Hola a todos.
Quiero comenzar este epígrafe, planteándole a los señores de la secta adventista lo siguiente:
-La iglesia Apostólica primitiva, recibió el don del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. En lo adelante, este don maravilloso fue transmitido a los nuevos creyentes, por medio de los Cristianos que propagaban la nueva fe, casi siempre mediante la imposición de las manos, según está registrado en la Biblia.
-La secta adventista enseña, que por alguna razón no establecida todavía, la continuidad de ese don fue interrunpida, y que no fue sino hasta que apareció ellen white, cuando el "espíritu santo" se manifestó en alguna persona.
Ahora bien, lo extraño es que la farsante white, mantuvo un monopolio inexplicable del "espíritu santo" que ella decía tener, porque nunca le impuso las manos a nadie para que lo recibiera al igual que ella.
Ni siquiera lo hizo con su esposo o con sus hijos.
Y esa extraña actitud, se contradice con lo que la Biblia registra al respecto; porque la orden apostólica es muy clara:
Ese maravilloso don, debía ser compartido y transmitido a los demás.
¿PUEDEN EXPLICAR ESTO, DE MANERA CREÍBLE, SEÑORES DEL ADVENTISMO?.
Quiero comenzar este epígrafe, planteándole a los señores de la secta adventista lo siguiente:
-La iglesia Apostólica primitiva, recibió el don del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. En lo adelante, este don maravilloso fue transmitido a los nuevos creyentes, por medio de los Cristianos que propagaban la nueva fe, casi siempre mediante la imposición de las manos, según está registrado en la Biblia.
-La secta adventista enseña, que por alguna razón no establecida todavía, la continuidad de ese don fue interrunpida, y que no fue sino hasta que apareció ellen white, cuando el "espíritu santo" se manifestó en alguna persona.
Ahora bien, lo extraño es que la farsante white, mantuvo un monopolio inexplicable del "espíritu santo" que ella decía tener, porque nunca le impuso las manos a nadie para que lo recibiera al igual que ella.
Ni siquiera lo hizo con su esposo o con sus hijos.
Y esa extraña actitud, se contradice con lo que la Biblia registra al respecto; porque la orden apostólica es muy clara:
Ese maravilloso don, debía ser compartido y transmitido a los demás.
¿PUEDEN EXPLICAR ESTO, DE MANERA CREÍBLE, SEÑORES DEL ADVENTISMO?.