5.- Europa recuerda el Holocausto
ALEMANIA, ( Adnmundo. / ACPress.net)
La Asamblea General de las Naciones Unidas expidió una resolución condenando cualquier forma de negación del Holocausto.
Esto fue interpretado como una manifestación de la más absoluta claridad, en una época en la que regímenes como el de Irán pretenden desacreditar la veracidad histórica del Holocausto, y cuando en Europa las organizaciones de extrema derecha amenazan con integrarse a la institucionalidad del continente.
Las conmemoraciones llegaron a las más altas esferas de la política europea. El presidente del Parlamento Europeo, el alemán Hans-Gert Pöttering, hizo un llamado contundente a no olvidar esta dolorosa página en la historia. Recordaron a millones de víctimas del Holocausto, a la muerte de seis millones de judíos, así como rumanos, polacos, rusos, y seres humanos de otras nacionalidades en los campos de concentración y exterminio.
En Alemania, la canciller Angela Merkel hizo un llamado a combatir el ascenso de partidos de extrema derecha, sobre todo en la parte Este del país.
En esa misma ciudad, unas 500 personas se reunieron para manifestar su repudio al neonazismo, formando lo que denominaron una "milla por la democracia".
Del mismo modo, unos 150 neonazis se reunieron en los alrededores de la estación de trenes de esa localidad. Pretendían trasladarse a la sede donde se realiza un encuentro de la Unión Cristianodemócrata en el que participó Merkel.
En toda Alemania se llevaron a cabo diversas ceremonias para conmemorar la liberación de Auschwitz.
El llamado Día del Holocausto es una conmemoración reciente dentro de la historia de la República Federal de Alemania. Fue instituida en 1996 por el entonces presidente federal, Roman Herzog, como una manera de recordar a los millones de víctimas del nazismo.
Además de las ceremonias mencionadas, se tenía programado llevar otras similares en otros puntos como Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Sajonia Anhalt.
Lo que muchos ignora es como comenzó todo esto y que acabó en el Hocausto.
Inicencio III., de quien fueron seguidores Pio IX y Pio XII., decretó en el Cuarto Concilio de Letran que, a partir de entonces, todos los judíos llevasen algun distintivo sobre sus vestidos que mostrara su condición de tales, prohibiéndoseles además el salir de sus casas en determinadas fechas y fiestas litúrgicas. Estas decisiones iban encaminadas a crear un muro de separación entre las comunidades cristianas y hebreas, colocando sobre éstas una marca infamante de degradación. Generalmente, se adoptó una escarapela circular amarilla o azul que tenían que vestir todos los judíos a partir de los siete años. El incumplimiento de esta legislación papal, fue castigado con penas severas. Así, el judío era un hombre marcado, un paria, un espectáculo, al que se podía ultrajar e insultar sin que tuviera derecho a protestar. Mas tarde, se dictaron otras disposiciones que obligaban a los judíos a ir a la Iglesia una vez al año para escuchar las predicaciones de los frailes tendentes a su conversión. Poco a poco las medidas represivas fueron multiplicándose, pero casi siempre emanaban del precedente sentado por los papas, especialmente Inocencio III en el concilio de Letran. En realidad, las persecuciones en gran escala, sangrientas, y obligando a los judíos a salir de determinados reinos no empezaron hasta muy entrado el siglo XII. Hasta entonces, si había habido algún acto de violencia había sido esporádico, y creado por circunstancias locales. El pueblo, por lo general, si no era incitado por sus dirigentes solia vivir en paz con los hebreos. Pedro las cosas cambiaron grandemente a partir del siglo XIII.
(Extraido de The Jewish Publications Society of América, 1919)
Así Hitler tuvo buenos maestros con el Inocencio III y los Pios.
Siguó los pasos del primero y acabó con el Holocausto. Fue un buen católico romano al estilo del Gran Inocencio III.
ALEMANIA, ( Adnmundo. / ACPress.net)
La Asamblea General de las Naciones Unidas expidió una resolución condenando cualquier forma de negación del Holocausto.
Esto fue interpretado como una manifestación de la más absoluta claridad, en una época en la que regímenes como el de Irán pretenden desacreditar la veracidad histórica del Holocausto, y cuando en Europa las organizaciones de extrema derecha amenazan con integrarse a la institucionalidad del continente.
Las conmemoraciones llegaron a las más altas esferas de la política europea. El presidente del Parlamento Europeo, el alemán Hans-Gert Pöttering, hizo un llamado contundente a no olvidar esta dolorosa página en la historia. Recordaron a millones de víctimas del Holocausto, a la muerte de seis millones de judíos, así como rumanos, polacos, rusos, y seres humanos de otras nacionalidades en los campos de concentración y exterminio.
En Alemania, la canciller Angela Merkel hizo un llamado a combatir el ascenso de partidos de extrema derecha, sobre todo en la parte Este del país.
En esa misma ciudad, unas 500 personas se reunieron para manifestar su repudio al neonazismo, formando lo que denominaron una "milla por la democracia".
Del mismo modo, unos 150 neonazis se reunieron en los alrededores de la estación de trenes de esa localidad. Pretendían trasladarse a la sede donde se realiza un encuentro de la Unión Cristianodemócrata en el que participó Merkel.
En toda Alemania se llevaron a cabo diversas ceremonias para conmemorar la liberación de Auschwitz.
El llamado Día del Holocausto es una conmemoración reciente dentro de la historia de la República Federal de Alemania. Fue instituida en 1996 por el entonces presidente federal, Roman Herzog, como una manera de recordar a los millones de víctimas del nazismo.
Además de las ceremonias mencionadas, se tenía programado llevar otras similares en otros puntos como Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Sajonia Anhalt.
Lo que muchos ignora es como comenzó todo esto y que acabó en el Hocausto.
Inicencio III., de quien fueron seguidores Pio IX y Pio XII., decretó en el Cuarto Concilio de Letran que, a partir de entonces, todos los judíos llevasen algun distintivo sobre sus vestidos que mostrara su condición de tales, prohibiéndoseles además el salir de sus casas en determinadas fechas y fiestas litúrgicas. Estas decisiones iban encaminadas a crear un muro de separación entre las comunidades cristianas y hebreas, colocando sobre éstas una marca infamante de degradación. Generalmente, se adoptó una escarapela circular amarilla o azul que tenían que vestir todos los judíos a partir de los siete años. El incumplimiento de esta legislación papal, fue castigado con penas severas. Así, el judío era un hombre marcado, un paria, un espectáculo, al que se podía ultrajar e insultar sin que tuviera derecho a protestar. Mas tarde, se dictaron otras disposiciones que obligaban a los judíos a ir a la Iglesia una vez al año para escuchar las predicaciones de los frailes tendentes a su conversión. Poco a poco las medidas represivas fueron multiplicándose, pero casi siempre emanaban del precedente sentado por los papas, especialmente Inocencio III en el concilio de Letran. En realidad, las persecuciones en gran escala, sangrientas, y obligando a los judíos a salir de determinados reinos no empezaron hasta muy entrado el siglo XII. Hasta entonces, si había habido algún acto de violencia había sido esporádico, y creado por circunstancias locales. El pueblo, por lo general, si no era incitado por sus dirigentes solia vivir en paz con los hebreos. Pedro las cosas cambiaron grandemente a partir del siglo XIII.
(Extraido de The Jewish Publications Society of América, 1919)
Así Hitler tuvo buenos maestros con el Inocencio III y los Pios.
Siguó los pasos del primero y acabó con el Holocausto. Fue un buen católico romano al estilo del Gran Inocencio III.