Las personas buscan diferentes maneras de cómo salir adelante en medio de los problemas. Andan buscando en qué o en quién confiar. Notamos la incertidumbre de la gente porque donde han plantado su seguridad se ha volteado o desaparecido o fracasado. Esta gente se siente defraudada. Ahí han puesto su empeño y corazón, facultades y recursos pero ha fallado. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos animarles a salir de ese problema?
I. En las riquezas no se puede confiar porque son inseguras
Proverbios 11:28 El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.
A. «Quién confía en las riquezas caerá». Caerá indica que el resultado es la ruina. La ruina no necesariamente es material, mas bien el énfasis está en la decadencia de la persona.
B. «Los que confían en los bienes… ninguno de ellos podrá… ni dará a Dios rescate» Salmo 49:6-7 Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate. Las riquezas tienen sus límites, hágase lo que se haga a Dios no lo compra nadie. «Ellos confían en sus riquezas y se jactan de sus muchos bienes, pero nadie puede salvarse a sí mismo ni pagarle a Dios porque le salve la vida.»
C. «He aquí el hombre… que confío en la multitud de sus riquezas, y se mantuvo en su maldad» Salmo 52:7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad. La dependencia exclusiva de las riquezas lleva y mantiene en la maldad.
D. Job le protesta a sus amigos, les indica que él no ha puesto su seguridad en el «oro» Job 31:24 Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú. Esto también sería maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano.
II. Es inútil apoyarse en sus propias edificaciones y en lo material
A. El intento de apoyarse en lo material lleva al fracaso. «Porque su esperanza es apenas como un hilo, y su confianza, como una tela de araña. Si se apoya en su casa, ella no permanecerá en pie; si se agarra a ella, no resistirá. De la confianza de su hogar es arrancado y es conducido al rey de los espantos.»
B. Ni en las ciudades fortificadas ni en las murallas se puede confiar. En ocasiones, las personas procuran confiar en el poderío de su «edificio», el que tiene o espera tener. Algunas personas tienen cuidado de estar encerrados en la fortaleza que han construido, llámese casa, edificio, quinta; o algún negocio o empresa, hasta un lugar de ministerio, o la iglesia misma como edificación.
III. Tampoco se puede confiar en la fortaleza del hombre
A. No se puede confiar en el hombre. «Confiar en gente traicionera cuando se tienen problemas, es peor que comer con dolor de muelas o caminar con una pierna rota.» Proverbios 25:19 Como diente roto y pie descoyuntado Es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia.
B. Ni puede sentirse seguro con el gobierno. «No pongan su confianza en hombres importantes, en simples hombres que no pueden salvar.» Salmo 146:3 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
C. Ni en los amigos, porque puede que se equivoquen. «Hay que desconfiar hasta del amigo; ni siquiera en el hermano se puede confiar, pues los hermanos se engañan entre sí y los amigos se calumnian unos a otros.» Jeremías 9:4 Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda calumniando.
D. Ni confiar en: Su propia fuerza. Isaías 30:12 Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado. En sí mismo. Proverbios 28:26 El que confía en su propio corazón es necio. En su justicia. Ezequiel 33:13 Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. En su maldad. Isaías 47:10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más.
IV. Quien busca la seguridad en los ídolos hallará fracaso
A. Porque no se puede confiar en las obras de los hombres. «Iguales a esos ídolos son quienes los hacen y quienes confían en ellos.» Salmo 115:7-8 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
B. No se puede confiar en los ídolos. Los que confían en un ídolo, los que a unas estatuas dicen: “Ustedes son nuestros dioses”, se alejarán avergonzados. Habacuc 2:18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
V. No se debe confiar en las cosas santas
A. Algunas personas confían en el lugar en que se encuentra Dios (sea templo, iglesia, edificio), y no confían en él. Jeremías 7:4 No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este. Jeremías 7:14 Haré también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis, y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.
B. O en los líderes en lugar de Dios. Muchas veces confiamos en palabras que de nada nos sirven. Andamos buscando personas que nos digan lo que queremos escuchar. Jeremías 7:8 He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. ¿Cuántos hay que se olvidan de Dios por seguir una imagen y adorarla? Ellos tendrán su recompensa. Jeremías 13:25 Esta es tu suerte, la porción que yo he medido para ti, dice Jehová, porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.
¿En quién podemos confiar?
Salmo 118:8-9 Mejor es confiar en Jehová, que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová, que confiar en príncipes.
I. En las riquezas no se puede confiar porque son inseguras
Proverbios 11:28 El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.
A. «Quién confía en las riquezas caerá». Caerá indica que el resultado es la ruina. La ruina no necesariamente es material, mas bien el énfasis está en la decadencia de la persona.
B. «Los que confían en los bienes… ninguno de ellos podrá… ni dará a Dios rescate» Salmo 49:6-7 Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate. Las riquezas tienen sus límites, hágase lo que se haga a Dios no lo compra nadie. «Ellos confían en sus riquezas y se jactan de sus muchos bienes, pero nadie puede salvarse a sí mismo ni pagarle a Dios porque le salve la vida.»
C. «He aquí el hombre… que confío en la multitud de sus riquezas, y se mantuvo en su maldad» Salmo 52:7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad. La dependencia exclusiva de las riquezas lleva y mantiene en la maldad.
D. Job le protesta a sus amigos, les indica que él no ha puesto su seguridad en el «oro» Job 31:24 Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú. Esto también sería maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano.
II. Es inútil apoyarse en sus propias edificaciones y en lo material
A. El intento de apoyarse en lo material lleva al fracaso. «Porque su esperanza es apenas como un hilo, y su confianza, como una tela de araña. Si se apoya en su casa, ella no permanecerá en pie; si se agarra a ella, no resistirá. De la confianza de su hogar es arrancado y es conducido al rey de los espantos.»
B. Ni en las ciudades fortificadas ni en las murallas se puede confiar. En ocasiones, las personas procuran confiar en el poderío de su «edificio», el que tiene o espera tener. Algunas personas tienen cuidado de estar encerrados en la fortaleza que han construido, llámese casa, edificio, quinta; o algún negocio o empresa, hasta un lugar de ministerio, o la iglesia misma como edificación.
III. Tampoco se puede confiar en la fortaleza del hombre
A. No se puede confiar en el hombre. «Confiar en gente traicionera cuando se tienen problemas, es peor que comer con dolor de muelas o caminar con una pierna rota.» Proverbios 25:19 Como diente roto y pie descoyuntado Es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia.
B. Ni puede sentirse seguro con el gobierno. «No pongan su confianza en hombres importantes, en simples hombres que no pueden salvar.» Salmo 146:3 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
C. Ni en los amigos, porque puede que se equivoquen. «Hay que desconfiar hasta del amigo; ni siquiera en el hermano se puede confiar, pues los hermanos se engañan entre sí y los amigos se calumnian unos a otros.» Jeremías 9:4 Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda calumniando.
D. Ni confiar en: Su propia fuerza. Isaías 30:12 Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado. En sí mismo. Proverbios 28:26 El que confía en su propio corazón es necio. En su justicia. Ezequiel 33:13 Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. En su maldad. Isaías 47:10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más.
IV. Quien busca la seguridad en los ídolos hallará fracaso
A. Porque no se puede confiar en las obras de los hombres. «Iguales a esos ídolos son quienes los hacen y quienes confían en ellos.» Salmo 115:7-8 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
B. No se puede confiar en los ídolos. Los que confían en un ídolo, los que a unas estatuas dicen: “Ustedes son nuestros dioses”, se alejarán avergonzados. Habacuc 2:18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
V. No se debe confiar en las cosas santas
A. Algunas personas confían en el lugar en que se encuentra Dios (sea templo, iglesia, edificio), y no confían en él. Jeremías 7:4 No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este. Jeremías 7:14 Haré también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis, y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.
B. O en los líderes en lugar de Dios. Muchas veces confiamos en palabras que de nada nos sirven. Andamos buscando personas que nos digan lo que queremos escuchar. Jeremías 7:8 He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. ¿Cuántos hay que se olvidan de Dios por seguir una imagen y adorarla? Ellos tendrán su recompensa. Jeremías 13:25 Esta es tu suerte, la porción que yo he medido para ti, dice Jehová, porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.
¿En quién podemos confiar?
Salmo 118:8-9 Mejor es confiar en Jehová, que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová, que confiar en príncipes.