Saludos y bendiciones
Yo diría que hablar con estos “dichitos” o expresiones “cliches”; no tienen porque ir en contra de la voluntad de Dios; …descuartizar la palabra de Dios es otra cosa; y por cierto que eso va abiertamente en contra de la voluntad de Dios.
Su Palabra nos enseña que debemos hablar entre nosotros: “con salmos e himnos y canciones espirituales” (Efesios 5:19) No se trata de que debamos usar literal y fielmente porciones de los salmos, o de los himnos, y mucho menos de “canciones” espirituales para hablar; …por lo tanto aquí es donde entran estos “dichitos” o “cliches” para enriquecer nuestro vocabulario cristiano en nuestras conversaciones; que por lo demás le llevan una tremenda y bien merecida ventaja (porque provienen de la Biblia o de canticos espirituales) a lo que sí, no conviene en labios de cristianos como son los: “modismos” seculares, dichos populares o de moda, donde se llega generalmente a la fatuidad o a lo vulgar.
Aunque tenemos la Palabra de Dios ya establecida inamoviblemente y lo que dice hoy, lo dirá mañana; sin embargo nada podemos asentar en relación a himnos y canticos espirituales que muy bien pueden variar en cuanto a las épocas, regiones, países, ambientes culturas etc. y muy bien pueden ser totalmente diferentes nuestros “dichitos” o “cliches”.
Lo que por cierto siempre revestirá un grado de cuidado es cuando los “dichitos” los citamos o usamos declarando que sean fiel transcripción de la palabra de Dios; por ejemplo muchos cristianos usan una expresión que se la adosan a Dios o a su Palabra, y dicen “no ve que Dios (o la Biblia) dicen: …ayudate que yo te ayudaré” (es solo uno de muchos ejemplos)
Ahora que a través de estos dichitos o cliches, queramos sentar doctrina; por cierto que viene a ser algo totalmente diferente; pues no solo a través de dichitos sino a través de versículos o textos bíblicos muy bien citados, se han asentado peligrosas sectas religiosas y muchas falsas doctrinas.
Creo que no afecta en nada nuestra condición delante de Dios, ni va en contra de su voluntad, cuando hacemos uso de fracciones o partes de las Escrituras, que aunque no lo hagamos con fidelidad literal estricta, o refinada ortodoxia; siempre podrán edificarnos, si detrás de estos “dichitos” y “cliches” hay un buen cristiano con un limpio entendimiento y sanas intenciones.
Dios les bendiga.
Dagoberto…