"Nos visita el sol que nace de lo alto"

18 Diciembre 2006
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Feliz Navidad

Navidad IV

Anochece ya,
Allí lejos en Belén,
Nace en un lugar,
Junto a María y José,
Un niño singular,
Que el mundo espera ver,
Abre sus ojitos,
Empieza a respirar,
Sus manitos tibias,
Que a muchos cuidarán,
Como se ha hecho tarde,
Al niño recostar,
En un humilde pesebre,
Debieron sus papás
Llegan desde lejos,
Pastorcitos, reyes y demás,
Todos muy felices,
Al niño a contemplar,
Este niño que ha nacido,
Que al mundo Salvará,
A precio de su Sangre,
La vida nos dará,
Y que ahora,
Con su mirada celestial,
Ve a quienes se acercan,
Que lo vienen a Adorar,
Es que el Hijo de Dios,
Ha nacido ya,
Y vive entre nosotros,
Y por siempre vivirá,
Por eso le llevamos,
A su pequeñito altar,
Nuestra ofrenda de Amor,
A su divina Majestad.


Feliz Navidad.
 
Re: "Nos visita el sol que nace de lo alto"

Gracias por tu aporte en estas fechas tan señaladas, que nos recuerdan que el Hijo de Dios nacio para salvarnos a precio de su propia vida.

Solo pongo un pero, y es al titulo del epigrafe, porque se puede prestar a confusion.

Pincha aqui para saber a lo que me refiero

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: "Nos visita el sol que nace de lo alto"

Isaias 9:5-6
Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz».
Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso.


Revelación 21:10-11,22-27
Me trasladó en espíritu a un monte grande y alto y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios,
y tenía la gloria de Dios. Su resplandor era como el de una piedra muy preciosa, como jaspe cristalino.
...
Pero no vi Santuario alguno en ella; porque el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero, es su Santuario.
La ciudad no necesita ni de sol ni de luna que la alumbren, porque la ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el Cordero.
Las naciones caminarán a su luz, y los reyes de la tierra irán a llevarle su esplendor.
Sus puertas no se cerrarán con el día - porque allí no habrá noche -
y traerán a ella el esplendor y los tesoros de las naciones.
Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero.


Saludos