Re: BULAS PAPALES
Introducción
El Santiago que la tradición romanista dice que estuvo en España, sería el hermano del apóstol San Juan; ambos fueron discípulos del Señor. El Señor Jesucristo les apellidó Boanerges, que significa <<Hijos del trueno>>, dado el temperamento impetuoso de ellos.
De Juan sabemos más, de Santiago su hermano, bastante menos porque murió muy pronto; él fue el primer apóstol que sufrió martirio. No obstante, la tradición católico-romana añade a la vida del apóstol un alto extra de años y acontecimientos. Pero, ¿es esto cierto? ¿Estuvo realmente el apóstol Santiago, llamado Santiago el Mayor, en España?.
Todo el mundo sabe que en realidad esto no es más que un simple mito, pero que con el paso de los años adquirió un peso tan desproporcionado, como fuera de lugar, que incluso ha llegado a cegar las mentes de muchos miles, y a hacer creer que de verdad el apóstol en cuestión realmente estuvo en este país, e hizo las cosas que se dice que hizo. Este es un claro ejemplo de como una simple leyenda piadosa se transforma en una falsa verdad con el paso del tiempo y de los intereses creados. Por lo tanto, no podemos aquí dejar de hablar del mito de Santiago, tan español y a la vez, tan falso, y que ha tenido hasta la fecha, tan oscuras repercusiones a nivel espiritual en nuestro país.
La leyenda
El teólogo y periodista D. José de Segovia nos da toda una información histórica que es digna de ser reflejada aquí sobre el particular. Dice así: <<La pretendida visita de Santiago a España, según la tradición romanista, es precedida por el permiso y el beso de la mano de la Virgen Santísima , que se le aparece en Zaragoza, según el culto del Pilar. Después de haber convertido a siete hombres, se dice que volvió a Jerusalén donde padeció martirio, tal y como narra Hechos 12: 2. La leyenda continúa cuando se dice que su cuerpo fue llevado a España, donde estuvo oculto en Padrón (Galicia) por más de siete siglos, hasta que en tiempos de Alfonso El Casto (850), fue descubierto por unas luces que aparecieron en el campo, siendo trasladado a Santiago, actual centro de peregrinación. Todavía ven los visitantes su imagen con su caballo blanco, cortando cabezas de moros. Tal figura animó la Reconquista, cuando se pretende que combatió a los árabes reinando Don Ramiro en la batalla de Clavijo. De ahí el nombre << Santiago matamoros>> que fue un apellido muy habitual en España. <<Santiago y cierra España>> dice el lema tan popular de la España franquista>>.
Del año 711. al 1492, los musulmanes dominaban en España. En su día la conquistaron toda, excepto la región del norte. La reconquista de España empezó justamente allí, y los musulmanes fueron derrotados por último en Granada en el año 1492. Durante este tiempo, en el siglo IX, la tumba de Compostela fue descubierta. Se dijo que Santiago había venido para dar estímulo a los caballeros para derrotar a los musulmanes. Por lo tanto, Santiago era conocido como <<el asesino de los musulmanes>> o <<Santiago Matamoros>>
Aún hoy en día
Ante tal realidad histórica, o más bien, ante tal ausencia de realidad histórica, es sorprendente ver a las principales autoridades civiles y militares de la nación en la ceremonia religiosa que se le dedica todos los años en Compostela el 25 de Julio; todos delante de una figura de madera, dando culto a un ídolo, besándolo y abrazándolo, cuando hasta la misma enciclopedia católica reconoce que la pretendida visita del apóstol a España es de hecho una fábula: <<Santiago el Mayor, fue ejecutado por Herodes Agripa (Act. 12: 1-2) hacia el año 44. Siendo tan temprana la fecha de su muerte, no es fácil encontrar fundamento a su actividad en España; parece incluso probable que no estuviese en la Península>>.
La tradición
La tradición (o simple leyenda) , además se disputa su cuerpo en varios sitios. Los monjes de S. Fermín de Tolosa dicen también tenerlo en su monasterio, lo mismo que los Tolosanos de Francia o la catedral de Braga en Portugal. Otras leyendas hablan de otra visita a Peñíscola (Castellón), dirigiéndose a Valencia, Ampurias o Gerona, poco después de nacer Cristo, y tal vez el propio apóstol. ¡Bienaventurado Jacobo, hermano de Juan, que está junto con los demás apóstoles en el cielo!, pero mientras tanto, aquí en la tierra se le disputan un cuerpo ¡que ya no existe!
Los obispos de Roma se inclinan por la idea de que, en realidad, la tumba de Compostela sea de algún obispo español del final de la época romana, pero Salvador de Madariaga tiene la curiosa idea de que el que pudiera estar enterrado en Compostela sería nada menos que el pretendido <<hereje>> Prisciliano, el reformador obispo de Ávila.
La verdad del asunto
Según el relato bíblico, Jacobo o Santiago no pudo haber venido a España, por varias y poderosas razones. La primera es una razón de situación o logística: Los apóstoles no fueron esparcidos hasta la muerte de Jacobo (Santiago), el apóstol en cuestión (ver Hechos 8: 1; 11: 19), siendo la muerte de éste, factor determinante para la dispersión de los apóstoles y demás discípulos de Cristo. Por lo tanto, el Santiago que se pretende encontrar en España, jamás salió de Jerusalén. La expresión <<los apóstoles>> en el capítulo 11 de Hechos, nos revela que durante los años 33-34 d.C. el grupo permaneció en Judea, no pasando más que Pedro y Juan a Samaria. Tal y como refiere la Biblia y también el historiador Eusebio de Cesarea en su << Historia Eclesiástica>> . Esta es razón poderosa y suficiente, pero hay más.
La segunda es una razón cronológica: Herodes Agripa, el rey y ejecutor del apóstol, (Hechos 12: 1, 2) murió el año 44 d.C., luego entonces, Santiago fue decapitado en esa fecha o antes. En Romanos 15, el apóstol Pablo nos habla de partir para España, en su intención de predicar el Evangelio donde Cristo no había sido nombrado jamás antes. Si Santiago murió el año 44 o en fecha anterior, y Pablo escribió su carta a los Romanos hacia el año 58, pasaron como mínimo 14 años sin que Pablo se enterase de la visita de Santiago a España, y esto, es sencillamente imposible dado el relato bíblico.
La tercera es una razón de tipo espiritual y también cronológica: El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo fue dirigido primeramente a las <<ovejas perdidas de Israel>> (Mateo 10: 6), es decir, a los judíos. Miles de ellos se convirtieron a Cristo en los primeros días del ministerio de los apóstoles en Jerusalén. No fue que el evangelio llegó a los gentiles (los no judíos), convirtiendo a unos cuantos de ellos sino hasta poco después, y nunca antes de la pretendida visita del apóstol Santiago a España donde asegura la leyenda que convirtió a siete hombres paganos o gentiles. Según Hechos 10: 1-4; 45-48, en Cesarea, Cornelio, centurión romano y sus compañeros, fueron los primeros gentiles convertidos a Cristo, recibiendo la plenitud del Espíritu Santo. Esto fue notorio porque los mismos discípulos, una vez conocidos los hechos, exclamaron asombrados: <<...¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!>> (Hechos 11: 18).
A los pocos meses de ocurrir estos hechos, moría decapitado el apóstol en Jerusalén por manos de Herodes Agripa I, por lo tanto, y como venimos diciendo, esas pretendidas conversiones que el apóstol realizara en España de esos siete españoles gentiles o paganos (no judíos), nunca pudieron haber ocurrido.
Fábulas medievales
Hasta el siglo IX, tal leyenda no existe, y ni una mención al respecto se encuentra en las actas de los concilios españoles, teniendo que forjarse falsas historias, como la de Dextro (s.IV), Isidoro (VI), Beda (VII) o Turpin (IX). Esto lo reconocen cardenales como Baronio o Belarmino. El mismo arzobispo de Toledo, Jiménez de la Rada, dijo ya en el año 1300, que <<la predicación del apóstol Santiago en España es un cuento de monjas y de viudas piadosas>> .
El Camino de Santiago
Los peregrinos vienen de muchos lugares: España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Suiza, Portugal, Bélgica, Hungría, Dinamarca, Polonia, Grecia y otros muy lejos de España. Algunas personas viajan kilómetros
mientras que otros viajan poca distancia.
El Camino de Santiago se compone de muchos caminos de hecho. La ruta que comienza en la esquina nordeste de España y termina en Santiago de Compostela es la ruta más importante. También hay otras rutas en muchos otros países, que se unen con este camino principal. También hay otros caminos que entran a Santiago. Hay siete rutas que llevan a Santiago.
El año Jacobeo corresponde al año que se llama , <<Año Santo >>. Fue establecido temporalmente en la Edad Media por el papa Calixto II en el siglo XII y cincuenta años después fue confirmado por el papa, Alejandro III. Cada vez que la celebración de Santiago (25 de julio) coincide en domingo, a ese año, se le llama, Año Santo. Esto ocurre cada 6, 5, 6 y 11 años.
El año 1999 ha sido el año del jubileo jacobeo. Miles de personas han recorrido a pie el famoso y medieval camino de Santiago, buscando entre otras cosas, un beneficio de tipo espiritual, pero, ¿qué beneficio espiritual y del alma se puede encontrar en algo que en esencia y fundamento es demoníaco?. Con razón el apóstol Pablo escribió a su discípulo Timoteo, y por extensión a todos los buenos cristianos, advirtiéndonos: <<... vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas >> (2 Timoteo 4: 1-4).
Camino ocultista
¿Por qué vienen los peregrinos?. Hay muchas razones por qué los peregrinos hacen el Camino de Santiago. Para encontrar todas estas razones necesitaríamos muchos cuestionarios. Por lo tanto, daremos las razones principales: El deseo de <<purificarse>>. El peregrino visita ciertos lugares para obtener <<purificación>> interna y <<perfección>> espiritual.
Algunas personas irán a ver la pretendida tumba del santo. En ese lugar adorarán y pedirán por <<su intercesión>>. Otros vendrán para cumplir una promesa que hicieron en un momento difícil de sus vidas.
En el pasado, algunos peregrinos venían para hacer un acto de penitencia. Algunas veces porque ellos querían hacerlo, pero normalmente, el acto estaba impuesto por su confesor. (En el siglo XIII, fue impuesta una peregrinación para castigar la gente mala, por las autoridades. El castigo estaba impuesto para permitirles volver a una vida en sociedad, después de la conclusión del Camino).
Ahora las rutas son realizadas por mucha gente que no tienen interés espiritual sino solamente están interesadas en la aventura del Camino.
Todo tipo de esoterismo y superstición está ligado al Camino de Santiago que se pierde en la noche de los tiempos. Muchos ocultistas, practicantes de magia, astrología, tanto neófitos, simples interesados, como expertos, recorren el Camino buscando una satisfacción personal, parando donde saben o les dicen que han que parar, y practican una serie de ritos ancestrales cada vez. La meta, llegar a Santiago de Compostela, y allí recibir las indulgencias del catolicismo-romano y la “bendición del santo”, que lejos de ser tal cosa, es todo lo contrario. El que recorre ese camino, se aleja del verdadero Camino que es Jesucristo, esto está más que comprobado. Las personas fieles a Santiago y su tradición, sufren de gran ceguera respecto al verdadero Evangelio de Cristo, y no lo pueden entender ni recibir. No hay entendimiento entre la luz y las tinieblas. Leemos en 2 Corintios 6: 14-16 << No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?>>
El Camino de Santiago no es más que un sincretismo en el que se da cita todo tipo de creencias esotéricas, supersticiosas y ocultas que pretenden, no sólo competir con la verdad del Evangelio, sino armonizar con él. No obstante, no es de Dios todo ese paganismo, que Él mismo desaprueba y prohibe. El verdadero Dios, el Dios de Israel, dejó bien claro desde tiempos muy anteriores al de la leyenda jacobea cual es Su voluntad sobre todo lo que implica magia, adivinación, consulta a los muertos, esoterismo, astrología etc. Leemos en Deuteronomio 18: 10-12 << No sea hallado en ti quien... practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas...>>.
Pero es que además, juntamente con la mentira del Santiago compostelano, esta falsedad va ligada a otra mayor.
Una mentira hace otra mayor
De la leyenda de Santiago el Mayor en España, surge otra, que no se puede entender sin la primera. Dice así la enciclopedia católica: <<Nuestra Señora del Pilar, advocación mariana bajo la que se venera en Zaragoza la patrona de España, fue coronada canónicamente en 1905. Según la tradición, la virgen se apareció en carne mortal, sobre una columna de mármol, al apóstol Santiago cuando oraba a orillas del Ebro...>> . ¿Cómo podría ser eso posible si Santiago nunca estuvo en España?. ¡Vemos que una mentira hace otra mayor!.
El problema o el gran dilema, por lo tanto, estriba en que, si ciertamente Santiago el Mayor nunca estuvo en España, y, por tanto nunca se detuvo en Zaragoza, junto al Ebro, entonces, el testimonio que se le atribuye de que se le apareció la Virgen en un pilar o sin él, necesariamente es falso desde el principio hasta el fin. Siendo esto así, entonces la tal Virgen del Pilar es otra monumental fábula, como así es de hecho.
Por lo tanto, todo ese fervor y devoción al Pilar, es totalmente infundado por ser falso.
Las oscuras implicaciones espirituales de una mentira <<piadosa>>
Pues bien, de esa mentira <<piadosa>> surge el culto a la Virgen del Pilar, y esa virgen, de las cientos que existen sólo en España, es, según el catolicismo-romano, de forma oficial y sólo desde la fecha tan tardía de 1905, la patrona de España, la patrona de la Guardia Civil, y la patrona del Cuerpo de Correos, y por celebrarse su fiesta el 12 de octubre, fecha del descubrimiento de América y Día de la Raza, la <<Pilarica>> está íntimamente vinculada a la Hispanidad. Es decir, que, de esa segunda falsedad, la del <<Pilar>>, las fuerzas demoníacas han tenido acceso desde hace siglos a toda la Hispanidad, incluyendo en ella, a las naciones hispanoamericanas. Esto es una realidad. ¿Podrá elevarse una verdad siendo fundamentada en una falsedad? ¡nunca!. Lo que en un principio es falso, nunca se convertirá en verdadero.