¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?

28 Febrero 1999
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Estoy en un todo de acuerdo con el criterio de Luis Fernando respecto al asunto en otro epígrafe. Al fin de cuentas, el malogrado arzobispo polaco no ha hecho nada distinto a lo que hicieron renombrados “evangelistas” made in USA : reconocieron su error y pidieron perdón. Pero claro, nunca antes sino siempre después de ser descubiertos y tras iniciales negativas y ensayar vanas defensas. Alcanzó apenas una mirada de Jesús para que Pedro soltara el llanto tras negarle tres veces. Pero estos otros hicieron llorar mucho a los demás antes que las lágrimas de cocodrilo asomaran a sus ojos.
Sin intento de menoscabar la inteligencia del propio Wielgus, ¿no podía él haber previsto que se encaminaba hacia una alta cumbre nada más que para caer desde más alto haciendo un hoyo más profundo? Efectivamente, no se requería ser demasiado sagaz para calcular que el celo y envidia de los nostálgicos comunistas le jugasen ahora una mala pasada. De ser sincero en su vocación religiosa, y sin esperar a que nadie le denunciase, el arrepentimiento (con sus frutos) y la confesión de sus antiguos pecados contra sus hermanos, podían todavía hacer de él otra especie de Saulo, cumpliendo un ministerio realmente efectivo; o como el de Pedro, después de restaurado por el mismo Señor. Mejor le fuera nunca haber ascendido a tal dignidad, que tener que renunciar a ella el mismo día que debía asumirla.
Dejando ahora de lado a Wielgus, lo que sí maravilla es la torpeza que inexplicablemente está mostrando la inteligencia vaticana, cuya diplomacia era proverbial que fuese por siglos la mejor informada y más perspicaz, excediendo con creces a la francesa, británica y estadounidense.
Por declaraciones a la prensa de estos últimos días fuimos enterados que el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha dicho que “la actual ola de ataques contra la Iglesia Católica en Polonia, después de tantos años del fin del régimen comunista, más que un sincero afán de transparencia, tiene el aspecto de una extraña alianza entre sus perseguidores del pasado y otros de sus adversarios”. Explicó luego que los ataques parecían una “venganza de parte de los antiguos perseguidores, vencidos por la fe y la voluntad de libertad del pueblo polaco”.
Podemos aceptar sin chistar este afán revanchista de quienes habiendo quedado por el piso, ven ahora exaltado al arzobispado a un viejo camarada. Hasta ahí Lombardi puede tener razón. ¿Pero acaso tras esta explicación se esconde una preferencia a que mejor hubiera sido mantener el caso encubierto? De no haber incluido esos ataques el asunto Wielgus, entonces, ¿quedaría la arquidiócesis bajo la guía de tan peligroso pastor?
Lo que extraña es que el Papa haya efectivizado tal nombramiento, como si fuese tan inocente como el niño que todavía cree en los Reyes Magos. Se dice que según un sondeo de opinión el 67% de los polacos encuestados consideraban que Wielgus no debería tomar al cargo. Cuando se dice que recién tras las protestas de intelectuales, políticos y sacerdotes la Iglesia ordena una investigación especial, da la impresión de que este es un burdo recurso para contentar a los tontos. Aunque el fallo fuese categórico, no alcanza para eximir de responsabilidad a la Institución que retuvo a su Obispo en la impunidad, hasta donde le fue posible. Esta Institución olvidó que ya no estamos en la Edad Media y que la rápida difusión de los medios conspiraba contra el secretismo que tan bien supo administrar.
Pensar que en el proceso de canonización de candidatos a santos, el voluminoso expediente de algunos alcanzó a engrosarse por siglos. Pero esta vez el Papa se olvidó de aquel consejo de Pablo a Timoteo: “Manus cito nemini imposueris, neque communicaveris peccatis alienis” (No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos) 1Timoteo 5:22.
En todo este affaire quien queda más mal parado no es el propio Wielgus – a quien nadie conoce -, sino el mismo Papa y sus principales asesores.
Ricardo.
 
Re: ¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?


Estoy en un todo de acuerdo con el criterio de Luis Fernando respecto al asunto en otro epígrafe. Al fin de cuentas, el malogrado arzobispo polaco no ha hecho nada distinto a lo que hicieron renombrados “evangelistas” made in USA : reconocieron su error y pidieron perdón. Pero claro, nunca antes sino siempre después de ser descubiertos y tras iniciales negativas y ensayar vanas defensas. Alcanzó apenas una mirada de Jesús para que Pedro soltara el llanto tras negarle tres veces. Pero estos otros hicieron llorar mucho a los demás antes que las lágrimas de cocodrilo asomaran a sus ojos.
Sin intento de menoscabar la inteligencia del propio Wielgus, ¿no podía él haber previsto que se encaminaba hacia una alta cumbre nada más que para caer desde más alto haciendo un hoyo más profundo? Efectivamente, no se requería ser demasiado sagaz para calcular que el celo y envidia de los nostálgicos comunistas le jugasen ahora una mala pasada. De ser sincero en su vocación religiosa, y sin esperar a que nadie le denunciase, el arrepentimiento (con sus frutos) y la confesión de sus antiguos pecados contra sus hermanos, podían todavía hacer de él otra especie de Saulo, cumpliendo un ministerio realmente efectivo; o como el de Pedro, después de restaurado por el mismo Señor. Mejor le fuera nunca haber ascendido a tal dignidad, que tener que renunciar a ella el mismo día que debía asumirla.
Dejando ahora de lado a Wielgus, lo que sí maravilla es la torpeza que inexplicablemente está mostrando la inteligencia vaticana, cuya diplomacia era proverbial que fuese por siglos la mejor informada y más perspicaz, excediendo con creces a la francesa, británica y estadounidense.
Por declaraciones a la prensa de estos últimos días fuimos enterados que el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha dicho que “la actual ola de ataques contra la Iglesia Católica en Polonia, después de tantos años del fin del régimen comunista, más que un sincero afán de transparencia, tiene el aspecto de una extraña alianza entre sus perseguidores del pasado y otros de sus adversarios”. Explicó luego que los ataques parecían una “venganza de parte de los antiguos perseguidores, vencidos por la fe y la voluntad de libertad del pueblo polaco”.
Podemos aceptar sin chistar este afán revanchista de quienes habiendo quedado por el piso, ven ahora exaltado al arzobispado a un viejo camarada. Hasta ahí Lombardi puede tener razón. ¿Pero acaso tras esta explicación se esconde una preferencia a que mejor hubiera sido mantener el caso encubierto? De no haber incluido esos ataques el asunto Wielgus, entonces, ¿quedaría la arquidiócesis bajo la guía de tan peligroso pastor?
Lo que extraña es que el Papa haya efectivizado tal nombramiento, como si fuese tan inocente como el niño que todavía cree en los Reyes Magos. Se dice que según un sondeo de opinión el 67% de los polacos encuestados consideraban que Wielgus no debería tomar al cargo. Cuando se dice que recién tras las protestas de intelectuales, políticos y sacerdotes la Iglesia ordena una investigación especial, da la impresión de que este es un burdo recurso para contentar a los tontos. Aunque el fallo fuese categórico, no alcanza para eximir de responsabilidad a la Institución que retuvo a su Obispo en la impunidad, hasta donde le fue posible. Esta Institución olvidó que ya no estamos en la Edad Media y que la rápida difusión de los medios conspiraba contra el secretismo que tan bien supo administrar.
Pensar que en el proceso de canonización de candidatos a santos, el voluminoso expediente de algunos alcanzó a engrosarse por siglos. Pero esta vez el Papa se olvidó de aquel consejo de Pablo a Timoteo: “Manus cito nemini imposueris, neque communicaveris peccatis alienis” (No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos) 1Timoteo 5:22.
En todo este affaire quien queda más mal parado no es el propio Wielgus – a quien nadie conoce -, sino el mismo Papa y sus principales asesores.
Ricardo.

¡¡No en vano me agrada tanto leerte Ricardo!!

¡¡Dios te bendiga!!

En todo caso... "a río revuelto...ganancia de pescadores"; me ha agradado mucho la humilde participación de Luis Fernando en "el otro epígrafe" ... me agrada mucho la actitud de los católicos ( y lo digo en serio, sin ironía) cuando se trata de algún asunto que no "admite discusión de veracidad"

En todo caso, no puedo menos que concordar contigo... estoy muy de acuerdo en lo que expone y en "como" lo expone L.F. ...no podemos hacer leña del árbol caído.

Por último... es un problema de la raíz del árbol (los que han quedado "mal parados") que del árbol mismo... como muy bien dices... nadie conoce....

Dios te bendiga Ricardo... recibe mi aprecio y respetos.


...Dagoberto
 
¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?


Ricardo, si te fijas bien todas las noticias que salen en los medios sobre la iglesia católica son negativas. La conclusión que saca el público sin formación es que en la iglesia católica no existe absolutamente nada positivo. No se habla de los sacerdotes íntegros como mi párroco que han dedicado toda su vida a su ministerio con total honradez y santidad, no se habla de las numerosas obras sociales de la iglesia, no se habla de miles de iniciativas positivas a favor de la vida, de los enfermos, de los discapacitados y de los más desfavorecidos.

Se habla, y mucho, de los curas pederastas, de los obispos polacos espías y de toda clase de corrupciones e irregularidades. Sin embargo, dentro de la iglesia católica hay mucha más santidad y caridad cristiana que corrupción, pero eso no es noticia. No es noticia decir que un sacerdote lleva 40 ó 50 años ejerciendo su sacerdocio fielmente y haciendo el bien sin publicidad. No es noticia que un padre de familia numerosa saque adelante a todos sus hijos a costa de esfuerzo y sacrificios. No es noticia que un católico vaya a visitar a enfermos terminales o ancianos de los que nadie quiere saber. No es noticia la acogida a inmigrantes que sin ayuda andarían perdidos, mendigando o delinquiendo.

El bien realizado a diario y con discreción no es noticia, pero el escándalo sí. Esto, además de ser una tendencia ideológica de nuestra sociedad, es también una de las reglas del juego del periodismo. ¿Conoces un matrimonio estable de actores de cine lleven una vida normal, sin escándalos, que salga en primera plana? ¡A que no! Sin embargo, las infidelidades, las separaciones, los escándalos están a la orden del día como si fuesen la única realidad.

Hay que tener cuidado con la manipulación informativa que puede convertirse en una dictadura de las conciencias.

Un saludo.
 
Re: ¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?


Estoy en un todo de acuerdo con el criterio de Luis Fernando respecto al asunto en otro epígrafe. Al fin de cuentas, el malogrado arzobispo polaco no ha hecho nada distinto a lo que hicieron renombrados “evangelistas” made in USA : reconocieron su error y pidieron perdón. Pero claro, nunca antes sino siempre después de ser descubiertos y tras iniciales negativas y ensayar vanas defensas. Alcanzó apenas una mirada de Jesús para que Pedro soltara el llanto tras negarle tres veces. Pero estos otros hicieron llorar mucho a los demás antes que las lágrimas de cocodrilo asomaran a sus ojos.
Sin intento de menoscabar la inteligencia del propio Wielgus, ¿no podía él haber previsto que se encaminaba hacia una alta cumbre nada más que para caer desde más alto haciendo un hoyo más profundo? Efectivamente, no se requería ser demasiado sagaz para calcular que el celo y envidia de los nostálgicos comunistas le jugasen ahora una mala pasada. De ser sincero en su vocación religiosa, y sin esperar a que nadie le denunciase, el arrepentimiento (con sus frutos) y la confesión de sus antiguos pecados contra sus hermanos, podían todavía hacer de él otra especie de Saulo, cumpliendo un ministerio realmente efectivo; o como el de Pedro, después de restaurado por el mismo Señor. Mejor le fuera nunca haber ascendido a tal dignidad, que tener que renunciar a ella el mismo día que debía asumirla.
Dejando ahora de lado a Wielgus, lo que sí maravilla es la torpeza que inexplicablemente está mostrando la inteligencia vaticana, cuya diplomacia era proverbial que fuese por siglos la mejor informada y más perspicaz, excediendo con creces a la francesa, británica y estadounidense.
Por declaraciones a la prensa de estos últimos días fuimos enterados que el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha dicho que “la actual ola de ataques contra la Iglesia Católica en Polonia, después de tantos años del fin del régimen comunista, más que un sincero afán de transparencia, tiene el aspecto de una extraña alianza entre sus perseguidores del pasado y otros de sus adversarios”. Explicó luego que los ataques parecían una “venganza de parte de los antiguos perseguidores, vencidos por la fe y la voluntad de libertad del pueblo polaco”.
Podemos aceptar sin chistar este afán revanchista de quienes habiendo quedado por el piso, ven ahora exaltado al arzobispado a un viejo camarada. Hasta ahí Lombardi puede tener razón. ¿Pero acaso tras esta explicación se esconde una preferencia a que mejor hubiera sido mantener el caso encubierto? De no haber incluido esos ataques el asunto Wielgus, entonces, ¿quedaría la arquidiócesis bajo la guía de tan peligroso pastor?
Lo que extraña es que el Papa haya efectivizado tal nombramiento, como si fuese tan inocente como el niño que todavía cree en los Reyes Magos. Se dice que según un sondeo de opinión el 67% de los polacos encuestados consideraban que Wielgus no debería tomar al cargo. Cuando se dice que recién tras las protestas de intelectuales, políticos y sacerdotes la Iglesia ordena una investigación especial, da la impresión de que este es un burdo recurso para contentar a los tontos. Aunque el fallo fuese categórico, no alcanza para eximir de responsabilidad a la Institución que retuvo a su Obispo en la impunidad, hasta donde le fue posible. Esta Institución olvidó que ya no estamos en la Edad Media y que la rápida difusión de los medios conspiraba contra el secretismo que tan bien supo administrar.
Pensar que en el proceso de canonización de candidatos a santos, el voluminoso expediente de algunos alcanzó a engrosarse por siglos. Pero esta vez el Papa se olvidó de aquel consejo de Pablo a Timoteo: “Manus cito nemini imposueris, neque communicaveris peccatis alienis” (No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos) 1Timoteo 5:22.
En todo este affaire quien queda más mal parado no es el propio Wielgus – a quien nadie conoce -, sino el mismo Papa y sus principales asesores.
Ricardo.


Ricardo, quien ha fallado no es el Papa sino el Nuncio y la Curia. El Nuncio porque, siendo polaco, debía conocer que el candidato no estaba libre de sospechas. La Curia, en especial el cardenal Re, tanto si lo sabían como si no. Si es lo primero, malo por haber seguido adelante. Si es lo segundo, malo por no tener fuentes de información adecuadas. El Papa tiende a fiarse de los candidatos que le presentan los Nuncios, que para eso están. Y es la Curia quien tiene que hacer el trabajo de investigar todo lo investigable. Yo sospecho que aquí van a darse más dimisiones (ese Nuncio va fuera y Re queda muy tocado) porque no se pueden hacer las cosas tan mal.

En cualquier caso, el principal responsable es el propio dimitido. Si él hubiera reconocido todo, y siempre que no hubiera delatado a nadie, no habría pasado gran cosa.
 
Re: ¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?

Cómo me gustaría vivir los tiemos en que EL PAdre Pío de Pietrelcina era Noticia Fresca; yo creo que es un héroe extraordinario de Cristo.

..¿y que de la Madre Teresa?...ella fué un Notición!!...¡tan pronto la olvidamos?, ¿tan poco estimamos el ejemplo que en Ella DIOS nos dió? Fijémonos en el bien que existe, lo otro es juzgar y no estamos llamados a ello.

A CRISTO SALVADOR
+dahn
 
[B]¡DESCONECTADOS DEL CIELO![/B]

¡DESCONECTADOS DEL CIELO!

Dagoberto: Gracias por tu aprecio que tan sinceramente siento y me anima. Tú también contribuyes al Foro con enriquecedores aportes. ¡Dios te bendiga!

Xoán Xulio:
¡Excelente tu reflexión! Incluso me alegra muchísimo que hubiera despertado la inspiración de Luis Fernando para la nota en su blog, la que es realmente magnífica porque restaura una gran verdad que de momento parece silenciada por el estrépito de los escándalos.
Como protestante polemista con los católicos hago constar que, efectivamente, existe una buena cantidad de buenos católicos que creo que son auténticos cristianos, y son sal y luz en el mundo, y que sin ellos muchos pueblos nada sabrían de la gracia y el amor de nuestro Dios y su salvación por Jesucristo.
Lo mismo podría sin duda afirmar de protestantes y ortodoxos que viven una fe auténtica en el Salvador, prescindiendo de momento de las diferencias en doctrinas y prácticas.
El conocimiento experimental de Jesucristo como Redentor de nuestra alma y Señor de nuestra vida nos hace realmente diferentes al resto del mundo.
Estas declaraciones mías no suponen que convalidemos todo lo que haya dentro de las tres grandes confesiones del cristianismo, sino que me siento unido en fraternal amor con todos mis hermanos a quienes el Padre escogió por su gracia, obrando en ellos por el Espíritu Santo para obedecer al evangelio y recibir así el beneficio de la redención alcanzada por la sangre de Jesucristo.
¡Dios te bendiga Xoán Xulio!

Luis Fernando:

Tras el franco reconocimiento que acabo de hacer, nobleza obliga también a discordar con lo que no puedo estar de acuerdo. Si abrí este nuevo epígrafe, es porque más que mostrar fotos “que hablan más que mil palabras”, prefiero la reflexión serena que examine desde distintos ángulos el entorno que rodea a estos hechos, que por inusitados, claro está que conmocionan a cuantos procuran mantenerse informados de como marcha el mundo.
Dices que el principal responsable es Wielgus; es obvio: ni el Papa, ni el Nuncio ni el cardenal Re le indujeron a representar ese doble papel como eclesiástico y colaborador del régimen comunista. Esto no se discute.
Pero ya fue demasiado divulgada la noticia que todos conocemos y pego de la prensa:
“El pasado 6 de diciembre, Wielgus fue nombrado arzobispo por Benedicto XVI en una ceremonia especial en la catedral de Varsovia”.
Quien consumó el nombramiento de Wielgus como arzobispo con todo el ceremonial en la catedral de la capital polaca fue el Papa, Pontífice Romano, Sucesor de San Pedro, Cabeza del Colegio Episcopal, Pastor de la Iglesia universal, etc., etc. ¡Y menos mal todavía que limitaron la infalibilidad a lo que enseña y no a lo que hace!
Por supuesto que sobran cabezas en el Vaticano para levantar tras las que ahora se puedan hacer rodar. Pero Benedicto XVI no es el avejentado y enfermo Juan Pablo II al que se podría excusar fácilmente. Dado el cargo anterior que ejercía antes de ser Papa, nadie creerá que cuando su secretario le pone un escrito por delante se limita a preguntar dónde tiene que firmar, y firma sin leer ni haberse compenetrado de su contenido y posibles ulterioridades. Sus propias manos fueron las que se impusieron sobre la cabeza del prelado.
Probablemente que la Comisión de Historia del Vaticano recordó que por un asunto bastante similar a este surgió el antiguo cisma donatista, y para evitar cualquier riesgo de que se repitiera ahora en la muy católica Polonia, se urdió la diplomática salida de pedirle la renuncia, medida menos bochornosa que la franca destitución.
Acepto que la humanidad del Papa en su obvia limitación tiene que valerse de secretarios, consejeros y demás asesores que le presenten los casos debidamente estudiados.
Pero también es cierto que aquí no se obró con la premura que podría excusar el error por precipitado, pues el cumpleaños del cardenal Jozef Glemp no pasó desapercibido y tiempo suficiente hubo para buscarle sucesor al frente de la arquidiócesis. La prueba está que fue reestablecido en su antiguo cargo.
Sin ánimo de cargar la tinta contra el Papa, sin embargo digo que si él se fió del candidato que le presentaron, sin duda que no lo hizo del siempre invocado (para estos casos) Espíritu Santo, pues Dios no se equivoca. Admitimos que un Presidente y un Primer Ministro confesaran hace algún tiempo que sus fuentes de información les habían proporcionado datos incorrectos; pero es de suponer que el “Vicario de Cristo” debiera manejarse no sólo con las mejores fuentes de este mundo, sino también con la orientación y guía que viene del cielo. Hablando Jesús del Paracleto prometido dijo a sus discípulos: “Ille me clarificabit: quia de meo accipiet, et annunciabit vobis” (Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber) Juan 16:14. Si creemos que el más pequeño de entre los cristianos, puede hacer suya esta promesa, sería de esperar que un sacerdote, obispo, nuncio y Papa estén más próximos a esta sintonía espiritual.
Sin duda que el Señor Jesucristo no es glorificado cuando en su nombre se hacen estas cosas.
Más de un católico que ahora le de por cavilar, se preguntará:
- ¿Cuánto tiempo hará que se desconectaron del cielo?
Ricardo.
 
Luis Fernando:

Luis Fernando:


Estaba dialogando contigo sobr el asunto del epìgrafe, pero me has dejado con la palabra en la boca. Aunque mi discurso no amerite una respuesta tuya,
por lo menos me hubieras contentado con tu reconocimiento a mi intento y esfuerzo.
Ricardo.
 
Re: ¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?

Se habla, y mucho, de los curas pederastas, de los obispos polacos espías y de toda clase de corrupciones e irregularidades. Sin embargo, dentro de la iglesia católica hay mucha más santidad y caridad cristiana que corrupción, pero eso no es noticia.
El problema es precisamente ese.
No es que se hable mas de la corrupcion en la iglesia que de las buenas obras, sino que no deberia haber corrupcion en una institucion que representa a Dios. La gente es muy intolerante con los sacerdotes pederastas y otras irregularidades porque esto los decepciona, el que algunos representantes de la religion que una persona sigue sean criminales le genera muchas preguntas ¿esta es la religion correcta? ¿por que sucede esto si ellos hablan de Dios? ¿Dios existe? etc..
 
Re: ¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?

Pues yo doy gracias a Dios por la Iglesia polaca
15.01.07 @ 21:03:00. Archivado en Actualidad

Corren tiempos difíciles para la Iglesia Católica en Polonia. Parece que después del caso del dimitido arzobispo de Varsovia, se van a investigar a más obispos y sacerdotes por su posible colaboración con el régimen comunista. Partiendo de que creo necesario que haya luz sobre el pasado, no me parece responsable el fijarnos sólo en aquellos que hayan podido ser débiles ante el poder civil omnímodo del comunismo marxista.

Porque, ¿habremos de olvidar ahora que esa misma Iglesia polaca ha dado a uno de los más grandes Papas de la historia?, ¿habremos de olvidar que esa Iglesia polaca fue determinante en la desaparición del comunismo no sólo en Polonia sino en toda Europa del Este?, ¿habremos de olvidar el mucho bien para fijarnos en el mal?

Desde aquí quiere dar gracias a Dios por todos y cada una de las bendiciones que ha derramado sobre toda su Iglesia por medio del pueblo católico polaco. Todos los católicos somos deudos a esa gran nación, que tanto sufrió a manos de los nazis y los comunistas. Que no fueron perfectos, nadie lo duda. Que entre sus hijos hubo algunos que no se comportaron dignamente, no está en discusión. Pero es mucho más el bien que hemos recibido de ellos que el mal. Y si en cada misa pedimos a Dios "no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia", mucho más ahora habremos de pedirle que no tenga en cuenta los pecados de los laicos, sacerdotes y obispos católicos polacos que fueron débiles, sino que mire la enorme fe polaca que tanto fruto para su Reino ha producido.

Por tanto, junto con el arrepentimiento y la penitencia por los pecados de los hijos de la iglesia polaca, no dejemos de dar gracias a Dios por los frutos de santidad de nuestros hermanos allá. Es justo, es necesario, es voluntad de Dios que sea así.

Pax, bonum et veritas

Luis Fernando Pérez Bustamante

Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/coradcorloquitur.php/2007/01/15/pues_yo_doy_gracias_a_dios_por_la_iglesi
 
Luis Fernando.

Luis Fernando.

¡Qué alegría que puedas dar tantas gracias a Dios por la iglesia polaca!
¡Pero què triste que ya no puedas debatir conmigo como en los viejos tiempos!
Ricardo.
 
Re: ¿Qué le está ocurriendo a la inteligencia vaticana?


Estoy en un todo de acuerdo con el criterio de Luis Fernando respecto al asunto en otro epígrafe. Al fin de cuentas, el malogrado arzobispo polaco no ha hecho nada distinto a lo que hicieron renombrados “evangelistas” made in USA : reconocieron su error y pidieron perdón. Pero claro, nunca antes sino siempre después de ser descubiertos y tras iniciales negativas y ensayar vanas defensas. Alcanzó apenas una mirada de Jesús para que Pedro soltara el llanto tras negarle tres veces. Pero estos otros hicieron llorar mucho a los demás antes que las lágrimas de cocodrilo asomaran a sus ojos.
Sin intento de menoscabar la inteligencia del propio Wielgus, ¿no podía él haber previsto que se encaminaba hacia una alta cumbre nada más que para caer desde más alto haciendo un hoyo más profundo? Efectivamente, no se requería ser demasiado sagaz para calcular que el celo y envidia de los nostálgicos comunistas le jugasen ahora una mala pasada. De ser sincero en su vocación religiosa, y sin esperar a que nadie le denunciase, el arrepentimiento (con sus frutos) y la confesión de sus antiguos pecados contra sus hermanos, podían todavía hacer de él otra especie de Saulo, cumpliendo un ministerio realmente efectivo; o como el de Pedro, después de restaurado por el mismo Señor. Mejor le fuera nunca haber ascendido a tal dignidad, que tener que renunciar a ella el mismo día que debía asumirla.
Dejando ahora de lado a Wielgus, lo que sí maravilla es la torpeza que inexplicablemente está mostrando la inteligencia vaticana, cuya diplomacia era proverbial que fuese por siglos la mejor informada y más perspicaz, excediendo con creces a la francesa, británica y estadounidense.
Por declaraciones a la prensa de estos últimos días fuimos enterados que el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha dicho que “la actual ola de ataques contra la Iglesia Católica en Polonia, después de tantos años del fin del régimen comunista, más que un sincero afán de transparencia, tiene el aspecto de una extraña alianza entre sus perseguidores del pasado y otros de sus adversarios”. Explicó luego que los ataques parecían una “venganza de parte de los antiguos perseguidores, vencidos por la fe y la voluntad de libertad del pueblo polaco”.
Podemos aceptar sin chistar este afán revanchista de quienes habiendo quedado por el piso, ven ahora exaltado al arzobispado a un viejo camarada. Hasta ahí Lombardi puede tener razón. ¿Pero acaso tras esta explicación se esconde una preferencia a que mejor hubiera sido mantener el caso encubierto? De no haber incluido esos ataques el asunto Wielgus, entonces, ¿quedaría la arquidiócesis bajo la guía de tan peligroso pastor?
Lo que extraña es que el Papa haya efectivizado tal nombramiento, como si fuese tan inocente como el niño que todavía cree en los Reyes Magos. Se dice que según un sondeo de opinión el 67% de los polacos encuestados consideraban que Wielgus no debería tomar al cargo. Cuando se dice que recién tras las protestas de intelectuales, políticos y sacerdotes la Iglesia ordena una investigación especial, da la impresión de que este es un burdo recurso para contentar a los tontos. Aunque el fallo fuese categórico, no alcanza para eximir de responsabilidad a la Institución que retuvo a su Obispo en la impunidad, hasta donde le fue posible. Esta Institución olvidó que ya no estamos en la Edad Media y que la rápida difusión de los medios conspiraba contra el secretismo que tan bien supo administrar.
Pensar que en el proceso de canonización de candidatos a santos, el voluminoso expediente de algunos alcanzó a engrosarse por siglos. Pero esta vez el Papa se olvidó de aquel consejo de Pablo a Timoteo: “Manus cito nemini imposueris, neque communicaveris peccatis alienis” (No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos) 1Timoteo 5:22.
En todo este affaire quien queda más mal parado no es el propio Wielgus – a quien nadie conoce -, sino el mismo Papa y sus principales asesores.
Ricardo.

Creo que en resumen Pablo lo dijo mejor: "Nuestras letras sois vosotros, escritas en nuestros corazones, sabidas y leídas de todos los hombres"

Aunque el siervo se equivoque, el criticado es su señor. Y quien es el que paga el vidrio roto, el niño que lo quebro; o el padre quien lo descuido?
 
Re: Luis Fernando.

Re: Luis Fernando.

¡Qué alegría que puedas dar tantas gracias a Dios por la iglesia polaca!
¡Pero què triste que ya no puedas debatir conmigo como en los viejos tiempos!
Ricardo.

Hombre, pues te diré que todavía recuerdo alguna de las cosas que me dijiste que iba a hacer como católico... y no te equivocaste. En otras sí, claro.