En los tiempos q corren..
Un hombre (yo) camina por el mundo, un mundo extraño, dificil y q en el q apenas hay tiempo para el apego.
Creen q tengo el don?
Yo apenas iteraciono con nadie simplemente soy observador; pués ni soy buen comunicador ni tengo ganas de comunicar; sin embargo cuando les miro los demás ven algo q les gusta, siente afinidad en esa mirada; y es por eso q me tratan diferente a los demás, es algo q me ha pasado con los compañeros de trabajo, con los taxistas, con el portero del piso y con el dueño de un bar.
Hoy estoy sentado tomando un polo en el doner kevap lejos de los supresivos y las supresoras, inventando mi mundo, viviendo en él. Allí está el camarero nuevo y yo todavía no he levantado la barrera con él, pués es un hombre mayor q yo y me da mucho respesto; él es consciente de mí, y parece q desea levantar esa barrera; así en un momento casual levanto los ojos, le miro y el me saluda con una bella sonrisa. Yo por mi caracter resarvado, por mi vida contaminada por la apatía, apenas le doy importancia. Llega la hora de pagar, le pago a él y según me devuelve el cambio, me agarra de la mano y me la estrecha a la vez q me da el cambio nuevamente con esa sonrisa dulce.
Momentos como estos son el peso de cada día. Si alguién me preguntase q ha sido lo mejor del día...
Un hombre (yo) camina por el mundo, un mundo extraño, dificil y q en el q apenas hay tiempo para el apego.
Creen q tengo el don?
Yo apenas iteraciono con nadie simplemente soy observador; pués ni soy buen comunicador ni tengo ganas de comunicar; sin embargo cuando les miro los demás ven algo q les gusta, siente afinidad en esa mirada; y es por eso q me tratan diferente a los demás, es algo q me ha pasado con los compañeros de trabajo, con los taxistas, con el portero del piso y con el dueño de un bar.
Hoy estoy sentado tomando un polo en el doner kevap lejos de los supresivos y las supresoras, inventando mi mundo, viviendo en él. Allí está el camarero nuevo y yo todavía no he levantado la barrera con él, pués es un hombre mayor q yo y me da mucho respesto; él es consciente de mí, y parece q desea levantar esa barrera; así en un momento casual levanto los ojos, le miro y el me saluda con una bella sonrisa. Yo por mi caracter resarvado, por mi vida contaminada por la apatía, apenas le doy importancia. Llega la hora de pagar, le pago a él y según me devuelve el cambio, me agarra de la mano y me la estrecha a la vez q me da el cambio nuevamente con esa sonrisa dulce.
Momentos como estos son el peso de cada día. Si alguién me preguntase q ha sido lo mejor del día...