Re: santiago??o JACOBO ? quien ivento santiago?
mis amados se quedaron sin respuesta en este tema por lo que leo
y no que tanto que saben ??
y no que son fieles defensores de su fe??
El que dice que no sabe y sabe que no sabe, es un humilde, ayudalo!
El que dice que no sabe y sabe que sabe es un sabio, imitalo!
El que dice que sabe y sabe que no sabe, es un ignorante, ignoralo!
El que dice que sabe y sabe que sabe, es un arrogante, desprecialo!
[Autor Anonimo]
9Santiago, Cefas y Juan, que eran tenidos por columnas de la iglesia,i reconocieron que Dios me había concedido este privilegio, y para confirmar que nos aceptaban como compañeros, nos dieron la manoj a mí y a Bernabé, y estuvieron de acuerdo en que nosotros fuéramos a trabajar entre los no judíos, mientras que ellos trabajarían entre los judíos.
La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.) . Sociedades Bı́iblicas Unidas: Miami
9 Así pues, Santiago, Cefas y Juan, que eran tenidos por columnas de la iglesia,i reconocieron que Dios me había concedido este privilegio. Y para confirmar que nos aceptaban como compañeros, nos dieron la manoj a mí y a Bernabé, y estuvieron de acuerdo en que nosotros fuésemos a trabajar entre los no judíos, en tanto que ellos trabajarían entre los judíos.
Sociedades Bíblicas Unidas, & Sociedad Bíblica de España. 2002; 2003. Dios habla hoy - Edición interconfesional de estudio (castellano peninsular); Dios habla hoy (castellano peninsular) . Sociedade Bíblica do Brasil
9 Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados los líderes más importantes de la iglesia, se dieron cuenta de ese privilegio que Dios me había dado. Entonces quedamos de acuerdo en que Bernabé y yo anunciaríamos la buena noticia a los que no son judíos, y que ellos la anunciarían a quienes sí lo son. Y para mostrarnos que estaban de acuerdo, nos dieron la mano.
Sociedades Bíblicas Unidas. 2002; 2003. Traducción en lenguaje actual; Biblia Traducción en lenguaje actual . Sociedade Bíblica do Brasil
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JACOBO (gr. Iakōbos, heb. ya˓aqōḇ, ‘el que toma del talón’, ‘suplantador’).
1. Hijo de Zebedeo, pescador de Galilea que junto con su hermano Juan fue llamado para ser uno de los doce apóstoles (Mt. 4.21). Con Pedro, los dos hermanos formaron el círculo interno de tres entre los doce, y estuvieron presente cuando el Señor resucitó a la hija de Jairo (Mr. 5.37), en la transfiguración (Mr. 9.2), y durante el sufrimiento del Señor en Getsemaní (Mr. 14.33), ocasiones en las que los otros fueron excluidos. Jacobo y Juan, a quienes Jesús apodó “Boanerges, esto es, hijos del trueno” (Mr. 3.17), fueron reprendidos por Jesús cuando sugirieron que podían pedir “fuego del cielo” para destruir una aldea samaritana que se había rehusado a recibir a Cristo cuando iba a Jerusalén (Lc. 9.54). También causaron envidia entre los discípulos cuando solicitaron un lugar de honor en el reino de Cristo; aunque no se les prometió tal ventaja, se les dijo que compartirían la copa que el Maestro tenía que beber (Mr. 10.39), profecía que se cumplió cuando Jacobo fue muerto “a espada” por Herodes Agripa I, ca. 44 d.C. (Hch. 12.2).
2. Hijo Alfeo, otro de los doce apóstoles (Mt. 10.3; Hch. 1.13). Generalmente se lo equipara con “Santiago el menor”, hijo de María (Mr. 15.40). La descripción “el menor” (gr. ho mikros, ‘el pequeño’) lo distingue, ya sea como el más joven o el más pequeño en estatura, de los hijos de Zebedeo.
3. Padre del apóstol Judas (no el Iscariote), conocido solamente por dicha circunstancia en los escritos de Lucas (Lc. 6.16; Hch. 1.13; los otros evangelios tienen Tadeo en lugar de Judas).
4. El
hermano de Jesús que, junto con sus hermanos José, Simón, y Judas (Mt. 13.55), aparentemente
no aceptaron la autoridad de Jesús antes de su resurrección (véase Mr. 3.21 y Jn. 7.5).
Después que se le apareció Jesús resucitado (1 Co. 15.7), se convirtió en dirigente de la iglesia judeocristiana de Jerusalén (Gá. 1.19; 2.9; Hch. 12.17). Según la tradición, fue nombrado primer obispo de Jerusalén por el Señor mismo (Eusebio, HE 7.19). Presidió el primer concilio de Jerusalén, que consideró los términos de admisión de los gentiles en la iglesia, formuló el decreto que se promulgó a las iglesias de Antioquía, Siria, y Cilicia (Hch. 15.19–23), y permaneció como único jefe de la iglesia de Jerusalén, tratando de mantener su unidad con Pablo y su misión cuando este apóstol visitó la ciudad por última vez (Hch. 21.18ss). Pocos años más tarde Jacobo se convirtió en mártir al ser apedreado a instigación del sumo sacerdote Anano durante el interregno después de la muerte del procurador Festo en 61 d.C. (Josefo, Ant. 20.9). La tradición de Hegesipo, en su mayor parte legendaria, afirma que Jacobo era conocido como, “el Justo” a causa de su piedad (judía) Eusebio, HE 2.23). Jerónimo (De viris illustribus 2) registra un fragmento del apócrifo perdido Evangelio según los hebreos (* Apócrifos del Nuevo Testamento) que contiene una historia breve y probablemente no histórica de la aparición de Jesús resucitado a Jacobo.
Jacobo es el autor tradicional de la Epístola (canónica) de Santiago, en la que se describe como “siervo de Dios y del Señor Jesucristo” (Stg. 1.1).
Bibliografía. J. González-Echegaray, “Santiago el Mayor”, °EBDM, t(t). VI, cols. 473–476; G. Pérez, “Santiago el Menor”, °EBDM, t(t). VI, cols. 476–478; H. Schlier, La carta a los gálatas, 1975; J. Roloff, Hechos de los apóstoles, 1984; E. Schürer, Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús, 1985, t(t). I, pp. 550ss; J. B. Baneo, Los apócrifos neotestamentarios, 1968.
J. B. Lightfoot, Galatians, 1896.
Douglas, J. 2000. Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Sociedades Bı́blicas Unidas: Miami