Cuando leemos sobre el ministerio de Jesús, encontramos muchos relatos referentes a la multitud de enfermos que le seguían, a los cuales sanó de sus muchas aflicciones. De hecho la mayoría de grandes milagros de sanidad, están relacionados con enfermos que llegaron a él a pedir sanidad, así como a terceros que intercedieron por aquellos que estaban enfermos aunque no estubieran presentes.
En los ministerios de los Apóstoles y de Pablo después de la resurrección de Cristo, encontramos algunos casos de sanidades milagrosas de enfermos que se asercaron a ellos para ser sanados, pero poco a poco, este ministerio llega o se resume en un versículo que dice:
"...esta alguno alegre, cante alabanzas, triste, haga oración, enfermo, llame a los ancianos de la Iglesia y estos le ungirán con aceite e impondrán manos sobre el enfermo y este sanará...la oración del justo puede mucho"
Pero, tambien nos encontramos a Pablo ante una situación de plaza pública donde una mujer con espíritu de adivinación, es usada para sacarle el dinero a los ilusos que se les adivina lo que quieren saber. Pablo reprende el espíritu de adivinación en esta mujer y el negocio se viene abajo. Ahora ¿que tiene que ver esto con el título del epígrafe?
Bueno, es que en casi todas las plazas públicas, grandes congregaciones y dondequiera que se reunen un grupo de cristianos, no falta alguien o el que está al frente, predicador, evangelista o charlista, que se suelte con la ya famosa frase:
!El Señor me muestra a una mujer con cancer...me muestra a varias personas con problemas renales...con problemas estomacales...con problemas matrimoniales...con problemas financieros....etc...etc...etc.!!!!
Esto viene seguido con la no menos trillada: !Los que se identifiquen con estas enfermedades que el Señor muestra, pasen adelante porque hoy es el día en que el Señor les sanará!.
No pongo en duda que la misericordia de Dios y la fe de muchos, hacen que algunos de los convocados se sanen, pero...¿Será discernimiento o adivinación a lo que se está echando mano?.
Porque en un grupo de pòr lo menos 100 personas, es posible que al menos una de ellas se identifique con los males descritos por el que según él, el Señor le está mostrando.
¿No será esto mas bien un uso de la adivinación mas que el discernimiento por parte de Dios? ¿No serán estos adivinadores como aquella mujer que convocaba a los presntes diciéndoles lo que padecían o lo que les aquejaba, o lo que tenían que hacer para angrandecer sus fortunas y su suerte?
La adivinación es un albur que se juegan los que hacen uso de ella, en algunos casos, pegan o dan en le blanco, por las posibilidades en juego, pero en otros casos no. Yo mismo he sisdo testigo presencial de semejantes rituales, muy comunes en nuestras congregaciones hoy en día, y he visto como alguien se deja decir: !El Señor me muestra a un hermano que tiene pensamientos pecaminosos! Y claro, la mayoría de los hombres pasan adelante, únicamente se quedan atrás, los diáconos, ministros de alabanza, y el pastor, que por lo visto no tiene estos pensamientos, o al menos no se dan por aludidos.
En otras ocaciones he visto como alguien dice: !El Señor me muestra una hermana que tiene una lucha interna con respecto a una ofrenda que se propuso dar, El Señor te dice: Suelta ya lo que dispusiste en tu corazón, que yo te recompensaré al ciento por uno! Y Sueltan el llanto varias hermanas, arrepentidas de haber dudado en dar una ofrenda extraordinaria, ya pedida muchos días atrás.
En Fin, yo quisiera saber si será adivinación o discernimiento lo que opera en estos hombres y mujeres que según ellos el "Señor" les "muestra", esto o aquello. Lo curiso es que en algunos casos "El Señor" muestra cosas de personas que al parecer no están en la congregación, porque nadie se siente aludido y el que convoca se queda esperando que los o el tal pase adelante, pero al parecer "El Señor" se equibocó, en esta ocación.
Dios les bendice!
Greivin.
En los ministerios de los Apóstoles y de Pablo después de la resurrección de Cristo, encontramos algunos casos de sanidades milagrosas de enfermos que se asercaron a ellos para ser sanados, pero poco a poco, este ministerio llega o se resume en un versículo que dice:
"...esta alguno alegre, cante alabanzas, triste, haga oración, enfermo, llame a los ancianos de la Iglesia y estos le ungirán con aceite e impondrán manos sobre el enfermo y este sanará...la oración del justo puede mucho"
Pero, tambien nos encontramos a Pablo ante una situación de plaza pública donde una mujer con espíritu de adivinación, es usada para sacarle el dinero a los ilusos que se les adivina lo que quieren saber. Pablo reprende el espíritu de adivinación en esta mujer y el negocio se viene abajo. Ahora ¿que tiene que ver esto con el título del epígrafe?
Bueno, es que en casi todas las plazas públicas, grandes congregaciones y dondequiera que se reunen un grupo de cristianos, no falta alguien o el que está al frente, predicador, evangelista o charlista, que se suelte con la ya famosa frase:
!El Señor me muestra a una mujer con cancer...me muestra a varias personas con problemas renales...con problemas estomacales...con problemas matrimoniales...con problemas financieros....etc...etc...etc.!!!!
Esto viene seguido con la no menos trillada: !Los que se identifiquen con estas enfermedades que el Señor muestra, pasen adelante porque hoy es el día en que el Señor les sanará!.
No pongo en duda que la misericordia de Dios y la fe de muchos, hacen que algunos de los convocados se sanen, pero...¿Será discernimiento o adivinación a lo que se está echando mano?.
Porque en un grupo de pòr lo menos 100 personas, es posible que al menos una de ellas se identifique con los males descritos por el que según él, el Señor le está mostrando.
¿No será esto mas bien un uso de la adivinación mas que el discernimiento por parte de Dios? ¿No serán estos adivinadores como aquella mujer que convocaba a los presntes diciéndoles lo que padecían o lo que les aquejaba, o lo que tenían que hacer para angrandecer sus fortunas y su suerte?
La adivinación es un albur que se juegan los que hacen uso de ella, en algunos casos, pegan o dan en le blanco, por las posibilidades en juego, pero en otros casos no. Yo mismo he sisdo testigo presencial de semejantes rituales, muy comunes en nuestras congregaciones hoy en día, y he visto como alguien se deja decir: !El Señor me muestra a un hermano que tiene pensamientos pecaminosos! Y claro, la mayoría de los hombres pasan adelante, únicamente se quedan atrás, los diáconos, ministros de alabanza, y el pastor, que por lo visto no tiene estos pensamientos, o al menos no se dan por aludidos.
En otras ocaciones he visto como alguien dice: !El Señor me muestra una hermana que tiene una lucha interna con respecto a una ofrenda que se propuso dar, El Señor te dice: Suelta ya lo que dispusiste en tu corazón, que yo te recompensaré al ciento por uno! Y Sueltan el llanto varias hermanas, arrepentidas de haber dudado en dar una ofrenda extraordinaria, ya pedida muchos días atrás.
En Fin, yo quisiera saber si será adivinación o discernimiento lo que opera en estos hombres y mujeres que según ellos el "Señor" les "muestra", esto o aquello. Lo curiso es que en algunos casos "El Señor" muestra cosas de personas que al parecer no están en la congregación, porque nadie se siente aludido y el que convoca se queda esperando que los o el tal pase adelante, pero al parecer "El Señor" se equibocó, en esta ocación.
Dios les bendice!
Greivin.