La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

23 Septiembre 2005
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Hace algún tiempo el Papa Juan Pablo II dijo: "No temaís ser Santos", ser SAntos!!! solo yo, eso de que sirve, de que sirve encerrarme en mi mismo y vivir la vida de Dios en mí si mi comunidad está en desgracia :peepwallA
Yo digo, no esperemos merecer ser Santos, mejor seamos Luz del mundo para que el mundo pueda ver que el Reino es posible

Ya lo decía Pedro son Nación Santa, Pueblo Santo, no tu y tú son santos, sino vosotros sois Santos y Santas, es una Santidad Comunitaria, no una Santidad Egoísta que solo nos aleja del Reino.

No hablo de Unidad, hablo de ser un pueblo Santo, todos juntos en la Tarea, la Comunidad de hombres (de cualquier denominación cristiana) que se saben inútiles pero que son conscientes que son los únicos causes de Dios para mostrar al mundo que el Amor es el Camino, que se puede vivir en el Amor, esto si sirve para que el mundo crea.

También el Opus Dei, busca la Santidad, pero es muy unitaria, yo soy santo y eso basta, y no, la Santidad no es un trofeo o una corona (Stefanos) corruptible, es gracia comunitaria, que Dios manda a su PUEBLO.

No se si estoy bien o estoy mal, o está bien pensar así y también esta bien pensar que yo debo ser santo y los demás que hagan lo que puedan.

Dios les bendiga
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

No has comprendido bien el tema.

Dios nos hace santos uno por uno porque cada santo refleja algo particular de Dios. No hay dos santos iguales pero todos formaremos la asamblea de los santos y reflejaremos entre todos a Dios. No hay santificaciones masivas pero cuando cada santo que hace Dios se hace uno con los demás hermanos y la comunidad se santifica por medio de él. En esta vida y luego con más razón cuando ya está en los brazos de Dios.

"Casualmente" acabo de leer este tema sobre la santidad. Verás que tu juicio sobre la doctrina católica de la santidad está errada.

http://es.catholic.net/laicos/466/1147/articulo.php?id=26709

Bendiciones. Inés
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

Ser santo significa estar apartado para Dios, partiendo de este significado primario, aunque tengan cientos de ideas o decenas de dogmas, de nada servirán si no se ajustan al significado original de dicho vocablo..
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

Ser santo significa estar apartado para Dios, partiendo de este significado primario, aunque tengan cientos de ideas o decenas de dogmas, de nada servirán si no se ajustan al significado original de dicho vocablo..

Me sorprende tu concepto Caminante: ¿Por qué entonces se dice: "Solo tú eres Santo, Solo tú Señor"?, Dios es el único que es consagrado para Dios, creo, con todo respeto, que te quedas en la orilla, ser Santos va a más, es sinónimo de la perfecta alegría y de la Perfección que solo Dios Tiene.

Pedro es muy claro, Sois Pueblo Santo, Jesús nunca uso el Singular o el Particular, a mi juicio el mejor camino hacia la Santidad está en Mateo 5, capítulo que desde niñitito me encantaba, Bienaventurados vosotros que Vivís la pobreza, por qué Vuestro es el Reino de los cielos.

Desde luego, vosotros sois Santos por que todos construís un mundo nuevo, que cobijará a la nueva humanidad de Santos.
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

Dios nos hizo santos, no nosotros a nosotros mismos, de que manera?:

1Co 6:11 Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Las cosas del antiguo testamento debian ser santificadas para Dios, limpiadas, de la misma manera Dios nos limpio para estar limpios para el.
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

SANTIDAD, SANTO, SANTOS
Probablemente no exista religión que no distinga entre lo santo y lo profano, y en la mayor parte, si no en todas, el hombre religioso es aquel para el cual algo es santo. Este hecho está profusamente ilustrado en las Escrituras.
Las palabras bíblicas principales son el heb. qaµd_oÆsû en el AT y el gr. hagios en el NT, ambas de derivación incierta. Si la raíz principal qdsû se deriva de la raíz sencilla qd, con el significado de cortar o separar, denota entonces apartamiento, y de allí la separación de una cosa o persona de su uso común o profano para uso divino. La terminología neotestamentaria sugiere una distinción entre la santidad que es el propio ser de Dios y la santidad que pone de manifiesto el carácter de su pueblo. Los términos semnos, aquello que invoca reverencia (1 Ti. 3.8), hieros, sagrado, que tiene relación con la deidad (2 Ti. 3.15), y hagnos, lo que es puro o casto (2 Co. 11.2), se utilizan con referencia al pueblo de Dios, mientras que los términos hosios (Ap. 15.4) y hagios (Jn. 17.11) se aplican en primera instancia a Dios, como indicación de un carácter que está en total antítesis con el del mundo.

a. La santidad como separación y púreza ética
Resulta claro que, en general en las Escrituras, santidad significa separación, y se emplea el término con referencia a personas y cosas que han sido separadas o apartadas para Dios y su servicio. Así tenemos en Éxodo la mención de tierra santa (3.5), santa convocación (12.16), santo día de reposo (16.23), gente santa (19.6), y lugar santo (29.31), para mencionar sólo unas cuantas. En estos casos y en otros similares el término no entraña directamente atributos éticos, sino principalmente consagración al Señor y a su servicio, y en consecuencia apartamiento de la esfera común. Es Dios quien provoca esta separación, y así transmite la santidad que entraña la separación. Por ejemplo, se designó santo el séptimo día, en lo negativo porque se lo había separado de los otros seis días de la semana, y en lo positivo debido a que estaba dedicado al servicio de Dios. Cuando se aplica el término a un lugar determinado, se procede así debido a una asociación divina con dicho lugar. Moisés recibió en Horeb, ante la zarza ardiente, el siguiente mandato: “Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es” (Ex. 3.5). La tierra era santa porque era en ese momento el lugar de una revelación divina. En forma similar, Dios santificó al pueblo de Israel separándolo de todas las naciones de la tierra y pactando con él, pero esto comprendía el acto de proporcionarles cierto conocimiento de la ley divina, tanto moral como ceremonial. Así se imparte lo ético. Generalmente están presentes estos dos aspectos de la santidad, ya que se entendía que ser santo significaba no solamente vivir una vida separada, sino tener un carácter diferente al del hombre ordinario. Fue así como el término adquirió una significación claramente ética. En consecuencia, se reconoce que la santidad pertenece a lo que ha sido elegido y apartado por Dios, dándosele, a la vez, un carácter que se ajusta a las leyes de Dios.

b. La santidad del carácter de Dios
De lo que se ha dicho más arriba resulta claro que la santidad no es tanto una relación de la criatura para con el Creador, sino del Creador para con la criatura. En otras palabras, es la santidad de Dios la que pone de manifiesto esa vida de separación y ese carácter distintivo que identifican al pueblo de Dios. Esto da sentido a la distinción que hiciéramos anteriormente, la de que se aplican diferentes términos a la santidad de Dios y a la de su pueblo. La santidad pertenece a Dios porque es divina, y sin ella no sería Dios. En este sentido “no hay santo como Jehová” (1 S. 2.2). La cualidad ética de la santidad es el aspecto que más comúnmente aflora en esta palabra cuando se aplica a Dios. Se trata básicamente de un término para destacar la excelencia moral de Dios, y el hecho de que está libre de toda limitación en su perfección moral (Hab. 1.13). Es en este sentido que solamente Dios es santo y que sirve de modelo de pureza ética para sus criaturas.
Como la santidad comprende todos los atributos característicos de la Deidad, podemos concebirla como el resplandor de todo lo que es Dios. Así como los rayos del sol, que combinan todos los colores del espectro, se unen en el brillo del sol y forman la luz, así también todos los atributos divinos aparecen reunidos y amalgamados en su santidad cuando Dios se manifiesta a sí mismo. Concebir el ser y el carácter de Dios simplemente como una síntesis de perfecciones abstractas es privar a Dios de toda realidad. En el Dios de la Biblia todas estas perfecciones viven y se desenvuelven en santidad.
Es por ello que podemos comprender por qué en la Escritura se atribuye santidad a las personas de la deidad en forma individual y expresa: al Padre (Jn. 17.11), al Hijo (Hch. 4.30), y especialmente al Espíritu por ser el que manifiesta y comunica la santidad de Dios a sus criaturas.

c. La santidad de Dios en relación con su pueblo
El AT aplica la palabra “santo” a los seres humanos en virtud de su consagración a fines religiosos, p. ej. a los sacerdotes consagrados por medio de ceremonias especiales, y a toda la nación de Israel, incluso, como pueblo separado de las naciones y consagrado a Dios. En consecuencia, fue su relacion con Dios lo que hizo que Israel fuese un pueblo santo, y en este sentido la santidad fue la más alta expresión de la relación basada en el pacto. Este concepto no está totalmente ausente del NT, como puede comprobarse en el pasaje de 1 Co. 7.14, donde se santifica al marido no creyente en virtud de su relación con la esposa creyente, y viceversa.
Pero a medida que avanzó el concepto de la santidad, junto con la progresiva revelación de Dios, de afuera hacia adentro, de lo ceremonial a la realidad, también adquirió fuerte significación ética, y esta es su connotación principal—y prácticamente exclusiva—en el NT. Los profetas veterotestamentarios la proclamaron como lo más característico de la autorrevelación divina, como el testimonio que Dios ofrece de sí mismo, y como el aspecto bajo el cual quiere que sus criaturas lo conozcan. Además, los profetas declararon que Dios resolvió expresamente comunicar su santidad a sus criaturas, y que, a su vez, les exige santidad. Así como “yo soy santo” es la afirmación divina que pone a Dios inmesurablemente por encima de sus criaturas, “sed santos” es el llamamiento divino a que sus criaturas compartan su santidad (He. 12.10). Este impartir de la santidad divina es lo que se produce en el alma humana con la regeneración y se convierte en fuente y fundamento del carácter santo.
Con su vida y su carácter Cristo es el ejemplo supremo de la santidad divina. En él la santidad consistió en algo más que mera impecabilidad: consistió en una total consagración a la voluntad y el propósito de Dios, y con este fin Jesús se santificó a sí mismo (Jn. 17.19). La santidad de Cristo es tanto la norma para el carácter cristiano como su garantía: “porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos” (He. 2.11).
En el NT la designación apostólica para los cristianos es la de santos (hagioi), y esta designación continuó usándose en sentido general por lo menos hasta los días de Ireneo y Tertuliano, aunque posteriormente se degeneró en el uso eclesiástico hasta convertirse en título honorífico. Aunque su significado primario era relacional, también servía para describir el carácter, y más especialmente el carácter semejante al de Cristo. En todo el NT se hace hincapié en la naturaleza ética de la santidad en contraste con toda suerte de impureza. Se la representa como la suprema vocación cristiana y como meta de su existencia. En la evaluación final del destino humano las dos categorías que reconoce la Escritura son los justos y los malvados.

d. Significación escatológica de la santidad
La Escritura destaca la permanencia del carácter moral (Ap. 22.11). También hace hincapié en el aspecto retributivo de la santidad divina. Expone al mundo a juicio. Dada una necesidad moral en Dios, la vida está ordenada de manera que en la santidad está la buenaventura, y en el pecado la perdición. Como la santidad divina no podía crear un universo en el que el mal finalmente prosperara, la cualidad retributiva se hace perfectamente evidente en el gobierno divino. Pero la retribución no es el fin; la santidad de Dios nos asegura que habrá una restauración final, una palingenesia, que traerá como consecuencia una regeneración del universo moral. La escatología de la Biblia contiene la promesa de que la santidad de Dios limpiará todo el universo y creará nuevos cielos y nueva tierra en las que morará la justicia (2 P. 3.13).
Bibliografía. °R. Otto, Lo santo, 1965; H. P. Muller, “Santo”, °DTMAT, t(t). II, cols. 768–781; H. Seebass, I. Brase, “Santo”, °DTNT, t(t). IV, pp. 149–161; K. Hemmerle, “Lo santo”, Sacramentum mundi, 1972, t(t). VI, cols. 242–249; P. S. Rees, “Santidad, Santo”, °DT, 1986, pp. 483–84; W. Eichrodt, Teología del Antiguo Testamento, 1975, t(t). I, pp. 246–257; K. H. Schelkle, Teología del Nuevo Testamento, 1977, t(t). III, pp. 251–260; K. V. Truhlar, “Santidad”, Sacramentum mundi, 1972, t(t). VI, cols. 234–242; M. Eliade, Tratado de historia de las religiones, 1974, t(t). I, pp. 23ss.
A. Murray, Holy in Christ, 1888; R. Otto, The Idea of the Holy, 1946; ERE, 6, pp. 731–759; W, E. Sangster, The Path to Perfection, 1943; H. Seebass, C. Brown, en NIDNTT 2, pp. 223–238; TDNT 1, pp. 88–115, 122; 3, pp. 221–230; 5, pp. 489–493; 7, pp. 175–185.

Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982.
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

Mateo 5:3 dice algo diferente, dice "los pobres de Espiritu", en el griego la palabra ptochos, "pobre", tambien quiere decir "mendigo", asi que seria algo asi como "Bienaventurados los mendigos de espiritu", para pensar...
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 1 Corintios 1:18-19
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

No has comprendido bien el tema.

Dios nos hace santos uno por uno porque cada santo refleja algo particular de Dios. No hay dos santos iguales pero todos formaremos la asamblea de los santos y reflejaremos entre todos a Dios. No hay santificaciones masivas pero cuando cada santo que hace Dios se hace uno con los demás hermanos y la comunidad se santifica por medio de él. En esta vida y luego con más razón cuando ya está en los brazos de Dios.

"Casualmente" acabo de leer este tema sobre la santidad. Verás que tu juicio sobre la doctrina católica de la santidad está errada.

http://es.catholic.net/laicos/466/1147/articulo.php?id=26709

Bendiciones. Inés

Ines, he leido con detenimiento el artículo que me has proporcionado, y solo una cosa, la doctrina de la Iglesia no está en una página Católica, está muy clara en el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, Donde se habla de Pueblo Santo, de Iglesia, De Todos, no habla de "que Dios hace Santos Uno a Uno", como bien dice el artículo, Dios nos quiere Felices, pero no de uno en uno, sino todos Felices acá abajo, De que sirve estar en Extasis si los demás no pueden estarlo, por ello el artículo pasa muy bien de la Santidad a la Misión a la Vida Misionera, que es fecunda Cuando el Libre la consagración es hacia el Pueblo de Dios, hacia hacer discípulos, no hacer gente individual que sea Santa "desde su vocación" eso no sirve, tiene que velar por que la comunidad sea Santa, por formar un Pueblo Santo, cada uno desde lo que es pero con el único fin del Reino, que todos sean felices acá abajo, que nadie quede en tristeza y en soledad.

Creo que tu eres la que no te queda claro que de nada sirve buscar ser Santo, será un tesoro, una riqueza y como bien dice el salmista a las riquezas no les daré mi corazón. Creo que en la Historia de nuestra iglesia hay santos al por mayor, más los han colocado demasiado fuera del alcance de la gente, y se olvidan que los Santos Canonizados, nunca buscaron ser Santos, ni siquiera se plantearon estar en los altares, ellos eran felices por que construian una sociedad nueva, buscaban la justicia, y hacian a la gente Feliz, nunca descansaron hasta ver felices a todos, en otras palabras construir un Pueblo Santo

Dios te Bendiga,
 
Re: La Santidad De uno o la Santidad comunitaria

Dios te guarde, Caminante

Empiezas con Hebreo, luego pasas a griego y terminas con algunas degeneracíones del Latin para un mismo concepto.

Hay algo vital aca, lo mejor de tu exposición está al final, Y lo resumiré así, dices prácticamente que la Santidad es Gracia, Dios la da a su Pueblo, le pertenece a Dios y Él "la revela" (para usar tus propias palabras), Dios se revela como la Verdad misma, El Camino y la Vida, bien, y dices que la Santidad refleja lo que Dios Es, Dios es el que és, es el Ser más perfecto, sin embargo Dios es Trinidad, Dios es Comunidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Viviendo en Comunión, si la Santidad es para ti (por lo menos es lo que yo he logrado captar): Ser apartados de Dios, para ser como Él, entonces debemos ser Comunidad, debemos ser personas Comunitarias, que vivan la Comunidad de los Hechos, Dios no es Individual, Dios es Amor, Es Comunidad, no se puede ser a semajanza de Dios sin los hermanos es imposible, por eso todas las bienaventuranzas de Mateo 5 van a eso, a velar por que el otro sea feliz y el otro vele por que yo sea feliz, Solo así recorreremos juntos el camino donde ya no vagaran los necios y no estará lleno de bestías salvajes, los redimidos la recorreran y pasara lo que hablabas como un principio escatológico, Vendran Cielos Nuevos y Nueva Tierra, Donde estará la Nueva Humanidad, está será la morada de Dios, y ellos serán su Pueblo y Él Dios con ellos, será su Dios.

Dios te Guarde Siempre