaticano, su existencia y el contraespionaje que realizaba. Las operaciones que realizaron, a la gente que han asesinado, porque han matado a mucha gente. Hay que tener en cuenta que el Servicio Secreto Vaticano se crea en 1566 por Pío V principalmente para matar, puntualmente a Isabel I de Inglaterra que era protestante, y poner en el trono a María Estuardo, la reina católica de Escocia, con el apoyo del rey Felipe II, que era quien financiaba la operación, y por ello se llama Santa Alianza: porque era una alianza entre los Estados Pontificios y Escocia para quitar el protestantismo de Inglaterra y devolverla a la fe católica. Me sorprendió mucho que se creó una unidad formada por jesuitas, que lo descubrí en un códice con un escuadrón de la muerte, enviados especialmente a Inglaterra para matar a Isabel I de Inglaterra, y mataron a su esposo. También mataron al rey Guillermo de Orange, de los Países Bajos. Esto llama más que nada la atención, porque es una historia donde hubo muchas muertes.Por ejemplo, también está el SP que se crea en 1913 principalmente, no como unidad de contraespionaje todavía sino para perseguir a los curas liberales dentro del Vaticano, y ponen al mando a un sacerdote, Humberto Beninni, para perseguir a los liberales y expulsarlos, hasta que descubren que ese Sodalitium Pianum (SP), que la traducción es la Sociedad de Pío, recopila tanta información propia del Vaticano y su gente, que deciden utilizarlo y establecerlo oficialmente como unidad de contraespionaje.Por ejemplo, el SP descubren el caso de Monti, que era secretario privado de Pablo VI que era espía de la KGB desde hacía 15 años."


Tomado de aqui

Que el Vaticano funciona como una mafia se sabe historicamente desde muy antiguo.

Compendio Manual de la Biblia por Henry H. Halley

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: La Mafia Del Vaticano

A lo mejor algunos te descalificarán por nombrar al ex-jeuita Alberto Rivera, gracias al "trabajo" ecuménico de la revista Christianity Today--------------------------

En cuanto a al nombrado en titulo no hay objecion alguna por el momento; sin embargo en cuanto a alberto rivera hay muchas dudas y mas aun en cuanto a la editorial donde escribia the chick donde se pueden leer barbaridades como estas :

El Vaticano financió la guerra Musulmana-Israelita en el siglo X;

Ø Abraham Lincoln fue asesinado por Jesuitas;

Ø Los Fundadores del comunismo Carlos Marx y Federico Engels fueron instruidos y dirigidos por agentes Jesuitas;

Ø Los Jesuitas también entrenaron a Leon Trotsky, Lenin y José Stalin;

Ø Adolfo Hitler fue instaurado por los Católicos, mientras que su libro Mein Kampf fue realmente escrito por un sacerdote Jesuita;

Ø El Vaticano estuvo tras de la I y II segunda guerra mundial y la Revolución Rusa de 1917;

Ø El Ku Klux Klan, los Nazis y los Masones son secretamente dirigidos por agentes Jesuitas;

Ø Todas las demas autodenominadas conspiraciones internacionales (Los Illuminati, Los Comunistas, Los Bilderbergers, La comisión Trilateral, El Cónsul de Relaciones Foráneas, El Club de Roma, etc.) fueron, de hecho, creadas por la Iglesia Católica como una pantalla de humo para alejar la atención del Vaticano;
 
Re: La Mafia Del Vaticano

A lo mejor algunos te descalificarán por nombrar al ex-jeuita Alberto Rivera, gracias al "trabajo" ecuménico de la revista Christianity Today--------------------------

En cuanto a al nombrado en titulo no hay objecion alguna por el momento; sin embargo en cuanto a alberto rivera hay muchas dudas y mas aun en cuanto a la editorial donde escribia the chick donde se pueden leer barbaridades como estas :

El Vaticano financió la guerra Musulmana-Israelita en el siglo X;

Ø Abraham Lincoln fue asesinado por Jesuitas;

Ø Los Fundadores del comunismo Carlos Marx y Federico Engels fueron instruidos y dirigidos por agentes Jesuitas;

Ø Los Jesuitas también entrenaron a Leon Trotsky, Lenin y José Stalin;

Ø Adolfo Hitler fue instaurado por los Católicos, mientras que su libro Mein Kampf fue realmente escrito por un sacerdote Jesuita;

Ø El Vaticano estuvo tras de la I y II segunda guerra mundial y la Revolución Rusa de 1917;

Ø El Ku Klux Klan, los Nazis y los Masones son secretamente dirigidos por agentes Jesuitas;

Ø Todas las demas autodenominadas conspiraciones internacionales (Los Illuminati, Los Comunistas, Los Bilderbergers, La comisión Trilateral, El Cónsul de Relaciones Foráneas, El Club de Roma, etc.) fueron, de hecho, creadas por la Iglesia Católica como una pantalla de humo para alejar la atención del Vaticano;

---------------------------------------------------​

Ø Abraham Lincoln fue asesinado por Jesuitas;

CAPÍTULO 4

EL PRESIDENTE ABRAHAM LINCOLN

En el 1856, el esclavo que se había escapado llamado Dred Scout había intentado obtener su libertad en el estado de Kansas, ya que éste era un estado libre. El caso fue tan importante que llegó hasta la Corte Suprema. La decisión infame del caso de Dred Scott fue hecha por el juez católico romano Taney, quien era el Juez principal de los Estados Unidos en ese tiempo. La decisión de Taney fue que el negro no tenía ningún derecho que los blancos tuviesen que respetar. Esto básicamente significaba que el negro no tenía ningunos derechos y que era inferior a los blancos. Abraham Lincoln, cuando era niño había vivido la venta de jóvenes negros en su pequeño pueblo de Illinois. Cuando él y su amigo pasaron por un lugar donde se estaba llevando a cabo una subasta de esclavos, Lincoln le dijo a su amigo: “ ¡Algún día le daré duro!”

En noviembre de 1885, Charles Chiniquy, un sacerdote católico de Kankakee, Illinois había sido atacado en una serie de casos de corte por el obispo de la diócesis de Chicago. Chiniquy había hablado frecuentemente acerca del tema del control y los males del licor. Ya que muchos de los sacerdotes eran alcohólicos y muchos de los otros eran bebedores sociales, los mensajes de Chiniquy eran rechazados. Chiniquy citaba la Biblia frecuentemente en defensa de las posiciones que él tomaba. Esto provocó el coraje del obispo de Chicago contra él. Para poder silenciarlo, Chiniquy fue acusado de haber cometido un acto de indecencia por una prima suya que supuestamente él había cometido contra ella.

El caso de Chiniquy había sido publicado en la prensa de Illinois y muy pocos abogados estaban dispuestos a defenderlo. Los abogados sabían que no estaban únicamente peleando en contra del sacerdote en Chicago; sabían que estarían peleando contra la iglesia católica. Charles Chiniquy escuchó hablar de Abe Lincoln, quien era un abogado recto y leal en Illinois. Chiniquy le envió un telegrama a Lincoln pidiéndole que le sirviera de abogado y 20 minutos más tarde recibió una respuesta de Lincoln que decía, “Sí, defenderé su honor y su vida en el próximo término de la corte en mayo en Urbana firmado por A. Lincoln.”

Chiniquy relata lo siguiente:
Llegado el momento en el que el alguacil de Kankakee me arrastró otra vez como un criminal y un prisionero a Urbana y me dejó en las manos del alguacil de esa ciudad. “Llegué allí el 20 de octubre con mis abogados, Messrs, Osgood y Paddock y una docena de testigos. Mr. Abraham Lincoln me había precedido por sólo varios minutos desde Springfield”. — Charles Chiniquy, Cincuenta años en la iglesia de Roma.Chick Publications, p. 273.

Cuando Charles Chiniquy fue defendido por Abraham Lincoln leemos,
Él describió la carrera de Charles Chiniquy mostrando como había sido perseguido injustamente, concluyendo dijo “Mientras Dios me dé un corazón para sentir, un cerebro para pensar y una mano para ejecutar mi voluntad dedicaré todo mi esfuerzo a combatir ese poder que ha atentado utilizar la maquinaria de las cortes para destruir los derechos y el carácter de un ciudadano americano”. Y esa promesa hecha por Abraham Lincoln, él la mantuvo hasta sus años de mayor madurez. — Burke McCarty, The Suppressed Truth about the Assasination of Abraham Lincoln, Arya VartaPublishing, p. 41.

Lincoln sabía que a Chiniquy se le había acusado injustamente. La noche antes de que Chiniquy fuese condenado a prisión por un delito que no había cometido, un testigo ocular que había escuchado todo el complot que había sido creado para destruir a Chiniquy se levantó y Chiniquy pudo salvarse de la acusación.

Abraham Lincoln se ganó muchos enemigos como resultado del juicio de Chiniquy. Cuando salieron de la corte, Charles Chiniquy estaba llorando y Abraham Lincoln le preguntó,

Padre Chiniquy, ¿Porqué llora? “Querido señor Lincoln, permítanme decirle que el gozo que debería sentir naturalmente por la victoria obtenida me está consumiendo la mente por temor a lo que podría costarle esta victoria a usted. En la corte había por lo memos diez o doce Jesuitas de Chicago y de San Louis que vinieron a ver mi sentencia de condenación a la cárcel…Lo que me preocupa en el alma en este momento y me hace derramar estas lágrimas es que me parece haber leído su sentencia de muerte en los malvados ojos de ellos. ¡Cuantas más víctimas inocentes han caído a sus pies!” — Charles Chiniquy, Cincuenta años en la iglesia de Roma, Pág. 280-281.

Abraham Lincoln, desde el 1855 o 1856 era ya un hombre marcado por Roma para ser destruido. Cuatro años después en el 1860, Abraham Lincoln fue electo presidente de los Estados Unidos. De camino de Illinois a Washington, D.C. tendría que pasar por la ciudad de Baltimore.

Más adelante él mismo le dijo a Charles Chiniquy:
Estoy contento de haberte encontrado otra vez... Ya ves que tus amigos, los Jesuitas aun no me han matado. Pero lo hubiesen hecho sin duda cuando pasé por su cuidad favorita, Baltimore si no hubiese pasado como incógnito unas cuantas horas antes de la hora en que ellos esperaban que yo pasara. Tenemos pruebas de que la compañía que me estaba esperando para matarme estaba siendo dirigida por un rabino católico romano llamado Byme; la compañía estaba compuesta casi en su totalidad de católicos romanos; más aun habían dos sacerdotes encubiertos entre ellos dirigiéndolos y motivándolos... Yo vi al Sr. Morse, el inventor del telégrafo; me dijo que cuando estaba en Roma no hacía mucho tiempo encontró las pruebas de que existe una conspiración formidable en contra de este país y de sus instituciones. Sin duda le debemos a las intrigas y a los emisarios del papa la mayor parte del terror que estamos viviendo con esta guerra civil que está amenazando con cubrir todo el país de sangre y de ruinas.

Lamento mucho que el señor Morse haya abandonado Roma antes de que tuviera más información sobre los planes secretos que tienen los Jesuitas contra las libertades y la existencia de este país. ——Ibid. P. 292.

Se habían contratado veinte hombres en Baltimore para asesinar al recién electo presidente cuando fuese de camino a Washington. El líder de la banda era un refugiado italiano, un barbero bien conocido en Baltimore. El plan de ellos era el siguiente: Cuando Lincoln llegara a esa cuidad los asesinos se mezclarían en la multitud y llegarían lo más cerca posible de él y ahí le dispararían. Si el presidente se encontraba en un carruaje se habían preparado granadas de mano llenas de un polvo detonador como el que había usado Orsini cuando intentó asesinar a Luis Napoleón. Se suponía que las granadas se tirarían dentro del carruaje y para asegurarse de que el trabajo estaría bien hecho, se le dispararía también al mismo tiempo. Los asesinos tenían una embarcación preparada para recibirlos en el puerto y de ahí se les movería por tierra hasta el estado de Alabama. — John Smith Dye. The Adder’s Den, p 113.

Un barbero italiano, bien conocido en Baltimore, un católico romano se supone que lo apuñaleara en su carruaje en el momento de su salida. — Burke McCarty, The Suppressed Truth about the Assasination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing, p. 66.

Afortunadamente, el primer plan de los Jesuitas para asesinar a Lincoln había fallado, ellos querían matarlo antes de que llegara a la Casa Blanca.
Mientras iba en un tren se le cayó una carta a John Wilkes Booth que le había sido enviada por Charles Shelby. La carta fue enviada al Presidente Lincoln quien después de haberla leído escribió la palabra ASESINATO sobre ella y la archivó en su oficina en donde fue encontrada después de su muerte y fue utilizada como evidencia en corte. — Ibid. P. 131.

A continuación un abstracto de la carta:
Abe debe morir y debe ser ahora. Pueden escoger sus armas, la copa, las balas o el cuchillo. La copa (veneno) nos falló una vez y podría volver a fallarnos... Sabes donde encontrar tus amigos. Tus disfraces son tan perfectos y completos... Realicen su misión por su hogar, por su país, aprovechen su tiempo, asegúrense de hacer lo que tienen que hacer. — Ibid. P. 132 (énfasis provisto).

Esta carta se utilizó para convencer a la Sra. Mary E. Surrat y algunos de los otros conspiradores en los juicios del asesinato de Lincoln.
Querían apuñalearlo. Si eso fallaba lo acribillarían a balazos. Todo esto habiendo fallado trataron de envenenarlo. “Ellos” eran los emisarios del Papa, los Jesuitas. John Smith Dye, quien fue testigo de estos eventos nos dice Fue un día oscuro en la historia de nuestro país cuando un guardia armado que rondaba el hotel (Willars) en el que el primer mandatario se encontraba hospedándose de forma temporera para prevenir su asesinato. Y en el día, (marzo 4, 1861) , el día de su inauguración como presidente, fue escoltado hasta la Avenida Pensilvana acompañado de la caballería y bajo la más estricta vigilancia dirigida por el General Scout para prevenir que se le asesinara de camino al Capitolio en donde pronunciaría su mensaje inaugural desde el pórtico este. Eran tiempos terribles... — John Smith Dye, The Adder’s Den, p. 135.

Cuándo se recuerda el Congreso de Viena, Metternitch, los planes del Papa y de la Orden Jesuita para destruir este país, su libertad, destruir el Protestantismo y asesinar a los presidentes, ¿Qué nos dice todo esto acerca de los planes malvados y del carácter malicioso de los Jesuitas? Cuándo recordamos los ataques contra Andrew Jackson, el asesinato de Zachary Taylor, el intento de asesinato de James Buchanan y de Abraham Lincoln y finalmente su asesinato, ¿qué nos dice todo esto acerca de la iglesia católica? Nos muestra que su fachada de ser una iglesia, es sólo eso una fachada. Se esconden detrás de una máscara de religiosidad para no ser sospechosos de tantas abominaciones que perpetran diariamente en este país y alrededor del mundo. Que Dios nos libre de formar parte de una organización tan satánica como esta.

Abraham Lincoln declaró lo siguiente:
Se han fraguado tantos planes para atentar contra mi vida, que es un verdadero milagro que hayan fallado especialmente si consideramos que la mayor parte de los planes han estado en manos de los diestros asesinos católicos romanos quienes han sido adiestrados por los Jesuitas.

¿Esperamos que Dios haga un milagro perpetuo par salvar mi vida? Yo creo que no. Los Jesuitas son tan expertos en esos actos sangrientos que Enrique IV dijo que era imposible escaparse de ellos y él se convirtió en una de sus víctimas a pesar de que hizo lo imposible por protegerse. Mi escape de ellos desde la carta del Papa a Jeff Davis se ha afilado más el arma para destruirme, sería un milagro si lograra sobrevivir.

Pero tal y como Dios no escuchó el murmullo de los labios de Moisés cuando le dijo que tenía que morir antes de cruzar el Jordan, por los pecados del pueblo; así mismo espero que no escuche ni un murmullo de mis labios cuando yo caiga por el bien de mi nación.

Los únicos favores que le pido a Dios son, primero que muera por la santa causa con la que estoy comprometido ya que soy el que porta los derechos y las libertades de mi nación.

El segundo favor que le pido a Dios es que cuando yo me haya ido mi amado hijo Robert sea uno de los que enarbole la bandera de la libertad que cubrirá mi tumba y que la lleve con honor y fidelidad hasta el fin de su vida, tal y como hizo su padre aun rodeado de millones que le llamarán a pelear y a morir en defensa y por el honor de su país. — Charles Chiniquy. Cincuenta Años en la Iglesia de Roma, Chick Publications, pp. 302, 303.

Abraham Lincoln entendió que ese tiempo se aproximaba.

En medio de un éxito sin precedentes mientras todas las campanas de la nación repicaban de alegría, cayó una calamidad sobre la nación que provocó consternación y sorpresa. En la tarde del viernes 14 de abril, el Presidente Lincoln asistió al teatro Ford en Washington. Estaba sentado en su palco observando y escuchando el drama que se estaba presentando, cuando un hombre entró por la puerta del pasillo y entró al palco cerrando la puerta tras de sí. Acercándose al presidente, sacó una pistola de su bolsillo y le disparó en la parte posterior de la cabeza. Cuando el Presidente cayó sin conocimiento herido de muerte y el grito de su esposa quien estaba sentada a su lado se escuchó en todo el teatro, el asesino saltó del palco de una altura de nueve pies y al correr por el escenario su cabeza desnuda sacó un cuchillo y exclamó: “Sic siemper tyranuss ¡” y se escapó por el lado del escenario.— Ibid. Pp. 307-308.

El noble Abraham, fiel descendiente del padre de los fieles, honesto en todos sus deberes, humilde como un niño, tierno de corazón como una mujer, quien no podía concebir herir a sus más terribles enemigos; quien en el momento del triunfo se entristeció por la derrota de sus adversarios con su lema “ caridad para todos, malicia para ninguno”, poseía sentido común y una inteligencia nunca vista y un poder intelectual que le permitía vencer a sus más grandes enemigos en batallas. Desarrolló habilidades como hombre de estado que le hicieron merecedor del agradecimiento del pueblo y de la admiración del mundo. Con gracia y amabilidad atrajo a muchos corazones generosos; ¡y murió abaleado por un asesino!

Pero ¿quién fue ese asesino? Booth era nada más y nada menos que una herramienta de los Jesuitas. Fue Roma quien dirigió su brazo después de haber corrompido su corazón y condenado su alma. — Ibid. P. 308.

Luego de veinte años y de las más difíciles y constantes búsquedas yo vengo delante de la gente de la nación Americana sin temor a decir y a probar que el Presidente Lincoln fue asesinado por los sacerdotes y los Jesuitas de Roma.

En el libro de los testimonios dados en la persecución y el asesinato de Lincoln, publicado por Ben Pittman en el 1867, y en los dos volúmenes del juicio de John Surratt tenemos pruebas legales irrefutables de que el plan del asesinato de Lincoln fue uno maduro [cuidadosamente planificado] que comenzó en la casa de Mary Surratt, 561 de la calle H. en Washington, D. C. Los testimonios bajo juramento muestran que esta casa era el punto de encuentro de los sacerdotes en Washington. ¿Qué le muestra al mundo la presencia de tantos sacerdotes en un solo lugar? Ningún hombre que posea sentido común y que sepa algo de los sacerdotes de Roma pondría en duda el hecho de que ellos eran los consejeros, los planificadores de ese plan infernal.

Esos sacerdotes quienes eran los amigos personales y los padres confesores de Booth, John Surratt y Mary Surrat no hubiesen podido estar en esa casa todo el tiempo si saber lo que estaba pasando, particularmente cuando sabemos que cada uno de ellos era un rebelde de corazón. Cada uno de esos sacerdotes sabiendo que el Papa infalible había llamado a Jeff Davis “su hijo amado” y habían tomado la Confederación del Sur bajo su protección, estaban atados a creer que lo más santo que hombre alguno pudiera hacer era combatir por la causa del Sur destruyendo a aquellos que fuesen considerados enemigos.

Lea la historia del asesinato del Almirante Coligny, de Enrique III y Enrique IV y de Guillermo el Taciturno, perpetradas por los asesinos de los Jesuitas, compárelas con el asesinato de Abraham Lincoln y encontrará que se asemejan tanto como dos gotas de agua. ¡Comprenderá que todas provienen de una misma fuente — Roma! — Ibid. P. 309.

El archí rebelde [Jeff Davis] pudo haber puesto el dinero; pero los Jesuitas seleccionarían los asesinos, los adiestrarían y les mostrarían la corona de gloria en el cielo si asesinaban al autor del derramamiento de sangre, el famoso apóstata- el enemigo del Papa y de la iglesia — Lincoln.

¿Quién no es capaz de ver las lecciones que le ofrecieron los Jesuitas a Booth, en sus reuniones diarias en la casa de Mary Surratt cuando se leyeron las últimas líneas escritas por Booth antes de su muerte? “Nunca podré arrepentirme, Dios me hizo el instrumento de su castigo” Compare esas palabras con las doctrinas y principios que se enseñan en los concilios, los decretos del Papa y las leyes de la Santa Inquisición y encontrará que los sentimientos y las creencias de Booth emanaban de esos principios, como el río que fluye desde su fuente.

Y la piadosa señorita Surratt, quien al día siguiente de la muerte de Lincoln dijo sin ningún reparo en presencia de varios testigos: “ La muerte de Abraham Lincoln no es más que la muerte de cualquier negro en el ejército” ¿De dónde pudo haber sacado esa expresión sino de su iglesia? ¿No había proclamado la iglesia recientemente mediante el juez católico Taney en su decisión en el caso Dred Scout que los negros no tienen ningún derecho por el cuál los blancos tengan que respetarlos? Al comparar al Presidente con el más bajo de los negros, Roma estaba diciendo que el presidente no tenía siquiera derecho a la vida. —Ibid. p. 310.

Justo después de la muerte de Lincoln, John Surratt quien era parte de la conspiración para asesinar al Presidente tomó un viaje a Montreal. Desde Montreal fue llevado a Liverpool, Inglaterra y después a Roma. Cuando un oficial de los Estados Unidos finalmente lo encontró ya formaba parte del ejército personal del Papa. ¡Un conspirador del asesinato de Abraham Lincoln era miembro del ejército personal del Papa!

Tres o cuatro horas antes del asesinato de Lincoln en Washington, el 14 de abril 1865 ese asesinato no era conocido sólo por algunos sino que circulaba en todas las calles y en las casas del pueblo católico de San José, Minnesota. El hecho es innegable; los testimonios reales y no había ni tren ni ningún otro medio de comunicación cerca del pueblo, el más cercano quedaba a unas treinta o cuarenta millas de distancia del pueblo...

El Señor Linneman quien era un católico romano nos dice que a pesar de haber escuchado esto de labios de muchas personas en su tienda y en las calles, no recuerda el nombre de una sola persona que se lo hubiese dicho....pero si la memoria del Señor Linneman es tan deficiente en cuanto a ese asunto en particular podemos recordarle lo que se decía con precisión matemática...

...Los sacerdotes del pueblo de San José visitaban Washington con frecuencia y pernoctaban posiblemente en la casa de la señorita Surratt... esos sacerdotes de Washington se comunicaban diariamente con sus colegas rebeldes del pueblo de San José, ellos eran sus íntimos amigos. No había secretos entre ellos. Los detalles de la muerte y el día seleccionado para su ejecución eran conocidos por los sacerdotes del pueblo de San José ya que ellos estaban entre los de Washington...

¿Cómo fue posible que los sacerdotes pudieran esconder su plan del Señor Linneman si el era su confidente? El era su proveedor, la mano derecha de los fieles de San José...

Los sacerdotes romanos sabían y habían circulado la muerte de Lincoln cuatro horas antes de que sucediera en su pueblo católico de San José, Minnesota. — Ibid. pp. 316, 317.

Hay mucho más material.

En el juicio de John Surratt, un ministro francés de nombre Rufus King dijo lo siguiente: “Yo creo que él (John Surratt) está protegido por el clero y que el asesinato ha sido producto de un plan profundo, no sólo contra la vida del Presidente Lincoln sino también contra la existencia de ésta república, ya que sabemos que el sacerdocio y la realeza se han opuesto y siempre se opondrán a la libertad” — Burke,McCarty, The suppressed Truth About the Assasination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing, P. 185.

Cuatro personas fueron juzgadas, convictas y ejecutadas por medio de la horca por el asesinato de Abraham Lincoln. Sus nombres eran Davy Harold, Lewis Payne, Geoge Atzerodt y Mary E. Surratt. Estos eran todos católicos romanos. Esa información se encuentra en el Teatro Ford en varias vitrinas que muestran muchas cosas acerca de Lincoln, la Guerra Civil y su asesinato. Como Abraham Lincoln fue asesinado hubo un intento de asesinar a William Stuart también, el Secretario de Estado. Hubo también un intento de asesinar a Ulysses S. Grant, pero Grant tuvo que hacer un viaje de emergencia a New Jersey para estar al lado del lecho de muerte de un familiar. Andrew Johnson, el Vicepresidente de los Estados Unidos, también estaba programado para ser asesinado en ese momento. El hombre que le iba a asesinar se asustó y huyó al campo montado a caballo y no llevó a cabo su parte del plan.

Lewis Payne conocido como el niño de Florida, un gigante atlético quien se había unido a la conspiración varios meses antes, llegó hasta el frente de la residencia del Secretario de Estado, William Stuart.

William Stuart había estado enfermo durante tres semanas, sufriendo de una fractura en la mandíbula que sufrió como consecuencia de que sus caballos se desenfrenaran y estaba bajo el cuidado constante de enfermeros.

Payne tocó el timbre de la puerta y le contestó un negro mayordomo. Le dijo al mismo que él había sido enviado con algunas medicinas que debía llevar al cuarto del enfermo. El negro mayordomo rehusó permitirle entrar, diciéndole que tenía órdenes de no permitirle a nadie entrar al cuarto del Seño Stuart. El extraño [Lewis Payne] después de haber luchado por un rato con el mayordomo, lo tumbó al piso y subió las escaleras. Corrió hasta el cuarto del enfermo, luego de haber tumbado al piso a los dos hijos del Secretario...El, [Lewis Payne] corrió hasta donde estaba el enfermo y lo apuñaleó tres veces. Por un esfuerzo sobrehumano, el último combatió a su asesino quien le dejó tirado en el piso, sangrando por las heridas que le había infligido. Después de su ataque mortal a Stuart, el rufián corrió escaleras abajo, gritando a viva voz “ ¡Estoy loco, estoy loco!”, y posiblemente lo estaba. Estaba completamente bajo el control de las influencias hipnóticas de la gente perversa en cuyo poder se había entregado.— Ibid, pp.121,122.

Eso era parte del plan de Michael O’ Laughlin uno de los conspiradores de Baltimore, el asesinar al General Grant esa noche. Esto no fue posible debido a los cambios en los planes del General.

Fue a Atzerodt, le correspondió asesinar al Presidente Johnson, pero sintió temor y pasó el día en el campo montando a caballo...... fue encontrado varios días después con unos familiares en la parte baja de Washington. Él hizo una confesión escrita antes de ser ejecutado que confirmaba la presencia de Surratt en Washington en ese día fatal y lo confirmaba como un hecho que nueve testigos de buena reputación habían jurado.— Ibid, p. 122.

Ciertamente tenemos una conspiración para matar, no únicamente al Presidente sino también de llevar al gobierno de los Estados Unidos a un caos total. ¿No hemos visto el cumplimiento del Concilio de Viena y de Verona en función en el 1865? ¿No hemos visto la mano de la Orden Jesuita y de la Iglesia Católica Romana dispuesta a destruir a esta gran nación? Fue un momento terrible en la historia de los Estados Unidos.

Hemos visto ya que la iglesia católica romana sembró la semilla de la división entre los dos grandes sectores de esta nación, dividiendo el Norte del Sur en el asunto candente de la esclavitud.

Esa división era su oportunidad de oro para lograr que uno demoliera al otro, y poder reinar sobre las ruinas sangrantes de ambos. Habiendo disfrutado de una política largamente favorecida, esperaba que la hora de su triunfo supremo sobre este continente hubiera llegado. Le ordenó al Emperador de Francia a preparar un ejército en Méjico para proveerle apoyo al Sur, y convenció a todos los católicos a que se unieran bajo la bandera de la esclavitud uniéndose al Partido Demócrata. — Charles Chiniquy, Cincuenta años en la Iglesia de Roma. Publicaciones Chick. p. 291.

Abraham Lincoln le dijo a Charles Chiniquy,
Yo estaré eternamente agradecido por las palabras de advertencia que me has dado en cuanto a los peligros de parte de Roma que me asechan y ponen mi vida en peligro. Yo sé que no son peligros imaginarios. Si estuviese peleando contra un Sur Protestante, como nación no habría ningún peligro de asesinato contra mí. Las naciones que leen la Biblia pelean con valentía en el campo de batalla, pero no asesinan a sus enemigos. El Papa y los Jesuitas con su inquisición infernal son el único poder organizado en el mundo que ha recurrido a las armas asesinas para matar a aquellos a quienes no pueden convencer con sus argumentos o conquistar con su espada.

Desgraciadamente, siento más y más cada día que la lucha que estoy librando no es únicamente contra los americanos del Sur, es más que nada en contra del Papa de Roma, sus perversos Jesuitas y sus esclavos ciegos y sedientos de sangre. Mientras esperen conquistar el Norte, ellos salvarán mi vida; pero el día que eliminemos su ejército, tomemos sus ciudades y los forcemos a someterse entonces me da la impresión de que los Jesuitas quienes son los gobernadores principales del Sur harán lo que casi invariablemente han hecho en el pasado. El cuchillo o la pistola lograrán lo que los guerreros no pueden lograr. La guerra civil parece ser un mero asunto político para aquellos que no ven lo que yo veo. El secreto surge de ese drama terrible. Pero es una guerra más religiosa que civil. Es Roma la que quiere gobernar y degradar al Norte como ya ha gobernado y degradado al Sur, desde el mismo día de su descubrimiento. Hay sólo unos pocos de los líderes del Sur quienes no son más o menos bajo la influencia de los Jesuitas a través de sus esposas, parientes y sus amigos. Algunos miembros de la familia de Jeff Davis pertenecen a la iglesia de Roma...

Es bien cierto, sin embargo que si la gente americana supiera del odio feroz que le tienen los sacerdotes romanos a nuestras instituciones, nuestras escuelas, nuestros más sagrados derechos y nuestras atesoradas libertades nos las quitarían mañana mismo o nos matarían por traidores. Pero tú eres al único a quien revelo estos tristes secretos porque se que lo sabías antes que yo. La historia de estos últimos mil años nos dice que en aquellos lugares en los que la iglesia católica no es un arma de destrucción para destruir el corazón de las naciones libres, la misma se convierte en una piedra en su cuello para paralizarla y prevenir sus adelantos en el camino a la civilización, la ciencia, la inteligencia, la felicidad y la libertad. — Ibid. pp.294, 295.

Lincoln dijo:
Esta guerra nunca hubiera sido una realidad sin la intervención siniestra de los Jesuitas. Le debemos al Papado que ahora veamos nuestra tierra roja manchada de la sangre de sus hijos más nobles... Me da pena con los sacerdotes, los obispos y las monjas de Roma en los Estados Unidos porque cuando la gente se de cuenta de que ellos son en gran parte responsables por las lágrimas y por la sangre derramada en esta guerra.—Ibid. pp. 296-297.

Estás completamente en lo correcto cuando dices que se deberían haber sacado a los católicos romanos de nuestro ejército. Desde a publicación de esto la carta del [Papa] un gran número de ellos ha desertado sus banderas y se han convertido en traidores... Es también cierto que Meade ha permanecido con nosotros y que ha ganado la sangrienta batalla de Gettysburg. Pero ¿cómo podría haberla perdido cuando estaba rodeado de héroes tales como Howard, Reynolds, Beuford, Wadsworth, Cutler, Slocum, Sickles, Hancock, Barnes, etc. Pero es evidente que su romanismo era mayor que su patriotismo después de la batalla. Le permitió al ejército de Lee escapar cuando pudo haberlo obligado a rendirse después de haber perdido la mitad de sus soldados en los últimos tres días.

Cuando Mead iba a ordenar la persecución del ejército llegó un extraño a toda prisa al cuartel, ese extraño era un Jesuita disfrazado. Después de tres minutos de conversación con el Mead hizo arreglos para la persecución del enemigo que ¡escapó sin ser tocado habiendo perdido sólo dos armas! — Ibid p. 298.

Lincoln dijo:
La gente común ve y escucha las ruedas ruidosas de los carros de la Confederación del Sur: les llaman Jeff Davis, Lee, Toombs, Beauregart, Semmes, etc., y ellos piensan con toda honestidad que ellos son el poder motivador, la primera causa de nuestros problemas. Pero eso es un error. El verdadero poder motivador está encerrado en las gruesas paredes del Vaticano, los colegios y las escuelas de los Jesuitas, los conventos de las monjas y los confesionarios de Roma. — Ibid. p. 305.

Para cumplir el Consejo de Viena, Verona y Chieri la iglesia católica dividió al Norte y al Sur a través de su agente John C. Calhoun. Pretendían destruir la economía a través de Nicholas Biddle y entonces utilizaron la copa del veneno y las balas asesinas para asesinar y para intentar asesinar a un total de cinco presidentes dentro de un periodo de tiempo de veinticinco años. Mancharon el suelo americano con la sangre de miles hombres jóvenes americanos durante la terrible Guerra Civil. ¡Oh Oh, que tenemos los ojos para ver que Roma nunca cambia! Lo que hizo antes, lo sigue haciendo hoy en día. Dios nos ayude a entender la maldad del Papado Romano, tanto la de antes como la de ahora.


Los Terroristas Secretos por Bill Hughes

Esto que se cuenta aqui, tambien aparece en este libro

Cincuenta años en la Iglesia Católica por Charles Chiniquy

Este libro me merece toda confianza. Como ves no es tan descabellado decir que los jesuitas estan detras del asesinato de Lincoln.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: La Mafia Del Vaticano

A lo mejor algunos te descalificarán por nombrar al ex-jeuita Alberto Rivera, gracias al "trabajo" ecuménico de la revista Christianity Today--------------------------

En cuanto a al nombrado en titulo no hay objecion alguna por el momento; sin embargo en cuanto a alberto rivera hay muchas dudas y mas aun en cuanto a la editorial donde escribia the chick donde se pueden leer barbaridades como estas :

El Vaticano financió la guerra Musulmana-Israelita en el siglo X;

Ø Abraham Lincoln fue asesinado por Jesuitas;

Ø Los Fundadores del comunismo Carlos Marx y Federico Engels fueron instruidos y dirigidos por agentes Jesuitas;

Ø Los Jesuitas también entrenaron a Leon Trotsky, Lenin y José Stalin;

Ø Adolfo Hitler fue instaurado por los Católicos, mientras que su libro Mein Kampf fue realmente escrito por un sacerdote Jesuita;

Ø El Vaticano estuvo tras de la I y II segunda guerra mundial y la Revolución Rusa de 1917;

Ø El Ku Klux Klan, los Nazis y los Masones son secretamente dirigidos por agentes Jesuitas;

Ø Todas las demas autodenominadas conspiraciones internacionales (Los Illuminati, Los Comunistas, Los Bilderbergers, La comisión Trilateral, El Cónsul de Relaciones Foráneas, El Club de Roma, etc.) fueron, de hecho, creadas por la Iglesia Católica como una pantalla de humo para alejar la atención del Vaticano;



Esto no es nada "descabellado". Los que están detrás de todo esto son los Ceneos, hijos de Caín, los judíos falsos de Apocalipsis 2:9; 3:9.


Ellos controlan todas las religiones falsas del mundo que forman la GRAN BABILONIA; LA MADRE DE LAS RAMERAS Y TODAS LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA Es una de las 4 dinastías escondidas, mencionadas en Zacarías 1. Esto incluye al "cristianismo institucional" de hoy en día y la "teología" que enseñan sus "seminarios teologicos".



Por eso leemos en Apocalipsis:


Rev 18:2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

Rev 18:3 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.



Salid de ella pueblo de Dios, para que no recibas de sus plagas:


Rev 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;




Luis Alberto42