Re: Regreso de la muerte
Si tienes razón. Sin embargo yo no dije que ellos estuvieran ya en el Cielo. Antes de la Muerte de Jesús los Justos que ya habían muerto, no podían gozar de la presencia de Dios y las puertas del cielo estaban cerradas, pero ya existía el infierno. El señor pudo resucitar a Lazaro y a la niña de Jairo porque estaban con los Justos (todavía no en el cielo). Si hubieran estado en el infierno entre los condenados, ahi no hay vuelta atras. Despues de morir, no hubieran podido ser instrumento para que resplandeciera con todo su poder la Gloria de Dios y el poder de Jesús.
El hombre sin la ayuda de Dios, dado a su estado debilísimo de pecado, facilmente puede pecar. Jesús despues de redimirnos, tambien nos dejó los medios para conservarnos dentro de los frutos de su sacrificio. La razón de ser inclinados al pecado es debido a la culpa que al privarnos a los hombres de la gracia, nos despojo de la fortaleza: de la unión con la Fuerza de Dios.
Se dice: "Jesús nos devolvió la gracia". No. La gracia ha sido dada a los justos hasta la muerte de Jesús. Para darla a los que han venido despues de el, ha sido necesario un medio, algo que no es solamente una figura ritual (1Cor. 10, 1-13;1Pe. 3, 18-22), sino que imprime verdaderamente en quien lo recibe el caracter real de hijo de Dios, como eran Adan y eva, cuyas almas vivificadas por la gracia poseían dones inmensos que Dios les había dado como prenda de amor.
Sabemos que tenía el hombre y que cosa perdió. Luego por el sacrificio de Jesús, las puertas de la gracia estan abiertas y puede decender cual rio sobre todos los que la pidan por amor a Jesús. Por esto los hombres tentran el caracter de hijos de Dios por los méritos del primogénito entre los hombres, por los méritos que nos consiguó nuestro redentor, nuestro Pontífice Eterno (Hebr. 3, 1-10, 18), nuestro hermano en el Padre, nuestro Maestro. Solo por Jesucristo, los hombres pueden poseer el cielo y gozar de Dios, hasta el último hombre. Antes de Jesús, aún los más Justos, aunque circuncidados como hijos del pueblo electo, no podían llegar a ese estado. Dios conocia sus virtudes. Sus lugares en el cielo estaban preparados, pero les estaba cerrado y negado el gozo de Dios porque en sus almas, cual vergeles de toda virtud, estaba tambien el árbol maldecido de la culpa de origen y ninguna acción , por santa que fuera podía destruírlo, y no se puede entrar al cielo con raices y hojas de una planta tan maléfica.
En el día de la parasceve el suspiro de los patriarcas y profetas, de todos los justos de Israel se calmó con la alegría de la redención llevada a cabo, y las almas las blancas que la nieve por sus virtudes, perdieron tambien la única mancha que las tenia separadas del cielo. Pero el mundo siguió adelante. Generaciones y generaciones han aparecido y aparecerán, y deben conocer la verdad por medio de la Palabra, del evangelio, recibir el bautizmo, pero sobre todo comer el cuerpo y tomar la sangre de jesús (Jn 6 22-71) como alimento rebustecedor y santificador, como recuerdo del amor de Jesús, que dió la orden de hacer lo que hizo en recuerdo suyo (Mt 26, 26-29; Mc 14, 22-25; Lc 22, 19-20) y como medio santificador que pueden emplear sus discípulos hasta la consumación de los siglos.
Jesús los bendiga!!!
La carne que se nos da para comer es la misma que padeció en el Gólgota. (Jn 6, 51b)
“yo soy el pan vivo bajado del cielo”, “quien come de este pan vivirá para siempre”, “y el pan que voy a dar es mi carne, la cual entregaré por la vida del mundo”, “mi carne es verdadera comida… mi sangre es verdadera bebida”, “el que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él”, “el que me coma vivirá por mí”, “si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros”, “el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna”,