7. Reflexión sobre el perdón
No os extrañéis hermanos, si el mundo os odia. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. No amar es quedarse en la muerte; odiar al propio hermano es ser un asesino, y sabéis que ningún asesino conserva dentro de si la vida eterna.
Hemos comprendido lo que es el amor porque aquél se desprendió de su vida por nosotros; ahora también nosotros debemos desprendernos de la vida por nuestros hermanos. (1 juán 3, 14-16)
Deseo capacitarte para que puedas amar como yo, como mi Hijo Jesús . Deseo que experimentes la victoria contra el mal para que puedas ser testigo de mi sanación y también obrador de ella . Quiero que tengas signos claros de que el Espíritu Santo que se os ofrece en Jesús, en su Iglesia, es más fuerte que el mal: con El, el mal rollo del mundo no te dominará . Te invito a que lo pruebes haciéndote hombre o mujer superador de ofensas, mujer o hombre libre de resentimientos, abierto siempre a la reconciliación . ¿Quieres verte libre de la amargura y del odio? ¿Quieres bañarte en mi don incansable y positivo? . ¿Quieres saborear la novedad del perdón? ¿Quieres quedar libre del vértigo de los desamores? ¿Quieres sumergirte en mi? Te voy a recordar algunos caminos para que encuentres siempre la libertad y el perdón. Hay más pero ahora te recuerdo diez.
7.1 Para encontrar la gracia del perdón nunca pongas en duda que yo perdono siempre porque amo siempre . Mi hijo Jesús os dejo de mi parte una alianza – Testamento de amor y perdón definitivo. Un perdón que lucha contra el pecado pero por eso también abraza siempre a los más ruines pues mi Cristo murió por amor a todos. Por desgracia hay muchos creyentes y cristianos que aún no están bien seguros de esto. Les parece que sería indiferencia ante la injusticia, ¡ como si ésta no trajese consigo su propio vació y fracaso! Algunos tropiezan con las sombras de su propio espíritu vengativo y las proyectan en mi ¡ piensan que soy resentido como ellos ¡ Otros tropiezan con textos bíblicos amenazantes sin darse cuenta que son avisos de amor. ¿Cómo puede haber venganza y resentimiento en quien voluntariamente lava los pies de su enemigo? Por eso quiero que acojas mi Palabra viva que es Jesucristo : sus hechos son la mejor palabra. Yo, con Jesús, os doy ejemplo para que hagáis como yo hago.
7.2 Para encontrar la gracia del perdón alimenta el deseo de perdonar siempre como yo. Setenta veces siete cada día, si hace falta . Ojo, porque mientras no amas a todo tu prójimo (que si no se perdona es que aún) hay muerte dentro de ti ¡procura curarla pronto! Para ti puede ser imposible, pero no para mi. Si vives en mi tendrás parte en mi santidad , es decir, en mi capacidad de amar y ofrecer gracia sin pactar con la injusticia. Mientras no llegues ahí reconócete aún pequeño y aprende de los niños a desear crecer y ser grande . En este deseo que te supera, si no lo apagas, encontraras camino para la luz, porque quiero darte mi gloria, quiero darte mi poder . En Jesucristo te ofrezco ese regalo.
7.3. Para encontrar la gracia del perdón centra bien tu vida y tu deseo en lo único esencial: amar a fondo. Si te ves preso de las cadenas del resentimiento o te sientes manejado y dominado por las quejas y los agravios, aún que te sobren razones, piensa que eso es un aviso de que aún no estas bien centrado . Alégrate porque ese desasosiego tuyo es una invitación a centrarte menos en ti y más en mí. Yo soy mucho mejor base que tu mismo, o que tus seres queridos . Yo soy el único seguro fundamento ¡una roca inamovible para la paz! Descubre que en ese dolor tuyo hay una invitación para crecer en lo esencial: descubrirme a mi para poder amarme, a mi y a tu prójimo, por encima de todo ; buscar, sobre todo, mi reino y su justicia ; consagrarte a la verdad … Mira que si estas centrado sobre ti mismo no vas bien y caerás ; pero si sales de ti para centrarte en el amor más grande que tu, sin buscarlo, te encontraras centrado.
7.4. Para encontrar la gracia del perdón ábrete bien a la grandeza de la vida. Los que estuvieron a punto de perder la vida, muchas veces regresan a ella centrados en el verdadero tesoro, y riéndose de las pequeñeces que antes los alteraban . A menudo sois como las moscas que, teniendo gran espacio para volar, van a dar al plato de la miel que las enganchará y matará . A menudo el árbol no nos deja ver el bosque. Si vas pasando del querer (centrado en tu deseo incuestionado) al amar (centrado en el bien que educa tu deseo) irás encontrando la gran belleza de la vida . Si miras a los pobres como hermanos tuyos irás curando de muchos bloqueos ¡Es tan urgente el trabajo por la justicia!.
7.5. Para encontrar la gracia del perdón renueva tu corazón agradecido. Cuando te encuentres enganchado al resentimiento y no puedas perdonar a fondo, piensa que eso está siendo un aviso de que estas ciego para la gracia que hay en ti y que hay en la vida: en la gracia que los demás te regalaron . Si esa gracia no te llevó a ponerte a disposición del amor con alegría piensa que solo la descubriste superficialmente . Piensa que no supiste aún saborearla y agradecerla . La amargura del agravio dominando en ti, es una invitación a buscar la libertad que solo da el corazón pobre y agradecido. cuando no te consideres dueño exclusivo de nada y lo agradezcas todo, te verás bañado en gracia y libre de frustraciones.
7.6. Para encontrar la libertad del perdón aprende a desconfiar de ti mismo. Ojo, que no deseo ni tu desasosiego ni una inseguridad enfermiza en ti. Justamente lo contrario: quiero ofrecerte la mejor paz y serenidad . Por eso te pido que no te apoyes solo en ti. Por eso te pido que cuentes conmigo . Por eso te aviso que me tienes que dejar que yo sea tu guía, el pastor, el sabio, el consejero . Si haces caso de la voz dominante en el mundo te dirá que si dudas de ti mismo te van a comer, y que tienes que pisar seguro para no ser pisado. Ten cuidado. El mundo sin mi no es capaz de comunión, y solo conoce la pobre fuerza individual . Pero conmigo, con Jesucristo, serás verdaderamente fuerte . Para eso tienes que desconfiar de las pretensiones de autosuficiencia que tu naturaleza individual lleva consigo: tienes que enseñarle a esas fuerzas a contar también conmigo . ¡Descubre el descanso y la victoria que yo te ofrezco!
7.7. Para encontrar la libertad del perdón tienes que renunciar a ejercer como juez de las culpas. Para penetrar en la profundidad de los corazones solo yo tengo capacidad . Solo yo puedo medir con justicia las fuerzas, los bloqueos, las posibilidades, los eximentes, las luces, las culpas, las intenciones, la libertad de cada persona. Vosotros únicamente podéis aproximaros ¡y cuantas veces os equivocáis! . Si quieres encontrar la gracia del perdón no juzgues las culpas intimas de los otros ni las tuyas. lo contrario sería ejercer de Dios, sería idolatría, sería traspasar lo prohibido y se volvería contra ti . No te pido que no juzgues lo que está bien y lo que esta mal ¡hay que hacerlo! ¡Es parte de tu grandeza! Si no juzgases lo que conviene hacer serías una cosa y no una persona . Pero no juzgues de las culpas últimas, de las definitivas, de las fundamentales. Cuando te encuentres con mucha dificultad para perdonar sospecha que es muy posible que es porque estás haciendo de juez del hermano… o de ti mismo. Conviene que hagas de juez para curar, para remediar la vida, para buscar terapias. Pero no pretendas invadir lo que solo a mí me toca: no hagas de juez para pesar las culpas.
7.8. Para encontrar la libertad del perdón no te indignes a medias: rebélate a fondo contra el mal. Que el mal despierte en ti la queja y el furor es una bendición y nunca te rebelarás bastante . La indignación que te nace al ver, o sufrir, la injusticia es una energía importante que, en principio viene de mi . Sin esa rabia no podrías hacer frente al mal. Sin esa energía no podrías controlarlo. Pero te pido que integres esa ira en el amor . No te pido que apagues ese enfado tuyo, ese aborrecimiento, si no que lo conviertas en energía eficaz. Te pido que no lo malgastes dando golpes al aire, o dando quejas. Conviene que sepas integrarlo en el amor . Enojándote mucho, cuanto más mejor, pero que sea para servir al amor y no para dar tu energía a la injusticia . Ten cuidado, si el daño que otro te hace solo te indigna para criticar y despreciar y romper con el otro, esa es una ira de muy corto vuelo . Tiene que llevarte a ti a no hacer lo que el otro hizo y te indigno. Tiene que llevarte a ti a no caer en el mal del desamor o del desprecio porque eso sería la victoria del mal . Tiene que llevarte a amar más y mejor, con más realismo y eficacia (y quizás con más distancia también) a ese, que despertó en ti tu furor .¡Ojalá que tu rebelión sea tan grande que emplees en ella tu vida como Jesucristo! .
7.9.Para encontrar la gracia y la libertad del perdón tienes que saber darle tiempo necesario a la reconciliación. Únicamente Yo, que soy amor puro, puedo perdonar siempre al momento sin renunciar a la lucha por el bien, porque yo soy perdón y gracia. Vosotros, en cambio, camináis hacia ese ser unificado, el mío, el que deseo compartir con vosotros ¡y mientras precisáis de tiempo! . Pero incluso yo que perdono siempre tengo también que esperar por vosotros dando tiempo a la reconciliación . Es importante querer y poder perdonar pero mucho más importante es amar y buscar el bien eficaz y eso no se hace sin tiempo. La terapia del amor, la curación del mal, la reconciliación saneada, requiere su tiempo y sazón . Hay veces que el amor reclama urgentemente en busca del perdido. Pero otras veces pide conflicto . Y a menudo necesita incluso distancia. No siempre es lo mejor acortar los tiempos. Hay prisas que nacen más de un querer febril o superficial que de un verdadero amor . El amor busca el tiempo oportuno y sabe sacrificar o temperar el propio deseo de llegada . Hay distancias que pueden expresar mejor el amor laborioso que cercanías faltas de gracia . Vigila que tu distancia no nazca del orgullo, ni del odio, ni de la cobardía, si no de la prudencia y de un mejor servicio . Acércate pronto al prójimo cuando necesite de ti. Respecta la distancia del prójimo cuando es deseada: puede necesitarla y tu no eres Todo de nadie . Ten confianza en su proceso ¡ te prometo que un día llegará la reconciliación!
7.10. Para encontrar la gracia y la libertad del perdón pídemelo de corazón. Si alguna vez te sientes incapaz de superar la herida que te causaron,, y de encontrar la paz del perdón, llámame que deseo ayudarte. No te voy a curar como las hadas de los cuentos con una varita mágica. Pero te daré el Espíritu Santo . Que hará de ti un hombre nuevo y una mujer nueva, un hombre nuevo, una nueva creación. …¡dando pasos concretos y contando con los demás! . No te puedo dar esa nueva creación sin contar contigo, con tu deseo, con tu lucha, con tu dolor . Pero ten la confianza de que cualquier cosa que pidas en el mismo Espíritu de Jesús se te dará . Si pides amar te lo daré. Si pides perdonar, te lo daré. Si pides hacer mi voluntad y no la de tu querer asustado, te lo daré. ¡En realidad te lo estoy ofreciendo desde siempre! Con tu petición, con la petición de los repliegues de tu ser que aún no gustaron a mi gracia, te estas abriendo a mi regalo . ¿Cuánto deseo dártelo! Pero tengo que esperar por tu propio deseo para que no sea un regalo impuesto o perdido, si no un verdadero encuentro, una fiesta de reciprocidad, una gracia mutua
No os extrañéis hermanos, si el mundo os odia. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. No amar es quedarse en la muerte; odiar al propio hermano es ser un asesino, y sabéis que ningún asesino conserva dentro de si la vida eterna.
Hemos comprendido lo que es el amor porque aquél se desprendió de su vida por nosotros; ahora también nosotros debemos desprendernos de la vida por nuestros hermanos. (1 juán 3, 14-16)
Deseo capacitarte para que puedas amar como yo, como mi Hijo Jesús . Deseo que experimentes la victoria contra el mal para que puedas ser testigo de mi sanación y también obrador de ella . Quiero que tengas signos claros de que el Espíritu Santo que se os ofrece en Jesús, en su Iglesia, es más fuerte que el mal: con El, el mal rollo del mundo no te dominará . Te invito a que lo pruebes haciéndote hombre o mujer superador de ofensas, mujer o hombre libre de resentimientos, abierto siempre a la reconciliación . ¿Quieres verte libre de la amargura y del odio? ¿Quieres bañarte en mi don incansable y positivo? . ¿Quieres saborear la novedad del perdón? ¿Quieres quedar libre del vértigo de los desamores? ¿Quieres sumergirte en mi? Te voy a recordar algunos caminos para que encuentres siempre la libertad y el perdón. Hay más pero ahora te recuerdo diez.
7.1 Para encontrar la gracia del perdón nunca pongas en duda que yo perdono siempre porque amo siempre . Mi hijo Jesús os dejo de mi parte una alianza – Testamento de amor y perdón definitivo. Un perdón que lucha contra el pecado pero por eso también abraza siempre a los más ruines pues mi Cristo murió por amor a todos. Por desgracia hay muchos creyentes y cristianos que aún no están bien seguros de esto. Les parece que sería indiferencia ante la injusticia, ¡ como si ésta no trajese consigo su propio vació y fracaso! Algunos tropiezan con las sombras de su propio espíritu vengativo y las proyectan en mi ¡ piensan que soy resentido como ellos ¡ Otros tropiezan con textos bíblicos amenazantes sin darse cuenta que son avisos de amor. ¿Cómo puede haber venganza y resentimiento en quien voluntariamente lava los pies de su enemigo? Por eso quiero que acojas mi Palabra viva que es Jesucristo : sus hechos son la mejor palabra. Yo, con Jesús, os doy ejemplo para que hagáis como yo hago.
7.2 Para encontrar la gracia del perdón alimenta el deseo de perdonar siempre como yo. Setenta veces siete cada día, si hace falta . Ojo, porque mientras no amas a todo tu prójimo (que si no se perdona es que aún) hay muerte dentro de ti ¡procura curarla pronto! Para ti puede ser imposible, pero no para mi. Si vives en mi tendrás parte en mi santidad , es decir, en mi capacidad de amar y ofrecer gracia sin pactar con la injusticia. Mientras no llegues ahí reconócete aún pequeño y aprende de los niños a desear crecer y ser grande . En este deseo que te supera, si no lo apagas, encontraras camino para la luz, porque quiero darte mi gloria, quiero darte mi poder . En Jesucristo te ofrezco ese regalo.
7.3. Para encontrar la gracia del perdón centra bien tu vida y tu deseo en lo único esencial: amar a fondo. Si te ves preso de las cadenas del resentimiento o te sientes manejado y dominado por las quejas y los agravios, aún que te sobren razones, piensa que eso es un aviso de que aún no estas bien centrado . Alégrate porque ese desasosiego tuyo es una invitación a centrarte menos en ti y más en mí. Yo soy mucho mejor base que tu mismo, o que tus seres queridos . Yo soy el único seguro fundamento ¡una roca inamovible para la paz! Descubre que en ese dolor tuyo hay una invitación para crecer en lo esencial: descubrirme a mi para poder amarme, a mi y a tu prójimo, por encima de todo ; buscar, sobre todo, mi reino y su justicia ; consagrarte a la verdad … Mira que si estas centrado sobre ti mismo no vas bien y caerás ; pero si sales de ti para centrarte en el amor más grande que tu, sin buscarlo, te encontraras centrado.
7.4. Para encontrar la gracia del perdón ábrete bien a la grandeza de la vida. Los que estuvieron a punto de perder la vida, muchas veces regresan a ella centrados en el verdadero tesoro, y riéndose de las pequeñeces que antes los alteraban . A menudo sois como las moscas que, teniendo gran espacio para volar, van a dar al plato de la miel que las enganchará y matará . A menudo el árbol no nos deja ver el bosque. Si vas pasando del querer (centrado en tu deseo incuestionado) al amar (centrado en el bien que educa tu deseo) irás encontrando la gran belleza de la vida . Si miras a los pobres como hermanos tuyos irás curando de muchos bloqueos ¡Es tan urgente el trabajo por la justicia!.
7.5. Para encontrar la gracia del perdón renueva tu corazón agradecido. Cuando te encuentres enganchado al resentimiento y no puedas perdonar a fondo, piensa que eso está siendo un aviso de que estas ciego para la gracia que hay en ti y que hay en la vida: en la gracia que los demás te regalaron . Si esa gracia no te llevó a ponerte a disposición del amor con alegría piensa que solo la descubriste superficialmente . Piensa que no supiste aún saborearla y agradecerla . La amargura del agravio dominando en ti, es una invitación a buscar la libertad que solo da el corazón pobre y agradecido. cuando no te consideres dueño exclusivo de nada y lo agradezcas todo, te verás bañado en gracia y libre de frustraciones.
7.6. Para encontrar la libertad del perdón aprende a desconfiar de ti mismo. Ojo, que no deseo ni tu desasosiego ni una inseguridad enfermiza en ti. Justamente lo contrario: quiero ofrecerte la mejor paz y serenidad . Por eso te pido que no te apoyes solo en ti. Por eso te pido que cuentes conmigo . Por eso te aviso que me tienes que dejar que yo sea tu guía, el pastor, el sabio, el consejero . Si haces caso de la voz dominante en el mundo te dirá que si dudas de ti mismo te van a comer, y que tienes que pisar seguro para no ser pisado. Ten cuidado. El mundo sin mi no es capaz de comunión, y solo conoce la pobre fuerza individual . Pero conmigo, con Jesucristo, serás verdaderamente fuerte . Para eso tienes que desconfiar de las pretensiones de autosuficiencia que tu naturaleza individual lleva consigo: tienes que enseñarle a esas fuerzas a contar también conmigo . ¡Descubre el descanso y la victoria que yo te ofrezco!
7.7. Para encontrar la libertad del perdón tienes que renunciar a ejercer como juez de las culpas. Para penetrar en la profundidad de los corazones solo yo tengo capacidad . Solo yo puedo medir con justicia las fuerzas, los bloqueos, las posibilidades, los eximentes, las luces, las culpas, las intenciones, la libertad de cada persona. Vosotros únicamente podéis aproximaros ¡y cuantas veces os equivocáis! . Si quieres encontrar la gracia del perdón no juzgues las culpas intimas de los otros ni las tuyas. lo contrario sería ejercer de Dios, sería idolatría, sería traspasar lo prohibido y se volvería contra ti . No te pido que no juzgues lo que está bien y lo que esta mal ¡hay que hacerlo! ¡Es parte de tu grandeza! Si no juzgases lo que conviene hacer serías una cosa y no una persona . Pero no juzgues de las culpas últimas, de las definitivas, de las fundamentales. Cuando te encuentres con mucha dificultad para perdonar sospecha que es muy posible que es porque estás haciendo de juez del hermano… o de ti mismo. Conviene que hagas de juez para curar, para remediar la vida, para buscar terapias. Pero no pretendas invadir lo que solo a mí me toca: no hagas de juez para pesar las culpas.
7.8. Para encontrar la libertad del perdón no te indignes a medias: rebélate a fondo contra el mal. Que el mal despierte en ti la queja y el furor es una bendición y nunca te rebelarás bastante . La indignación que te nace al ver, o sufrir, la injusticia es una energía importante que, en principio viene de mi . Sin esa rabia no podrías hacer frente al mal. Sin esa energía no podrías controlarlo. Pero te pido que integres esa ira en el amor . No te pido que apagues ese enfado tuyo, ese aborrecimiento, si no que lo conviertas en energía eficaz. Te pido que no lo malgastes dando golpes al aire, o dando quejas. Conviene que sepas integrarlo en el amor . Enojándote mucho, cuanto más mejor, pero que sea para servir al amor y no para dar tu energía a la injusticia . Ten cuidado, si el daño que otro te hace solo te indigna para criticar y despreciar y romper con el otro, esa es una ira de muy corto vuelo . Tiene que llevarte a ti a no hacer lo que el otro hizo y te indigno. Tiene que llevarte a ti a no caer en el mal del desamor o del desprecio porque eso sería la victoria del mal . Tiene que llevarte a amar más y mejor, con más realismo y eficacia (y quizás con más distancia también) a ese, que despertó en ti tu furor .¡Ojalá que tu rebelión sea tan grande que emplees en ella tu vida como Jesucristo! .
7.9.Para encontrar la gracia y la libertad del perdón tienes que saber darle tiempo necesario a la reconciliación. Únicamente Yo, que soy amor puro, puedo perdonar siempre al momento sin renunciar a la lucha por el bien, porque yo soy perdón y gracia. Vosotros, en cambio, camináis hacia ese ser unificado, el mío, el que deseo compartir con vosotros ¡y mientras precisáis de tiempo! . Pero incluso yo que perdono siempre tengo también que esperar por vosotros dando tiempo a la reconciliación . Es importante querer y poder perdonar pero mucho más importante es amar y buscar el bien eficaz y eso no se hace sin tiempo. La terapia del amor, la curación del mal, la reconciliación saneada, requiere su tiempo y sazón . Hay veces que el amor reclama urgentemente en busca del perdido. Pero otras veces pide conflicto . Y a menudo necesita incluso distancia. No siempre es lo mejor acortar los tiempos. Hay prisas que nacen más de un querer febril o superficial que de un verdadero amor . El amor busca el tiempo oportuno y sabe sacrificar o temperar el propio deseo de llegada . Hay distancias que pueden expresar mejor el amor laborioso que cercanías faltas de gracia . Vigila que tu distancia no nazca del orgullo, ni del odio, ni de la cobardía, si no de la prudencia y de un mejor servicio . Acércate pronto al prójimo cuando necesite de ti. Respecta la distancia del prójimo cuando es deseada: puede necesitarla y tu no eres Todo de nadie . Ten confianza en su proceso ¡ te prometo que un día llegará la reconciliación!
7.10. Para encontrar la gracia y la libertad del perdón pídemelo de corazón. Si alguna vez te sientes incapaz de superar la herida que te causaron,, y de encontrar la paz del perdón, llámame que deseo ayudarte. No te voy a curar como las hadas de los cuentos con una varita mágica. Pero te daré el Espíritu Santo . Que hará de ti un hombre nuevo y una mujer nueva, un hombre nuevo, una nueva creación. …¡dando pasos concretos y contando con los demás! . No te puedo dar esa nueva creación sin contar contigo, con tu deseo, con tu lucha, con tu dolor . Pero ten la confianza de que cualquier cosa que pidas en el mismo Espíritu de Jesús se te dará . Si pides amar te lo daré. Si pides perdonar, te lo daré. Si pides hacer mi voluntad y no la de tu querer asustado, te lo daré. ¡En realidad te lo estoy ofreciendo desde siempre! Con tu petición, con la petición de los repliegues de tu ser que aún no gustaron a mi gracia, te estas abriendo a mi regalo . ¿Cuánto deseo dártelo! Pero tengo que esperar por tu propio deseo para que no sea un regalo impuesto o perdido, si no un verdadero encuentro, una fiesta de reciprocidad, una gracia mutua