Estimado Truenos:
Quiero transcribirte lo que la Biblia nos enseña sobre el estado de los muertos: "Porque los que viven saben que han de morir,
mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor, y su odio y su envidia, fenecieron ya; ni tienen más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol" (Eclesiastés 9: 5-6)
Como podrás darte cuenta, cuando morimos no tenemos más conciencia de nosotros ni de lo que sucede a nuestro alrededor, puesto que "... el polvo se torne a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dió" (Eclesiastés 12: 7)
Por esas razones bíblicas en lo particular no creo en el "purgatorio" ni en ninguna otra doctrina que hable de que la persona despues de muerta vaya a un plano dimensional donde tenga que ser purificado, o lo que sea. Simplemente creo que los justos, de acuerdo a la apreciación de Dios, resucitarán cuando venga Cristo y reinarán con él mil años (Apocalipsis 20: 6), mientras que el resto de la humanidad resucitará después del Milenio, para recibir el pago de sus obras (Apocalipsis 20: 5, 12-15)
Con respecto a la cita de 1ª Pedro 3: 18-19, los "espíritus encarcelados" o en prisión, son los que habla el apóstol Pablo en 2ª Timoteo 2: 26 "Que con mansedumbre corrija a los que se oponen; por si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad, y se zafen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él"
Precisamente Cristo vino con esta misión "El Espíritu del Señor es sobre mí, porque me ha ungido para predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos abertura de la cárcel" (Isaías 61: 1)
La libertad de estos "espíritus encarcelados" es espiritual, por medio del evangelio, y de esta manera liberarse del poder del diablo, en el cual "En otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia. Entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás" (Efesios 2: 2-3)
Saludos