Os informo que he recibido dos emails insultantes de una Ip que estoy seguro de que coincide con la de uno de los participantes habituales en este foro. Mañana se lo pasaré al webmaster para que haga las pertinenentes averiguaciones y tome las medidas que considere oportunas.
También he recibido un email trampa de alguien que se hace pasar por un sacerdote católico bastante conocido... y que ya sé que no es él. Por tanto, se ha producido un delito de suplantación de personalidad.
Como quiera que en el pasado ya tuve que sufrir el acoso de gentuza llegándose al extremo de que recibí hasta amenazas de muerte, cuando vuelva a participar en un foro evangélico, si es que decido hacerlo, lo haré con un nick y no con mi nombre, para evitar que haya más miserables que abusen de la relativa impunidad que da Internet a los cobardes que sin duda no tendrían el valor de decirme a la cara lo que me dicen por escrito.
También os informo que voy a cambiar todas mis direcciones de email para evitar la recepción de más basura sectaria por parte de aquellos que no soportan que un católico defienda libre y ardientemente su fe en la red de Internet.
Lo que sí os aseguro es que ni aunque me insultaran y amenazaran de muerte veinte legiones de anticatólicos (sean ¿"evangélicos"?, sean sectarios, sean musulmanes o sean ateos), yo seguiré defendiendo la fe de mi Iglesia, sea con mi nombre, sea con un nick, sea con lo que sea. Y lo haré allá donde lo considere como bueno y útil. Es mi deber y es lo menos que puedo hacer para agradecer a Dios el que me devolviera hace justo 7 años a la plena comunión con su bendita Iglesia.
Pax, bonum et veritas
También he recibido un email trampa de alguien que se hace pasar por un sacerdote católico bastante conocido... y que ya sé que no es él. Por tanto, se ha producido un delito de suplantación de personalidad.
Como quiera que en el pasado ya tuve que sufrir el acoso de gentuza llegándose al extremo de que recibí hasta amenazas de muerte, cuando vuelva a participar en un foro evangélico, si es que decido hacerlo, lo haré con un nick y no con mi nombre, para evitar que haya más miserables que abusen de la relativa impunidad que da Internet a los cobardes que sin duda no tendrían el valor de decirme a la cara lo que me dicen por escrito.
También os informo que voy a cambiar todas mis direcciones de email para evitar la recepción de más basura sectaria por parte de aquellos que no soportan que un católico defienda libre y ardientemente su fe en la red de Internet.
Lo que sí os aseguro es que ni aunque me insultaran y amenazaran de muerte veinte legiones de anticatólicos (sean ¿"evangélicos"?, sean sectarios, sean musulmanes o sean ateos), yo seguiré defendiendo la fe de mi Iglesia, sea con mi nombre, sea con un nick, sea con lo que sea. Y lo haré allá donde lo considere como bueno y útil. Es mi deber y es lo menos que puedo hacer para agradecer a Dios el que me devolviera hace justo 7 años a la plena comunión con su bendita Iglesia.
Pax, bonum et veritas