Re: La evolución está en la Biblia, dice el Vaticano
"Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo" (Gn 2:20)
Yo no me imagino a un mono, poniéndole nombre a otro mono.
Dios le dijo a Adán que pusiera nombre a todos los animales creados. ¿Alguna vez nos hemos preguntado, por qué Dios se lo pidió? ¿ ¿Creemos que Dios le dijo: “Anda Adán, estoy muy ocupado creando cosas, vete a ponerle nombre a los animales.”? ¿Entonces por qué lo hizo?
Porque Adán tenía que saber, personalmente, la diferencia que había entre él y los animales. “Sojuzgad sobre ellos”, fue la indicación que Dios le dio. Y eso significa que él era diferente, que él no era como un animal.
Tenía que mirarles uno a uno a los ojos, y ver que había algo que faltaba en ellos. Tenía que verse a si mismo, y saber que ese era él. Y esto significa que soy conciente del yo, de mi mismo. Saber que estoy aquí. Y al ver a los animales, saber que ellos no tienen esa conciencia de si mismos. Saber que soy creado a imagen y semejanza de Dios. Saber que soy libre en mi decisión. Saber que los animales están programados, que actúan por instinto. A cada uno de ellos, Dios les puso un “software personal”, pero el hombre no es un ser programado (y eso da mucho miedo).
Un mono nunca se va a sentar frente a nosotros y nos va a preguntar: “Por cierto, ¿quién soy yo?” Un mono está programado para ser un mono, un perro está programado para ser un perro, y así......, y cumplir con ciertos propósitos de su creador. Pero el perro, el gato y el mono no tienen conciencia de quiénes son. Y así es, con cada animal que existe sobre la tierra, todos han sido programados en torno al hombre (ahora también ellos en su naturaleza afectada).
Dios le dijo a Adán que señorease sobre los animales. Los animales saben eso, pues Dios lo puso en su software. Y es curioso, pues ahora hay hombres que buscan que otros hombres se enseñoreen de ellos, como si fueran animales irracionales. O incluso dicen que provienen de ellos.
El hombre, al saber quién es y ser libre, debe elegir ser alguien que vive en el amor de Dios para disfrutar de ese amor, y llevar ese amor en su interior, como su sello distintivo. Adán tenía que mirar a los animales y decir: “Soy diferente”, yo llevo puesta la firma del amor del creador. Soy capaz de conocerle, de disfrutarle. Él no me puso un <software> dentro de mi, para convertirme en un robot o en un animal que actúa por instinto, o ser como un mono más, entre muchos monos. ¡Soy libre!, puedo elegir, puedo conocer al creador. El creador puede decirme que me ama, y yo puedo saber que él me ama. Soy un ser conciente, yo puedo saber esto, soy diferente. Ese es mi significado y mi valor, que Dios ha elegido amarme, y me ha dado la libertad para amarle!”
¿Sabes quién soy yo?, ¿sabes quién eres tu? Cuando nos miremos, deberíamos ponernos de pie de admiración, porque cada vez que nos vemos deberíamos estar llenos de asombro, pues tenemos el enorme privilegio de poder comunicarnos con seres que fueron creados para tener comunión con el Dios creador del universo. ¡Esos somos los seres humanos!, ¡ese soy yo, ese eres tú!
Estamos hablando con seres en los cuales ha sido depositado el amor incondicional e ilimitado de Dios, por eso deberíamos vernos llenos de admiración y de asombro. ¡Somos increíbles!, ¡ese es nuestro significado!, ¡ese es nuestro valor! Yo no encuentro mi valor mirando las muchas cosas que hago, sino que miro al creador, pues mirándole a él, descubro lo mucho que valgo. Y no por mi mismo, pues yo no voy a valorar mi carne, ni voy a valorar mis habilidades, y me digo a mi mismo: “¡Wow,.. Eres lo máximo!, nadie hace lo que tu haces, eres un gran tipo!”..., sino que dejo de mirarme a mi mismo, y pongo mi mirada en Aquel que hizo a este gran tipo, y descubro que además de todo eso, ¡Él me ama!
Dios les bendice!

Por lo que veo nadie se quiere "mojar", yo lo que pregunto es: ¿Dios creo al hombre como es, o alguien, de los evolucionistas, sostiene que venimos del mono?
Que Dios les bendiga a todos
Paz
"Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo" (Gn 2:20)
Yo no me imagino a un mono, poniéndole nombre a otro mono.
Dios le dijo a Adán que pusiera nombre a todos los animales creados. ¿Alguna vez nos hemos preguntado, por qué Dios se lo pidió? ¿ ¿Creemos que Dios le dijo: “Anda Adán, estoy muy ocupado creando cosas, vete a ponerle nombre a los animales.”? ¿Entonces por qué lo hizo?
Porque Adán tenía que saber, personalmente, la diferencia que había entre él y los animales. “Sojuzgad sobre ellos”, fue la indicación que Dios le dio. Y eso significa que él era diferente, que él no era como un animal.
Tenía que mirarles uno a uno a los ojos, y ver que había algo que faltaba en ellos. Tenía que verse a si mismo, y saber que ese era él. Y esto significa que soy conciente del yo, de mi mismo. Saber que estoy aquí. Y al ver a los animales, saber que ellos no tienen esa conciencia de si mismos. Saber que soy creado a imagen y semejanza de Dios. Saber que soy libre en mi decisión. Saber que los animales están programados, que actúan por instinto. A cada uno de ellos, Dios les puso un “software personal”, pero el hombre no es un ser programado (y eso da mucho miedo).
Un mono nunca se va a sentar frente a nosotros y nos va a preguntar: “Por cierto, ¿quién soy yo?” Un mono está programado para ser un mono, un perro está programado para ser un perro, y así......, y cumplir con ciertos propósitos de su creador. Pero el perro, el gato y el mono no tienen conciencia de quiénes son. Y así es, con cada animal que existe sobre la tierra, todos han sido programados en torno al hombre (ahora también ellos en su naturaleza afectada).
Dios le dijo a Adán que señorease sobre los animales. Los animales saben eso, pues Dios lo puso en su software. Y es curioso, pues ahora hay hombres que buscan que otros hombres se enseñoreen de ellos, como si fueran animales irracionales. O incluso dicen que provienen de ellos.
El hombre, al saber quién es y ser libre, debe elegir ser alguien que vive en el amor de Dios para disfrutar de ese amor, y llevar ese amor en su interior, como su sello distintivo. Adán tenía que mirar a los animales y decir: “Soy diferente”, yo llevo puesta la firma del amor del creador. Soy capaz de conocerle, de disfrutarle. Él no me puso un <software> dentro de mi, para convertirme en un robot o en un animal que actúa por instinto, o ser como un mono más, entre muchos monos. ¡Soy libre!, puedo elegir, puedo conocer al creador. El creador puede decirme que me ama, y yo puedo saber que él me ama. Soy un ser conciente, yo puedo saber esto, soy diferente. Ese es mi significado y mi valor, que Dios ha elegido amarme, y me ha dado la libertad para amarle!”
¿Sabes quién soy yo?, ¿sabes quién eres tu? Cuando nos miremos, deberíamos ponernos de pie de admiración, porque cada vez que nos vemos deberíamos estar llenos de asombro, pues tenemos el enorme privilegio de poder comunicarnos con seres que fueron creados para tener comunión con el Dios creador del universo. ¡Esos somos los seres humanos!, ¡ese soy yo, ese eres tú!
Estamos hablando con seres en los cuales ha sido depositado el amor incondicional e ilimitado de Dios, por eso deberíamos vernos llenos de admiración y de asombro. ¡Somos increíbles!, ¡ese es nuestro significado!, ¡ese es nuestro valor! Yo no encuentro mi valor mirando las muchas cosas que hago, sino que miro al creador, pues mirándole a él, descubro lo mucho que valgo. Y no por mi mismo, pues yo no voy a valorar mi carne, ni voy a valorar mis habilidades, y me digo a mi mismo: “¡Wow,.. Eres lo máximo!, nadie hace lo que tu haces, eres un gran tipo!”..., sino que dejo de mirarme a mi mismo, y pongo mi mirada en Aquel que hizo a este gran tipo, y descubro que además de todo eso, ¡Él me ama!
Dios les bendice!
