El Papa que fue mujer

1 Agosto 2006
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El Papa que fue mujer,
la Papisa Juana
La aseveración que los papas son los sucesores del apóstol Pedro, viene a ser la base o piedra angular
del romanismo católico, y sin el la Iglesia Romana simplemente no podría funcionar: «El Pontífice romano,
como sucesor de Pedro, es la perpetua y visible fuente y fundamento de la unidad de los obispos y de toda la
compañía de los fieles « (Vatican Council II: The Conciliar and Post Conciliar Documents, Costello Publishing,
1988, vol.I, p.376).
No obstante, se necesitaría ser un retrasado mental, o en su defecto estar hechizado -como definitivamente
lo está todo católico romano- para poder creer que pueden ser sucesores del apóstol Pedro tipos que han
sido asesinos, adúlteros, fornicarios, homosexuales, avaros, etc. A continuación presentamos, a manera de
ejemplo, algunas anécdotas de los «santos sucesores» del apóstol Pedro, empezemos con el Papa que fue mujer,
la Papisa Juana.
Distintos cronistas católicos romanos, entre ellos obispos, cardenales, sacerdotes, pero especialmente
monjes, nos hablan de esta mujer que llevó el nombre de Papa Juan VIII. El reinado de la Papisa fue de dos
años, cinco meses, y cuatro días, desde el año 855 al 858. Esto la sitúa después del Papa León IV (847-55) y
antes que Benedicto III, cuyo reinado normalmente lo datan de 855 a 858, pero evidentemente con el fin de no
dar lugar a la Papisa.
El monje benedictino Marianus Scotus (1028-86), pasó los últimos 17 años de su vida en la Abadía de
Mainz. La misma ciudad alemana donde Juana había nacido 250 años antes. Este cronista, en algunos de sus
manuscritos de su Historiographi donde describe eventos hasta el año 1083, tiene una anotación en el año 854
que dice: «El Papa León murió en las Calendas de agosto. Fue reemplazado por Juana, una mujer, que reinó
por dos años, cinco meses, y cuatro días» (Marianus Scotus, Hist. sui temp. ciar.; RGSS I, p.639; citado en The
Femóle Pope, Rosemarie and Darroll Pardoe, 1988, p.14). Posteriormente, en el siglo XII, tenemos dos cronistas
que hacen referencia a la Papisa Juana. Cronológicamente primero está Sigebert de Gemblours, un monje
benedictino nacido en 1030 y muerto en 1112 o 1113. Su historia, la Chronographia, termina en el año 1112, y
contiene la siguiente corta narración bajo el año 854: «Se rumora que este Juan es una mujer, y conocida así
solamente por su familiaris (compañero) que terminó enbarazándola. Dio a luz mientras era Papa, debido a lo
cual ciertas gentes no la cuentan entre los papas...».
El segundo cronista es Gotfrid de Viterbo, secretario de la Corte Imperial. En su obra el Pantheon, de
1185, incluye una nota después del Papa León IV, donde especifica que Juana, el Papa femenino, no es contado.
La historia de Juana consiste, por otro lado, en que ella nació en Ingelheim, cerca de Mainz, Alemania. Y,
debido a que en ese entonces a las mujeres se les negaba la educación, Juana viajó disfrazada con un hábito
de monje benedictino -juntamente con otro monje de la misma orden- desde Fulda (Alemania) hasta Atenas.
Allí rápidamente adquirió tal conocimiento que después, cuando fue a Roma, deleitaba a filósofos, cardenales
y teólogos con su enseñanza (The Chair ofPeter, F. Gontard, 1965, p. 190). Una vez elegida Papa, y estando
ya embarazada por su amante el monje benedictino que la ayudó a salir de su país, se descubrió su verdadero
sexo cuando en el transcurso de una procesión del Coliseo a la iglesia de San Clemente, dio a luz a un
niño en plena calle (Ibid.).
La papisa Juana dando a luz durante la procesión (De Mulieribus Claris, Giovanni Boccaccio, 1539).
La Papisa Juana y su amante siendo
devorados por el diablo (Lectionun
Memorabilivm et Reconditarum
Centenarii, John Wolfius, 1671).
Otra representación del parto de la Papisa (A Present for a
Papist, 1875)
Las referencias más amplias y precisas respecto a la Papa Juana datan del siglo XIII, y fueron registradas
por Martín Polonus. Martín, un sacerdote que pertenecía a la Orden de los frailes Dominicos, era originario
de Troppau en Polonia, y se le conoció frecuentemente como Martín von Troppau. Después, cuando fue a
Roma, obtuvo el nombramiento de capellán papal y penitenciario. Sus deberes en la burocracia de la Iglesia le
dejaban bastante tiempo libre para el estudio, así que se dedicó a un pasatiempo muy popular en la Edad Media,
la compilación de una crónica histórica. Para esto se valió de los Archivos Vaticanos, a los cuales tenía fácil

acceso dada su posición en la curia papal. Su obra, Chronicon Pontiflcum et Imperatum, en donde registra el
caso de la Papa Juana, fue un best-seller de su tiempo y se difundió por todo Europa, alrededor del año 1265. La
obra se consideró de carácter casi oficial, pues reflejaba la autoridad y opiniones de la misma Iglesia.
En la crónica de Martín la primera fuente citada respecto a la Papisa, en orden cronológico, es Anastasio
el Bibliotecario, Un hombre estudioso del siglo IX a quien se le atribuye la autoría del Líber Pontiflcalis, una
colección de biografías papales que empieza desde el Papa Nicolás 1 (858-67). Anastasio participó intensamente
en la intriga política que rodeó al papado en ese entonces, y por ello fue capaz de basar su narración
sólidamente con su propia experiencia y observación. En el Líber Pontificalis de Anastasio, el manuscrito
donde se hace mención de la Papisa está codificado en los Archivos del Vaticano como MS 3762 (ver Elude
sur le Líber Pontificalis, Louis Duchesne, 1886, p.95; una copia del manuscrito en cuestión aparece en Un
pape Nominé Jeanne, H. Perrodo-Le Mayne, 1972).
Por otro lado, para evitar la elección de otra mujer Papa en la «legítima línea de sucesión apostólica» de
los papas romanos, se desarrolló una extraña tradición en el Vaticano que perduró hasta el tiempo del Papa León
X (1513-21). La cual consistía en que los papas, antes de ser coronados, se sentaban en una silla de mármol
rojo para ser examinados a fin de probar su sexo. La silla estaba agujerada pues había sido en realidad un
excusado de los antiguos baños públicos romanos. Y, de la misma manera como solían restaurar todo aquello
que tenía que ver con el gran pasado pagano de Roma, la silla también fue restaurada e introducida en la
ceremonia papal.
A esta silla la denominaron entonces como la Sella stercoraria. Y, durante la ceremonia de inspección,
un diácono metía la mano por debajo de la silla para palpar los genitales y cerciorarse del sexo del fututo Papa,
y después gritaba ¡Habet!, la gente entonces contestaba ¡Deo gratias! (Gontard, op.cit., p.190; The Bad Popes,
E. R. Chamberlain, 1969, p.91). Respecto a la existencia de esta silla existe también el testimonio del inglés
William Brewyn, que en 1470 compiló un fascinante libro guía de las iglesias en Roma. Cuando describe
la capilla de San Salvador en la Basílica de San Juan Laterano, dice: «...en esta capilla existen dos o más

sillas de mármol rojo, con aberturas en ellas, sobre las cuales según he escuchado, se prueba si el Papa es
hombre (A XV th Century Guide-Book to the Principal Churches of Rome, William Brewyn, 1900, p.33).
La misma explicación da Bartolomeo Platina, que fue Prefecto de la Biblioteca Vaticana bajo el Papa
Sixto IV (1471-84). En su obra Vida de los Papas (1479) dice: «Algunos han escrito que debido a esto... cuando
los papas van a ser entronados en la silla de Pedro, son primeramente examinados por el diácono más joven
que esté presente « (La Légende de la Papesse Jeanne, Eugene Müntz, 1900, p.330).
Otros testimonios bastante interesantes respecto a la existencia de la Papisa Juana, y que tuvieron lugar
también durante la Edad Media, consisten en lo siguiente:
Resulta que el Palacio Laterano, lugar donde residen los papas, fue donado por Constantino a la
Iglesia en el siglo IV. Anteriormente había sido un palacio imperial, pero después se convirtió en la principal
residencia del Papa en Roma. La basílica que Constantino construyó a un lado, donde estaban las
barracas de su caballería, se convirtió después en la catedral episcopal del Papa como obispo de Roma. El
Palacio Laterano, no obstante, se encuentra en el lado opuesto de Roma en relación a los focos de actividad
papal que son el Vaticano y la Basílica de San Pedro. Desde entonces, y a través de toda la Edad Media, siempre
había procesiones papales yendo de un extremo al otro. La ruta entre ambos extremos incluía el paso por el
Coliseo y la Basílica de San Clemente, la cual se construyó sobre un Miíhraeum (lugar de sacrificios a Mithra)
del siglo III. Sin embargo, el punto es que estas dos antiguas construcciones están conectadas por la ViaS.
Giovanni en Laterano; y, en la Edad Media, esta ruta directa era evitada por los papas por causa de que allí había
dado a luz y había muerto la Papa Juana cuando se dirigía a la Basílica de San Pedro (Pardoe, op.cit., p.43).
En 1486 John Burchard, obispo de Estrasburgo y Maestro papal de Ceremonias bajo el Papa Inocencio
VIII (1503-13), Alejando VI (1492-1503), Pío III (1503) y Julio U (1503-13), organizó una procesión para
Inocencio VIH que rompió con la tradición de evitar la ruta directa. En su Líber Notarum registra la dura crítica
a la que se hizo acreedor como resultado de su decisión: «En su ida así como en su regreso, él (el Papa) vino por
la ruta del Coliseo, y por aquella calle recta donde la estatua del Papa mujer (imago papissae)
 
Re: El Papa que fue mujer

esta localizada en recuerdo, se dice, por haber dado allí a luz a un niño el Papa Juan VIH. Por esta razón muchos dicen que
a los papas no se les permite pasar a caballo por allí. Por lo tanto el señor arzobispo de Florencia, el obispo
de Massano, y Hugo de Bencii el subdiácono apostólico, me enviaron una reprimenda» (Líber Notarum, John
Burchard; RISS, XXXII pt. 1, vol. I, p.176).
La estatua de la Papisa (imago papissae) que aquí menciona Burchard en el año 1486, también fue vista
por Martín Lutero cuando visitó Roma a finales de 1510. Lutero hizo un comentario acerca de la estatua
expresando su sorpresa que los papas permitiesen que un objeto tan embarazoso permaneciera en un lugar
público. La estatua que Luterio vio era la de una mujer con vestiduras papales, sosteniendo un niño y un cetro
(La Légende de la Papesse Jeanne, Eugene Müntz, 1900, p.333). Teodorico de Niem afirma que «la estatua fue
erigida por el Papa Benedicto 111, con el fin de inspirar horror al escándalo que sucedió en ese lugar» (Pope
Joan -A Histórica! Study, Emmanuel D. Rhoides, 1886, p.82). El dato es confiable porque cuando Teodorico
escribió al respecto en el año 1414, la estatua tenía apenas poco más de 50 años, lo cual no deja mucho margen
de error.
Por otro lado, en relación al fin o desaparición de la estatua de la Papisa, existe el testimonio de Elias
Hasenmuller quien el la última década del siglo XVI fue informado por una autoridad confiable que la estatua
había sido arrojada al río Tíber porj Pío V (1566-72). Según lo registra el mismo Hasenmuller en su obra
Historia lesuitici Ordinis (1593, p.315). Esto explica también por qué el famoso cardenal jesuíta Roberto
Belarmino (1542-1621), quien intervino como miembro del] Santo Oficio en el juicio contra Galileo, cuando
hace referencia a la estatua en su obra De Summo Pontífice en 1577,! siempre se refiere a ella en tiempo
pasado, con la clara implicación que la estatua en ese entonces ya no existía. Un testimonio más, concerniente
a la existencia de la Papisa Juana, lo encontramos en el juicio que se le hizo al valiente y ] gran reformador de
Bohemia John Huss. En el mes de noviembre de 1414 se convocó un Concilio general en Constanza!
(Alemania), con el fin de dicidir una disputa entre tres idiotas que querían ser papas al mismo tiempo. John
Huss fue llamado a comparecer ante este Concilio porque se le acusaba de herejía. Huss argumentó en su defensa, entre otras cosas, que la única cabeza de la Iglesia podía ser Cristo mismo y no el Papa. Razón por la
cual también, dijo Huss, la Iglesia había podido seguir funcionando durante todo este tiempo sin una cabeza
terrestre a pesar de los papas corruptos. Y fue precisamente aquí, cuando a manera de ejemplo de tal corrupción
papal, Huss citó entonces la existencia de la Papisa Juana. Y, como bien dice el historiador del siglo XVIII
James L’Enfant: «Si esto no hubiese sido en ese entonces un hecho innegable, los miembros del Concilio
seguramente habrían tratado de corregir a Huss con disgusto, o se hubieran reído de él, como ciertamente lo
hicieron por cosas de menor importancia» (The History qfthe Council ofConstance, James L’Enfant,
1730,1, p.340).
 
Re: El Papa que fue mujer

Se trata de una "leyenda negra" más orquestada en contra de la Iglesia, a continuación transcribo información desde una enciclopedia en línea:

Historia de la leyenda
La opinión más extendida es que se trata de una leyenda, que sin embargo fue dada por cierta por la propia Iglesia hasta el siglo XVI. Las sillas perforadas exhibidas en su apoyo no son al parecer otra cosa que las sillas curiales, que simbolizaban el carácter colegial de la Curia romana. Ninguna crónica contemporánea a los hechos narrados acredita la historia, y la lista de papas no deja ningún resquicio en que se pueda insertar el pontificado de Juana. En efecto, entre la muerte de León IV, el 17 de julio de 855 y la elección de Benedicto III, entre los cuales sitúa Martín el Polaco a la papisa, transcurrió muy poco tiempo, incluso teniendo en cuenta que el segundo no fue coronado hasta el 29 de septiembre del mismo año a causa del antipapado de Anastasio. Estos datos son confirmados por pruebas sólidas, como monedas y documentos oficiales de la época. La crónica de Jean de Mailly sugiere, por su parte, un emplazamiento del papado de Juana un poco anterior a 1100. Sin embargo, sólo transcurren unos meses entre la muerte de Víctor III (16 de septiembre de 1087) y la elección de Urbano II (12 de marzo de 1088), y sólo algunos días entre la muerte de este último (29 de julio de 1099) y la elección de Pascual II (13 de agosto de 1099).

Las explicaciones de la leyenda son diversas. El mito fue tal vez ideado a partir del sobrenombre de papisa Juana que recibió en vida el papa Juan VIII por lo que sus opositores consideraron debilidad frente a la Iglesia de Constantinopla, o quizá por el mismo sobrenombre aplicado a Marozia, autoritaria amante de Juan XI. Por otra parte, el mito también remite a las inversiones rituales de valores propias de los carnavales.

Otro punto de partida de la leyenda puede ser la prohibición del Levítico (21:20) de que esté al servicio del Altar un hombre con los testículos aplastados, es decir, un eunuco. La idea que la prohibición conlleva de verificar que sólo hombres enteros accedan al trono papal, estuvo probablemente en el origen de la inspección ceremonial y del testiculum habet et bene pendebant, un tema sugestivo para una disputatio de quolibet estudiantil en la escolástica de la Edad Media.

La leyenda se ha desarrollado a lo largo de la Edad Media. La primera mención conocida se encuentra en la crónica de Jean de Mailly, dominico del convento de Metz, redactada hacia 1255. La leyenda se propagó muy rápidamente y sobre una gran extensión geográfica, lo que puede hacer suponer que existía con anterioridad y que el dominico se limitó a consignarla por escrito. Hacia 1260, la anécdota reaparece en el Tratado de las diversas materias de la predicación, de Esteban de Borbón, también dominico y de la misma provincia eclesiástica que Mailly. Pero es sobre todo el relato hecho por Martín el Polaco en su Crónica de los pontífices romanos y de los emperadores, hacia 1280, el que le asegura el éxito.

La acogida que hacen los medios eclesiásticos de la anécdota, que en un principio fue aceptada como cierta, se ha explicado después por el interés del caso jurídico y por una voluntad de imponer una interpretación oficial del supuesto acontecimiento.

En efecto, la leyenda es rápidamente revivida con fines polémicos. El franciscano Guillermo de Ockham denuncia una intervención diabólica en la persona de Juan, que prefigura la de Juan XXII, adversario de los espirituales (disidentes franciscanos).

Durante el Gran Cisma de Occidente, la historia de Juana prueba, para las dos facciones, la necesidad legal de una posibilidad de destitución papal. También fue recogida por el polemista Jan Hus y después por los luteranos, que veían en Juana la encarnación de la prostituta de Babilonia descrita en el Apocalipsis:


La prostituta de Babilonia según el Tapiz del Apocalipsis de AngersTambién me dijo: «Las aguas que has visto, donde se sienta la ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. / Y los diez cuernos que viste, y la bestia, aborrecerán a la ramera, la dejarán desolada y desnuda, devorarán sus carnes y la quemarán con fuego. / Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo y dar su reino a la bestia hasta que se hayan cumplido las palabras de Dios. / Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra». —Apocalipsis de San Juan.

Todos estos ataques llevaron al erudito Onofrio Panvinio, monje agustino, a redactar en 1562 la primera refutación seria de la leyenda, en su Vitæ Pontificum (Vida de los papas). En el siglo XVII, los luteranos se unieron a sus argumentos.

En 1886, el griego Emmanuel Royidis publicó La papisa Juana, que vino a relanzar el mito. Antes, Petrarca se había visto atraído por la leyenda. En el siglo XX se interesaron por ella otros escritores, como Lawrence Durrell, Renée Dunan o Alfred Jarry.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Papisa_Juana

Saludos en Cristo.
 
Re: El Papa que fue mujer

es un buen libro verdad

quien fue MAROTZIA ??
PODRIA decirnos que dice la historia sobre esta dama en referencia al vaticano?

podra poner defensas como quiera la falsa iglesia catolica tiene historia veridica comprobada

no hace mucho negaban la famosa santa inquisiscion ??
y las maldades que hacian contra cristianos
quisieran tapar el sol con un dedo verdad?
saludos
 
Re: El Papa que fue mujer

Byron, deje de decir estupideces, ¿quién ha negado alguna vez la existencia de la Inquisición?
A ver, díganoslo, ¿quién?

De verdad, muchos de ustedes demuestran una ignorancia y un sectarismo que apesta. No les importa hacer el ridículo con tal de atacar al catolicismo.
 
Re: El Papa que fue mujer

Primeramente, en la historia el único Papa Juan VIII que existió fue en los años 872-882, y no en los años 855-858 como se pretende. Lo de la papisa Juana no es más que una fábula que muchos aprovechan en sus ataques al papado.

¿Cómo se sabe que es solamente un personaje ficticio?

Primeramente, el reinado de la supuesta papisa no cabe en los años 855-858 debido a que cuando el Papa León IV falleció el 17 de julio 855, entonces Benedicto III fue inmediatamente elegido como su sucesor, reinando en los años 855-858. Existen monedas antiguas de la época que llevan las efigies de Benedicto III y del emperador Lothair (quien falleció el 28 de septiembre 855), con lo cual se comprueba que a Benedicto ya se le reconocía como papa antes del 28 de septiembre 855.

Luego, el 7 de octubre 855 Benedicto III le concedió una petición a Nicolás I, abbey de Corvey. Anteriormente, el arzobispo de Reims de nombre Hincmar le había informado a Nicolás I que el mensajero que había sido enviado para llevarle la petición a León IV supo de la muerte del papa cuando iba en camino, y que por esa razón su petición le fue entonces entregada a Benedicto III, quien decidió el asunto tratado.

Todos estos testigos comprueban la exactitud de las fechas en las vidas de León IV y Benedicto III, lo cual no da cabida histórica para la existencia de la supuesta papisa. ¿Cómo es posible que ninguno de los historiadores de esa época hizo mención alguna de ella? Resulta increible que la existencia de una “papisa”, en caso que se se tratara de un hecho histórico, no fue notada por uno sólo de los numerosos historiadores de la época en cuestión. No es sino hasta mediados del siglo XIII que se empieza a mencionar dicho personaje ficticio.
:chicomalo
 
Re: El Papa que fue mujer

Byron, deje de decir estupideces, ¿quién ha negado alguna vez la existencia de la Inquisición?
A ver, díganoslo, ¿quién?

De verdad, muchos de ustedes demuestran una ignorancia y un sectarismo que apesta. No les importa hacer el ridículo con tal de atacar al catolicismo.

Así, ¿por que no le cuentas quien era Marozia y la relación que tuvo con el papa SergioIII?
La historia de la papisa Juana seguro que fue una falsedad. Pero que Marozia ejerció de Esp, Sto. ya no es falso puesto que entre otros sentó en la silla papal a sus engendros León VI. (928-9). Esteban VII (929-31). Y Juan XI, (931-6)
Tambien un nieto suyo llego al papado, Juan XII (955-63) Sus virtudes son harto conocidas por la historia y lo bueno es que murio asesinado. ¿Sabes donde, Luis? Pues en un lecho en el que estaba adulterando y el esposo tomo venganza contra él.

¿Sigues creyendo necesario hacer el ridículo para evidenciar vuestra realidad?

Como ves lo hace la historia y Tobi, se limita a citarla.

Luego, ¿quien hace el ridículo? ¿No serás tu, pretendiendo negarlo?
 
Re: El Papa que fue mujer

Así, ¿por que no le cuentas quien era Marozia y la relación que tuvo con el papa SergioIII?
La historia de la papisa Juana seguro que fue una falsedad. Pero que Marozia ejerció de Esp, Sto. ya no es falso puesto que entre otros sentó en la silla papal a sus engendros León VI. (928-9). Esteban VII (929-31). Y Juan XI, (931-6)
Tambien un nieto suyo llego al papado, Juan XII (955-63) Sus virtudes son harto conocidas por la historia y lo bueno es que murio asesinado. ¿Sabes donde, Luis? Pues en un lecho en el que estaba adulterando y el esposo tomo venganza contra él.
¿Sigues creyendo necesario hacer el ridículo para evidenciar vuestra realidad?

Como ves lo hace la historia y Tobi, se limita a citarla.

Luego, ¿quien hace el ridículo? ¿No serás tu, pretendiendo negarlo?
estupendo
quedo de maravilla
gracias TOBI
 
Re: El Papa que fue mujer

Así, ¿por que no le cuentas quien era Marozia y la relación que tuvo con el papa SergioIII?
La historia de la papisa Juana seguro que fue una falsedad. Pero que Marozia ejerció de Esp, Sto. ya no es falso puesto que entre otros sentó en la silla papal a sus engendros León VI. (928-9). Esteban VII (929-31). Y Juan XI, (931-6)
Tambien un nieto suyo llego al papado, Juan XII (955-63) Sus virtudes son harto conocidas por la historia y lo bueno es que murio asesinado. ¿Sabes donde, Luis? Pues en un lecho en el que estaba adulterando y el esposo tomo venganza contra él.

¿Sigues creyendo necesario hacer el ridículo para evidenciar vuestra realidad?

Como ves lo hace la historia y Tobi, se limita a citarla.

Luego, ¿quien hace el ridículo? ¿No serás tu, pretendiendo negarlo?


Y luego está la historia de los Borgia y la buena de Lucrecia, tremenda telenovela podría hacer Televisa si tubiera los derechos de esa historia. Lo que no se es por que los de National Geographic no han hecho un especial con estos temas, con lo que les gusta el sensacionalismo últimamente.
 
Re: El Papa que fue mujer

Así, ¿por que no le cuentas quien era Marozia y la relación que tuvo con el papa SergioIII?
La historia de la papisa Juana seguro que fue una falsedad. Pero que Marozia ejerció de Esp, Sto. ya no es falso puesto que entre otros sentó en la silla papal a sus engendros León VI. (928-9). Esteban VII (929-31). Y Juan XI, (931-6) Tambien un nieto suyo llego al papado, Juan XII (955-63) Sus virtudes son harto conocidas por la historia y lo bueno es que murio asesinado. ¿Sabes donde, Luis? Pues en un lecho en el que estaba adulterando y el esposo tomo venganza contra él.
¿Sigues creyendo necesario hacer el ridículo para evidenciar vuestra realidad?
Como ves lo hace la historia y Tobi, se limita a citarla.
Luego, ¿quien hace el ridículo? ¿No serás tu, pretendiendo negarlo?

Nadie -creo- ha negado aquí errores y pecados de la Iglesia Carólica. Nadie ha negado, sino todo lo contrario. Simplemente se ha dicho que lo de la Papisa Juana es una fábula de conveniencia.
¿Crees que los católicos hacemos el ridículo porque nuestra amada Iglesia es pecadora? Pues no, no lo hacemos, porque ninguno de nosotros está libre de pecado. Ningún minisisterio te hace santo: un papa no es santo por el mero hecho de ser papa. Ejemplos sobrados hay en la historia. Y no hacemos el ridículo, sino que estamos orgullosos de que, a pesar de todo, Dios nos sigue amando, iluminando, conduciendo e inundando con su Espíritu. Si no fuera así, hace ya siglos que habría desaparecido la Iglesia Católica en manos de algún papa adúltero. El único que hace el ridículo es quien ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo.
 
Re: El Papa que fue mujer

Esos comentarios que parecen "ataques" contra el catolicismo hoy por hoy son normales. La gente ya no hace lo que un cura les dice si no que han aprendido a pensar y valerse por si mismo sin temer al miedo que ejercía la Iglesia sobre la gente para dominarlos. Es normal que las personas responsables e inteligentes hayan mirado atras "a la historia" y se sientan ofendias ante lo que esta Institución HUMANA ha hecho a lo largo de sus 20 siglos de dominio.
 
Re: El Papa que fue mujer

Así, ¿por que no le cuentas quien era Marozia y la relación que tuvo con el papa SergioIII?
La historia de la papisa Juana seguro que fue una falsedad. Pero que Marozia ejerció de Esp, Sto. ya no es falso puesto que entre otros sentó en la silla papal a sus engendros León VI. (928-9). Esteban VII (929-31). Y Juan XI, (931-6)
Tambien un nieto suyo llego al papado, Juan XII (955-63) Sus virtudes son harto conocidas por la historia y lo bueno es que murio asesinado. ¿Sabes donde, Luis? Pues en un lecho en el que estaba adulterando y el esposo tomo venganza contra él.

¿Sigues creyendo necesario hacer el ridículo para evidenciar vuestra realidad?

Como ves lo hace la historia y Tobi, se limita a citarla.

Luego, ¿quien hace el ridículo? ¿No serás tu, pretendiendo negarlo?

Mira Tobi, al igual que con algumos sumos sacerdotes del Antiguo Pacto, en la historia de la Iglesia han habido papas adúlteros, asesinos y gentuza de la peor calaña. Pero oye, ni uno solo de esos cambió una sola coma de la doctrina católica.
Que el papado haya sobrevivido a papas nefastos es una prueba de que está asentado sobre bases sólidas. Así que podéis sacar todos los casos de malos papas que queráis.
 
Re: El Papa que fue mujer

Esos comentarios que parecen "ataques" contra el catolicismo hoy por hoy son normales. La gente ya no hace lo que un cura les dice si no que han aprendido a pensar y valerse por si mismo sin temer al miedo que ejercía la Iglesia sobre la gente para dominarlos. Es normal que las personas responsables e inteligentes hayan mirado atras "a la historia" y se sientan ofendias ante lo que esta Institución HUMANA ha hecho a lo largo de sus 20 siglos de dominio.

Naturalmente que entre 1200 millones de católicos y casi dos mil años de historia, habrá personas y actos incorrectos.

Es irrisorio que pretenda compararse eso con 200 o 300 años de historia (1 décima parte de ese tiempo) y unos cuantos millones de militantes (1 pequeña fracción) , sin embargo también se consiguen desordenes en las filas protestantes y usted lo sabe perfectamente.

Estadísticamente si hay por ejemplo 50 millones de cristianos nn, entonces las acusaciones deberían ser 1/24 con respecto a la iglesia católica, es decir 4% lo cual no significa que sean mejores. De hecho haciendo esta correlación yo creo que muchos se sorprenderían si llevaramos su congregación religiosa a numeros equiparados del catolicismo, muchos creerian que la gran ramera es otra.

Disculpa si no me he explicado pero la verdad es que mi especialidad no son los números.

Saludos
 
Re: El Papa que fue mujer

Naturalmente que entre 1200 millones de católicos y casi dos mil años de historia, habrá personas y actos incorrectos.

Es irrisorio que pretenda compararse eso con 200 o 300 años de historia (1 décima parte de ese tiempo) y unos cuantos millones de militantes (1 pequeña fracción) , sin embargo también se consiguen desordenes en las filas protestantes y usted lo sabe perfectamente.

Estadísticamente si hay por ejemplo 50 millones de cristianos nn, entonces las acusaciones deberían ser 1/24 con respecto a la iglesia católica, es decir 4% lo cual no significa que sean mejores. De hecho haciendo esta correlación yo creo que muchos se sorprenderían si llevaramos su congregación religiosa a numeros equiparados del catolicismo, muchos creerian que la gran ramera es otra.

Disculpa si no me he explicado pero la verdad es que mi especialidad no son los números.

Saludos

amado nunca lo seran por lo que leo
pero en verdad si tubieron una mujer de papiza segun el libro expuesto en las primeras paguinas deberia de sentirse orgulloso no cree?
 
Re: El Papa que fue mujer

Por Dios, nunca creí que iba a ver alguien defender tal paparruchada.
No solo no figura ningun dato sobre la papisa juana ni sobre un juan en ese período, sino que la primer documentación, que es por demás dudosa, sobre el tema la encontramos unos 300 años después del supuesto hecho.
Por tanto esto no tiene fundamento, y no tiene sentido discutirlo.
Nunca, NUNCA creí que alguien fuera a defender esa ridicules.
 
Re: El Papa que fue mujer

Por Dios, nunca creí que iba a ver alguien defender tal paparruchada.
No solo no figura ningun dato sobre la papisa juana ni sobre un juan en ese período, sino que la primer documentación, que es por demás dudosa, sobre el tema la encontramos unos 300 años después del supuesto hecho.
Por tanto esto no tiene fundamento, y no tiene sentido discutirlo.
Nunca, NUNCA creí que alguien fuera a defender esa ridicules.
bueno pues os habeis puesto en la lista tambien

ya defendeis que no hay datos vos tambien sois coparticipe de lo que llamais
ridiculez

bienvenido :lightingz
 
Re: El Papa que fue mujer

Nadie -creo- ha negado aquí errores y pecados de la Iglesia Carólica. Nadie ha negado, sino todo lo contrario. Simplemente se ha dicho que lo de la Papisa Juana es una fábula de conveniencia.
¿Crees que los católicos hacemos el ridículo porque nuestra amada Iglesia es pecadora? Pues no, no lo hacemos, porque ninguno de nosotros está libre de pecado. Ningún minisisterio te hace santo: un papa no es santo por el mero hecho de ser papa. Ejemplos sobrados hay en la historia. Y no hacemos el ridículo, sino que estamos orgullosos de que, a pesar de todo, Dios nos sigue amando, iluminando, conduciendo e inundando con su Espíritu. Si no fuera así, hace ya siglos que habría desaparecido la Iglesia Católica en manos de algún papa adúltero. El único que hace el ridículo es quien ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo.

¿Y donde dejas aquello que constantemente repetís?
Que Jesús estaria siempre con la Iglesia. ¿Con esta institución? ¿Con la que estableció la Inquisición asando herejes que, en la mayoria de los casos no lo eran?
Apoc. 17:6
"Vi la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de ls mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro".
¿Te has preguntado de que podia asombrarse el apóstol Juan? ¿Acaso no había conocido la persecución de Nerón y ahora estaba bajo la de Domiciano?
¿Tu iglesia en contra de la pena de muerte?

Con lo de las corruptelas
¿No decis que los papas son elegidos por el Esp. Sto?

Dices:
un papa no es santo por el mero hecho de ser papa.
Y claro, como no lo es, vosotros no los llamais "santidad"

Y encima dices estar orgulloso.

Las iglesias cristianas estan formadas por pecadores, pero no por gente que entronizan en ellas los pecados más abyectos. Si lo hacen muestran mediante este fruto que no son iglesia de Cristo. Vuestros frutos estan aqui, en vuestra historia.

Tambien esta fracesita:
Si no fuera así, hace ya siglos que habría desaparecido la Iglesia Católica en manos de algún papa adúltero.
¿Te huelgas de eso? Ten un poco de paciencia y mira la respuesta.
Apoc. 17:17-18
"Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra"

¿Por que crees que en Apoc 18:4 dice?
"Y oi una voz de cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seais participes de sus pecados, ni recibais parte de sus plagas".

¿Cual puede ser esta ciudad? Se lo pregunto a dos de vuestros papas y responden: "

El primero:
Solo el papa tiene el derecho de lucir las insignias imperiales y todos los principes tienen la obligación de besarle los pies".
(Gregorio VII 1073-85. en su Dictatus papae).

El segundo
;
"El papa, como Vicario de Cristo y Vicario de Dios tiene el derecho de deponer a reyes y principes, puesto que todas las cosas en la tierra, en el cielo y en el infierno están sujetas al Vicario de Cristo. (Inocencio III. 1198-1216)
Este último ordenó exterminar a los cátaros y albigenses y le dió carta institucional al Santo Oficio. (De eso se asombró Juan. De pretender hacerlo no solo el nombre de Cristo, sino como su Vicario)

¿Que? ¿Sigues sintiéndote orgulloso?
Si es así, tienes méritos sobrantes para participar de sus plagas.
Pero, aun tienes una solución:
SAL DE ELLA
 
Re: El Papa que fue mujer

¿Y donde dejas aquello que constantemente repetís?
Que Jesús estaria siempre con la Iglesia. ¿Con esta institución? ¿Con la que estableció la Inquisición asando herejes que, en la mayoria de los casos no lo eran?

Pues perdón hermano Tobi pero Cristo fué muy claro, estaría con la Iglesia todos los días hasta el fin de la historia. Cristo en ningún momento dijo que iba a ser perfecta y sin pecados.

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Las iglesias cristianas estan formadas por pecadores, pero no por gente que entronizan en ellas los pecados más abyectos. Si lo hacen muestran mediante este fruto que no son iglesia de Cristo. Vuestros frutos estan aqui, en vuestra historia.

Están en la historia de toda la humanidad. Cristianos evangélicos, católicos, judíos, musulmanes, etc., han cometido abusos. No venga con baños de pureza a desgarrarse las vestiduras sintiéndose el apóstol Pablo.

Los frutos están ahí, y hay muchos buenos, muy buenos. Digo, si en otro epígrafe ensalzasó usted a Billy Graham (protestante), y Billy Graham alaba a Juan Pablo II (católico) pues como que no le entiendo señor Tobi. Porque es OBVIO que los más distinguidos y brillantes evangélicos (a quienes usted admira) no despotrican contra la Iglesia Católica como usted lo hace.

Este último ordenó exterminar a los cátaros y albigenses y le dió carta institucional al Santo Oficio. (De eso se asombró Juan. De pretender hacerlo no solo el nombre de Cristo, sino como su Vicario)

¿Quiénes asesinaron a Miguel de Servet? ¿quiénes aniquilaron a los nativos americanos en las colonias inglesas? es claro que todas los grupos cristianos han cometido excesos, sobre todo en tiempos específicos.

¿Que? ¿Sigues sintiéndote orgulloso?
Si es así, tienes méritos sobrantes para participar de sus plagas.
Pero, aun tienes una solución:
SAL DE ELLA

Por cierto, sigue sin contestar nada, cosa rara en usted, sobre el origen del canon neotestamentario en el epígrafe donde tratamos ese tema. ¿Se le acabaron las respuestas? sinceramente es lo que supongo, pero tal vez me equivoque...

Saludos en Cristo.
 
Re: El Papa que fue mujer

Pues perdón hermano Tobi pero Cristo fué muy claro, estaría con la Iglesia todos los días hasta el fin de la historia. Cristo en ningún momento dijo que iba a ser perfecta y sin pecados.



Están en la historia de toda la humanidad. Cristianos evangélicos, católicos, judíos, musulmanes, etc., han cometido abusos. No venga con baños de pureza a desgarrarse las vestiduras sintiéndose el apóstol Pablo.

Los frutos están ahí, y hay muchos buenos, muy buenos. Digo, si en otro epígrafe ensalzasó usted a Billy Graham (protestante), y Billy Graham alaba a Juan Pablo II (católico) pues como que no le entiendo señor Tobi. Porque es OBVIO que los más distinguidos y brillantes evangélicos (a quienes usted admira) no despotrican contra la Iglesia Católica como usted lo hace.



¿Quiénes asesinaron a Miguel de Servet? ¿quiénes aniquilaron a los nativos americanos en las colonias inglesas? es claro que todas los grupos cristianos han cometido excesos, sobre todo en tiempos específicos.



Por cierto, sigue sin contestar nada, cosa rara en usted, sobre el origen del canon neotestamentario en el epígrafe donde tratamos ese tema. ¿Se le acabaron las respuestas? sinceramente es lo que supongo, pero tal vez me equivoque...

Saludos en Cristo.

sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto

JESUS dijo que nadie seria perfecto?

LOS PAPAS no se esforzaron en poner el ejemplo
los papas han hecho miles de maldades
y la salida magica es ................ay nadie es perfecto
el SENIOR ESTA CON NOSOTROS

aja el SENIOR pero el otro
el SENIOR DE SENIORES no apoya papas mentirosos

SALID DE ELLA PUEBLO MIO
 
El Papa que fue mujer

El Papa que fue mujer, la Papisa Juana.

Esa leyenda no tiene ninguna base real. Te envío un artículo de un protestante español, César Vidal, uno de los hombres más cultos y sensatos de nuestro país. A ver si te enteras de una vez de que tus mensajes son meros panfletos sin ningún respaldo documental que más que hacerle daño al catolicismo, lo que hacen es poner en tela de juicio el nivel cultural de muchos evangélicos. Por ejemplo, el tuyo.

¿Existió la papisa Juana?
Por César Vidal


Durante siglos circuló la historia de que una mujer llamada Juana había ocupado la silla papal y que, para evitar la repetición de semejante eventualidad, cada nuevo pontífice se veía sometido a un tacto testicular antes de proceder a su coronación. Se trataba de un trámite indispensable para evitar la repetición de aquel desafuero. Incluso en los años setenta, una película protagonizada por Liv Ullmann y Franco Nero resucitó cinematográficamente el pintoresco relato. Sin embargo, ¿qué hubo de verdad en él? ¿Existió realmente la papisa Juana?

Durante el siglo XIII el cronista dominico Juan de Mailly recogió — y difundió extraordinariamente— la historia de una mujer llamada Juana que había calzado las sandalias del pescador Pedro. De acuerdo con el relato, Juana era de origen oriental y, para evitar ser violada, se había disfrazado de hombre. Oculta tras tan peregrino atavío, Juana había conseguido llegar a Roma donde se abrió camino pronto dada su extraordinaria erudición. La época —según algunos autores hacia 1100, según otros en el 855 después de la muerte de León IV— se caracterizaba por una crisis creciente de la diócesis de Roma. En esa época, la elección papal seguía dependiendo de las votaciones de todos los fieles de la ciudad y, precisamente por ello, venían determinadas por las corruptelas de las grandes familias romanas. No resultaba inhabitual que los reinados papales resultaran efímeros y que incluso los papas fueran depuestos para proceder a la entronización de un miembro de una familia rival. Sin embargo, tampoco era excepcional que el pueblo se hartara de las intrigas de la aristocracia romana y procediera a elegir a un tercero.

Precisamente, Juana habría sido elegida en uno de esos momentos de debilidad de las familias más relevantes de la Ciudad Eterna. El motivo habría sido su bien conocida fama de santidad y erudición. Al parecer, la elección de Juana —por supuesto, con el nombre de Juan— fue seguida por un período inicial de reinado caracterizado por la placidez. Si, finalmente, el resultado fue distinto se debió a la incapacidad de Juana para mantenerse en la continencia. Aventurera a fin de cuentas y dudosamente piadosa, la papisa se convirtió en amante de un oficial. Así, al cabo de poco más de un año de su elección, descubrió con espanto que se encontraba encinta. Los largos hábitos, las vestiduras holgadas y, muy especialmente, lo poco imaginable que resultaba pensar en un Papa embarazado sirvieron para que Juana ocultara su estado durante la gestación.

Quizá incluso hubiera podido dar a luz en secreto y después ocultar a la criatura pero no tuvo esa fortuna. Cuando se hallaba presidiendo una procesión le sobrevinieron los dolores de parto. Intentó sobreponerse pero, sin poder evitarlo, dio a luz. La reacción de la muchedumbre fue, primero, de sorpresa y luego, de cólera. Para algunos se trataba de una manifestación diabólica; para otros, de una profanación repugnante. Antes de que se pudiera impedir, la turba se lanzó encolerizada sobre Juana y la despedazó. De esa manera terminó con la impostora. Hasta aquí llega el relato sobre la papisa Juana. Sin embargo, resulta obligado preguntarse por la base de verdad que haya podido tener.

De entrada debe señalarse que durante la Edad Media, y precisamente por influjo de Juan de Mailly, fue creído como un episodio verídico. Sin embargo, actualmente parece obvio que la historia de la papisa no pasó de ser una leyenda. ¿Dónde se originó? La respuesta de la crítica histórica apunta a la iglesia ortodoxa y, muy posiblemente, a la bizantina. Las primeras fuentes sobre la papisa Juana parecen haber sido redactadas en griego y recogen multitud de datos que hacen referencia a un contexto situado en Europa oriental. Incluso existen bastantes posibilidades de que el relato surgiera en alguno de los monasterios ortodoxos.

El relato inicial —posiblemente no más que una novela— intentaba vilipendiar al odiado cristianismo latino. Éste no sólo preconizaba una institución tan contraria a la ortodoxia como el papado sino que además había permitido que ésta fuera encabezada por una mujer, un dato que la ortodoxia —mucho más misógina que el catolicismo— encontraba especialmente repugnante. El relato pudo pasar a occidente en la época de las cruzadas precisamente cuando se produjo un contacto muy estrecho —y no pocas veces violento— entre la cristiandad occidental y la oriental. Su difusión se debió a los dominicos precisamente en una época en que la orden estaba siendo cuestionada por su entrega a la filosofía. Muy posiblemente, en su extensión pesaron tanto el deseo de criticar los excesos del papado como la ignorancia histórica. De hecho, de Mailly no logró fijar bien la cronología del episodio como tampoco hicieron otros después de él.

Sin embargo, la historia iba a mantenerse con el paso del tiempo. Para los opositores a las familias romanas, los partidarios de las tesis conciliaristas y los defensores de una reforma eclesial resultaba especialmente útil aquel relato que mostraba la necesidad de limitar las corruptelas que afectaban a la corte papal. Paradójicamente, el protestantismo no haría uso de la historia, en parte, porque no la consideraba fundamentada y, en parte, porque sus ataques contra el catolicismo no procedían tanto del análisis histórico cuanto de la utilización de la Biblia.

Al final, la leyenda de la papisa Juana volvió a ser reutilizada por laicos y anticlericales durante los siglos XVIII y XIX e incluso por los defensores de sistemas totalitarios en el s. XX. Ahora se añadía el detalle escandaloso —pero falso— de que todos los pontífices eran objeto de un tacto testicular antes de proceder a su coronación. La leyenda pretendía así —como en la Edad Media— imponerse a la Historia pero sus días de credibilidad estaban contados.

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