Hace ya una semana, que soy abuelo, de un presioso varoncito, de mi hija menor.
No había experimentado tal felicidad y sensación, desde hacia mucho tiempo, pero lo mas increible, es que al ver su rostro y todas sus partes, así como la paz con que duerme y sus avivados ojos, no me queda más que aceptar lo siego que estaba, cuando nacieron mis hijos y todavía en ese tiempo sostener que Dios no existía.
Si no puedes ver a Dios en la paz que refleja el rostro de un recién nacido, no podrás verlo en nada más, aunque lo busques con aínco.
Solo pido a mi Señor, que los que no lo encuentran aún en la ternura de un recién nacido, tengan la oportunidad de ser hayados por él, aunque sea solo basado en su increible misericordia.
Pueden llamarme abuelo! Porque ya lo soy!.
Dios los bendice!
Greivin.
No había experimentado tal felicidad y sensación, desde hacia mucho tiempo, pero lo mas increible, es que al ver su rostro y todas sus partes, así como la paz con que duerme y sus avivados ojos, no me queda más que aceptar lo siego que estaba, cuando nacieron mis hijos y todavía en ese tiempo sostener que Dios no existía.
Si no puedes ver a Dios en la paz que refleja el rostro de un recién nacido, no podrás verlo en nada más, aunque lo busques con aínco.
Solo pido a mi Señor, que los que no lo encuentran aún en la ternura de un recién nacido, tengan la oportunidad de ser hayados por él, aunque sea solo basado en su increible misericordia.
Pueden llamarme abuelo! Porque ya lo soy!.
Dios los bendice!
Greivin.