Quien cree nunca está solo

18 Noviembre 1998
12.218
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«Quien cree nunca está solo»: Homilía del Papa en la multitudinaria misa de Ratisbona
Celebrada este martes

RATISBONA, miércoles, 13 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos la homilía que pronunció este martes Benedicto XVI durante la santa misa que presidió ante más de 250.000 personas en la explanada del Islinger Feld de Ratisbona


* * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

«Quien cree nunca está solo» es el lema de estos días. Lo vemos aquí realizado. La fe nos reúne y nos dona una fiesta. Nos dona el gozo en Dios, el gozo por la creación y por estar juntos. Sé que esta fiesta ha requerido mucha fatiga y mucho trabajo previo. A través de las noticias de los periódicos he podido darme de cuenta un poco de cuántas personas han comprometido su tiempo y sus fuerzas para preparar esta explanada en un modo así de digno; gracias a ellos está la Cruz aquí sobre la colina como signo de Dios para la paz del mundo; los caminos de acceso y de partida están libres; la seguridad y el orden están garantizados; se prepararon alojamientos, etc. No podía imaginar --de hecho ahora lo sé sólo sucintamente-- cuánto trabajo, hasta los mínimos detalles, ha sido necesario para que podamos reunirnos. Por todo ello sólo puedo decir: «¡Gracias de corazón!». Que el Señor os lo recompense y que el gozo que ahora podemos experimentar gracias a vuestra preparación, sea devuelto multiplicado por cien a cada uno de vosotros. Me he conmovido, cuando he escuchado cuántas personas, en particular de las escuelas profesionales de Leiden y Amberg, así como compañías y personas, hombres y mujeres, han colaborado para embellecer mi casa y mi jardín. Estoy un tanto desconcertado ante tanta bondad, y puedo en este caso también decir solamente un humilde «¡gracias!» por este esfuerzo. No habéis hecho todo esto solamente por un hombre, por mi pobre persona; lo habéis hecho en la solidaridad de la fe, dejándoos guiar por el amor por el Señor y por la Iglesia. Todo esto es un signo de verdadera humanidad, que nace de haber sido tocados por Jesucristo.

Nos hemos reunido en una celebración de la fe. Ahora, sin embargo, surge la pregunta: ¿Pero en qué creemos realmente? ¿Qué significa: creer? ¿Puede todavía existir algo así en el mundo moderno? Viendo las grandes «Sumas» de teología redactadas en el Medioevo o pensando en la cantidad de libros escritos cada día a favor o en contra la fe, podemos desalentarnos y pensar que todo esto es demasiado complicado. Al final, si se quieren ver los árboles individualmente no se ve más el bosque. Es verdad: la visión de la fe comprende cielo y tierra; el pasado, el presente, el futuro, la eternidad, y por ello no es agotable jamás. Ahora bien, en su núcleo es mucho más sencilla. El Señor habla sobre ello con el Padre diciendo: «has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Cf. Mateo 11, 25). La Iglesia, por su parte, nos ofrece una pequeña «Suma», en la cual se expresa todo lo esencial: es el así llamado «Credo de los Apóstoles». Se divide normalmente en doce artículos, según el número de los Apóstoles, y habla de Dios, creador y principio de todas las cosas; de Cristo y de la obra de la salvación, hasta la resurrección de los muertos y la vida eterna. Pero en su concepción de fondo, el Credo está compuesto sólo por tres partes principales, y según su historia no más que una ampliación de la fórmula bautismal, que el Señor resucitado entregó a los discípulos para todos los tiempos cuando les dijo: « Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mateo 28, 19).

En esta visión se demuestran dos cosas: la fe es sencilla. Creemos en Dios, en Dios, principio y fin de la vida humana. En ese Dios que se pone en relación con nosotros, seres humanos, que es para nosotros origen y futuro. Así, la fe, contemporáneamente, es al mismo tiempo esperanza, es la certeza de que tenemos un futuro y de que no caeremos en el vacío. Y la fe es amor, porque el amor de Dios quiere «contagiarnos». Esto es lo primero: nosotros simplemente creemos en Dios, y esto lleva consigo también la esperanza y el amor.

Como segundo punto podemos constatar: el Credo no es un conjunto de sentencias, no es una teoría. Está, justamente, anclado en el acontecimiento del Bautismo, un acontecimiento de encuentro entre Dios y el hombre. Dios, en el misterio del Bautismo, se inclina hacia el hombre; sale a nuestro encuentro y así también nos acerca mutuamente. Porque el Bautismo significa que Jesucristo, por decirlo así, nos adopta como a sus hermanos y hermanas, acogiéndonos como hijos en la familia de Dios mismo. De este modo hace por lo tanto de todos nosotros una gran familia en la comunidad universal de la Iglesia. Sí, quien cree nunca está solo. Dios nos sale al encuentro. ¡Encaminémonos también nosotros hacia Dios y salgamos así los unos al encuentro de los otros! ¡No dejemos solo, en cuanto lo consientan nuestras fuerzas, a ninguno de los hijos de Dios!

Nosotros creemos en Dios. Ésta es una opción fundamental. ¿Pero es hoy aún posible? ¿Es algo razonable? Desde la Ilustración, al menos una parte de la ciencia se ha dedicado a buscar una explicación al mundo en la que Dios sería innecesario. Y si eso fuera así, Dios sería innecesario en nuestras vidas. Pero cada vez que parecía que este intento había logrado éxito inevitablemente surgía lo evidente: las cuentas no cuadran. Las cuentas sobre el hombre, sin Dios, no cuadran, y las cuentas sobre el mundo, sobre todo el universo, sin Él, no cuadran. A final de cuentas se presentan dos alternativas: ¿Qué existió primero? La Razón creadora, el Espíritu que obra todo y suscita el desarrollo, o la Irracionalidad que, carente de toda razón, produce extrañamente un cosmos ordenado matemáticamente, al igual que el hombre y su razón. Esta última, sin embargo, no sería más que un resultado casual de la evolución y por lo tanto, en definitivamente, también irrazonable. Como cristianos decimos: «Creo en Dios Padre, Creador del cielo y de la tierra», creo en el Espíritu Creador. Nosotros creemos que en el origen está el Verbo eterno, la Razón y no la Irracionalidad. Con esta fe no tenemos necesidad de escondernos, no tenemos que tener miedo de encontrarnos con ella en un callejón sin salida. ¡Estamos contentos de poder conocer a Dios! ¡Y tratamos de hacer ver a otros la racionalidad de la fe, como San Pedro nos exhorta en su primera Carta!

Nosotros creemos en Dios. Lo afirman las partes principales del Credo y lo destaca sobre todo su primera parte. Pero ahora surge la segunda pregunta: ¿En qué Dios? Pues bien, creemos en ese Dios que es Espíritu Creador, Razón creadora, del que proviene todo y del que provenimos también nosotros. La segunda parte del Credo nos dice algo más. Esta Razón creadora es Bondad. Es Amor. Tiene un rostro. Dios no nos deja andar a tientas en la oscuridad. Se ha mostrado como hombre. Él es tan grande que se puede permitir hacerse pequeñísimo. « El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14, 9), dice Jesús. Dios ha asumido un rostro humano. Nos ama hasta de dejarse clavar por nosotros en la Cruz, para llevar los sufrimientos de la humanidad hasta el corazón de Dios. Hoy, que hemos aprendido a reconocer las patologías y las enfermedades mortales de la religión y de la razón, y la manera en que la imagen de Dios puede ser destruida a causa del odio y el fanatismo, es importante decir con claridad en qué Dios creemos y profesar confiadamente que este Dios tiene un rostro humano. Sólo esto nos impide tener miedo a Dios, que en definitiva es la raíz del ateísmo moderno. Sólo este Dios nos salva del miedo del mundo y de la ansiedad ante el vacío de la vida. Sólo mirando a Jesucristo, nuestro gozo en Dios alcanza su plenitud, se hace gozo redimido. ¡Dirijamos durante esta celebración solemne de la Eucaristía nuestra mirada al Señor y pidámosle el gran gozo que Él ha prometido a sus discípulos! (Cf. Juan 16, 24)

La segunda parte del Credo termina con la perspectiva del Juicio Final y la tercera parte con la resurrección de los muertos. Juicio, ¿acaso esta palabra no nos da también miedo? Pero, por otro lado, ¿no deseamos todos que un día se haga justicia a todos los condenados injustamente, a cuantos han sufrido a lo largo de la vida y después de una vida llena de dolor han sido tragados por la muerte? ¿No queremos acaso que el exceso de injusticia y sufrimiento que vemos en la historia, al final se disuelva; que todos en definitiva puedan estar alegres, que todo adquiera un sentido? El concepto de Juicio universal es ese triunfo de la justicia, esa conjunción de tantos fragmentos de historia que parecen privados de sentido y su integración en un todo, en el que dominen la verdad y el amor. La fe no está para dar miedo; en cambio --con certeza-- nos llama a la responsabilidad. No debemos desperdiciar nuestra vida, ni abusar de ella; tampoco debemos guardarla para nosotros mismos; frente a la injusticia no debemos permanecer indiferentes, haciéndonos colaboradores silenciosos o incluso cómplices. Debemos percibir nuestra misión en la historia y buscar corresponder. Lo que se necesita no es miedo sino responsabilidad, responsabilidad y preocupación por nuestra salvación, y por la salvación de todo el mundo. Pero cuando la responsabilidad y preocupación tienden a convertirse en miedo, deberíamos recordar las palabras de San Juan: «Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo» (1 Juan 2, 1). «En caso de que nos condene nuestra conciencia, Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo» (Ibídem 3, 20).

Celebramos hoy la fiesta del «Santísimo Nombre del María». A cuantas llevan este nombre --mi mamá y hermana lo llevaban-- quisiera expresar mis más cordiales felicitaciones por su onomástico. María, la Madre del Señor, del pueblo fiel ha recibido el título de «Advocata», pues es nuestra abogada ante Dios. Así la conocemos desde las bodas de Caná: como la mujer benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que advierte las necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante del Señor. Hoy hemos escuchado en el Evangelio cómo el Señor la entrega como Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros. En toda época, los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre esa seguridad y confiada esperanza, que nos dan gozo en Dios. ¡Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios! Sí, quien cree nunca está solo. ¡Amén!
 
Re: Quien cree nunca está solo

Celebramos hoy la fiesta del «Santísimo Nombre del María». A cuantas llevan este nombre --mi mamá y hermana lo llevaban-- quisiera expresar mis más cordiales felicitaciones por su onomástico. María, la Madre del Señor, del pueblo fiel ha recibido el título de «Advocata», pues es nuestra abogada ante Dios. Así la conocemos desde las bodas de Caná: como la mujer benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que advierte las necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante del Señor. Hoy hemos escuchado en el Evangelio cómo el Señor la entrega como Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros. En toda época, los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre esa seguridad y confiada esperanza, que nos dan gozo en Dios. ¡Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios! Sí, quien cree nunca está solo. ¡Amén!


Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Pero si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo. 1 Juan 2:1

Poner a un ser humano en el lugar de Cristo, en el lugar de Dios, es idolatría

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Re: Quien cree nunca está solo

La única mediación de Cristo no anula la mediación de los cristianos, pues de lo contrario no podríamos interceder a Dios por los demás.
 
Re: Quien cree nunca está solo

¿En qué parte de las Sagradas Escrituras se nos indica que la bienaventurada María sea abogada y que los que han muerto en el Señor sean abogados ante el Padre?


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Re: Quien cree nunca está solo

¿En qué parte de las Sagradas Escrituras se nos indica que la bienaventurada María sea abogada y que los que han muerto en el Señor sean abogados ante el Padre?

Lo de siempre, para no variar. ¿En qué parte de la Escritura se dice los libros que componen la Escritura? ¿en qué parte de la Escritura se dice que no se pueden sacar conclusiones teológicas que no vienen explícitamente reflejadas en la misma? ¿En qué parte de la Escritura se dice que SÓLO (no confundir con TODA, que no es lo mismo) la Escritura es Palabra de Dios?
En la Escritura vemos que en el cielo se ora. ¿Y porqué o por quiénes se va a orar allá?
Pues por nosotros, obviamente.

Que María es abogada aparece con claridad en el cristianismo del siglo II. San Ireneo dice lo siguiente:
"Y mientras Eva habla desobedecido a Dios, María fue persuadida de obedecer a Dios, tal que la Virgen María se convierta en abogada (advocata) de la virgen Eva" (Adversus Haereses V, C. 19, l)
Pues hoy los católicos decimos lo mismo que los cristianos de ese siglo.
 
Re: Quien cree nunca está solo

Lo de siempre, para no variar. ¿En qué parte de la Escritura se dice los libros que componen la Escritura? ¿en qué parte de la Escritura se dice que no se pueden sacar conclusiones teológicas que no vienen explícitamente reflejadas en la misma? ¿En qué parte de la Escritura se dice que SÓLO (no confundir con TODA, que no es lo mismo) la Escritura es Palabra de Dios?
En la Escritura vemos que en el cielo se ora. ¿Y porqué o por quiénes se va a orar allá?
Pues por nosotros, obviamente.

Que María es abogada aparece con claridad en el cristianismo del siglo II. San Ireneo dice lo siguiente:
"Y mientras Eva habla desobedecido a Dios, María fue persuadida de obedecer a Dios, tal que la Virgen María se convierta en abogada (advocata) de la virgen Eva" (Adversus Haereses V, C. 19, l)
Pues hoy los católicos decimos lo mismo que los cristianos de ese siglo.


Estimado Luis Fernando,al carecer de respuesta clara y contundente,te vas por las ramas.No está escrito,y Jesús nos enseñó que para acallar las mentiras de Satanás es preciso contestar con un "escrito está";los discípulos de Berea escudriñaban las Escrituras para ver si lo que decía Pablo era así;no está escrito que María sea abogada,si está escrito que oremos unos por otros y nos pongamos de acuerdo en la tierra para pedir al Padre.

Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.Mateo 18:19

Todos los obviamente que quieras,mas no está escrito y a tu conciencia queda considerar si aceptas algo añadido a las Sagradas Escrituras.

Saludos

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Re: Quien cree nunca está solo

Estimado Luis Fernando,al carecer de respuesta clara y contundente,te vas por las ramas.No está escrito,y Jesús nos enseñó que para acallar las mentiras de Satanás es preciso contestar con un "escrito está";los discípulos de Berea escudriñaban las Escrituras para ver si lo que decía Pablo era así;no está escrito que María sea abogada,si está escrito que oremos unos por otros y nos pongamos de acuerdo en la tierra para pedir al Padre.



Todos los obviamente que quieras,mas no está escrito y a tu conciencia queda considerar si aceptas algo añadido a las Sagradas Escrituras.

Saludos

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Escrito está que en el cielo se ora. Y el sentido común nos hace afirmar que si allá se ora, se ora por lo de acá. Lo contrario es pensar que en la Escritura se dicen cosas absurdas.
 
Re: Quien cree nunca está solo

María y Cristo, un "doble sí"

Benedicto repitió las líneas generales de esa homilía un día después en otra misa celebrada en Altötting, el principal santuario mariano de los países de habla alemana. Aquí, ante unas 70.000 personas, instó a los hombres a "dar espacio en el mundo" a Dios y consideró que "engrandecer a Dios significa darle espacio en el mundo, en la propia vida, dejarlo entrar en nuestro tiempo y en nuestras acciones. Esta es la esencia más profunda de la verdadera plegaria. Donde Dios es grande, el hombre no se empequeñece, sino que también se vuelve grande y luminoso".

En Altötting se venera una imagen de la Virgen del siglo XIV conocida como la Virgen Negra, porque ha tomado ese color por el humo de las velas encendidas por los fieles a lo largo de siglos. Recibe más de un millón de visitantes al año y ya en 1980 tuvo entre sus peregrinos a Juan Pablo II. Ratzinger escribe en sus memorias que dichas visitas a la Virgen en Altötting se encuentran entre los recuerdos "más tempranos y bonitos" de su infancia. Durante su visita a la localidad, situada a apenas 17 kilómetros del lugar en el que nació, el Papa le regaló a la Virgen una copia de su anillo de pescador, encomendando así su pontificado a su protección.

En su homilía, el Papa invitó a los fieles a una nueva y sencilla devoción mariana y consideró que Cristo y su madre están unidos por la aceptación de la voluntad de Dios: "En este doble sí, la obediencia del Hijo se hace cuerpo, María le da el cuerpo. Lo que tienen que ver uno con otra es este doble sí". Según Benedicto, "María nos enseña a no imponer nuestra voluntad y nuestros deseos frente a Dios, sino a dejar en sus manos lo que él quiera hacer".

Después de la homilía, el obispo luterano de Baviera, Johannes Friedrich, se mostró "muy conmovido" por la "manera maravillosa en la que el Papa ha relacionado a María y a Cristo".
 
Re: Quien cree nunca está solo

Lo de siempre, para no variar. ¿En qué parte de la Escritura se dice los libros que componen la Escritura? ¿en qué parte de la Escritura se dice que no se pueden sacar conclusiones teológicas que no vienen explícitamente reflejadas en la misma? ¿En qué parte de la Escritura se dice que SÓLO (no confundir con TODA, que no es lo mismo) la Escritura es Palabra de Dios?
En la Escritura vemos que en el cielo se ora. ¿Y porqué o por quiénes se va a orar allá?
Pues por nosotros, obviamente.

Que María es abogada aparece con claridad en el cristianismo del siglo II. San Ireneo dice lo siguiente:
"Y mientras Eva habla desobedecido a Dios, María fue persuadida de obedecer a Dios, tal que la Virgen María se convierta en abogada (advocata) de la virgen Eva" (Adversus Haereses V, C. 19, l)
Pues hoy los católicos decimos lo mismo que los cristianos de ese siglo.

Uy, que patinazo has dado Luis Fernando, ¿En qué parte de la Escritura se dice los libros que componen la Escritura?... Nuestro Señor Jesucristo y sus discipulos dejan claros muchos de ellos, pues los utilizaron.

Pero hay más razones y parece mentira que tu digas cuales. Ahora como un ignorante te digo ¿sabes que es la concordancia?... en fin, hay más razones por las cuales se sabe que libros componen la Biblia, pero no es mi deber el hablarte de ello, porque Dios dispuso a quiens en verdad te lo pueden hacer ver y entender, y yo, no soy uno de ellos.

Que Dios les bendiga.
 
Re: Quien cree nunca está solo

María y Cristo, un "doble sí"
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Y quien dice que no, uno no sería sin el otro. Al igual que yo no puedo ser sin mi madre, y al igual que no lo puedo ser sin mi padre, y al igual que no lo puedo ser sin Jesús, y al igual que no lo puedo ser sin María... pero como Dios no hace acepción de personas, mi Madre, es madre de un hijo de Dios, al igual que María lo fue de mi hermano mayor JESUCRISTO, ante el cual y por creer en Él, tanto yo, como María, SOMOS HIJOS DE DIOS.

Que Dios te bendiga.
 
Re: Quien cree nunca está solo

Uy, que patinazo has dado Luis Fernando, ¿En qué parte de la Escritura se dice los libros que componen la Escritura?... Nuestro Señor Jesucristo y sus discipulos dejan claros muchos de ellos, pues los utilizaron.

A ver, por ejemplo ¿porqué aceptamos la canonicidad del libro del Apocalipsis, del de Santiago o del de Judas?
¿En qué parte de la Escritura hay una lista con los libros que la componen?


Pero hay más razones y parece mentira que tu digas cuales. Ahora como un ignorante te digo ¿sabes que es la concordancia?...

Sí, una herramienta muy útil que aparece al final de algunas versiones de la Biblia

en fin, hay más razones por las cuales se sabe que libros componen la Biblia, pero no es mi deber el hablarte de ello, porque Dios dispuso a quiens en verdad te lo pueden hacer ver y entender, y yo, no soy uno de ellos.

Que Dios les bendiga.

No, si yo tengo muy claro cuáles son las razones para saber qué libros componen la Biblia. Igual de claro que tengo que todas esas razones no aparecen en la propia Biblia.
Es decir, SÓLO la Biblia no vale para saber la totalidad de los libros que la componen.
De todas formas, sobre ese tema ya se ha hablado muchas veces en este foro.
 
Re: Quien cree nunca está solo

A ver, por ejemplo ¿porqué aceptamos la canonicidad del libro del Apocalipsis, del de Santiago o del de Judas?
¿En qué parte de la Escritura hay una lista con los libros que la componen?




Sí, una herramienta muy útil que aparece al final de algunas versiones de la Biblia



No, si yo tengo muy claro cuáles son las razones para saber qué libros componen la Biblia. Igual de claro que tengo que todas esas razones no aparecen en la propia Biblia.
Es decir, SÓLO la Biblia no vale para saber la totalidad de los libros que la componen.
De todas formas, sobre ese tema ya se ha hablado muchas veces en este foro.

No confundas la Escritura con el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Sí, es verdad, la Biblia es un todo, pero el Evangelio de nuestro Señor es el que le da su verdadero sentido a todo cuanto está escrito en la Escritura.

En cuanto Apocalipsis, bueno, puedo darte como referencia Daniel, Ezequiel... En cuanto a Judas, JESUCRISTO.

No, la concordancia no es una herramienta muy útil que aparece al final de algunas versiones. Es mucho más... lo que viene al final de algunas Biblias, es una simple concordancia de referencia, no la CONCORDANCIA.

Y no digo más, no soy el idóneo para hablarte de ello, cada cual tiene un don o dones, y yo, no soy la persona más indicada para hablarte de ello, pues en mi no está la capacidad para darte luz al respecto. Dios y en su gracia ha dispuesto otros hermanos para que tanto a ti, como a mi, nos den a conocer la verdad de ello.

Bueno, si, una cosa añadire, mi Señor Jesucristo dijo:

Jn. 10:35 Sabemos que lo que la Escritura dice, no se puede negar; y Dios llamó dioses a aquellas personas a quienes dirigió su mensaje.

Y después los discipulos añadieron:

Hech. 18:28 pues delante de todos contradecía a los judíos con razones que ellos no podían negar, y basándose en las Escrituras demostraba que Jesús era el Mesías.

Que Dios te bendiga.
 
Re: Quien cree nunca está solo

No confundas la Escritura con el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Yo juraría que el evangelio es parte de la Escritura.

Sí, es verdad, la Biblia es un todo, pero el Evangelio de nuestro Señor es el que le da su verdadero sentido a todo cuanto está escrito en la Escritura.

Vale, pero eso no tiene nada que ver con el canon de la Escritura. Canon que no aparece dentro de la misma.

En cuanto Apocalipsis, bueno, puedo darte como referencia Daniel, Ezequiel... En cuanto a Judas, JESUCRISTO.

Vaya, yo más bien pensaba que Apocalipsis cita el Antiguo Testamento y no el Antiguo Testamento cita un libro que no había sido escrito.
Y ya me dirás en qué momento Jesucristo cita el libro de Judas.
Del resto prefiero no decir nada porque empiezo a ver cosas en tus mensajes que me parecen un pelín raras. Mejor lo dejo así
 
Re: Quien cree nunca está solo

Yo juraría que el evangelio es parte de la Escritura.



Vale, pero eso no tiene nada que ver con el canon de la Escritura. Canon que no aparece dentro de la misma.



Vaya, yo más bien pensaba que Apocalipsis cita el Antiguo Testamento y no el Antiguo Testamento cita un libro que no había sido escrito.
Y ya me dirás en qué momento Jesucristo cita el libro de Judas.
Del resto prefiero no decir nada porque empiezo a ver cosas en tus mensajes que me parecen un pelín raras. Mejor lo dejo así

Luis Fernando, ni yo ni nadie puede darte luz ante tu negativa de aceptarla. Es Dios quien determina cuando le son abiertos los ojos a cada uno de sus hijos. Pero como siempre, Dios jamás intercede en la voluntad de cada uno de ellos, es decir, si tú no se lo pides, el no te lo dará. Si tú no quieres tomarlo, Él no te lo impondrá. De ahí que se bien que por mucho que insistiese, no recibirías ni un apéndice de luz. Aun estás cerrado a la religión que practicas, la cual, está un en ti por encima de Cristo nuestro Señor.

En cuanto a las cosas raras, es cuando más me agrada compartir contigo ante estas expresiones, porque entonces dejo de ser yo y pasa a ser LA PALABRA quien tapa para siempre tu bocaza.

Que Dios te bendiga.

Rom. 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Rom. 12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

1Cor. 12:1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.

1Cor. 12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

1Cor. 12:9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

1Cor. 12:30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?

1Cor. 12:31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.

1Cor. 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

1Cor. 14:12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

Efes. 4:8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.


Luis Fernando, te falta mucho para llegar a ser de Cristo, te falta mucha palabra, mucha entrega, mucha negación, de ahí que cada día oro por ti. Porque teniendo que recular ante la Palabra en tantas y tantas ocasiones que ante mi han sido dadas... es muy serio y necesita un cambio muy radical y de fe por tu parte. O te quedarás in las promesas de Dios padre en tu unión a Cristo Jesús (Ef. 1...)

Que Dios te bendiga.
 
Re: Quien cree nunca está solo

No, a ver, a mí no me falta NADA para ser de Cristo. SOY de Cristo. Él me compró con su sangre así que ese asunto no está en discusión.
Lo que sí me falta mucho es para ser como Cristo. Me falta mucho para ser santo como Dios es santo, para ser perfecto como Dios es perfecto. Pero vamos, en eso ando.
Y para iluminarme me basta y me sobra el Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios y de su Iglesia. Punto y final
 
Re: Quien cree nunca está solo

No, a ver, a mí no me falta NADA para ser de Cristo. SOY de Cristo. Él me compró con su sangre así que ese asunto no está en discusión.
Lo que sí me falta mucho es para ser como Cristo. Me falta mucho para ser santo como Dios es santo, para ser perfecto como Dios es perfecto. Pero vamos, en eso ando.
Y para iluminarme me basta y me sobra el Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios y de su Iglesia. Punto y final

Y a mi, y a mi, a todos nos falta, pero juntos, unidos al Cuerpo, por medio de los dones dado a cada uno, y en unión a Cristo...

SOLO HAY UN NOMBRE, DADO POR DIOS A LOS HOMBRE, POR CUAL PODEMOS SE SALVOS.

En fin que la IGLESIA ES EL CUERPO DE CRISTO, y Él es la cabeza, ya nos mostrará a cada uno el proposito de Dios Padre.

Que Dios te bendiga.
 
Re: Quien cree nunca está solo

Y para iluminarme me basta y me sobra el Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios y de su Iglesia. Punto y final

Luis Fernando: le doy gracias a Dios porque al final, el proposito dado ha salido a la luz de ti mismo. Ante la necesidad de Palabra para responder, ante las evidencias dadas, te has visto necesitado de acudir a la verdad que está en ti, en tu corazón, la cual es:

Y para iluminarme me basta y me sobra el Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios y de su Iglesia.

Esto ha salido porque está en ti, con ello has glorificado a Dios y lo has puesto por encima de todas las cosas, es más, salió de tan adentro que en verdad fuesti incapaz de añadir nada a "IGLESIA"

Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo derramen su gracia, paz y luz sobre ti.

Te quiero hermano, en Cristo te quiero, bienvenido a casa :hola:
 
Re: Quien cree nunca está solo

Yo llevo diciendo lo mismo desde que regresé a la comunión plena con la Iglesia de Cristo