Jeans, lentes oscuros y camiseta amarilla con la leyenda “Miami” al centro. La primera impresión que da José Luis de Jesús Miranda, fundador del ministerio internacional Creciendo en Gracia (CEG), con sede en Miami, Estados Unidos, es la de un hombre común y corriente caminando por el pasillo del hotel Princess, en San Salvador. Incluso, el medallón dorado con un triple SSS al centro colgando de una gruesa cadena alrededor de su cuello -“Significa salvo siempre salvo y no seis, seis, seis (el número de la bestia) como han dicho algunos”, dice – y el mensaje “El Otro”, bordado en letras blancas y amarillas, de su gorra negra, pasan desapercibidos en un primer momento.
“El Dr. José Luis de Jesús Miranda está presentando a nivel mundial ´La verdadera reforma´ a la iglesia, revelando lo que estuvo oculto por más de dos mil años. Con evidencia bíblica, él está enseñando que sólo existen dos evangelios: el de la incircuncisión, que aplica ahora, y el de la circuncisión, que ya está expirado”, dice en el material de apoyo a la conferencia de prensa, pactada el sábado pasado por la tarde. “Los han engañado con un evangelio que no era para los gentiles (seguidores no judíos de Jesús)”, dice desde su página oficial de internet.
Rodeado por sus guardespaldas (siete en la sala, dos afuera y otros dos en las ventanas), Miranda, un puertorriqueño de 1.80 metros, tez blanca y 60 años de edad, mira al frente, directo a las cámaras, clama un “bendecidos” para los periodistas, muestra un póster de “El Salvador del Mundo” y suelta una bomba para los creyentes salvadoreños con un “hoy vengo a salvar a El Salvador y ustedes siguen creyendo en figuras que tienen ojos que no ven, que tiene boca y no habla, que tienen manos y no palpan”.
El CEG utiliza como logotipo el escudo de un águila similar al de los Estados Unidos, sobre la bandera de las barras y las estrellas de ese mismo país. El ave sostiene una espada y un ancla, y alrededor las palabras “GOBIERNO DE DIOS EN LA TIERRA”. Dice haber recibido su misión en 1973, cuando dos ángeles le comunicaron “en una noche inolvidable” que “el Rey de Reyes lo visitaría esa noche para ungirlo. “Entonces Dios vino a él y se integró en su mente”, continúa la versión oficial del CEG. Y aún más: “Comenzó con 6 personas en el patio de una casa, a la sombra de un árbol. De esas 6 personas sólo le quedó una, ya que las demás huyeron al escucharlo decir `Yo voy a alcanzar el mundo´, y lo tildaron de loco”.
Nacido en Ponce, Puerto Rico, y después de estudiar escatología, fundó en 1986 el Ministerio Internacional Creciendo en Gracia y se mudó a Miami “por instrucciones de Dios”.
“El apóstol”, “Papi” –como lo llaman sus seguidores– o “Jesucristo hombre”, como dice llamarse, sabe cómo ocupar los medios de comunicación. Su mensaje es transmitido por Telegracia, una estación televisiva privada con sede en Colombia, hacia 201 canales por cable en 11 países. Los costos de operación de la televisora alcanzan los 30 mil dólares mensuales y corren por cuenta del ministerio, según dijo De Jesús Miranda al periódico Miami News Times, en febrero pasado. En El Salvador, “su palabra”, según cita la página web de Telegracia llega a través de 17 cableoperadores a 16 municipios desde Meanguera, La Unión, pasando por Chirilagua, Apopa y Ciudad Arce.
Además, cuenta con una red, en la que transmite sus prédicas, alabanzas y mensajes 24 horas al día; mientras otro sitio web, su página oficial, lista casi en tiempo real cada acción del “apóstol” y recoge con detalle cada nota de prensa publicada en los 22 países donde el CEG, al que autodenominan “el Gobierno de dios en la tierra”, tiene actividad.
El anuncio
En El Salvador, su llegada se anunció en los medios de comunicación el 23 de julio después de la marcha por “La verdadera reforma”, en la que se protestó destruyendo todo tipo de materiales religiosos católicos y evangélicos. La acción, encabezada por su obispo en San Salvador, Samuel Valle, le valió al CEG entrar en los intereses del ministro de Gobernación, René Figueroa, quien aseveró que el autoproclamado Jesucristo debía respetar las creencias religiosas salvadoreñas durante su visita o sería expulsado.
“¿Entrevistas personales?... Imposible, pero preguntaremos sí se puede y le llamaremos”, se había excusado Irina Papahiu, encargada de prensa, el jueves pasado. Nunca volvió a llamar. La misma respuesta dio Vinicio Barrera, coordinador de prensa de la CEG El Salvador, dos días atrás aún cuando Valle ya había confirmado una cita personal. Cualquier pregunta se le haría exclusivamente en la conferencia de prensa, misma en la que se la organización se reservaba el derecho de registrar a los periodistas por la seguridad del “apóstol”.
Ya en plena conferencia de prensa, Miranda dice sin ambajes: “Dios amó tanto a los pueblos de habla española que me envió en un cuerpo puertorriqueño hablando en español”.
Para los seguidores de Creciendo en Gracia, no existen dudas de que Miranda es quien dice. Carlos Cesteros, obispo de obispos del CEG y su mano derecha en el ministerio, como lo hace durante los cultos y seminarios, lo presentó después de asegurar al grupo de periodistas presentes que están frente a “la segunda venida de nuestro señor Jesucristo como hombre”.
Miranda sonríe, se quita los lentes e inicia una corta prédica resumiendo su doctrina: “No hay pecado porque éste fue borrado por Jesucristo que murió en la cruz… no se dejen engañar por ninguna religión que los llame pecadores”; “soy el otro, lo sé por el trabajo que estoy haciendo, porque está profetizado y el mismo Jesús de Nazaret habló de mí”; “la iglesia católica fracasó al utilizar el evangelio incorrecto, los engañaron con un falso evangelio… Ustedes han sido engañados y punto”.
e escuchan pocos aplausos de sus seguidores en el salón y el click interminable de las cámaras fotográficas, justo cuando Cestero invita a la prensa a hacer sus preguntas, mismas que son respondidas Biblia en mano.
Miranda es incapaz de explicar cómo ni cuándo habló de él Jesús de Nazareth, pero asegura que se trata de él cuando los textos sagrados (mismos que su organización llama a destruir) hablan del “hijo del Hombre” o de “El Otro”. ¿Qué le lleva a pensar que se trata de él y no de su vecino? El puertorriqueño asegura que los ángeles que lo visitaron así se lo dijeron.
http://www.elfaro.net/secciones/Noticias/20060807/noticias5_20060807.asp
“El Dr. José Luis de Jesús Miranda está presentando a nivel mundial ´La verdadera reforma´ a la iglesia, revelando lo que estuvo oculto por más de dos mil años. Con evidencia bíblica, él está enseñando que sólo existen dos evangelios: el de la incircuncisión, que aplica ahora, y el de la circuncisión, que ya está expirado”, dice en el material de apoyo a la conferencia de prensa, pactada el sábado pasado por la tarde. “Los han engañado con un evangelio que no era para los gentiles (seguidores no judíos de Jesús)”, dice desde su página oficial de internet.
Rodeado por sus guardespaldas (siete en la sala, dos afuera y otros dos en las ventanas), Miranda, un puertorriqueño de 1.80 metros, tez blanca y 60 años de edad, mira al frente, directo a las cámaras, clama un “bendecidos” para los periodistas, muestra un póster de “El Salvador del Mundo” y suelta una bomba para los creyentes salvadoreños con un “hoy vengo a salvar a El Salvador y ustedes siguen creyendo en figuras que tienen ojos que no ven, que tiene boca y no habla, que tienen manos y no palpan”.
El CEG utiliza como logotipo el escudo de un águila similar al de los Estados Unidos, sobre la bandera de las barras y las estrellas de ese mismo país. El ave sostiene una espada y un ancla, y alrededor las palabras “GOBIERNO DE DIOS EN LA TIERRA”. Dice haber recibido su misión en 1973, cuando dos ángeles le comunicaron “en una noche inolvidable” que “el Rey de Reyes lo visitaría esa noche para ungirlo. “Entonces Dios vino a él y se integró en su mente”, continúa la versión oficial del CEG. Y aún más: “Comenzó con 6 personas en el patio de una casa, a la sombra de un árbol. De esas 6 personas sólo le quedó una, ya que las demás huyeron al escucharlo decir `Yo voy a alcanzar el mundo´, y lo tildaron de loco”.
Nacido en Ponce, Puerto Rico, y después de estudiar escatología, fundó en 1986 el Ministerio Internacional Creciendo en Gracia y se mudó a Miami “por instrucciones de Dios”.
“El apóstol”, “Papi” –como lo llaman sus seguidores– o “Jesucristo hombre”, como dice llamarse, sabe cómo ocupar los medios de comunicación. Su mensaje es transmitido por Telegracia, una estación televisiva privada con sede en Colombia, hacia 201 canales por cable en 11 países. Los costos de operación de la televisora alcanzan los 30 mil dólares mensuales y corren por cuenta del ministerio, según dijo De Jesús Miranda al periódico Miami News Times, en febrero pasado. En El Salvador, “su palabra”, según cita la página web de Telegracia llega a través de 17 cableoperadores a 16 municipios desde Meanguera, La Unión, pasando por Chirilagua, Apopa y Ciudad Arce.
Además, cuenta con una red, en la que transmite sus prédicas, alabanzas y mensajes 24 horas al día; mientras otro sitio web, su página oficial, lista casi en tiempo real cada acción del “apóstol” y recoge con detalle cada nota de prensa publicada en los 22 países donde el CEG, al que autodenominan “el Gobierno de dios en la tierra”, tiene actividad.
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En El Salvador, su llegada se anunció en los medios de comunicación el 23 de julio después de la marcha por “La verdadera reforma”, en la que se protestó destruyendo todo tipo de materiales religiosos católicos y evangélicos. La acción, encabezada por su obispo en San Salvador, Samuel Valle, le valió al CEG entrar en los intereses del ministro de Gobernación, René Figueroa, quien aseveró que el autoproclamado Jesucristo debía respetar las creencias religiosas salvadoreñas durante su visita o sería expulsado.
“¿Entrevistas personales?... Imposible, pero preguntaremos sí se puede y le llamaremos”, se había excusado Irina Papahiu, encargada de prensa, el jueves pasado. Nunca volvió a llamar. La misma respuesta dio Vinicio Barrera, coordinador de prensa de la CEG El Salvador, dos días atrás aún cuando Valle ya había confirmado una cita personal. Cualquier pregunta se le haría exclusivamente en la conferencia de prensa, misma en la que se la organización se reservaba el derecho de registrar a los periodistas por la seguridad del “apóstol”.
Ya en plena conferencia de prensa, Miranda dice sin ambajes: “Dios amó tanto a los pueblos de habla española que me envió en un cuerpo puertorriqueño hablando en español”.
Para los seguidores de Creciendo en Gracia, no existen dudas de que Miranda es quien dice. Carlos Cesteros, obispo de obispos del CEG y su mano derecha en el ministerio, como lo hace durante los cultos y seminarios, lo presentó después de asegurar al grupo de periodistas presentes que están frente a “la segunda venida de nuestro señor Jesucristo como hombre”.

Miranda sonríe, se quita los lentes e inicia una corta prédica resumiendo su doctrina: “No hay pecado porque éste fue borrado por Jesucristo que murió en la cruz… no se dejen engañar por ninguna religión que los llame pecadores”; “soy el otro, lo sé por el trabajo que estoy haciendo, porque está profetizado y el mismo Jesús de Nazaret habló de mí”; “la iglesia católica fracasó al utilizar el evangelio incorrecto, los engañaron con un falso evangelio… Ustedes han sido engañados y punto”.
e escuchan pocos aplausos de sus seguidores en el salón y el click interminable de las cámaras fotográficas, justo cuando Cestero invita a la prensa a hacer sus preguntas, mismas que son respondidas Biblia en mano.
Miranda es incapaz de explicar cómo ni cuándo habló de él Jesús de Nazareth, pero asegura que se trata de él cuando los textos sagrados (mismos que su organización llama a destruir) hablan del “hijo del Hombre” o de “El Otro”. ¿Qué le lleva a pensar que se trata de él y no de su vecino? El puertorriqueño asegura que los ángeles que lo visitaron así se lo dijeron.
http://www.elfaro.net/secciones/Noticias/20060807/noticias5_20060807.asp