Tobi
Parece Luis que en cuestiones de trabajo no eres demasiado ducho.
El texto dice "trabajad en vuestra" no dice "trabajad para vuestra"
La preposición propia es distinta. Ni en gramática ni en lo otro parece que algo te falta
Es una lástima para ti que en el original en griego no aparezca ni "en" ni "para" sino el verbo trabajar (katermazogai) acompañado de salvación, lo cual implica que San Pablo nos situa como parte activa de nuestra propia salvación (El Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti, decía San Agustín). Y más lástima es que Mario Victorino, el primer comentarista latino de las cartas paulinas y paladín de la ortodoxia contra los arrianos, tuviera a bien comentar ese pasaje de la siguiente forma:
El temor se refiere al ánimo, el temblor por el contrario al cuerpo. Pero grande es el misterio que debemos atender con atención, para que asesorando a los demás y preocupándonos de ellos realicemos con mayor eficacia nuestra propia salvación y además para que en nosotros mismos se halle el poder obrar la salvación de los otros.
(Mario Victorino, Comentarios a la Carta a los Filipenses 2,13-14; CSEL)
Y como ya te conozco, antes de liarte a lanzar improperios contra ese apologeta latino por su última frase, léete el último versículo de la epístola de Santiago.
Tobi:
Aquí, todo gira alrededor de esta frase:
"si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo"
Pero no se defiende la salvación mediante las obras.
No, hombre, no. Ahí lo que se defiende es que para que alcancemos una "amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" TENEMOS que añadir todas las siguientes cosas a la fe:
Virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal, amor.
Y eso no tiene nada que ver con las obras, como todo el mundo sabe, ¿verdad?
Tobi:
De nuevo tergiversas las palabras de Pablo. La referencia clave es el ser heraldo de otros. El ser heraldo era cumplir la tarea que le había sido encomendada por Jesucristo. Si para ello tenía que sacrificar su cuerpo físico, lo hacía con satrisfacción. Pero extrapolarlo al obrar para ganarse la salvación. Ni lo dice ni lo insinúa.
Fallas de nuevo en la gramática y en el obrar
Me cachis en la mar salada.... A ver, yo lo que sostengo es que San Pablo ahí dice que si no hace todo lo que dice que hace, puede ser que al final él mismo sea eliminado. Y yo te pregunto, ¿eliminado de qué? ¿de la selección de atletismo de Israel para las Olimpiadas de Atenas 52?
Por otra parte, ¿dónde he dicho yo que la salvación "nos la ganamos con nuestras obras"? ¿cuándo he negado yo que la misma sea por gracia o cuándo he afirmado que es sólo por obras? ¿cuándo he afirmado que sin la gracia de Dios podemos realizar las obras que nos justifican junto con la fe?
Tobi
Ahora solo te falta saber que es hacer lo bueno o lo malo.
Jn 6:28-29
"¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado"
¿A que apela, Jesús, a obra para salvación o a creer en el que Dios envió?
Es curioso que tú mismo pongas como ejemplo el pasaje en el que Cristo llama OBRA a la FE, al creer en Él. O sea, el pasaje en el que Cristo nos demuestra que la fe, aun siendo un don de Dios, es algo que requiere la acción de la voluntad humana. Pues de lo contrario no les habría dicho que tenían que creer en Él sino "Dios os hará creer en mí sin que podáis resistir dicha gracia".
Pero aún más, si algo hay claro en la predicación de Cristo es que no vale con creer en su Palabra. HAY QUE PONERLA POR OBRA:
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Y
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Ahora ve y dile al Señor que no hay que hacer obras de misericordia para alcanzar la vida eterna. Vete y cuéntale que con la sola fe basta. A ver qué te responde.