Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/...0/12/el_cabildo_de_cordoba_se_averguenza_de_l
El cabildo de Córdoba se avergüenza de la Cruz de Cristo
"Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo."
Gal 6,14
"Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal."
Fil 3,18-19
A la ministra de Cultura, doña Carmen Calvo, le molesta la cruz de Cristo. A la mayoría de los canónigos del cabildo de la Catedral de Córdoba, también. Al menos no la aprecian tanto como para oponerse a una petición de la ministra de que dicha cruz sea quitada de su lugar para celebrar la entrega de Medallas de Oro de las Bellas Artes.
Que a este gobierno todo lo que huela a cristianismo le repatea es algo ya conocido y hasta cierto punto lógico sabiendo cuáles son sus idearios políticos. No sólo quieren quitarnos los crucifijos de los colegios. También les molesta en nuestras catedrales cuando van por allá a lucir el palmito en actos oficiales preparados por ellos mismos. Es el laicismo llevado hasta el patetismo extremo. Pero que haya sacerdotes, y para más inri canónigos, capaces de humillar a la Iglesia y quitar a Cristo de su lugar para "quedar bien" con una ministra, es intolerable.
Señores canónigos de la Catedral de Córdoba: ¿quiénes se piensan que son ustedes para retirar la cruz de Cristo de una catedral católica? ¿a qué señor sirven? ¿al Señor de la Iglesia o al César que desprecia la Iglesia? ¿no les da vergüenza? ¿no les dice nada su conciencia? ¿no han leído a Cristo decir en el evangelio: "Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos"? ¿no tienen ustedes temor de Dios? ¿de verdad piensan que es digno de sacerdotes de Cristo el esconder la cruz, de la cual todos debemos gloriarnos como se gloriaba San Pablo?.
Monseñor Asenjo, es usted responsable de la diócesis de Córdoba. Es usted responsable de ese cabildo. Por tanto, de usted depende que esto no se vuelva a producir jamás. Si mantiene en sus puestos a quienes han cometido semejante acto, se hará usted cómplice de ellos. No puede mantener ni un minuto más como canónigos a quienes corren presurosos a quitar la Cruz de nuestro Señor para complacer a una ministra. No hay derecho a esto, Monseñor, no lo hay. Bastante es que nos ofendan desde fuera de la Iglesia. Pero que desde dentro de la misma humillen a nuestro Señor de esta manera no tiene perdón de Dios. Y si tiene perdón, al menos tiene la penitencia de apartar del servicio a los que se han comportado como malos siervos. Al menos así lo veo yo. Usted sabe más, no lo dudo.
Dios le ilumine y le dé sabiduría para obrar conforme a su voluntad.
Luis Fernando Pérez Bustamante
El cabildo de Córdoba se avergüenza de la Cruz de Cristo
"Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo."
Gal 6,14
"Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal."
Fil 3,18-19
A la ministra de Cultura, doña Carmen Calvo, le molesta la cruz de Cristo. A la mayoría de los canónigos del cabildo de la Catedral de Córdoba, también. Al menos no la aprecian tanto como para oponerse a una petición de la ministra de que dicha cruz sea quitada de su lugar para celebrar la entrega de Medallas de Oro de las Bellas Artes.
Que a este gobierno todo lo que huela a cristianismo le repatea es algo ya conocido y hasta cierto punto lógico sabiendo cuáles son sus idearios políticos. No sólo quieren quitarnos los crucifijos de los colegios. También les molesta en nuestras catedrales cuando van por allá a lucir el palmito en actos oficiales preparados por ellos mismos. Es el laicismo llevado hasta el patetismo extremo. Pero que haya sacerdotes, y para más inri canónigos, capaces de humillar a la Iglesia y quitar a Cristo de su lugar para "quedar bien" con una ministra, es intolerable.
Señores canónigos de la Catedral de Córdoba: ¿quiénes se piensan que son ustedes para retirar la cruz de Cristo de una catedral católica? ¿a qué señor sirven? ¿al Señor de la Iglesia o al César que desprecia la Iglesia? ¿no les da vergüenza? ¿no les dice nada su conciencia? ¿no han leído a Cristo decir en el evangelio: "Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos"? ¿no tienen ustedes temor de Dios? ¿de verdad piensan que es digno de sacerdotes de Cristo el esconder la cruz, de la cual todos debemos gloriarnos como se gloriaba San Pablo?.
Monseñor Asenjo, es usted responsable de la diócesis de Córdoba. Es usted responsable de ese cabildo. Por tanto, de usted depende que esto no se vuelva a producir jamás. Si mantiene en sus puestos a quienes han cometido semejante acto, se hará usted cómplice de ellos. No puede mantener ni un minuto más como canónigos a quienes corren presurosos a quitar la Cruz de nuestro Señor para complacer a una ministra. No hay derecho a esto, Monseñor, no lo hay. Bastante es que nos ofendan desde fuera de la Iglesia. Pero que desde dentro de la misma humillen a nuestro Señor de esta manera no tiene perdón de Dios. Y si tiene perdón, al menos tiene la penitencia de apartar del servicio a los que se han comportado como malos siervos. Al menos así lo veo yo. Usted sabe más, no lo dudo.
Dios le ilumine y le dé sabiduría para obrar conforme a su voluntad.
Luis Fernando Pérez Bustamante